Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

22 sept 2016

La memoria aún incómoda de ‘Yoyes’..................................................... Iñigo Domínguez

El 30 aniversario de la muerte de la disidente de ETA simboliza el trágico error de los años perdidos.

Igor Eguren (EH Bildu) y José Miguel Santamaría (PNV) en la plaza donde fue asesinada Yoyes en 1986. J.H.J.
Miguel Calvillo, 81 años, llegaba este miércoles al hogar del jubilado de Ordizia con una carpeta llena de viejos documentos y recortes de periódicos. 
Él recuerda todo y además, por si la memoria le falla, tiene los papeles.
 En los ochenta fue concejal de Euskadiko Ezkerra (EE) durante nueve años y estuvo en la primera concentración de Gesto por la Paz en el pueblo, en la que participaron diez personas. 
 Vamos a hablar de algo que ocurrió en la plaza que está delante hace 30 años: el asesinato de Yoyes, el alias de Dolores González Katarain, exjefa de ETA, el 10 de septiembre de 1986.
 Había dejado la banda y se había acogido a la amnistía de 1977. Ha sido un aniversario que ha caído en medio de la campaña, bastante en sordina, y es más incómodo que nunca para el entorno que apoyó a ETA y la izquierda abertzale.
Herri Batasuna no condenó el atentado, como no condenaba ninguno, pero EH Bildu ahora defiende lo mismo que entonces reclamaba Yoyes, la vuelta a la normalidad de los terroristas por vías legales.
 Es más, su propio asesino, Antton López Ruiz, Kubati, en libertad desde 2013, animó hace poco al resto de presos etarras a “recorrer la vía judicial, explotar la legalidad penitenciaria y acogerse a todos los beneficios carcelarios”. 
Abrió el camino en 2013 el colectivo de presos EPPK y ya es la consigna oficial en EH Bildu. 
Se completa así la trágica paradoja de 30 años perdidos en cientos de muertes, el horror de un error.

Calvillo saca el acta de HB para oponerse entonces a la condena del atentado: “En Herri Batasuna tenemos bien claro cuál es el camino a recorrer para alcanzar la tan ansiada libertad, camino que no pasa por las vías de la delación, el arrepentimiento ni la traición”. 
Sigue: “Tenemos también bien claro que esta muerte, así como las de muchos luchadores son debidas, en última instancia, a la cerrazón del gobierno español”. 
Y también: “Queremos recordar a los miembros de la llamada ‘comisión pro homenaje’, que anteriormente han tenido repetidas ocasiones para romper ese inadmisible silencio ante la represión sufrida”.
 Calvillo participó en la comisión que organizó un mes después, el 18 de octubre, un homenaje a Yoyes en medio de una gran tensión. Lograron recoger 8.000 firmas de apoyo, pero solo 1.500 en Ordizia.
 “En el pueblo existe un cierto miedo debido a la presión psicológica”, declararon a la prensa los promotores.

“Matar estuvo mal, pero no solo eso, también el miedo y la presión social. 
Era imposible completar las listas de concejales, ibas al pleno y te tiraban monedas, los de HB entraban fumando puros en los plenos de condena de atentados, recibías llamadas, amenazas de bomba. Estábamos todos marcados”, recuerda Calvillo.
 Admite que todavía hoy hay gente que no le saluda.
 En contraste con los grandes núcleos urbanos, pasar un día en Ordizia hace ver que superar el pasado en una pequeña comunidad —el pueblo tiene hoy, como entonces, unos 9.000 vecinos—  es mucho más difícil. 
Todos se conocen, hay primos, compañeros de cuadrilla, cruzados y mezclados entre un lado y otro de los años de terror.
En el centro del pueblo este miércoles coincidían con sus musiquitas de campaña los tenderetes de PNV, EH Bildu —segunda fuerza de la localidad— y PSE, que sostiene al alcalde.
 Los militantes socialistas prefieren no dar su nombre, como la mayoría de la gente del pueblo que uno para por la calle par hablar del tema.
 “Esta escena hace unos años era imposible, estar en la calle así, y además a veces éramos tres con diez escoltas”, cuenta uno de ellos. “Sí, la gente quiere olvidar, pero para muchos es como si aquí no hubiera pasado nada, pero ha pasado.
 Y si no cierras bien la herida se puede volver a abrir”, dice otro.
 El único concejal del PSE, Iñaki Dubreuil, salvó la vida de milagro en 2001 de un atentado con coche bomba en el que murieron dos electricistas que pasaban por allí.
El actual alcalde, José Miguel Santamaría, del PNV, tenía 14 años aquel día.
 Recuerda sobre todo el “silencio sepulcral”. 
Un silencio que —acusa y admite— ha dominado siempre el pueblo, “por supervivencia”. 
Catequista en su juventud, participante en las concentraciones de Gesto por la Paz, portador del lazo azul por la liberación de secuestrados, Santamaría hace dos precisiones importantes sobre el aniversario de Yoyes
Una es que es un personaje con dos caras: la etarra —“que no es ejemplar”— y la disidente, que acaba asesinada y se convierte en víctima.
 Pero en este punto saca un cuadernillo editado con los nombres de las otras 11 víctimas de ETA en Ordizia: “Yoyes fue la número nueve. Antes hubo otras de las que nadie habló y han vivido en el ostracismo”.
 El día que fue nombrado alcalde por primera vez, en 2007, tuvieron que escoltarle medio centenar de ertzainas.
 “La fractura social ahí sigue”, admite, aunque cree que entre quien no se ha significado estos años, entre la gente anónima, sí empieza a diluirse. 

"Otras víctimas"

De 2011 a 2015, el alcalde fue Igor Eguren (EH Bildu), que ahora tiene 41 años y 10 el día del asesinato de Yoyes.
 Dice que no tiene muchos recuerdos, era un niño. 
“Fue una situación muy dura y muy dramática, que generó en su momento indignación, pero que desgraciadamente en este pueblo se ha venido sucediendo en los últimos 40 años y más, proveniente de violencias de diferente ámbito”.
 Sigue: “Quisiera sumar, cuando hablamos de víctimas en Ordizia, que no existen solo las de ETA (…), hay otras como muertos en la deportación, en enfrentamientos con la Guardia Civil”.
 Es la tesis de EH Bildu en la famosa batalla de relatos, igualar en el mismo rasero 845 muertos y más de 3.000 heridos, la obra de ETA, con las del franquismo, el GAL y los abusos policiales en democracia
 Pero no se diferencia mucho de aquella acta de HB en 1986.
 Según el informe encargado a expertos por el Gobierno vasco y publicado el año pasado, el 92% de las víctimas mortales por actos terroristas entre 1968-2010 fueron de ETA. 
Santamaría cree que la evolución del entorno que apoyó a la organización terrorista llevará tiempo, porque no es de la noche a la mañana, “como el doctor Jekyll y mister Hyde”

Para las fotos, el alcalde del PNV y el concejal del EH Bildu, las dos fuerzas mayoritarias en este pueblo aún fracturado, conversan en el lugar donde fue asesinada Yoyes.
 Luego se alejan, y es un largo camino el que les queda por recorrer.

"Sería injusto decir que aquello estuvo mal"

La conversación sobre Yoyes con el que fue alcalde de Ordizia por EH Bildu entre 2011 y 2015, Igor Eguren, y ahora concejal de la formación, lleva inevitablemente al meollo de la cuestión, la pregunta de siempre, la clave: ¿Asesinar a Yoyes estuvo mal? “Sinceramente sería injusto que yo o un miembro de EH Bildu en Ordizia dijera que aquello estuvo mal y lo dejáramos así, porque creo que eso no satisface ni a las víctimas de aquel suceso ni a las de después.
 Porque decir que estuvo mal una cosa, en el contexto actual, sin hacer memoria del contexto del momento, para mí solo significa un titular, es un titular vacuo”.
A Eguren le parece mejor ir resolviendo estos dilemas en privado que en público —“sentarse cara a cara”— y, mientras tanto, optar por un “posicionamiento efectivo” de reconocimiento de todas las víctimas. 

“No sirve con condenar. Si estuvo bien o estuvo mal son términos de la moral de cada uno, que pueden interpretarse como quieran interpretarse, nuestro objetivo es pensar en el futuro, no quedarnos en clichés”Pues no, matar es matar y quitar la vida a alguien y delante de un niño no es que sea inmoral o malo. Es un acto de maldad extremada....que los que dudan o hicieron ese camino tengan un final sin compasión, como no la tuvieron ellos.

 

Marion Cotillard no es el motivo del divorcio de Brad Pitt y Angelina Jolie

La actriz francesa desmiente cualquier relación con el actor y declara que sigue con su pareja con quien tiene un hijo y al parecer espera otro.

 

Brad Pitt, investigado por pegar y abusar psicológicamente de sus hijos

La policía de Los Ángeles confirma que se analiza el comportamiento del actor en un avión con los pequeños.

(O sea que se va a repetir el caso de Mia Farrow y Wody Allen) de otra manera , claro. 

Angelina Jolie y Brad Pitt, con sus hjos. GVK/BAUER-GRIFFIN / VÍDEO: REUTERS-QUALITY
Hace solo cuatro días que Angelina Jolie presentó los papeles de divorcio de Brad Pitt y la guerra entre la que fue una de las parejas más idílicas de Hollywood se recrudece.
 Todo indica que la batalla se centra en la custodia de sus seis hijos. La web TMZ informa de que el actor está siendo investigado por la policía de Los Ángeles por pegar y abusar psicológicamente de los niños.
 Posteriormente, otros medios de EE UU como la revista People -a la que el actor mandó el comunicado tras saltar la noticia del divorcio- se han hecho eco también de esta información confirmada por fuentes policiales.
 Esta acusación puede ser clave en el desarrollo de la separación de una pareja que desde que se unió hace 12 años ha facturado 555 millones de dólares, según Forbes
La actriz quiere quedarse con la custodia física de los pequeños y solo permitir visitas controladas del actor.
(los niños en juego por lo que parece una venganza de Angelina)
 
Fuentes próximas al caso han filtrado algunas situaciones que están investigando la policía y los servicios sociales de Los Ángeles, como cuando hace solo unos días en un vuelo privado Pitt “se volvió loco” y supuestamente comenzó a gritar a uno de los pequeños al que supuestamente también agredió. 
Según esta fuente, durante el incidente el actor, que habría bebido, continuó con su tono violento cuando el avión aterrizó e incluso intentó subirse en un camión que transportaba combustible para aeronaves.
 Brad Pitt y Angelina Jolie ya han sido entrevistados por la policía sobre este asunto y tienen previsto interrogar a los niños también.
Una fuente cercana a Brad Pitt ha dicho a TMZ que el “asunto es muy en serio” y que al actor no cometió "ningún abuso con sus hijos”. 
"Se lo toma de una manera muy seria y dice que no cometió abuso con ninguno de los niños. 
Es desagradable que la gente involucrada continúe presentando a Pitt de la peor manera posible", dice otra fuente anónima a la revista People.

Los actores son padres de seis hijos, tres adoptados -Maddox (Camboya), Pax (Vietnam) y Zahara (Etiopía)- y tres biológicos -Shiloh y los gemelos Knox y Vivienne-.
La policía de Los Ángeles ha explicado que investiga el caso como lo hace con todas las denuncias que recibe de este tipo.
 Se desconoce de quien proviene la acusación.
 Hay medios estadounidenses que aseguran que este incidente fue el que finalmente hizo que la intérprete pidiera la separación.No lo sé, este año se vio a Angelina muy delgada y en caso de que la separación sea porque Brad pega a sus hijos, no se les pega solo un dia ni una vez, algo más debe pasar en esa parej y las víctimas sean sus hijos, porque da la impresión que es una venganza por abuso de amantes de Brad.

21 sept 2016

El “regusto” de Granada.................................................................... Patricia Peiró

El Gusto es Nuestro reanuda su gira en la ciudad andaluza, y encara los últimos conciertos del reencuentro que les va a llevar a cinco ciudades más.

Miguel Ríos tenía ventaja y él mismo lo reconoció: “A esto se le llama jugar en casa”.
 El rockero, Ana Belén, Víctor Manuel y Joan Manuel Serrat reanudaron en Granada la gira de El Gusto es Nuestro, un proyecto que les vuelve a unir sobre el escenario 20 años después del tour que hizo historia: se convirtió en el que más recaudación había obtenido hasta la fecha. 
Un bombazo para el público que ha vivido y crecido con las canciones de estos cuatro artistas y que se repite dos décadas después.
 “Esto no es un gusto, es un regusto”, clamaba Ríos ante un público exaltado por recibir a su artista, seis años después de que anunciara su retirada.
Abrieron con el Hoy puede ser un gran día de Serrat y el público ya estaba volcado.
 Los asistentes sabían que será, muy probablemente, la última vez que puedan ver reunido al cuarteto que ha escrito buena parte de la biografía musical de España y también de Latinoamérica. 
“Puede que en algún concierto de uno de ellos nos invite al resto a cantar una canción, pero así de forma oficial, con los cuatro nombre en el cartel, sí es la última.
 ¡No hay quien aguante otros 20 años!”, bromeaba Ríos minutos antes de salir al escenario en su camerino.
Unas 10.000 personas abarrotaron el Palacio de Deportes de la ciudad andaluza.
 Al público le bastaba escuchar los primeros acordes de los temas, para reconocer inmediatamente lo que tocaba. Adónde irán los besos, Contamíname, Mediterráneo, España camisa blanca… Y también nuevos temas que no existían hace dos décadas, como el Como voy a olvidarme, que Víctor Manuel dedica al drama de los cuerpos de represaliados en la Guerra Civil que continúan en las cunetas españolas.
El dúo de Ana Belén y Miguel Ríos al son de Insurrección entusiasmó y Bienvenidos, ya con el granadino en solitario en el escenario, puso a toda la audiencia a dar botes.
 Para él, era una noche especial y exigente.
 “Cada vez que sacaba un disco, la opinión que más me preocupaba era la de mi barrio. 
Y entonces no era tan fácil enterarte, que con internet puedes ver de todo.
 Levantaba el teléfono y llamaba a algún amigo para preguntarle: ‘Oye, ¿qué han dicho por ahí de lo nuevo?”. 
Para corresponderles, Ríos incluyó Vuelvo a Granada en los bises.
El grupo no dejó de intercambiar abrazos, risas y gestos de complicidad antes, durante y después del espectáculo, que denotan que esta gira es verdaderamente un gusto, que ya no hay nada que demostrar y que están aquí para disfrutar y hacer disfrutar. 
“Hace 20 años yo estaba en otro punto de mi carrera, trataba un poco de diferenciarme de mis compañeros, de marcar mi espacio. En esta ocasión es todo mucho más relajado, me ha gustado que me hayan llamado para volver a hacer esto”, comenta Ríos.
 Viéndolos desde fuera, parece que cada uno con sus roles bien aprendidos.
 Durante los ensayos era Ana Belén la que organizaba qué canción se ensayaba y daba algunas instrucciones de última hora a la banda. Ríos no dejaba de bailar, consciente de que iba a ser una gran noche.
Emprenden así la última parte de esta gira que todavía les llevará a Valencia, Bilbao, Barcelona,  Zaragoza y Madrid
 Los cinco trailers que transportan las 45 toneladas de material para este espectáculo, aún tienen kilómetros por recorrer.