Liz Krueger fue objeto de insultos y miradas, e incluso tuvo que
aguantar que le tiraran una bebida por encima deliberadamente. Y todo
por el vestido que llevaba. Esta preparadora física de Nueva Zelanda eligió ponerse para la boda de sus amigos un vestido corto y sin tirantes, ya que la temperatura era de unos 32 grados. Una vez allí resultó ser el objetivo de varios matones ya creciditos. Después de la celebración, Krueger hizo uso de su cuenta de Instagram para compartir su historia: "Ojalá hubiera sabido que elegir este vestido para una boda que se
iba a celebrar en un día en el que los termómetros marcaban 32 grados
significaría que muchas mujeres me trataran mal, que incluso alguna se
me acercaría por detrás para tocarme el culo cuando estaba sola con la
excusa de que 'había hecho una apuesta con sus amigos' y que luego me
tirarían una cerveza entera por el brazo . Y eso es solo una de las
muchas muestras de amabilidad de la noche", escribe. "Sí. Pasó.
Pero, por sue
rte, soy capaz de reírme de todo y de no tomarme las cosas
de manera personal, y además estaba rodeada de buenos amigos y de mi
marido. De todas formas, fue una noche divertidísima y ni las miradas ni
los comentarios de mujeres adultas iban a hacer que me derrumbara", cuenta. Esta experiencia y el apoyo que recibió tras compartir su historia en
internet sirvieron a Krueger como inspiración para empezar su propia
campaña en favor de la amabilidad, llamada #KruegerKindness. La
iniciativa, que se describe como un "movimiento por y para mujeres",
anima a las mujeres a realizar acciones positivas por las demás cada día
y a compartirlas en Instagram con el hashtag #KruegerKindness. "Utilicemos la amabilidad para acabar con todas las chicas malas", anima la creadora del movimiento.
Gisele Bundchen en la campaña de la nueva línea de vaqueros de la marca. Givenchy
El poder de Kim Kardashian
parece no tener límites: su apellido y su programa de televisión la han
llevado a convertirse en una de las personas más influyentes del
momento y cada día se inventa una nueva controversia para seguir en el
candelero
. Ahora sus polémicas también sirven de inspiración para firmas
de moda como Givenchy. La marca francesa ha fotografiado a la top
Gisele Bundchen en su nueva campaña de vaqueros imitando el selfie con el que Kardashian celebró el Día de la Mujer: aparecía desnuda, tapada solo por dos franjas negras. En la nueva campaña en blanco y negro de Givenchy, la modelo, de 35 años,
lleva solo unos pantalones vaqueros mientras que su pecho está
cubierto, como en el caso de Kardashian, con una barra negra. La esposa
de Tom Brady está sentada sobre los hombros de Cauã Reymond, actor y
modelo brasileño, que junto con su compatriota es la nueva cara de la
campaña de Givenchy. En otras imágenes de promoción Bundchen aparece en topless, pero en todas las ocasiones su pecho está cubierto por su pelo o por el cuerpo de su compañero.
La foto parece un claro homenaje a la mayor del clan Kardashian y su estilo . Confirmaría el hecho de que Riccardo Tisci, el director creativo de Givenchy,
es un gran amigo de la controvertida estrella estadounidense, que se
desnuda delante de la cámara de su móvil cada vez que tiene ocasión. Teniendo
en cuenta la asiduidad con la que publica este tipo de imágenes en su
cuenta de Instagram —donde tiene casi 77 millones de seguidores—, parece
que es ajena a las controversias que genera.
La autofoto en la que se inspira esta campaña de Givenchy acumula 1,7 millones de me gusta y comentarios de todo tipo, muchos de ellos califican a la celebrity
de "vulgar" y de "tener mal gusto". Para otros, es una cuestión
feminista: unas semanas después de la publicación de esta imagen, se unió a ella la modelo Emily Ratajkowski y
volvieron a posar juntas de la misma manera: solo con una franja negra
tapando su pecho.
En esa ocasión, Ratajkowski pretendía llamar la
atención sobre la igualdad de género
: "Por muy sexuales que sean
nuestros cuerpos, necesitamos la libertad como mujeres de elegir cuándo y
cómo expresamos nuestra sexualidad", escribió en su cuenta de Twitter.
Emma Cohen se arma de pan, tenedor y cuchillo. Y elabora una teoría a
partir de su experiencia culinaria más notable. La de su marido,
Fernando Fernán-Gómez, el autor de Las bicicletas son para el verano, que ella dirige ahora para la radio, era la bechamel. "Descubrió la bechamel, y ya bechamelizó
todo. Hasta que Haro Tecglen le regaló un libro de Bocuse, y entonces
elevó el nivel". Pero lo de Emma, actriz, directora de teatro, la mujer
de Fernando, a quien este dedicó aquella obra ("A Emma, de mi mejor
verano"), son los erizos. "Partirlos tiene su mérito, no creas. Para
hacerlo, tienes que ser, primero, buena persona, aunque sea
momentáneamente. Luego coges un paño, un cuchillo, y pinchas allí donde
el erizo tiene el embudillo...". Y ahí tienes el erizo, "¡un arte!".
La actriz dirige una versión radiofónica de 'Las bicicletas son para el verano'
Las bicicletas son para el verano fue escrita por Fernando
Fernán-Gómez en 1974 y en 1982 la estrenó José Carlos Plaza en el
Español. "Representa la adolescencia de Fernando, el momento en que va a
comenzar la Guerra Civil". En aquel ambiente, Fernando, Luis en la
obra, descubre la vida, y la guerra le adentra en las miserias. Es una
obra luminosa. "A Rodríguez Pi [el director de antena de la SER] se le
ocurrió que una adaptación para radio podía estar muy bien para marcar
el 75º aniversario de la Guerra Civil. Y en eso estoy, ensayando, feliz
de asumir esta iniciativa". Emma Cohen es una mujer melancólica y entusiasta a partes iguales;
vio cómo Fernando escribía esta obra ("él sentado en un extremo de una
mesa enorme; yo, en el otro, escribiendo mis cosas"), y fue testigo,
también entonces, del genio "regresando a una adolescencia que se
parecía a la suya, encerrado en su casa, leyendo, siguiendo a las
muchachas que le gustaban, siendo como el Luis que le representa en el
texto". La obra se pondrá en pie, por así decirlo, el 18 de julio,
precisamente. Pero ahora están con los ensayos generales, y de allá para
acá va Emma Cohen, "preocupada por la música, por los efectos
especiales, 'ese armario del ruidero' que la radio ha puesto a nuestra
disposición". Está feliz en la aventura. Mariano Revilla, el director de
producción de la SER, le parece "alguien mágico", como Ángeles Afuera,
Primitivo Rojas, Gemma Nierga, Manu Berástegui y Sonia Ballesteros,
actores que vienen del micrófono. Iñaki Gabilondo, "a quien tanto
amamos", hace de narrador. Aparte, los actores de verdad: Ana Labordeta, Ginés García Millán, Elena Flores, Tina Sainz, Jaime Cano... Jaime Cano es Luis en Las bicicletas...,
"hace de Fernando, pues, y fíjate qué coincidencia: es nieto del
compañero de Miguel Hernández a quien dibujó Buero en la cárcel".
Es una aventura increíble hacer teatro ("¡otra vez!") en la radio.
"Los actores tienen que transmitir, con su voz, toda la emoción. Y han
de hacerlo leyendo, ¡y sin que cruja el papel!". Es como abrir un erizo,
le digo. "¡Exacto! ¡Hacer teatro para la radio es como abrir un
erizo!". Emma Cohen fue testigo del regreso a la adolescencia de su marido, Fernando Fernán-Gómez, cuando escribía la emblemática obra. ÁLVARO GARCÍA
Se dice tontamente que detrás de cada gran hombre hay siempre una
gran mujer a la sombra . No tiene por qué ser así. En sonadas ocasiones
ha habido grandes hombres a pesar de... Fernando Fernán-Gómez ha sido
afortunado: en los últimos casi cuarenta años de su vida estuvo junto a
una mujer generosa, vivaz, inteligente, culta y divertida, que le
acompañó feliz en todo momento, y que quizá también le soportó en las
circunstancias ingratas . Emma Cohen, que había aterrizado en el cine
español tras sus aventuras en el Mayo Francés, donde tiraba piedras a
los guardias, sigue conservando la misma alegría de vivir. Intervino en
aquellos años en no pocas películas españolas y programas de televisión:
alta comedia, cine de terror, de humor, cintas pícaras o infantiles...
lo que se hacía entonces. Cuando Fernando y ella coincidieron en una película, quizá Pierna creciente, falda menguante, Emma era también escritora, quería dirigir películas y cambiar el mundo. Estaba sola y no quería estar sola, tal como el propio Fernando
escribió, añorándola en un momento -breve- en que ambos estuvieron
separados. Una pausa. Continuaba Fernán-Gómez: "Llenó la casa de risas,
de bromas, de juegos, de amigos. Cuanto ella podía tener de
hospitalario, me lo entregó, procurando, con su gran instinto, restañar
viejas heridas y, con minuciosa delicadeza, no abrir ninguna nueva". No
debía ser fácil, seguramente nunca lo es convivir con un genio. Pero
pasaron y pasaron los años, y Emma continuaba a su lado, alegre y
combativa, atenta a cuanto el gran Fernando pudiera necesitar. Compartió
con él algunas penas que luego se transformaron en grandes regocijos,
como fue sin duda el largo aplazamiento del estreno de Las bicicletas son para el verano,
la mejor obra teatral de Fernando, y su posterior triunfo. Escribió
junto a él algunos de sus buenos guiones -la serie para televisión El pícaro-, le dirigió en algunos de sus cortos -La plaza, Quería dormir en paz...-, y posiblemente le hacía leer en primer lugar sus novelas, Toda la casa era una ventana, Alba, reina de las avispas, Loca magnolia... La generosidad de Emma Cohen admiraba a cuantos visitaban a don
Fernando . Y el exquisito tacto que desplegó cada vez que debió anunciar a
su compañero la muerte de algún amigo cercano: la Ponte, Agustín
González, Eduardo Haro, Pablo del Amo, Pedro Beltrán... En cada ocasión,
Emma supo desplegar su mejor hacer para no despertar en su cónyuge
angustia ni pena. Fernando posaba en ella su confianza, y Emma Cohen,
mujer admirable, ha estado a su vera hasta el último instante, con la
entrega y el amor de siempre. Un abrazo.Pasaron los años, y ella
continuaba a su lado, alegre y combativa