El estreno de la tercera temporada ha resultado ser un mero vehículo
para poder anticipar contenidos de 'Sálvame', 'Deluxe' y 'El programa
del verano'
No, a la tercera no va la vencida.
Cuando Mediaset anunció la vuelta de
'Hable con ellas'
para rellenar la empobrecida parrilla veraniega, muchos fuimos los que
pusimos el grito en el cielo -ya saben, nos encanta exagerar, y desde
que tenemos twitter, más-.
¿Qué sentido tenía volver a confiar en un
programa que ya ha sido retirado de la pantalla en dos ocasiones?
Rápidamente lo entendimos.
Telecinco necesitaba un vehículo donde poder
engatusar a Alba Carrillo, protagonista de la ruptura más mediática de
los últimos tiempos, para que contase su versión del drama y, de paso,
diese contenidos tanto para
'Sálvame', como para el 'Deluxe' y '
El programa del verano'. Un negocio redondo que tan solo tenía un pero: ¿A quién le interesa 'Hable con ellas'?
De lo que en su inicio pretendía ser un espacio desenfadado, picantón y heredero de la larga tradición de
late nights
ya no queda nada.
Tanta vuelta y tanto cambio de presentadora ha
terminado situándolo en tierra de nadie.
Ni es un programa de corazón,
ni es un debate, ni es un espacio de entrevistas, ni todo lo contrario.
Y, ojo, esto podría funcionar, pero no, no lo hace.
Nos han bastado los
primeros minutos de este tercer intento para darnos cuenta de que los
batiburrillos de ideas son una mala elección -un minuto de silencio para
el difunto '
Cámbiame Premium'-.
Tratar de colarle al público una entrevista tan poco interesante como la de
Rocío Carrasco
como primer plato, de acuerdo, pero, ¿un debate sobre la infidelidad en
2016?
¿Hemos vuelto a la transición y no nos hemos dado cuenta?
Trasladar al
prime time un programa ideado para el
late nigh -sí, lo de los anglicismos es una losa que llevamos como podemos-, por el mero hecho de contar con una de las
celebrities más demandadas por las revistas del corazón, es una decisión arriesgada.
Pensar que el público tragará todo lo que se le ponga en la pantalla, también. El escarnio emocional al que se ha sometido a Alba Carrillo
para conseguir el favor de la audiencia no debería ser de recibo.
Promocionar el programa comparando su drama personal con la felicidad de
otra de las presentadoras es vergonzoso.
Haberse prestado a este juego
con tal de conseguir un puesto en televisión, también. 'A España le
gusta un lloro', sentenció ese gran filósofo posmoderno llamado Víctor Sandoval. Pues con lo de anoche, ¡debió quedar encantada!.
Los ataques de despecho de Alba Carrillo, tirando de tópicos
machistas para hablar de las supuestas infidelidades de su expareja -el
clásico echarle la culpa a la mujer que se acerca a un hombre casado-,
no fueron más que el inicio de un camino delirante.
Un debate con
tertulianos rescatados del olvido, una visita de Rocío Carrasco a unas
olimpiadas de ovejas y la aparición de Lara Álvarez, presentadora de 'Supervivientes', con un vídeo emotivo de perros maltratados
para ver si también soltaba alguna lagrimita.
Y para terminar, una
actuación musical y todos a dormir que son las dos de la madrugada.
¿De
verdad hemos aguantado cuatro horas de programa grabado -sí, grabado-
para esto?
¡Si es que nos tenemos ganado el reino de los cielos! En caso
de que exista, claro.
Pero no todo va a ser terrible en esta vuelta de 'Hable con ellas'.
La elección de Soledad León de Salazar, personaje interpretado por Josep Ferré,
promete ser lo mejor del programa.
Sin ser nada novedoso, aporta el
toque de humor y, en cuanto le den cancha, acabará haciéndose con el
espacio de las otras cuatro.
Al tiempo. Lo mismo ocurrirá con la
reportera Eli Martín, a la que hemos visto habitualmente en
'Cazamariposas'.
Su talento innato para la televisión debería haberla
llevado a una silla de presentadora, no a quedarse de reportera.
Aun
así, la recreación de la boda de Alba Carrillo, con la cara de
circunstancias de la susodicha en el mismo plano, no ha tenido precio.
Pero no crean que está todo dicho.
Ahora, de hecho, viene lo bueno.
¿Podrán aguantar el tirón con la única baza del drama de Alba Carrillo?
¿Comenzará a bailar en la parrilla dependiendo de los avances de su
ruptura? ¿Tirarán de enfrentamiento con 'Sálvame' para avivar el
interés?
Sin duda, es verano y Mediaset ya ha cumplido
sus objetivos con la retransmisión de la Eurocopa.
Se nota que no
necesita nada para posicionarse como líder. Y de esos barros, estos
lodos.
Y nosotros, ahí, haciendo la croqueta en el barrizal... Si es que
no tenemos remedio.