Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

15 sept 2016

Bajar las joyas al metro................................................................... Carmen Mañana

La firma Aristocrazy organiza su desfile en una vía muerta de la estación de Chamartín.

Modelo durante el desfile de Aristocrazy

Una de las quejas más recurrentes que se formulan en torno a la Semana de la Moda de Madrid es que el 95% de sus desfiles se celebran en un aséptico pabellón de Ifema. 
Son contadas las marcas que utilizan alguno de los maravillosos escenarios con los que cuenta la ciudad, como sí se hace en París, Milán y Nueva York. 
Las que finalmente se atreven rara vez suelen salirse de espacios convencionales y especializados en eventos.
 Pero no todo está perdido.
 Por fin una firma con los recursos necesarios para producir un show en un emplazamiento espectacular (o, al menos, sorprendente) lo ha hecho. 
El miércoles, la cadena de bisutería y joyas Aristocrazy convertía una vía muerta de la estación madrileña de Chamartín en su pasarela particular.
De izquierda a derecha, Caritina Goyanes, Cari Lapique y Carla Goyantes, invitadas al desfile de Aristocrazy. Getty Images
Organizar este tipo de presentaciones no resulta solo cuestión de dinero, que también.
 Dicen quienes han desarrollado este proyecto que, tras superar los obstáculos burocráticos a los que han tenido que enfrentarse, se sienten preparados para forzar un acuerdo de Gobierno entre PP y PSOE, resolver el conflicto árabe israelí y diseñar una tetera que no vierta el agua.
 No es de extrañar, comentan sin querer identificarse, que muchas marcas con más ilusión que medios hayan terminado tirando la toalla y recalando en el siempre cómodo Ifema.

De momento –y desgraciadamente- la política de Madrid con respecto a la moda dista bastante de la de otras ciudades europeas como París.
 La alcaldesa de la capital gala, Anne Hidalgo, puso en marcha el año pasado una batería de medidas para exprimir el potencial turístico de su semana de desfiles.
 Entre ellas, facilitar el acceso de las firmas a espacios públicos.

Mientras, en España, un desfile como el de Aristocrazy sigue siendo aún la excepción.
 Una rara avis, casi una excentricidad, tanto para la industria como para algunas de las invitadas al evento. 
Porque el miércoles, el espectáculo comenzó mucho antes de que las modelos subiesen a la pasarela.
 Ver a la sociality Carmen Lomana pisar con sus stilletos el metro de Madrid –tal vez por primera vez- fue una imagen impagable.
 Y quien dice Lomana, dice cualquier de las otras señoras de cabellera aún más dorada que sus Rolex.
En primera fila, además de la mentada Lomana, Cari Lapique, Carla y Caritina Goyanes, Mónica Martín Luque, Brianda Fitz James Stuart, Antonia Carmona…
 Una lista de invitados que habla de una marca impulsada por dos fuerzas aparentemente contradictorias.
 Por un lado, está su deseo de modernidad, que les ha llevado a elegir un emplazamiento casi underground (literal y figuradamente) y a presentar unas piezas que –aunque no se vayan a fabricar- demuestran una clara ambición transgresora.
 Por otro lado, está el peso del legado de la marca: Aristocrazy es un proyecto desarrollado por los herederos de la cadena de joyería Suárez, una de las vetustas y renombradas de España.
Pero en lo heterogéneo está la clave de la diversión.
 Y la mejor prueba de ello fue la cena que la marca organizó tras el desfile en el restaurante Amazónico, uno de los locales de moda en la capital.
 Allí los pendientes de perlas y los diamantes en bruto se mezclaron alentados por el buen vino y la falta de prejuicios.




 

Desigual se reinventa, pero permanece fiel a su ADN...................................................... María R. López

La marca de Barcelona inaugura la Mercedes Benz Fashion Week Madrid con una exposición en Matadero Madrid.

 

“La vida es chula” sigue siendo el lema de Desigual.
 La marca apuesta por una mujer individual e irrepetible, y esta ha sido la inspiración para su colección primavera-verano 2017
. Tras su desfile de la pasada semana en Nueva York, los catalanes han traído su nueva línea hasta Madrid para inaugurar la Mercedes Benz Fashion Week Madrid (MBFWM) que comienza este jueves, hasta el próximo martes.

La Casa del Lector, en Matadero Madrid, ha sido el lugar elegido por la firma para presentar su nueva colección, donde artesanía y nuevas tecnologías se dan la mano.
 En el espacio, convertido en sala de exposiciones, conviven las prendas con tabletas y gafas de realidad virtual. 
Y lo uno no se entiende sin lo otro. 
“Hemos enfocado nuestra colección en el siglo XXI. Hay un mundo online y otro offline.
 Y creemos que no hay que diferenciarlo”, afirma Daniel Pérez, director global de comunicación de Desigual.
En Desigual quieren que la presentación sea una “experiencia que se disfrute”, por eso han elegido un lugar alejado del pabellón 14 de Ifema, donde se lleva a cabo la mayor parte de los desfiles de la Semana de la Moda de Madrid. “Nos gusta sorprender e innovar. Y en un formato abierto esto es mucho más posible”, explica Pérez.
Gracias a las gafas de realidad virtual, los visitantes a la exposición de Desigual ese jueves han podido disfrutar del desfile de la pasada semana en Nueva York desde el front row. 
 En la imagen en 360 grados se aprecian los detalles de las prendas, las telas trabajadas en tres dimensiones y los complementos, como zapatos y gorras, realizados en exclusiva para el show neoyorquino.
Desigual cumple 32 años, “y cuando cumples 32 años te replanteas tu vida.
 Tomas consciencia de quién has sido hasta ahora e inicias una nueva vida con más fuerza”, asegura el director de comunicación. 
Y es que la marca ha decidido poner un nuevo rumbo a su trayectoria, pero permaneciendo fieles a su ADN. 
Pérez explica que son una marca que observa las tendencias, pero que no siempre las sigue porque, a veces, no concuerdan con su esencia.
 Sin embargo, el regreso del denim, las prendas militares como los pantalones cargo o las parkas caqui, el furor por los bordados o el patchwork encajan a la perfección con la filosofía Desigual.

Kate Middleton, icono de moda.............................................................................. Mábel Galaz

Un estudio desvela que el 29% de las británicas quieren vestirse como ella. Valoran que usa tanto alta costura como ropa ‘low cost’.

 
La duquesa de Cambridge durante una visita a Luton (Inglaterra) a finales de agosto. Cordon Press
Kate Middleton es uno de los miembros más queridos de la familia real británica desde que se casó con el príncipe Guillermo hace cinco años.
 Su llegada a la monarquía europea más tradicional ha supuesto una bocanada de aire fresco que ha mejorado la imagen de esta casa real.
 Hasta Isabel II, poco dada a mostrar sus emociones en público, ha hecho con ella una excepción y no pierde ocasión para demostrarle su cariño.
 Pero Kate no solo triunfa como esposa del nieto de la reina, lo hace también como icono de estilo.
 Según, un estudio realizado por la empresa de marketing Rakuten, más del 29% de las británicas aspiran a vestirse como la duquesa de Cambridge.
El estudio también confirma la gran influencia de las redes sociales en los hábitos de compra de las mujeres británicas.
 El 36% de ellas asegura que compran cosas porque se las han visto a alguna famosa en Facebook, Twitter o Instagram. 
“Iconos como Kate Middleton se han convertido en personalidades que inspiran al mundo de la moda”, dice Nick Fletcher, de Rakuten.

De la duquesa se valora que igual viste ropa de alta costura que prendas low cost
 Esta misma semana ha sido portada de la prensa británica luciendo unos pantalones estampados de Gap que cuestan 22 euros y que, por supuesto, se agotaron pocas horas después de que ella los llevara.
La duquesa de Cambridge se ha convertido en un reclamo para las firmas más asequibles y también en la mejor embajadora para la moda británica.
 El día de su boda con Guillermo hizo toda una declaración de intenciones al elegir un diseño de Sarah Burton para Alexander McQueen.
 Middleton apostaba por un diseñador inglés que acababa de morir con 40 años pero que había dejado ya un huella imborrable en el mundo de la moda. 
También es habitual que recurra a otras firmas británicas —habituales de la Semana de la Moda de Londres— como Burberry, Temperley, Bruce Oldfield o Sophie Cranston. También opta por líneas más asequibles como Topshop, Whistles, Oasis, LK Bennett o Warehouse.
 Es más, la consideran la mujer con más estilo en el Reino Unido. 
A Kate le sigue de cerca: la cantante Rita Ora, la actriz Emma Watson, la cantante Ellie Goulding y la bloguera Zoella.
En los últimos meses el estilo de quien está llamada a ser algún día reina consorte ha sufrido una evolución. La culpable es una diseñadora brasileña afincada en Londres llamada Barbara Casasola que apuesta por líneas más modernas. El primer vestido que se puso de ella, con un precio de 1.850 euros, también se agotó.

Viaje a Canadá

El viernes comienza en Londres la Semana de la Moda pero muchas de las miradas estarán pendientes de lo que ocurra pocos días después en Canadá.
 Los duques comienzan el día 24 una visita oficial y todo lo que se ponga Kate se convertirá en tendencia.
 Se trata de un viaje que además de los estilismos de la duquesa tendrá otro reclamo: la presencia de sus dos hijos.
La casa real británica ha confirmado la presencia de Jorge, de 3 años, y de Carlota, de 1.
 La gira oficial y en familia persigue reforzar el apoyo a la monarquía en uno de los países de la Commonwealth más divididos sobre esa cuestión.
 El público canadiense respalda mayoritariamente (64%) a Isabel II como su monarca.
 Pero menos de la mitad (46%) desea ver a las futuras generaciones reales en ese papel.

Kate Middleton en el centenario de la batalla de Somme, en Francia.

 

La sensualidad se antepone a la sexualidad en Nueva York...................................... Estel Vilaseca


Desfile de Oscar de la Renta. REUTERS.
 
 
La paridad de género en la industria de la moda femenina es una asignatura pendiente.
 Lo señalaba con datos un artículo reciente de The Business of Fashion
 En Nueva York, la ciudad con mejores cifras al respecto, las mujeres diseñadoras que desfilan representan un 47.3 % frente a los hombres.
 Este resultado inquietante abre otra pregunta: ¿Ellas atienden y se aproximan a la mujer de una forma distinta y específica?
 Poniendo la mirada a las propuestas que desvelaron algunas de las diseñadoras más relevantes, se pueden encontrar algunos nexos en común.
A primera hora de la mañana The Row recibía a los invitados, en la entrada de su tienda en el Upper East Side de Nueva York, con grandes vasos de café caliente para llevar y pastas.
 Una cálida bienvenida que presagiaba otra manera de hacer las cosas.
 Como su ropa, en su interior todo era reposado.
 Un interiorismo minimalista e invitados de gestos tranquilos vestidos con alguna de sus prendas monocolor fueron el telón de fondo de un desfile que habló de otra forma de entender el lujo. 
En medio de la vorágine de la Semana de la Moda, la contemplación de sus prendas depuradas con especial atención a los tejidos - destacaron unos vestidos de tirantes con tiras de tela entretejidas - se tornó casi en una experiencia zen.
 Y aunque pocos se pueden permitir sus exquisiteces, reducir el vestuario a blanco y al negro está al alcance de todos.

Muy cerca de su aproximación a la moda se alinea la propuesta de María Cornejo.
 La diseñadora chilena afincada en Nueva York lleva hilvanando este discurso desde hace más de 20 años. 
Ella, todavía fue más allá e inundó la pasarela de un solo color: el blanco. Inspirada en Nueva Orleans, “una ciudad mágica”, desgranó una serena colección de prendas holgadas confeccionadas con un único tejido: una versión ecológica de la viscosa que habitualmente utiliza, manifestando así su máxima prioridad hacia una moda sostenible. 
“Allí donde podamos cambiar las cosas, lo haremos.
 Es muy importante para nosotros, así como mostrar que las prendas pueden seguir siendo igual de interesantes”, comentaba después del desfile.
“Es tejido orgánico”, señalaba ese mismo día Rosie Assoulin en el backstage de su presentación mientras enseñaba la colección a unas compradoras.
 Una de las diseñadoras emergentes que más suenan entre editores y estilistas, Assoulin también mostró preocupación por la sostenibilidad.
 Con una estética que se aleja de los universos místicos de The Row, la diseñadora se inspiró en la playa para una colección divertida, con mucho color y en la que la fantasía no está reñida con la comodidad.
 Por su parte, Victoria Beckham, una voz femenina con gran poder mediático saludaba el día anterior al final de su desfile con la melena suelta, una amplia camisa blanca, unos pantalones beige y unas sandalias planas. 
Una imagen muy lejana de la Victoria encorsetada y en tacones de sus inicios como diseñadora.