Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

3 oct 2016

¿Qué le pasa a tu cuerpo cuando duermes menos de 8 horas?.......................................Silvia C. Carpallo

Dormir poco para aprovechar más el día puede suponer un aumento de enfermedades, empeorar nuestro humor o incluso nuestra probabilidad de tener un accidente.

dormir poco
No dormir lo suficiente tiene más consecuencias de las que pensábamos.
Foto: Getty
 
Jornadas laborales interminables, los atascos hasta llegar a casa, el gimnasio, la familia, la casa y un rato para ver un capítulo y otro capítulo más de nuestra serie favorita, por eso de desconectar antes de irnos a acostar. 
Tenemos la sensación de que a los días les faltan horas así que, para intentar llegar a todo, a lo que al final le robamos horas es a nuestro sueño.
¿Por qué cuánto deberíamos dormir? Tal y como aclara Javier Albares, director de la Unidad de Investigación de la Clínica del Sueño Estivill, “las horas de sueño dependen de la edad”. 
Así, según el experto, lo recomendable en niños son entre 10-11 horas, en adolescentes 9 horas, en los adultos 8 horas y en gente mayor entre 6-7 horas nocturnas, complementándolo con alguna siesta diurna de unos 30 minutos”.
 Pero lo cierto es que con nuestro ritmo de vida, por mucho que nos lo propongamos, no siempre dormimos 8 horas del tirón.
Es por ello que el doctor Albares alerta de que “tener un buen sueño es fundamental para enfermar menos en general”, por lo que debemos tener en cuenta que alargar el día y acortar el descanso tiene sus consecuencias. Algunas de ellas son las siguientes:
1) Más enfermedades infecciosas: Sí, sabemos que no dormir lo suficiente altera nuestra salud, ¿pero a qué sistemas de nuestro cuerpo puede afectar y en qué enfermedades se traduce? Albares insiste en que, para empezar, “tener un buen sueño es fundamental para enfermar menos en general, pero concretamente, si vamos cortos de sueño tenemos más riesgo de tener enfermedades infecciosas ya que nuestra inmunidad disminuye”.
2) Problemas cardiovasculares: Dormir menos no solo nos hace perder defensas, sino que también altera nuestro mecanismo interno, ya que “dormir poco también está asociado a alteraciones cardiovasculares y enfermedades endocrinológicas”. 
Más concretamente, el doctor Diego García Borreguero, director del Instituto del Sueño aporta que “la tensión arterial disminuye mientras dormimos.
 En las personas en las que no baja por falta de sueño, aumentan las probabilidades de sufrir problemas cerebrovasculares”.
3) Más resfriados: No todo son problemas graves de salud a largo plazo, no descansar lo suficiente también nos puede afectar en el presente y en lo más cotidiano.
 Esa era, al menos, la conclusión que científicos de la Universidad Carnegie Mellon, en Pittsburgh (Estados Unidos), publicaban en la revista Sleep, donde relacionaban el sueño insuficiente con el incremento del riesgo a padecer con más frecuencia gripes y resfriados.
 Concretamente, constataron que las personas que habían dormido menos de 6 horas eran 4,2 veces más propensos al resfriado, en comparación con los que durmieron más de 7 horas.
4) No dormir engorda: Hay quien prefiere hacer ejercicio por la mañana para empezar el día con energía. 
Una opción recomendable siempre y cuando no suponga dormir menos, porque no dormir lo suficiente también engorda
 “Si dormimos poco o mal se produce en nuestro organismo un aumento de resistencia a la insulina y debido a esto una tendencia al aumento de peso. 
Además si vamos cortos de sueño tendemos a comer peor y alimentos que engordan más, sobretodo hidratos de carbono y azucares”, explica el doctor Albares.
 Por ello, si ese día no hemos dormido lo suficiente, mejor no apagar el despertador y salir a correr más tarde “es siempre recomendable intentar llegar a las horas necesarias de sueño y no acortarlas por ningún motivo”.
6) Menos control de nuestras emociones: Según un estudio de la Universidad de California en Berkeley y la Escuela Médica de Harvard, dormir menos también puede revolucionar nuestras emociones, provocando que tengamos reacciones mucho más extremas y por tanto más conflictos sociales.
 Concretamente, en el estudio se utilizaron resonancias magnéticas, para mostrar que la falta de sueño hace que las regiones emocionales del cerebro estén un 60% más activas”.
 Algo que explicaría por qué estamos más agresivos o por qué discutimos más cuando no hemos descansado lo suficiente.
7) Envejecemos antes: El dicho dice que “para estar bella hay que sufrir”, pero en realidad lo que hay que hacer es dormir un poco más. Porque dormir mal también marca más los símbolos de nuestro envejecimiento
. Así, García Borreguero relata que “dormir poco, indudablemente, hace que nuestro organismo envejezca antes”. 
Por una parte desde el punto de vista estético, ya que “el sueño ejerce importantes funciones sobre la reparación y la hidratación de la piel”. 
Pero también a un nivel cerebral, puesto que como puntualiza el neurólogo, “la falta de sueño, si se produce de manera crónica, produce un envejecimiento precoz de algunas funciones cerebrales. También produce un aumento del riesgo de padecer enfermedades metabólicas, especialmente en relación al que correspondería para nuestra edad real”.
8) Más accidentes de tráfico: Otra de las ideas por las que madrugamos voluntariamente, aunque eso suponga no dormir las horas necesarias, es salir temprano para hacer un viaje o evitar atascos.
 Si queremos llegar pronto a nuestro destino, más vale que las prisas sean para de acostarse temprano. Según la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos una de las consecuencias más graves de no dormir lo suficiente son los accidentes de tráfico, debido precisamente a conducir con sueño.
 Así, se estima que uno de cada seis los accidentes de tráfico mortales, y uno de cada ocho en lo que se requiere hospitalización, tienen que ver con que los conductores padecían falta de sueño.
9) Acorta la vida: Puede que pensemos que aprovechar el día estando despiertos nos hace la sensación de vivir más, pero paradójicamente lo que quizás estemos provocando es que vivamos menos, porque no dormir lo suficiente también puede acortar nuestra vida. 
“Como resultado del incremento del riesgo de padecer algunas enfermedades que se han mencionado más arriba, las personas que duermen pocas horas tienen una esperanza de vida menor. 
Este hecho se ha demostrado en numerosos estudios epidemiológicos a lo largo de los últimos años”, concluye García Borreguero.

5) Producimos menos: Otra de las razones para dormir menos es quedarse hasta tarde repasando un examen o acabando tareas que se quedaron pendientes o incluso contestando aquellos mails que fue imposible responder durante el día.
 Pero quitarnos horas de sueño supondrá que a la larga seamos menos productivos.
 “Uno de los efectos fundamentales de la disminución de horas de sueño nocturno es la pérdida de capacidad cognitiva”, aporta García Borreguero.
 De forma más específica, explica que supone “una atención menos persistente y menor capacidad de evocación de memoria, aunque también afecta a algunas de nuestras funciones ejecutivas, como la capacidad de establecimiento de prioridades y secuencias de actuación ante un problema determinado, etc.”

 

Para quienes siempre quieren tener la última palabra: 21 términos con la Z


La Z es la última letra del alfabeto español y “representa el fonema fricativo interdental sordo en los territorios no seseantes, y en las áreas seseantes el mismo fonema que la letra s”, según recoge el diccionario de la RAE.
Procede de la dseda o dseta griega, que se pronunciaba como /ts/ o /dz/.
 Y, por cierto, la ce cedilla vendría de la ceda visigótica, variante de la zeta latina, que era una zeta
 con un copete de adorno. 
El copete se fue haciendo cada vez más grande y la zeta quedó reducida “a un rabito”, como apunta Alberto Bustos en su Blog de Lengua
Se usaba en castellano hasta el siglo XVIII, en palabras como cabeça, mançebo y braço.
La zeta es la vigésima letra que más palabras encabeza, el 0’87% y la vigesimosegunda en frecuencia (0,52%).
 Y, como no podía ser de otra forma, hemos seleccionado 471 palabras y las hemos ilustrado con el magnífico trabajo de Luis Demano. 
 Ha estado bien, pero hay que admitir que el libro tiene pocos personajes, una trama difusa y un final previsible. 
Zabarcero, ra. Persona que revende por menudo frutos y otros comestibles.
Zabazala. Encargado de dirigir la oración pública en la mezquita.
Zaborrero, ra. Dicho de un obrero: Que trabaja mal y es chapucero. Peón de la construcción que ayuda al cantero.
Zabuquear. Menear o revolver una cosa líquida moviendo la vasija en que está. Traquetear mover o agitar líquidos y otras cosas).
Zacear. Espantar y hacer huir a los perros u otros animales con la voz za.
Zahorí. Persona a quien se atribuye la facultad de descubrir lo que está oculto, especialmente manantiales subterráneos. Persona perspicaz y escudriñadora, que descubre o adivina fácilmente lo que otras personas piensan o sienten.
"Empiezo a sentir las corrientes", explica Laureano, "antes de llegar a ellas, y cuando paso por su vertical me es imposible controlar la varilla". En un punto del caminar del zahorí, la varilla se encabrita, primero a saltos y luego imparablemente, hasta quedar completamente empinada hacia arriba, hacia el cielo.
Javier Valenzuela y Miguel Barroso en La quimera del agua, reportaje publicado en EL PAÍS en 1982.
Zahoriar. Escudriñar, penetrar con la vista.
Zalagarda. Emboscada dispuesta para coger descuidado al enemigo y dar sobre él sin que recele. Escaramuza (pelea de los soldados a caballo). Lazo que se arma para que caigan en él los animales.
Quedó el nido de emprestillones haciendo la cuenta de cuánto dinero traería; y sobre si serían seiscientos y cuatrocientos reales, armaron una zalagarda del diablo.
La fortuna con seso y la hora de todos, de Francisco de Quevedo.
Zaloma. Voz cadenciosa simultánea en el trabajo de los marineros.
Zamborotudo, da. Tosco, grueso y mal formado. Dicho de una persona: Que hace las cosas toscamente. Dicho del vino: Turbio o peleón.
Zangarriana. Enfermedad leve y pasajera, que repite con frecuencia; p. ej., la jaqueca periódica. Tristeza, melancolía, disgusto.
Zangolotino, na. Dicho de una persona joven: Aniñada o infantil en su comportamiento y en su mentalidad.
Esa es la principal conclusión que extrajimos de Ratatouille, donde el Chef Skinner, el villano de la historia, no lo era tanto por su –por otra parte, lógico– empeño en desenmascarar a aquel zangolotino que cocinaba con una rata sobre la cabeza.
Claudio M. De Prado en El comidista.
Zangón. Muchacho que estando ya en edad de trabajar se dedica a holgazanear.
De apariencia sosegada, Nacho Duato es la antítesis del latino zangón, de puro ocioso desgarbado.

Zarco, ca. Dicho especialmente de los ojos: De color azul oscuro.
Zipizape. Riña ruidosa o con golpes.
Zonzo, za. Soso, insulso, insípido. Tonto, simple, mentecato.
Zorrocloco. Hombre tardo en sus acciones y que parece bobo, pero que no se descuida en su utilidad y provecho. Gesto exagerado y fingido de afecto.
Zurriburri. Barullo, confusión. Sujeto vil, despreciable y de muy baja esfera. Conjunto de personas de la ínfima plebe o de malos procederes.
Al buitre leonado no parece perjudicarle este zurriburri, a juzgar por los censos, pero las estadísticas nada dicen de la paz del campo, esa ave solitaria que no puede anillarse, medirse ni pesarse, y que está tan en desgracia, aquí en el Duratón, como un joven buitre al que hubiera sorprendido el Levante cruzando en otoño el estrecho de Gibraltar.
Andrés Campos en el reportaje “Un día en ‘Buitrelandia’”, publicado en EL PAÍS en 2000.
Zurumbático. Lelo, pasmado, aturdido.
Pero si le digo que esa muchacha me tiene zurumbático, no le miento.
María, de Jorge Isaacs.
Zurupeto. Intruso en la profesión notarial. Corredor de bolsa no matriculado.
Mingote había ejercido todos los oficios que un hombre puede ejercer, no siendo persona decente; prestamista, policía, jefe de clac, zurupeto de la bolsa, agente de quintas, curial, revendedor y gancho…
Mala hierba, de Pío Baroja.

Zuzón. Hierba cana, que es una planta herbácea.
 La incluimos porque es la última palabra del diccionario, lo cual es útil si quieres tener la última palabra o, esperemos que no se dé este caso, si un verdugo te pide unas últimas palabras.

¿Qué película ha retratado mejor el movimiento obrero?.....................................................Publicado por Javier Bilbao

Parece que algo está pasando estos días y seguro que todo el mundo tiene una opinión al respecto, así que para qué añadir otra. 
Lo importante es participar y enhorabuena a los premiados.
 En cualquier caso ha sido una ocasión para volver a escuchar repetidamente el término «obrero», a unos con sarcasmo y a otros con melancolía.
 Qué mejor momento entonces para repasar la manera en que el cine ha retratado un movimiento reivindicativo que marcó decisivamente la historia contemporánea europea y en menor medida la del resto del mundo, dando lugar a un puñado de buenas películas e incluso alguna que otra obra maestra.
 Así que voten su favorita o añadan alguna otra si lo creen necesario.
Germinal
Imagen de Renn Productions.
Imagen de Renn Productions.

Antes de nada, situémonos: tanto esta como las siguientes películas incluidas en esta lista son la perfecta antítesis del «cine de tacitas». Es la lucha de clases hecha subgénero cinematográfico.
 El té y las pastas son sustituidos por el vino peleón y la panceta, los sombreros aparatosos y polisones dejan paso a las características gorras obreras y la ropa de pana y, en definitiva, la lánguida Keira Knightley con su sonrisa bajando la mirada cede el sitio a un Gérard Depardieu que lanza arengas enfervorecidas a obreros en huelga y saca pecho ante las bayonetas.
 La novela de Émile Zola tuvo una primera adaptación cinematográfica en 1963, aunque esta versión tres décadas posterior es más recordada.
Novecento
Imagen de Paramount Pictures.
Imagen de Paramount Pictures.

Aquí tenemos de nuevo a Gérard Depardieu y, como en la anterior, se rinde también homenaje al cuadro El Cuarto Estado.
 Estamos ante una epopeya enormemente ambiciosa en la que Bernardo Bertolucci se propuso narrar la historia de Italia durante la primera mitad del siglo XX. 
Su duración de más de cinco horas la hizo poco adecuada para los cines, resultando más apta bajo un formato de miniserie de cuatro episodios, que es como puede encontrarse en YouTube.(Yo la vi varias veces y enterita).

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El acorazado Potemkin
Imagen de Goskino.

El 27 de junio de 1905 los marineros del acorazado Potemkin se rebelaron contra sus oficiales y pusieron rumbo a Odesa bajo una bandera roja.
 Lenin consideró este episodio un ensayo de la revolución que le daría el poder, así que el vigésimo aniversario de aquella fecha se celebró con una película propagandística que supo estar a la altura. Eisenstein creó un estilo narrativo que tuvo una enorme influencia en todo el cine posterior.
 La cinta ha sido copiada y homenajeada desde entonces en cada detalle de todas las formas imaginables, por ejemplo en Titanic los planos con los pistones a pleno rendimiento son un claro guiño.
 Y qué decir de la escena del carrito del bebé despeñándose por la Escalera Potemkin de Odesa, si no la recuerdan de Los intocables, entonces de Agárralo como puedas o de Brazil.
 Aquí pueden ver este clásico.

Daens
Imagen de Dérives Productions.
Imagen de Dérives Productions.
Se ha señalado a menudo, y no es a estas alturas una sorpresa para nadie, que el movimiento obrero ha tenido mucho de herejía del cristianismo.
 Un ejemplo nítido de ello lo encontramos en el sacerdote belga Adolf Daens, un hombre sinceramente convencido de lo que leía en los Evangelios sobre la compasión por los débiles y los desheredados del mundo.
 La explotación infantil, el sufragio censitario, los horarios laborales interminables, las pésimas condiciones sanitarias e ínfimos sueldos que soportaban los fieles de su parroquia le partían el corazón y le llevaron a enfrentarse abiertamente a los propietarios de las fábricas y al poder político, fundando un partido que le costaría la condena del mismísimo papa. 
Este biopic nos muestra su trayectoria.

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Jimmy’s Hall
Imagen de Sixteen Films.
Una selección de este tipo que no incluya algún film de Ken Loach se quedaría no ya coja, sino manca y tuerta.
 Así que mencionaremos la más reciente, que está entre las mejores que ha hecho.
 Es también biográfica, en torno a James Gralton, uno de los líderes de lo que más adelante sería el Partido Comunista Irlandés. Tras regresar de Estados Unidos abre un local de reunión para los jóvenes, cosa que terminará enfrentándolo a los poderes fácticos de la localidad.
Los miserables
Imagen de Universal Pictures.
Imagen de Universal Pictures.
Las revoluciones burguesas y liberales del siglo XVIII y comienzos del XIX fueron dejándose impregnar por el movimiento obrero, con causas indisociables de ambas como el sufragio universal.
 La insurrección de junio de 1832, motivaba tanto por ideales republicanos como por la crisis económica, nos sirve como un ejemplo de ello.
 Ese fue el escenario elegido por Victor Hugo para su novela, que más adelante sería adaptada a un musical, que a su vez conocería una versión en cine en 2012 con Hugh Jackman cantando a grito pelado.
Tiempos modernos
Imagen de United Artits.
Imagen de United Artits.
Charles Chaplin nos propuso una crítica al sistema de producción industrial que acaba convertido en un monstruo que devora a sus trabajadores. Esta imagen suya arrastrado por enormes engranajes ha llegado a ser una de las más icónicas de la historia del cine.
La clase obrera va al paraíso
Imagen de Euro International Film.
Imagen de Euro International Film.
Algo parecido a lo que vemos aquí, con empleados de una fábrica alienados por un trabajo que ha perdido todo su sentido.
 Recibió la Palma de Oro en el Festival de Cannes en 1972 y contiene un humor muy ácido del que no se salvan tampoco unos pedantes universitarios de extrema izquierda de quienes dice entusiasmado el obrero protagonista a su mujer: «¡Si supieras cómo hablan, uf, no se les entiende nada!».
¡Vivir!
Imagen de Shanghai Film Studios.
Imagen de Shanghai Film Studios.
Por añadir otra perspectiva a la europea y americana, así es como describió Zhang Yimou la revolución maoísta y el Gran Salto Adelante.( Y que diría Mao y los Maoistas viendo a los chinos  haciendo un capitalismo de copias?


Mi hermano es hijo único
Imagen de Cattleya.
Imagen de Cattleya.
Ambientada en la Italia de los años sesenta, narra el enfrentamiento entre dos hermanos, uno marxista y el otro fascista… al menos hasta que este último conoce a una amiga del otro, tan guapa que no nos sorprende que abrace el ideario que haga falta para aproximarse a ella.
 Toda la película rebosa nostalgia y un humor entrañable, como la escena en la que asaltan una sede política con un crucifijo en la mano, quizá confundiendo a los comunistas con vampiros.

¡Qué verde era mi valle!
Imagen de 20th Century Fox.
Imagen de 20th Century Fox.
John Ford hizo aquí un retrato muy sutil, optimista sin ser ingenuo, de un pueblo minero galés y de los conflictos sindicales y políticos que afrontaba, evitando en todo momento el maniqueísmo tan común en esta clase de películas.
 La tradición y la modernidad a veces pueden chocar, nos dice, pero decantarnos incondicionalmente por una u otra es como pretender andar con una sola pierna.

La ley del silencio
Imagen de Columbia Pictures.
Imagen de Columbia Pictures.
Toda narración acostumbra a ser una fábula moral con buenos y malos, por eso a veces es interesante darle la vuelta a los papeles.
 A diferencia de los anteriores ejemplos en este caso los villanos no son los patronos sino los sindicalistas, cosa por otra parte frecuente en la ficción estadounidense, ahí tenemos también a Jimmy Hoffa y Frank Sobotka.
 Esta película fue también una forma de justificarse de Elia Kazan por su papel como delator de sus antiguos compañeros del Partido Comunista ante el Comité de Actividades Antiamericanas en 1952.


Metrópolis
Imagen de U.F.A.
Imagen de U.F.A.
Estamos ante una obra maestra del expresionismo y de la ciencia ficción, enormemente imaginativa e inspiradora aún hoy. 
 Thea von Harbou, la esposa de Fritz Lang, fue la autora del guion y era bastante nazi a decir verdad, aunque aquí tampoco se nota demasiado.
 La reconciliación de clases sociales que anhelaba el nacionalsocialismo está presente, pero expresada de una forma benevolente y con otro estilo que el de los guiones que firmaría en los años treinta, una vez que su ya por entonces exmarido había huido a Estados Unidos.
 La película pueden verla aquí.

Titanic
Imagen de Paramount Pictures.
Imagen de Paramount Pictures.
Concluimos con este clásico contemporáneo que merece ser incluido no solo por su vínculo anteriormente mencionado con El acorazado Potemkin, sino porque su trama hace especial hincapié en la diferencia de clases.
 Interiorizada hasta tal punto por Jack que acepta su lugar fuera de la tabla sin protestar, sin hacer la prueba de subirse ambos, de ir turnándose o directamente de dejarla a ella fuera, que ya ha vivido con bastantes privilegios hasta entonces, que se joda.
 Pues no, es el pobre de tercera clase el que tiene que morir congelado porque así es el orden natural de las cosas.
 Qué injusticia.

 

2 oct 2016

“Adelaida García Morales no protagoniza mi libro”..................................................... José Ángel Montañés

Elvira Navarro presenta su novela en Barcelona tras las acusaciones de Víctor Erice-

La escritora Adelaida García Morales en 1990.
Adelaida García Morales es el motivo, pero no es la protagonista de mi libro, que son dos cosas distintas. 
Ella pone en marcha el conflicto de las protagonistas y solo la utilizo como paradigma para reflexionar sobre la precariedad y la construcción de identidad”, explicó ayer Elvira Navarro (Huelva, 1978), autora de Los últimos días de Adelaida García Morales (Random House) durante la presentación del libro en Barcelona.
Desde que la novela se publicó el 22 de septiembre, el acto estaba previsto que se realizaría en la librería Nollegiu del Poblenou, pero nadie esperaba que coincidiera con el artículo que el cineasta Víctor Erice publicó ayer en Babelia—suplemento cultural de EL PAÍS— en el que acusaba a Navarro de “apoderarse del nombre y apellidos de la escritora”, de utilizar “de forma descarnada las vidas ajenas”, de “banalizar su memoria como escritora y su identidad como ser humano”, dando una imagen “esperpéntica y estrafalaria que nada tiene que ver con el carácter, el aliento y el humor” de la escritora fallecida hace justo dos años, además de advertirle de las “consecuencias morales que su proceder pudiera causar en terceras personas”, entre otras afirmaciones que escribe el que fue marido de Adelaida García Morales.
 
“Sabía que me estaba metiendo en un terreno pantanoso.
 Podía haber hecho una biografía pero no soy una estudiosa y como creadora no me interesaba”, prosiguió Navarro; que insistió en que su libro es una ficción.
 “Entiendo el enfado pero no la reacción airada de Erice, porque en el libro explico por todas partes que es una ficción.
 Otra cosa sería que no lo hubiera advertido, pero lo pone en la cubierta y en dos ocasiones más de forma explícita, no podía ponerlo en cada una de las páginas”, explicó Navarro, nerviosa tras el revuelo que ha levantado su último libro.
 “Yo pensaba que no le interesaría a nadie y que pasaría sin pena ni gloria, pero no”.
La novela de Navarro arranca con un hecho real, la petición de Adelaida García Morales, dos meses antes de fallecer en una oficina de la localidad sevillana de Dos Hermanas, de 50 euros para poder visitar a su hijo en Madrid, un dinero que se le negó.
 Esta anécdota que le contaron a Navarro sirve para “inventar” la historia de dos mujeres, una realizadora de un documental y una concejala de cultura, obsesionadas con la escritora y saberlo todo de ella.

Un pretendido homenaje

“Todo lo que utilizo en mi novela aparece en Internet, yo no desvelo nada. 
No entiendo lo que ha pasado, porque pensaba que estaba claro lo que era verdad y lo que era ficción, algo que he hecho para que no hubiera confusión, pero creo que ha habido cierto amarillismo en el tratamiento de mi libro en la prensa desde que se dijo que se publicaría”, explicó la autora.
“Yo quería hacerle un homenaje a Adelaida García Morales ya que no se hablaba de ella en absoluto.
 No tenía sentido que yo hubiera puesto otro nombre como Paquita Martínez [nombre que menciona Erice en su artículo]. 
Sabía que me arriesgaba al hacer una ficción sobre un personaje real, pero quería homenajearla”, volvió a repetir la autora del libro que ella describe como “nada emocional y que roza el ensayo” porque, asegura, hay una relectura de la película El Sur, de Víctor Erice y la novela homónima que escribió García Morales.
 “Volvería a escribirla igual.
 Asumo que lo que ha pasado podía pasar, pero lo volvería a hacer”, remachó Navarro.