Señala que la "indefinición" de la política económica puede retrasar "algunas decisiones de gasto".
Y lo hace otra vez, justo en un momento en el que las encuestas vuelven a arrojar un Parlamento fragmentado donde se antoja difícil ensamblar una mayoría suficiente para gobernar.
En un informe publicado este martes, la institución que preside Luis Linde alerta de que " la prolongación del período de incertidumbre política, tras la convocatoria de unas nuevas elecciones legislativas, puede dar lugar a que los agentes pospongan temporalmente algunas decisiones de gasto como consecuencia de la indefinición acerca del curso futuro de las políticas económicas".
Y el organismo supervisor no sólo se ciñe a la falta de Gobierno.
También pone el foco sobre la política fiscal en unos términos bastante parecidos: "La incertidumbre afecta tanto a la pauta temporal del proceso de consolidación fiscal como a su composición y, por consiguiente, al efecto final de este proceso sobre la actividad".
Es decir, mientras no se sepa qué ocurre con el déficit público, los agentes económicos siempre albergarán la duda sobre si vienen nuevas subidas de impuestos o recortes, lo que al fin y al cabo siempre se traduce en un aplazamiento de las decisiones de gasto o inversión.
El Banco de España
advierte en sus proyecciones macro sobre los riesgos negativos que
tiene para la economía española el actual escenario político. Y lo hace
otra vez, justo en un momento en el que las encuestas vuelven a arrojar
un Parlamento fragmentado donde se antoja difícil ensamblar una mayoría
suficiente para gobernar. En un informe publicado este martes, la
institución que preside Luis Linde alerta de que " la prolongación del
período de incertidumbre política, tras la convocatoria de unas nuevas
elecciones legislativas, puede dar lugar a que los agentes pospongan
temporalmente algunas decisiones de gasto como consecuencia de la
indefinición acerca del curso futuro de las políticas económicas".
Y el organismo supervisor no sólo se ciñe a la falta de Gobierno. También pone el foco sobre la política fiscal en unos términos bastante parecidos: "La incertidumbre afecta tanto a la pauta temporal del proceso de consolidación fiscal como a su composición y, por consiguiente, al efecto final de este proceso sobre la actividad". Es decir, mientras no se sepa qué ocurre con el déficit público, los agentes económicos siempre albergarán la duda sobre si vienen nuevas subidas de impuestos o recortes, lo que al fin y al cabo siempre se traduce en un aplazamiento de las decisiones de gasto o inversión.
"En la medida en que estos aspectos de la política fiscal finalmente
aplicada se separen de los supuestos incorporados a este ejercicio de
proyección, podrían producirse efectos sobre el escenario previsto de
evolución de la actividad", remacha.
De acuerdo con estas proyecciones, la mejora de la desviación de 2016
se produce porque el organismo tiene en cuenta la aplicación de las
medidas incluidas en el Programa de Estabilidad entregado por el
Ejecutivo de Mariano Rajoy a la Comisión Europea
. En este plan, el Gobierno recogió una rebaja del gasto en la Administración central de cerca de 2.000 millones de euros, así como la previsión de otros 1.500 millones de ajuste en las comunidades autónomas.
No es la primera vez que el Banco de España habla del posible impacto de la incertidumbre política sobre la economía de España:"Reducir la incidencia de estos riesgos requiere priorizar tanto la culminación del proceso de consolidación fiscal, que resulta esencial para mantener la confianza, como perseverar en la aplicación de las reformas estructurales", declaró el pasado abril el director del servicio de estudios del organismo, Pablo Hernández de Cos.
Además, el Banco resalta este martes los riesgos procedentes del exterior
. En concreto, subraya la persistencia de la incertidumbre sobre la evolución de la economía global, en especial en el caso de los emergentes y su posible impacto sobre las exportaciones españolas.
Y sobre todo destaca las tensiones que podrían generarse como consecuencia del referéndum convocado en Reino Unido sobre la permanencia en la Unión Europea.
Y el organismo supervisor no sólo se ciñe a la falta de Gobierno. También pone el foco sobre la política fiscal en unos términos bastante parecidos: "La incertidumbre afecta tanto a la pauta temporal del proceso de consolidación fiscal como a su composición y, por consiguiente, al efecto final de este proceso sobre la actividad". Es decir, mientras no se sepa qué ocurre con el déficit público, los agentes económicos siempre albergarán la duda sobre si vienen nuevas subidas de impuestos o recortes, lo que al fin y al cabo siempre se traduce en un aplazamiento de las decisiones de gasto o inversión.
Mejora de la previsión de déficit
En el informe de previsiones, el Banco de España mejora tres décimas su estimación de déficit para este año hasta el 4,1% del PIB, aún por encima del objetivo del 3,6% comprometido con Bruselas. Respecto al déficit de 2017, mantiene sus vaticinios en el 3,4%, lejos del 2,5% exigido por el Ejecutivo comunitario. A juicio de la entidad que encabeza Linde, el desfase presupuestario no bajará del 3% hasta 2018, y lo hará por muy poco: en ese año tan sólo se logrará un 2,9% según las nuevas proyecciones de la autoridad monetaria.. En este plan, el Gobierno recogió una rebaja del gasto en la Administración central de cerca de 2.000 millones de euros, así como la previsión de otros 1.500 millones de ajuste en las comunidades autónomas.
No es la primera vez que el Banco de España habla del posible impacto de la incertidumbre política sobre la economía de España:"Reducir la incidencia de estos riesgos requiere priorizar tanto la culminación del proceso de consolidación fiscal, que resulta esencial para mantener la confianza, como perseverar en la aplicación de las reformas estructurales", declaró el pasado abril el director del servicio de estudios del organismo, Pablo Hernández de Cos.
Además, el Banco resalta este martes los riesgos procedentes del exterior
. En concreto, subraya la persistencia de la incertidumbre sobre la evolución de la economía global, en especial en el caso de los emergentes y su posible impacto sobre las exportaciones españolas.
Y sobre todo destaca las tensiones que podrían generarse como consecuencia del referéndum convocado en Reino Unido sobre la permanencia en la Unión Europea.
Menor ritmo de crecimiento
Estos riesgos negativos se ciernen sobre una economía que seguirá creciendo, pero cada vez lo hará a un menor ritmo y siempre sostenido por el tirón de la demanda doméstica.De acuerdo con las estimaciones del Banco sito en la plaza de Cibeles, el PIB avanzará este año un 2,7% para desacelerarse hasta el 2,3% en 2017 y el 2,1% en 2018.
Por su parte, el Gobierno coincide en las estimaciones oficiales de este año, pero se muestra más optimista en cuanto a los dos próximos ejercicios: augura un alza del PIB del 2,4% en 2017 y del 2,5% en 2018.
Las estimaciones sitúan el PIB este año un 2,7%, en el 2,3% en 2017 y el 2,1% en 2018
"La evolución macroeconómica vendrá también condicionada por la agenda de reformas estructurales que se implemente", señala el informe.
En opinión de los servicios de estudios del Banco, el empleo seguirá no obstante creciendo a ritmos muy elevados en relación con el crecimiento de la economía
. Lo cual permitirá que la tasa de paro descienda al entorno del 17% a finales de 2018.
En cuanto a la inflación, el Banco de España pronostica un incremento de los precios tras registrar un IPC negativo del 0,5% en 2016.
Como consecuencia de una recuperación de los precios del crudo, los precios podrían subir un 1,5% en 2017 y un 1,7% en 2018
. Entre los aspectos positivos, el supervisor cita las medidas de política monetaria del BCE, que podrían tener un impacto incluso mayor del esperado, sostiene la nota.