Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

10 jun 2016

Sindicalista contra la reforma laboral antes que heroína condecorada.............................Carlos Yárnoz

Camille Senon, superviviente de una terrible matanza en la II Guerra Mundial, rechaza a sus 91 años una distinción de Valls.

A sus 91 años, Camille Senon acumula méritos para seguir siendo considerada un símbolo permanente de la historia de un siglo en Francia.

 Hace 72 años, por ser una de las pocas supervivientes de su pueblo, Oradour-sur-Glanne, masacrado por la segunda división de las SS alemanas.

 Murieron 25 miembros de su familia entre los 642 fusilados o quemados vivos en aquella noche del 10 de junio de 1944.

 Hoy, por rechazar la condecoración que le concede el Gobierno. Lo hace como protesta contra la reforma laboral.


Camille Senon posa en el Museo de la Resistencia de Limoges, en enero de 2014. AFP
La historia la cuenta el diario Le Monde, que ha visitado a Senon en su residencia de ancianos de Limoges, a 20 kilómetros de su pueblo y 400 al sur de París.
 El primer ministro, Manuel Valls, escribió una carta el mes pasado a la heroína de Oradour comunicándole su nombramiento como Comendadora de la Orden del Mérito, creada por De Gaulle para consolidar la unidad nacional.
La condecoración encerraba un mensaje histórico de reconciliación. Las SS ocuparon aquel día el pueblo, entonces de 1.500 habitantes. Encerraron a niños y mujeres en la iglesia y la incendiaron. 
A los hombres los fueron agrupando antes de fusilarles. Camille Senon, de 19 años, viajaba aquel día en un tranvía.
 Al llegar al centro del pueblo, vio las llamas de la iglesia. La obligaron a descender con el resto de pasajeros y los llevaron al campo.
 De noche, logró escabullirse y se salvó. 

Desde entonces, ella se convirtió en la punta de lanza de la exigencia de justicia contra los culpables.
 Los pocos que fueron juzgados fueron enseguida amnistiados.
 “Murieron en sus camas”, lamenta Senon
. El pueblo se sintió traicionado y olvidado.
 Hasta 1974 no se invitó a ninguna autoridad estatal a participar en el homenaje anual a las víctimas. 
Pero en 2014, en un gesto de desagravio, acudió Valls, que después propuso la condecoración a Camille.
Camille perdió a 25 miembros de su familia fusilados o quemados vivos por tropas de las SS alemanas
Por eso, el rechazo es tan significativo. 
Pero a ella le pesa más su militancia. Tiene desde hace 70 años el carné de la CGT, el principal sindicato de Francia y el más activo en la movilización contra la reforma laboral.
 Así que Camille Senon ha respondido a Valls también por carta: “Me es imposible aceptar esa distinción porque soy totalmente solidaria con las luchas de los asalariados contra la ley que usted acaba de imponer por decreto. 
Sería como renegar de toda mi vida como militante por una mayor justicia, solidaridad, libertad, paz…”
Por tanto, Camille Senon se seguirá sintiendo muy tranquila acudiendo, como lo hace semana tras semana, a las manifestaciones que se celebran en Limoges contra la reforma laboral.
 Le hubiera sido imposible hacerlo con esa condecoración. “Era evidente que tenía que rechazarla”.


 

Pelayo Díaz: “Hay gente que va de señorita pero, si le pones un cheque, hace lo que le pidas”

Hablamos con el estilista y jurado de 'Cámbiame', Pelayo Díaz, sobre su salto a la fama, sobre el sospechoso parecido de su libro con uno de Alexa Chung o de la importancia de falsear las redes sociales.

Pelayo Díaz
Pelayo Díaz en una imagen de su blog. / www.katelovesme.net

Basta con acudir a un evento en el que esté presente Pelayo Díaz para darse cuenta de la magia de la televisión.
 Ese chico que hace unos años apenas era conocido en ciertos círculos por su blog, sus looks, y sus relaciones con los diseñadores David DelfínNicolas Ghesquiere tiene la capacidad ahora de convocar a decenas de medios.
Lo comprobamos esta misma semana en un hotel del centro de la capital donde Pelayo explica cómo ha sido su último reto profesional: reinventar el diseño de la copa balón para la ginebra Bulldog.
El jurado de Cámbiame lleva toda la tarde dando entrevistas y, justo antes que nosotros, varios medios se agolpan a su alrededor pidiéndole fotos, cuñas para radio o selfies 
. En cierto modo, hasta abruma
. Por eso, cuando nos avisan de que Pelayo tiene que hacer un break no nos extraña.
 "Supongo que te hace falta descansar un poco", le decimos al cruzarnos con él antes de la entrevista. "No, no, si me voy a subir una foto a Instagram", nos dice.
Cuando regresa, aprovechamos para hablar con él, durante el escaso tiempo que al final nos acaban concediendo, sobre cómo le ha sentado esta recién adquirida fama y sobre la dificultad que conlleva diseñar unas copas.
 Pero también sobre su libro, Indomable, del que reconoce sin tapujos que la portada es exactamente la misma que la de un libro de la it-girl Alexa Chung, o sobre cómo falsear las redes sociales puede ser todo un arte.
Hasta ahora habías diseñado ropa, bolsos ¿Pero cómo se diseñan unas copas?
Mira, era la primera vez que me pedían que diseñara unas copas balón y Bulldog quería que reescribiera sus normas
. Yo creo que esa incertidumbre y esa primera vez es lo que más me emocionó.
 Al final cuando no has hecho algo nunca y lo haces por primera vez, tiene algo de amargura que también me gusta.
¿De amargura?
Sí, el hecho de que no sabes si lo vas a hacer bien.
Yo no sabía diseñar una copa, tenia trabajar con Illustrator, trabajar con vidrieros…
No podía ser un diseño caprichoso y no es tan fácil como parece.
Bueno, lo mismo después de diseñar copas te ves con una línea de menaje del hogar a lo Agatha Ruiz de la Prada.
No, tipo Versace, perdona.
Sería maravilloso pero no me lo había planteado, sólo que con lo que me gusta a mi brindar me emociona muchísimo que haya gente que brinde con lo que he hecho yo.
Supongo que con la exposición que te ha dado la televisión, habrás notado que muchas más marcas recurren a ti.
Claro, la exposición en la televisión ha hecho que llegue a casi dos millones diarios de personas y tienes muchas propuestas.
 Pero yo siempre voy a ser fiel con lo que creo y tengo que tener puntos en común. Si no tienen que ver conmigo, no puede ser.
Pelayo Díaz: “Hay gente que va de señorita pero, si le pones un cheque, hace lo que le pidas”
Pero hace poco dijiste en una entrevista, que causó un poco de polémica, que no existía el No sino que existía el ¿Por cuánto?.
Sí, y lo sigo pensando.
Pero entonces, en temas como esto de las marcas ¿A qué te referías exactamente?
Bueno, me refería a la gente que va muy de pulcra… Aunque ahora se está saliendo un poco de contexto
. Me refería a que hay mucha gente que va de señorito y que luego le pones un cheque y hace lo que tú le pidas
. Pero luego, en mi caso, hay marcas con las que no me cuesta asociarme y no tiene tanto que ver el motivo económico aunque, como es un trabajo, obviamente es remunerado.

Al igual que en temas laborales, con Cámbiame habrás notado un gran cambio a nivel público. ¿Te ha llegado a dar miedo?
Pues mira, sí
. El día que más lo noté fue el de las campanadas. Vinieron cuatro amigos conmigo al piso de la Puerta del Sol y cuando salíamos, aunque había dos personas de seguridad, los fans tiraron a mis amigos al suelo.
 Yo hasta tuve que gritar pidiendo por favor que parasen… Se descontroló todo mucho. Ahí me di cuenta de que tengo que medir la manera en la que hago hasta mis celebraciones y que las tengo que hacer de una manera diferente.
Entonces, medirás mucho más lo que expones de tu vida.
Yo ya lo hacía, aunque la gente piense que no.
Por ejemplo acabo de subir una foto de estas copas y la ha visto un millón de personas.
 Es un arma. Yo si no estuviera aquí podría poner una foto de las que tengo de archivo de Asturias o de Cádiz y en realidad estaría aquí contigo tomándome una copa.
Todo el rato, es lo más divertido.
O sea, que tú pones una foto en un hotel y no estás en ese lugar.
Todo el rato, pero sobre todo lo hago por los que están conmigo.
Si tú estás tomándote algo conmigo igual no quieres que otros sepan que estás aquí porque tenías que estar en la oficina. Cuando ya no es solo responsabilidad tuya yo ya lo hago por los demás.
 He aprendido que lo mejor es no mentir, pero sí despistar y maquillar un poco.
Hace poco has publicado un libro, algo así como una biografía, titulado Indomable. En él pones hasta carnets de biblioteca o abonos transporte. ¿Es eso medir lo que expones de ti?
He querido ser generoso.
 Quería que fuera algo muy íntimo y que quien lo compre vea que aporto intimidad. He apurado lo máximo que he podido y he querido que la gente me conozca mejor.
 He compartido diarios personales y, aun así, he sido bastante cuidadoso con lo que ponía y con lo que no
. De todos modos, no te voy a decir el qué, pero sí que se me ha escapado algo. Pero es que la vida sin riesgo no es emocionante.
Hay otra cosa del libro que te quiero preguntar. La portada de tu libro es exactamente igual que la del libro It de Alexa Chung.

Eso me interesa, ¿eso de falsear es algo que normalmente hacéis las personas que usáis Instagram como herramienta de trabajo?

Hay otra cosa del libro que te quiero preguntar. La portada de tu libro es exactamente igual que la del libro It de Alexa Chung.
Claro, sí que se parece.
¿Lo has hecho queriendo?
Por supuest
o. Es que yo he aprendido que es muy importante en quién te inspiras
. Es tan importante crear como elegir. Y yo elegí la portada de Alexa Chung como un referente.
Y dijiste: ¡la voy a hacer!
Sí, yo conozco a Alexa personalmente, somos colegas y ella es una chica que también se ha inspirado mucho en mucha gente.
 De hecho, Alaska por ejemplo dice algo que me gusta mucho: que incluso en las mejores copias de los cuadros un autor siempre deja una pizca de él.
¿Y tú crees que ella lo ha visto? ¿Y qué le parecerá?
Pues no le he preguntado. Le preguntaré. Y ya te diré.

 

Lorenzo Silva: “¿Burbuja en la novela negra? Nadie se queja de que haya muchos bares”........................ Juan Carlos Galindo

Hablamos con el escritor madrileño sobre su último libro, Afganistán y la realidad del género negro en España.


El escritor Lorenzo Silva en la Base Aérea de Zaragoza
Lorenzo Silva (Madrid, 1966) es un hombre con un objetivo, un escritor con una idea metida entre ceja y ceja: contar la realidad contemporánea de España a través de las aventuras de dos guardias civiles, Rubén Bevilacqua, Vila, y Virginia Chamorro.
 Sus novelas, salpicadas de expresiones castizas y con un aire naturalista, tienen un punto de vista muy pegado a la realidad que el autor defiende a ultranza.
 “Veo elementos postizos en la novela negra española, en la que se hacen cosas muy buenas y donde hay grandes ejemplos de todo lo contrario.
 Pero tengo la sensación, y la tenía hace 20 años cuando empecé, de que tenemos un poco de pudor y complejo en algo que no tiene un tío de Baltimore como David Simon.
 Creemos que lo nuestro no es lo bastante cool, lo bastante cosmopolita o elevado.
 Me llama la atención la expresividad del lenguaje de la Guardia Civil.
 Viven situaciones muy jodidas y se inventan formas de decirlo. ¿Por qué desaprovechamos esto que puede ser tan expresivo como la jerga de los negros de Baltimore?”, cuenta en ese tono entusiasta que borra cualquier atisbo de vehemencia.
Veo elementos postizos en la novela negra española
La entrevista con EL PAÍS tiene lugar en Madrid, en un hotel algo alejado del ajetreo de la Feria del Libro.
 Silva acaba de publicar Donde los escorpiones (Destino), octava novela de Vila y Chamorro, la de más larga gestación, un camino de más 10 años de entrevistas, conversaciones y proyectos que culminan con los dos guardias civiles en Herat, investigando la muerte de un soldado español degollado con un cuchillo tradicional afgano.

“Hace como 13 años me empezaron a llegar historias concretas”, cuenta este guardia civil honorario, abogado de formación e hijo de militar que de niño soñaba con ser aviador.
 “Tenía la percha teórica y procedimental pero no se me terminaba de ocurrir un asesinato concreto.
 En un momento dado tuve la oportunidad de ir a Afganistán, y ahí yo ya tenía la novela que se publicó el año pasado, Música para feos
 . Pero cuando pisé aquello y estuve allí ocho días hablando con la gente en jornadas de 14 horas, de repente me creí la historia.
Y es cuando dije: la siguiente de Vila es en Afganistán”, afirma con una voz radiofónica que amortigua un torrente de palabras continuo, casi avasallador.
Es un poeta que escribía novelas de policías y que llevaba la impronta de Cervantes a su personaje
Su afán naturalista le llevó a cruzarse con Svetlana Aleksiévich
 “Doy las gracias a la Academia Sueca, que en un siglo se ha dejado a todos los grandes. En este caso acertaron.
 No la había leído, pero leí su libro de Chernóbil.
 La verdad es que esta mujer me parece no solo portentosa, sino que hace lo que para mí ha sido siempre la literatura: irte, escuchar a la gente y con todo eso construir una ficción, pero una ficción que está armada con mimbres de verdad”, comenta. 
“Su libro de Afganistán Los muchachos de zinc, es espectacular”, añade antes de recomendar otras dos obras sobre este país (Afgantsy  y Anatomy of a Soldier) y lanzarse esta pregunta retórica: “¿Y los escritores españoles? ¿A qué andamos cuando tienes una historia de ese calibre y de esa intensidad, metiéndonos en otras cosas que no lo tienen?”.

 

El estado de la cuestión criminal

Hay tres preguntas necesarias si queremos desentrañar la esencia de la novela negra española en su versión contemporánea.
 Silva responde con el sombrero de escritor combinado con el de comisario y alma mater de Getafe Negro desde 2008.
Pregunta. ¿Hay una burbuja en la novela negra española?

Respuesta. Hay una inflación, pero ojalá las burbujas fueran solo literarias.
 No es una tragedia. 
Es una situación que permite que el talento florezca y que salgan cosas interesantes en muchos ámbitos
. Hay grandes nombres como Marcelo Luján o Carlos Zanón y gente de 25 años que hace cosas muy potentes
. Sobre los festivales, no oigo a nadie decir que hay demasiados campos de fútbol o bares. ¿Cuál es el problema?
 Está muy bien que esta red se extienda por un país con una tradición tan culturicida.
P. ¿Se ha abusado del tópico del policía deprimido, alcohólico, violento y peleado con el mundo?
P. ¿Se ha abusado del tópico del policía deprimido, alcohólico, violento y peleado con el mundo?
R. Mi técnica es el natural. 
Me he sentado delante de gente que ha estado en la lucha contra ETA en los momentos más duros.
 Yo he conocido a gente que con 24 años han tenido que recoger a tres compañeros suyos hechos pedazos, que los tuvieron que meter en cubos, y no les he visto alcoholizados, violentos, drogados, enfrentados al mundo.
 Los he visto con el pelo blanco con 40 años, con un fondo de tristeza y amargura en la mirada, pero siempre de pie, enteros, y con una especial obsesión con estarlo”.
P. ¿Se ha anglosajonizado en exceso la novela negra española?
R. “Hay una irradiación anglosajona. Hay demasiadas descripciones, de casas, de personas, de climas, de situaciones. Yo soy enemigo de eso. Creo que la clave está en escoger los detalles”.

Los cenutrios y la guerra

“De Afganistán se ha contado poco y con una reflexión ciudadana a veces bastante pobre”, confiesa molesto con la imagen que se tiene de la Guardia Civil:
 “Ha cambiado como ha cambiado este país.
 Si ven que la gente cree que son unos cenutrios del entorno rural con la ceja corrida les ofende, con razón. Rajoy puede no saber inglés, pero tú no puedes ir a Herat sin saber inglés.
 Mi impresión es que ellos y los militares españoles tienen bastante más mundo que la media de sus conciudadanos”.
En una conversación jalonada de nombres citados con la pasión de un lector irredento, Raymond Chandler aparece varias veces. Suya es la culpa de que este escritor todoterreno derivase al género negro criminal.
 “Es un poeta que escribía novelas de policías y que llevaba la impronta de Cervantes a su personaje”. La esencia española, amén de Cervantes, se la dan Francisco García Pavón y su Plinio y Manuel Vázquez Montalbán y su Carvalho, que le demostraron la posibilidad de hacer novela negra en España sin complejos.
Desde que en 1998 se publicase El lejano país de los estanques, Silva ha vivido con sus personajes y habla de ellos con el cariño de un padre. Aunque ha publicado ensayos y otras novelas como La flaqueza del bolchevique, el autor de El alquimista impaciente siempre ha vuelto a su pareja quijotesca
. “Vila se jubilará cuando le toque
. A los 60 años o igual un poco más tarde porque hay algún truco que se puede hacer.
 Tampoco voy a hacer cosas muy raras: tengo un par de casos más en la cabeza y un par de flash back pensados desde hace mucho tiempo. 10 novelas va a haber seguro.
 Y otro libro de relatos”. Si Lorenzo Silva sigue a rajatabla sus mandamientos realistas, puede que Vila no se jubile tan pronto y tengamos historias para rato.




Conde contrató por 550 euros al mes a un profesor de esquí como testaferro.............. José Antonio Hernández

La administradora de las empresas del exbanquero tiró de la manta ante la Guardia Civil y destapó el entramado societario para repatriar los 13 millones.


 
Mario Conde, en una imagen de archivo. EFE
¿Cuánto cuesta un testaferro? Si se trata de un profesor de esquí llamado Roland Stanek, 550 euros al mes.
Ese era el sueldo que Mario Conde pagaba a este ciudadano eslovaco para que una vez al año le firmara los papeles que le pusiera sobre la mesa
. Conde no podía figurar como dueño y colocó a Stanek como administrador de una de las empresas de la trama que tejió para repatriar a España 13 millones de euros supuestamente procedentes del saqueo que perpetró en Banesto cuando lo presidía.
Stanek actuó durante cinco años como administrador de la sociedad Oleificio Español, que supuestamente se dedicaba al "comercio al por mayor de productos lácteos, huevos, aceites y grasas comestibles", pero que en realidad era una mera firma instrumental con la que recibir transferencias de la maraña de sociedades que creó en siete países extranjeros para camuflar el origen del dinero.
 En esta trama, Stanek no era el único testaferro de Conde, según el sumario al que ha tenido acceso EL PAÍS.
Stanek admitió ante el juez y la Guardia Civil que fue el abogado de Conde, Francisco de la Vega, que ayer quedó en libertad provisional tras abonar 100.000 euros de fianza, quien le contrató.
 El  profesor de esquí cobraba 550 al mes únicamente por poner su cara y su firma.
 Su trabajo se concentraba en una única jornada: una vez al año le llamaban de otra de las empresas del entramado de Conde para que firmara las cuentas de Oleificio
. Así lo detalló a los investigadores  María Cristina Fernández Álvarez, la contable que Conde puso al frente de la principal firma de la trama en España (fuera tenía ocho), Barnacla.

Su testimonio ante la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, incluido en el sumario del caso, desbarató las coartadas de Conde y proporcionó al juez Pedraz la confirmación de sus  sospechas sobre cómo ha funcionado la red societaria y de intermediarios de Conde. Fernández señaló que, aunque no figurase su nombre, Conde y su hija Alejandra estaban detrás de todo.
 Confesó que "el administrador de hecho" de Barnacla a partir de 2008 era "la familia Conde".
 Eran ellos quienes "le impartían las instrucciones" sobre la empresa, aseguró. Conde no podía tener nada a su nombre porque adeudaba 14 de los 26 millones que le impuso el Tribunal Supremo por el caso Banesto en favor de sus accionistas.
 Al salir de la cárcel y ver que sus fincas seguían ahí, hipotecó algunas y arrendó otras para dificultar que los jueces se las quitaran.
Y siguió disfrutando de ellas
. Y montó el entramado societario para poder traer el dinero que ocultaba fuera.

Fernández cobraba 62.000 euros brutos al año por encargarse de realizar labores administrativas en varias sociedades y por figurar como administradora única desde 2008 de Barnacla.
 A esta firma llegaron transferencias continuas entre 2008 y 2013 de la sociedad suiza Galloix Holding, también parte del entramado y una de las que inyectaban dinero desde el extranjero a las españolas. Fernández declaró que no le extrañó que se ampliara capital en una sociedad sin actividad, porque le dijeron que se iban a emprender nuevos negocios
. Uno de los métodos empleados por Conde para retornar dinero eran las ampliaciones de capital suscritas por sus empresas en el extranjero en favor de las españolas.
 Y en la misma dirección préstamos que nunca se devolvían.

Detalles sobre la trama

A diferencia de Conde y de sus hijos, que se negaron a declarar ante la Guardia Civil, Fernández tiró de la manta y describió ante los agentes muchos detalles sobre el funcionamiento de la red; entre ellos, la participación del abogado del exbanquero, Javier de la Vega
. Los contratos de préstamo de Galloix a Barnacla, por ejemplo, los gestionaba el despacho del abogado, indicó.
Los agentes preguntaron a Fernández si no le extrañaba que Stanek cobrara únicamente por firmar las cuentas anuales.
 No solo le extrañó, sino que, según su declaración, propuso dejar de remunerarle porque "dado el mal estado de las sociedades de la familia Conde, no se abonaban puntualmente las nóminas de los trabajadores". "Al señor De la Vega no le pareció bien la decisión pero terminó aceptándola", declaró.

2,8 millones desde otra empresa

Un informe de la UCO, también incluido en el sumario del caso, explica el motivo del enfado del abogado: eran amigos.
 Los agentes descubrieron que viajaron juntos al menos una vez, en junio de 2015, de Emiratos Árabes Unidos a Madrid y califican su relación de "estrecha".
 Stanek fue administrador de Oleificio desde 2009 hasta 2014.
 Según el informe policial, en 2010 la sociedad británica Dryset amplió capital sobre la firma española y se hizo con el 100% de las acciones.
A partir de entonces empezó a inyectar liquidez en Oleificio a través de una operación financiera de "préstamos matriz".
 En total, 2,8 millones de euros. Stanek figuraba como autorizado en la cuenta bancaria en la que se recibían los fondos, incluida una transferencia de 60.000 euros de Mayfield Business, firma ubicada en las islas Vírgenes Británicas.