La Modista: una 'rareza imperdible', con Kate Winslet
Kate Winslet protagoniza esta historia a medio
camino entre western, comedia, drama y cine negro, sobre el regreso de
una costurera que emigró de su pueblo australiano hasta París.
Australia, años 50. Tilly Dunnage (Kate Winslet) es una hermosa
modista que, tras muchos años de trabajo en exclusivas casas de moda de
París, regresa a su casa en la pequeña localidad de Dungatar para
corregir los errores del pasado y vengarse de quienes la forzaron a
marcharse años atrás.
Ficha Técnica
GÉNERO: Drama
DIRECTOR: Jocelyn Moorhouse
REPARTO: Hugo Weaving, Kate Winslet, Liam Hemsworth, Sarah Snook
GUIÓN: Jocelyn Moorhouse, P.J. Hogan, Rosalie Ham
PAIS: Australia
A la edad de diez años, Tilly Dunnage (Kate Winslet) se ve obligada a
abandonar su ciudad natal, la pequeña localidad de Dungatar en
Australia. La joven se muda a París.
Este gran cambio supone toda una
revolución, tanto en su vida como en su forma de vestir. Años más tarde,
a mediados de 1950, la protagonista debe volver a su pueblo natal ya
que su madre está enferma. Su sombrero de ala ancha, sus
delicados zapatos y su máquina de coser provocan que todos se fijen en
ella a su llegada.
Teddy McSwiney (Liam Hemsworth), una de las estrellas
de fútbol de la ciudad, se siente rápidamente atraído por Tilly.
Por su
parte, las jóvenes rurales también se quedan fascinadas por el estilo
parisino de la protagonista y esta decide comenzar a diseñar y crear
nuevas prendas para ellas.
Pero otros habitantes del pueblo son más
conservadores, lo que provoca verdaderas tensiones. Una vez más, los
conflictos del pasado vuelven a estar en boca de sus enemigos, y Tilly
tendrá que luchar para que no se repita la misma historia que un día
consiguió alejarla de su hogar. Film dirigido por la australiana Jocelyn Moorhouse (Heredarás la tierra, La boda de Muriel) y protagonizado por Kate Winslet (La serie Divergente: Insurgente, Steve Jobs, A Little Chaos). Completan el reparto Liam Hemsworth (Los juegos del hambre: Sinsajo - Parte 2, El poder del dinero), Hugo Weaving (Capitán América: El primer vengador, V de Vendetta) y Judy Davis (A Roma con amor (To Rome with Love), The Eye of the Storm).
Título original: The Dressmaker País: Australia Duración: 118 minutos Género: Drama Estudios: Amazon Distribuidora: Vértice 360
No recomendado menores de 12 años
'La Modista', película protagonizada por Kate Winslet y Liam Hemsworth,
es una dramedia agridulce ambientada en la Australia rural de principios
de la década de los 50. Winslet interpreta a Tilly Dunnage una modista
que, después de pasar años trabajando para las firmas más exclusivas de
Paris, decide regresar a su pequeño pueblo natal para cerrar las heridas
que había sepultado en el pasado.
Su misión de arreglar todo lo que
dejó en casa, empieza por lograr una reconciliación con su estrafalaria e
inestable madre Molly (Judy Davis), algo que resultará mucho más fácil
que ganarse a un vecindario que sigue manteniendo las acusaciones que
provocaron su huida
. Armada con su máquina de coser y un increíble
sentido del estilo y la moda, transforma a las mujeres del pueblo y
obtiene la ansiada venganza ante aquellos que no dejaron
de difamarla, mientras surge en su corazón un amor inesperado . Jocelyn
Moorhouse dirige este film, basado en un guion escrito por ella misma y
su marido P.J. Hogan, que adapta el best seller de Rosalie Ham,
protagonizado también por Hugo Weaving, Caroline Goodall y Sarah Snook
Kate Winslet protagoniza esta comedia basada en la
novela homónima de Rosalie Ham junto a Liam Hemsworth. 'The Dressmaker'
llegará a los cines estadounidenses el 22 de octubre.
Félix de Azúa acaba de incorporarse a la Real Academia de la Lengua,
ocupando el sillón H. Azúa, que es uno de mis intelectuales favoritos,
eligió para su discurso de ingreso el tema de los neologismos, esas
palabras que maravillosamente se instalan en otro idioma sin permiso,
como toilette, que siendo tan francesa se emplea en todas las lenguas. Azúa se centró mucho en el neologismo serendipia,
que la última edición del Diccionario de la R.A.E define como “hallazgo
valioso que se produce de manera accidental o casual”.
Y enfatizó que
el descubrimiento de América fue una serendipia.
De inmediato pensé que
el amor, también.
Y la corrupción, ¿podría ser otra serendipia? ¿Sucede por casualidad o
la descubrimos casualmente? Creo que a raíz de la conversación grabada
entre María José Alcón, exconcejala de Cultura del Ayuntamiento de
Valencia, y su hijo, Vicente Burgos Alcón, la corrupción ha entrado en
los hogares y, sobre todo, en ese sagrado nicho que es la relación entre
madre e hijo.
Los hombres en la cultura latina lo que más respetamos es
a una madre. Eso lo sabe María José Alcón
.
Por eso, cuando escuchamos la conversación, se nos encoje el corazón
porque una madre le está explicando a su hijo la praxis de una
corrupción.
Está reconociendo que la corrupción ha entrado en su casa, a
través de ella.
Una madre corrupta es un personaje tabú, pero María
José lo ha asumido, lo ha hablado con su hijo y, sin quererlo, nos lo ha
explicado a todos.
Otra serendipia.
María José Alcón va camino de ser una Rosa Parks, esa mujer afroamericana que inició la lucha
por los derechos civiles de los negros en Estados Unidos, ella esta vez
en contra de la corrupción. Explicándole con ese dulce acento
valenciano a su hijo cómo se lava el dinero negro casi como si le
estuviera enseñando a lavar la ropa en una lavadora nueva, que es otra
cosa que los hombres generalmente aprendemos de nuestras madres.
Vivimos boquiabiertos el conflicto de atribuciones entre el Congreso y
el Gobierno en funciones
. Y celebramos que Kiko Rivera se comprometa
con su nueva novia durante el bautizo de su nueva hija
. Y que los Reyes
fueran a cenar, relajadamente, a un restaurante cerca de los Montes del
Pardo que a lo mejor se llama Casa Yogui.
Y que reaparezca María José
Suárez, miss España 1996, anunciando que se ha enamorado de nuevo. Dan
ganas de abrazarlos a todos, por fin buenas noticias: ¡Hay amor!
María José Suárez se aferra a ese amor igual que Rita Barberá se aferra a su escaño en el Senado
.
La modelo tiene más mérito porque ni ella ni el amor están aforados.
Atraviesa esta aventura desprotegida, sin escudo, pero ilusionada,
mientras que Rita día a día se convierte en una aplastante desilusión.
Pero tenemos que mirarlo todo desde la perspectiva brillante, como
cantaba Monty Python
. La exalcaldesa, presionada por la conversación
entre la exconcejala y su hijo, respondió algo, con una breve rueda de
prensa en la sede regional de su partido.
Pero introdujo cambios en su
vestuario.
Los bolsos han sido sustituidos por pañuelos y ruidosos
abalorios que lo decían todo, destacando un collar de perlas gruesas y
tan blancas que parecían recién lavadas.
Imponente y teatral en su
soledad, Rita parecía Mao Tse-Tung en sus últimos días, un Gran Timonel
avanzando orondo hacia la nada.
Viéndola pensé cómo sería Rita si
hubiera tenido una familia en vez de votantes y asistentes
. ¿Habría
considerado tener una conversación como la de María José con su hijo
Vicente?
Porque en las telenovelas una madre, por más ambiciosa y
exitosa que sea, siempre tiene ese momento en que protege a sus hijos
antes que a sí misma.
En inglés, serendipity también es la heladería favorita de
Jackie Kennedy en Nueva York, a la que llevaba a sus hijos cada domingo.
A veces toda la semana es una serendipia. O quizás la clave del éxito y
la felicidad sea vivirla así.
Ayer, en un jardín escondido en pleno
Miami, Ricardo Bofill recibió un homenaje
mientras presentaba un edificio residencial que ha diseñado.
Impecablemente vestido, hacía bromas con que había elegido un aspecto de
Padrino, “que te sienta mejor en Miami”. Se jactó de su soltería y
describió la arquitectura como una medicina que puede ser tomada por
sanos y enfermos, “que no puede tener miedo a asociarse a lo comercial
para seguir siendo social”. Su hijo Ricardo, plenamente incorporado al
negocio familiar, traducía las palabras de su padre y, como una
serendipia, volví a pensar en María José y su hijo Vicente y en María
José Suárez, para concluir que la familia y el amor muchas veces son una
salvación y casi siempre una casualidad.