El telescopio espacial Kepler
ha captado por primera vez la luz visible de la onda expansiva causada
por una estrella explotando.
El estallido duró apenas 20 minutos y un
equipo de científicos lo ha rescatado de las observaciones almacenadas
por el telescopio durante tres años de vigilancia de 500 galaxias
lejanas.
La estrella se llama KSN 2011d y está a 1.200 millones de años luz de la Tierra,
según ha informado la NASA en un comunicado.
El astro es una supergigante roja, 500 veces mayor que nuestro Sol y 20.000 veces más brillante.
Este fenómeno, conocido como supernova, sucede cuando una estrella se
queda sin su combustible principal, el hidrógeno.
El núcleo del astro
implosiona y produce una onda expansiva que acaba reventando la
superficie.