Federico García Lorca buscó refugio en su ciudad tras el estallido de la guerra en el verano de 1936.
Sus últimos días trascurrieron entre la casa familiar, la de los Rosales y el Gobierno Civil.
El edificio y las tierras circundantes se encontraban entonces en plena vega. El crecimiento de Granada hacia esa zona ha terminado incluyendo el edificio, y el parque que ahora lo rodea, en el casco urbano de la ciudad.
. Su estancia se ve alterada por incidentes protagonizados por afectos a la causa de Franco, ya en agosto. Un arquitecto amigo del poeta, Jiménez Ordaz, pide refugio a los García Lorca y lo acogen. Le ofrecen que un criado le ayude a escapar por la vega por la noche a Santa Fe, todavía en manos republicanas, y consigue huir
. Un registro militar en la casa, el 9 de agosto, decanta la decisión de que Federico se refugie en casa de los Rosales.
Plaza de Gracia, sede del Seminario Menor de la ciudad. Lorca pasó por la plaza en el taxi en la tarde-noche del 9 de agosto en su camino a la casa de los Rosales, donde buscaba refugio.
Calle de Gracia, en el barrio de la Magdalena, entonces limítrofe de la ciudad con la vega.
No sale a la calle y pasa el día tocando el piano.
Sus amigos intentaron interceder por él para evitar su apresamiento, sin éxito. Federico se encuentra en la segunda planta de la casa en el momento de su arresto, el día 16 de agosto.
Una detención ilegal, "sin orden escrita ni oral", como declaró años más tarde el poeta Luis Rosales.
Lorca salió por esta puerta camino al Gobierno Civil.
Su biógrafo Ian Gibson refiere el relato de un testigo:
"Llevaba pantalones color gris oscuro, una camisa blanca con el nudo de la corbata suelto y, al brazo, una americana"
A pesar de la escasa distancia, lo detienen y trasladan en coche.
El poeta permaneció preso en un calabozo de este edificio de la calle Duquesa antes de ser conducido a Víznar donde, según documentación policial, es "pasado por las armas"
. Hoy no consta ninguna placa que recuerde la que fue última estancia de Federico en Granada capital.