Gisele Bündchen recorre la pasarela durante la inauguración de los Juegos Olímpicos de Río. FRANCK FIFE (AFP)
La ayahuasca es la última moda, más que una fiesta en casa de David Guetta o subir al yate de CR7.
Leí acerca de la ayahuasca en la columna de mi compañera Ana García-Siñeriz
y de su auge en Ibiza este verano
. Iba a llamarla para comentarle lo
que me había divertido su comentario cuando mi marido me informó de que,
precisamente, estábamos invitados a una toma de ayahuasca apenas
tocáramos tierra en la isla pitiusa.
Ingenuo, le pregunté cuál era el dress code,
porque era demasiado joven en los tiempos que se hacían quedadas para
probar drogas y nunca supe muy bien lo que había que llevar.
“Un capazo y
un cojín”, respondió una amiga haciendo referencia a la moda de la
cesta de mimbre playera que amenaza con quedarse hasta después de que se
forme gobierno.
Leí acerca de la ayahuasca en la columna de mi compañera Ana García-Siñeriz
y de su auge en Ibiza este verano.
Iba a llamarla para comentarle lo
que me había divertido su comentario cuando mi marido me informó de que,
precisamente, estábamos invitados a una toma de ayahuasca apenas
tocáramos tierra en la isla pitiusa.
Ingenuo, le pregunté cuál era el dress code,
porque era demasiado joven en los tiempos que se hacían quedadas para
probar drogas y nunca supe muy bien lo que había que llevar. “Un capazo y
un cojín”, respondió una amiga haciendo referencia a la moda de la
cesta de mimbre playera que amenaza con quedarse hasta después de que se
forme gobierno.
Pero no, en realidad lo que necesitas para una sesión de ayahuasca es
ropa cómoda, como de viaje, porque efectivamente vas a pegarte un viaje
que se vende como de introspección y por eso no se le llama pedo o
colocón, sino “trabajo”
. Sea como sea, en Ibiza es la última moda, la
convocatoria más anhelada, mucho más que ir a una fiesta en casa de David Guetta o subirte al yate de CR7.
¿De qué se trata? Pues de una bebida mezcla de dos plantas, la enredadera de ayahuasca (banisteriopsis caapi) y un arbusto llamado chacruna (psychotria viridis) que contiene el alucinógeno dimetiltriptamina.
¡Atención a todos estos datos porque podrían ser los nombres de muchos
hijos del futuro!
Porque las tomas tienen que ser en grupo (el de
nuestra invitación era al menos de 20 personas), que se reúnen en un
sitio especial, agradable y vigilados por un chamán, importado del
Amazonas, un psicólogo y una banda que acompaña con sus sonidos, entre
el new age y ese gusto étnico tan propio de la isla, los
distintos estadios por los que atraviesa tu cerebro durante la ingesta.
Preguntar el precio de todo se considera una vulgaridad.
Esta bebida verde es una planta maestra que para los amazónicos abre
una puerta al mundo espiritual y a sus secretos.
“Ves cosas irreales de
forma muy real”, explica una ahuayasquera. “Hablas con tus
seres queridos, resuelves traumas de infancia o de hace dos días.
Ves
colores nuevos y playas bellísimas donde están personas que te han
jodido mucho y tienes que trabajar todas esas emociones”, continua.
“Es
una experiencia tan intensa sobre ti mismo, tus complejos, tus
resentimientos, tus problemas contigo y los demás, que estoy convencida
de que los primeros que deberían utilizarlo, a los que más les
convendría, son los políticos”, confiesa nuestra amiga.
En España sería bueno imaginarse al señor Rivera y al señor Rajoy
bebiéndose una tacita de ayahuasca en alguna salita de la Moncloa, para
que encuentren definitivamente el “sentido de Estado”
. Con ese sentido
de Estado Ayahuasca podríamos pensar que, en algún momento de la
experiencia, Mariano vea a Rivera como Robin y a sí mismo, como Batman,
que es sin la ayuda de ninguna hierba lo que empiezan a parecer, el
superhéroe veterano enseñando a cruzar amazonas y experiencias
alucinógenas al más joven pero ambicioso Robin que es Rivera.
Y hasta en
un sitio tan problemático y, a veces, desorientado como el PSOE,
deberían someterse a una sesión de ayahuasca, todos, desde los barones
hasta Susana y Pedro, a ver si no terminan contaminando al conjunto
musical amazónico pidiéndoles un poquito de flamenco.
Confieso que me encantaría tomarla si no fuera tan profunda y
orgánica.
Pensé que estaban colocados, pero la realidad me golpeó al volver a
Miami y ver, sin ninguna ayahuasca encima, al mismísimo avión fumigador
volar por entre las plantas 12 u 13 de los rascacielos de Midtown.
Ahora
sabemos que el mosquito no vuela más arriba de esa altura.
Y que
posiblemente una mezcla de picada del mosquito e introspección ayahuasca
explique lo que le pasó a Alejandro Fernández, el macho uber de la música mexicana,
para retratarse sin camisa y despelucado en una fiesta gay en Las
Vegas.
¡Hay que celebrarlo en vez de atacarlo! Mariachi para todos.
Así, medio colocado con la fumigación, no pude evitar pensar que
todo, zika, ayahuasca y, quizás, hasta el sentido de Estado, vienen del
mismo sitio: el Amazonas.
¡Cómo me gustaría ponerme hasta arriba de
ayahuasca e imaginarme que soy Gisele Bündchen desfilando con mucho sentido de Estado!
La actriz Emma Roberts en la fiesta de Vanity Fair tras los Oscar este 2016. ReutersEmma Roberts
habla de su pasión por los libros y de una imaginación desbordante como
su principal motivación a la hora de ser actriz
. Su apellido, hija del
actor nominado al Oscar Eric Roberts, y esa sonrisa que ha heredado de
su tía, la estrella de estrellas Julia Roberts,
recuerdan la importancia de los genes cuando uno quiere probar suerte
en Hollywood.
“Para mí Julia no es una estrella, es mi tía”, confiesa
con naturalidad esta joven actriz de 25 años.
Ella
es consciente de que los lazos familiares le han abierto muchas puertas
para estar donde está, convertida en un referente para su generación,
cultivando una carrera en filmes independientes como el que acaba de
estrenar en España, Nerve,
y un icono de la moda que a menudo figura en las listas de las mejor
vestidas.
“La moda me gusta tanto que me da vergüenza la ilusión que me
hace”, admite la nueva musa de la firma Lands’ End o de la casa de
lencería Aerie Real de American Eagle.
Roberts se recuerda desde niña entre bambalinas
. No tanto por su
padre, a quien apenas menciona dado que se crió con su madre tras el
divorcio de ambos, sino por su tía, que de pequeña la trató como la hija
que no tuvo.
“No te miento si te digo que me escondía en los camerinos
para huir de mi madre cuando venía a buscarme de lo fascinada que estaba
con la gente que hacía películas. Siempre me cuentan los berrinches que
me daban cuando me ponían una película de dibujos animados, chillaba
porque yo quería una con humanos de verdad”, se ríe de sus años de enfant terrible.
Emma Roberts
habla de su pasión por los libros y de una imaginación desbordante como
su principal motivación a la hora de ser actriz. Su apellido, hija del
actor nominado al Oscar Eric Roberts, y esa sonrisa que ha heredado de
su tía, la estrella de estrellas Julia Roberts,
recuerdan la importancia de los genes cuando uno quiere probar suerte
en Hollywood. “Para mí Julia no es una estrella, es mi tía”, confiesa
con naturalidad esta joven actriz de 25 años.
En su adolescencia, continuó demostrando su carácter
. Como esa discusión hace ya algunos años con su entonces novio Evan Peters
cuando ambos estaban en Montreal y que acabó con su detención en lo que
fue descrito por ambos como “un desafortunado incidente”.
La actriz
sabe, por lógica o por familia, que de estas cosas no se habla en
público. Sí lamenta la presión que han añadido a su vida el continuo
acoso de las redes sociales, los selfies y las instantáneas robadas y subidas a la Red sin su permiso.
Rayando en la paranoia, es de las que tapa la cámara de su ordenador y
le preocupa que nada desaparece de Internet.
Si bien tiene Twitter e
Instagram, que abrió “cuando la Red era divertida” y mantiene por
razones profesionales, como hablar directamente con los fans de su serie Scream Queens,
enterarse de las noticias o “como inspiración en temas de moda”, guarda
una cierta distancia con Internet.
“Los hay que hacen lo que sea con
tal de tener más seguidores.
Yo no soy de esos”, se distancia de un
valor añadido que potencian muchos de su generación.
Ella asegura que
está chapada a la antigua; también prefiere escribirle postales a su
madre cuando está lejos o llevar su agenda en papel.
Su amuleto
Según dice, nunca buscó conscientemente separarse de su linaje.
Simplemente siguió sus gustos, esos que le han dado una carrera que
pocos por encima de los 30 conocen por los títulos (Esposos, amantes y amigos, Adult World, Palo Alto) salpicada con algún papel pequeño en películas grandes como el de Historias de San Valentín, compartiendo cartel —que no escena— con la otra Roberts.
“He hecho lo que he querido y punto”, remata.
Lo mismo dice de la moda.
Sin negar la ayuda de un estilista que le
aconseje para las alfombras rojas (su amiga Brit Smith), lo suyo siempre
ha sido tener un ojo puesto en el vestuario.
“Incluso en el que utilizo
mientras ruedo”, añade.
“Lo único que llevo siempre conmigo son mis
tres anillos de Cartier. Esos son míos —añade con rapidez para que nadie
piense que marcan su noviazgo con el periodista y documentalista
Christopher Hines—.
Ya sabes, para que me den suerte”. Julia Roberts y Emma Roberts en 2010. ZUMAPRESS
Las fiestas de barrios y pueblos son una de las mejores escapatorias
al tedio del calor y la inactividad veraniega
. Y estas fiestas son
sinónimo de verbena.
Para muchos, estos guateques locales son mejor que cualquier festival:
no hace falta montar la Quechua, siempre hay a mano un puesto de
fritanga y puedes echarte una tómbola mientras bailas. ¿Que no suenan
temazos como en los festivales? Error: el repertorio de las fiestas está
lleno de himnos que, aunque jamás los hayamos puesto en casa, nos
sabemos de memoria. Y tienen que sonar en toda verbena que se precie.
Para ir calentando para las fiestas que se avecinan, aquí te traemos
la lista definitiva de canciones que deberían sonar, por ley, en todas
las verbenas.
Si termina el verano antes de que hayas podido corearlas
todas, es que no te has divertido lo suficiente.
Debajo del listado puedes escucharlas todas en una lista de reproducción de Spotify.
1. Paquito el chocolatero, de Gustavo Pascual Falcó
2. Ave María, de David Bisbal
3. La gozadera, de Gente de Zona (o sus versiones regionales)
4. Fiesta pagana, de Mago de Oz
5. Olvídame y pega la vuelta, de Pimpinela
6. Sarandonga, de Lolita
7. Cannabis, de Ska-P
8. El roce de tu cuerpo, de Platero y Tú
9. Saca el güisqui, cheli; de Desmadre 75
10. Dos hombres y un destino, de David Bustamante
11. Ni tu ni nadie, de Alaska y Dinarama
12. Suspiros de España, de Antonio Álvarez Alonso
13. The Scatman, de Scatman John
14. La barbacoa, de Georgie Dann
15. Insurrección, de El Último de la Fila
16. Bomba, de King Africa
17. Y yo sigo aquí, de Paulina Rubio
18. A quién le importa, de Alaska
19. Años 80, de Los Piratas
20. Mayonesa, de Chocolate Latino
21. Te quiero más, de Fórmula Abierta
22. Yo quiero bailar, de Sonia y Selena
21. El tractor amarillo, de Zapato Veloz
22. El tiburón, de Proyecto Uno
23. Follow the leader, de SBS
24. Hay que venir al sur, de Rafaella Carrá
25. Me colé en una fiesta, de Mecano
26. Aquí no hay playa, de Los Refrescos
27. Bailando, de Enrique Iglesias
28. Mordidita, de Ricky Martin
29. El Venao, de Los Cantantes
30. Mucho mejor, de Los Rodríguez
31. Me gustas mucho, de Rocío Durcal
32. Salta, de Tequila
33. Bamboleo, de Gypsy Kings
34. Dame Veneno, de Los Chunguitos
35. Amante bandido, de Miguel Bosé
36. Saturday Night, de Whigfield
37. El chachachá del tren, de El Consorcio
38. Macarena, de Los del Río
39. Danza Kuduro, de Don Omar
35. Amante bandido, de Miguel Bosé
36. Saturday Night, de Whigfield
37. El chachachá del tren, de El Consorcio
38. Macarena, de Los del Río
39. Danza Kuduro, de Don Omar
40. Levantando las manos, de El Símbolo
41. Mueve la colita, de El Gato DJ
42. I will survive, de Gloria Gaynor
43. Que la detengan, de David Civera
44. No rompas más, de Coyote Dax
45. Sígueme y te sigo, de Daddy Yankee
46. Toma vitamina, de La Fiesta
47. Mueve tu cucu, de Missiego
48. Camisa negra, de Juanes
49. El muerto vivo, de Peret
y además todas las rancheras y boleros que recuerdes....como Reloj no marques las horas.....O de Adamo....Esta puede ser mi gran noche...Dicen que la distancia es el olvido....Nosotros....o currucucú Palomaaaa.