Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

17 mar 2016

Gabo y las putaditas tristes....................................................... Juan Cruz

En este Congreso de la Lengua ha ocurrido una cosa que hubiera hecho partirse de la risa a Gabriel García Márquez.

En este Congreso de la Lengua (que también puede ser llamado de la legua, pues ha llegado lejos, a Puerto Rico) ha ocurrido una cosa que hubiera hecho partirse de la risa a Gabriel García Márquez, Gabo para sus muchos amigos, entre ellos Nelson Noches, que vive ya muy mayor en Aracataca y que durante años vivió como real la persistente y fantástica visita de su amigo de la infancia, y del sueño, para jugar juntos al ajedrez.
Fantasías aparte, lo cierto es que Gabo reía poco, o cuando reía era en la intimidad; tenía ese perfil un poco aindiado, como Sergio Ramírez, que ayuda a economizar la risa, de modo que cuando reía era un acontecimiento
. Por él reía (y ríe) Mercedes Barcha, su mujer, que, como se dijo en el homenaje que se le dedicó a Gabo aquí ayer noche, es una mujer muy lectora, muy inteligente, que ha hecho toda la vida como si estuviera en silencio para que no todo el mundo supiera que era una ágil conversadora.
En ese homenaje, del que ustedes ya tendrán noticia, el periodista francés Jean François Fogel habló de la última novela de García Márquez, Memoria de mis putas tristes, que es un homenaje privado al gran Kawabata, con quien tanto se quiso parecer.
 El asunto le venía de lejos, y fue cuando ya él era tan mayor como para poder permitírselo que atrajo hacia sí esa historia que lo políticamente correcto le arrojó a la cara como si él hubiera blasfemado contra el lugar común.
El lugar común es la muerte, o la muelte, como dirían en Puerto Rico y como diría, por cierto, Tomás Eloy Martínez, el extraordinario autor argentino del que Gabo dijo cuando su colega murió: “Era el mejor de nosotros”.

Pues bien, Gabo fue el gran patrón del boom, vagón en el que la historia puso a unos y no a otros; los que están en la historia están en la mente de todos (y también en un libro que ustedes no tendrían que perderse si les interesa la literatura, Los nuestros, de Luis Harss) y los que no están ustedes pueden elegirlos.

 Algunos son indiscutibles, como Guillermo Cabrera Infante, o como el puertorriqueño Luis Rafael Sánchez, el ya legendario autor de una novela, La guaracha del macho Camacho, que se lee como si uno estuviera al borde del malecón de Puerto Rico, que es como el malecón de Tres tristes tigres.

Ya saben que Luis Rafael Sánchez se ganó el Congreso con un discurso que llamaron serio y alegre a la vez, con el que no sólo reivindicó el español sino la alegría de decirlo con todas sus palabras y con el acento que le da la puertorriqueñidad, término que ya ha alzado al nivel de las muy circunspectas academias
. En ese discurso Luis Rafael Sánchez introdujo una mención a ese libro último de la ficción de Gabriel García Márquez, Memoria de mis putas tristes.
En los resúmenes televisados de la solemne sesión, en la que el gobernador puertorriqueño reivindicó, como el novelista, el español de Puerto Rico, a la emisora oficial del territorio no se le ocurrió otra cosa que meter la tijera como si estuviera degollando una palabra tan vieja como la humanidad, es decir, como el hombre o como la mujer.
La palabra puta, que ni Word marca en rojo.
Lo contó, circunspecto, con el ceño fruncido, el muy sorprendido Sergio Ramírez, que sabía de qué cosas podría reír su buen amigo Gabo.
“Fíjate que han hecho: han puesto unos pitiditos sobre la palabra puta, de modo que el título dicho por Luis Rafael se entiende como Memoria de mis piiiiiií tristes… ¡Pero están locos!” Claro, las academias no pueden hacer nada; le pregunté a Héctor Feliciano, que empujó con muchísimo entusiasmo hasta que este Congreso fuera posible en Puerto Rico a qué se debía este pitidito que es a la vez, por decirlo así, una putadita contra el título de García Márquez.
 Él me miró, con las gafas apuntando su mirada hacia el cielo, y dijo sólo dos palabras: “Ley Federal”.

Si la Ley Federal, que es la que administra los pitidos que son putadas, entrara en la literatura universal eso iba a ser una concertina; y, por cierto, si entra en esa hermosa Guaracha del macho Camacho no iba a quedar palabra sobre palabra ni piedra sobre piedra.
 Esta Ley Federal, desafiando el diccionario que con tanto afán construye gente como Gabo o como Luis Rafael... Gabo se hubiera partido de la risa con la Ley Federal.
Ah, el libro que se presentó para homenajear a Gabo es Gabo periodista, en la edición puertorriqueña; un conjunto magistral de textos del maestro, una edición (a cargo de Feliciano) que tendrían que enviarle a Eduardo Mendoza, que por la mañana había dicho que la mayor parte de los libros que se publican son un birria.
 Pues ya verá que este precisamente no es una birria, sino todo lo contrario.
 Lo que pasa es que ahora no me sale la palabra que puede ser contraria a la palabra birria.
 Mendoza sabrá.
Si la Ley Federal, que es la que administra los pitidos que son putadas, entrara en la literatura universal eso iba a ser una concertina; y, por cierto, si entra en esa hermosa Guaracha del macho Camacho no iba a quedar palabra sobre palabra ni piedra sobre piedra. Esta Ley Federal, desafiando el diccionario que con tanto afán construye gente como Gabo o como Luis Rafael... Gabo se hubiera partido de la risa con la Ley Federal.
Ah, el libro que se presentó para homenajear a Gabo es Gabo periodista, en la edición puertorriqueña; un conjunto magistral de textos del maestro, una edición (a cargo de Feliciano) que tendrían que enviarle a Eduardo Mendoza, que por la mañana había dicho que la mayor parte de los libros que se publican son un birria. Pues ya verá que este precisamente no es una birria, sino todo lo contrario. Lo que pasa es que ahora no me sale la palabra que puede ser contraria a la palabra birria. Mendoza sabrá.




 

García Márquez, la seriedad y la ‘cheveridad’.................................................. Javier Rodríguez Marcos

El lanzamiento de la edición puertorriqueña de ‘Gabo periodista’ se convierte en un homenaje al Nobel caribeño.

 

Gabriel García Márquez, sentado en un patio típico sevillano en abril de 1994.
Si los congresos de la lengua se midieran por las palabras nuevas que generan, el que se celebra en San Juan hasta el sábado podría medirse por la palabra ‘cheveridad’. No está en el ‘Diccionario de la Real Academia Española’ pero este miércoles la empleó Jaime Abello, director de la Fundación García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI).
 Lo hizo para reivindicar el carácter caribeño de esa fundación durante la presentación en el flamante Museo de Arte de Puerto Rico de la edición local de ‘Gabo periodista’, una antología de textos periodísticos del autor de ‘Cien años de soledad’.
Coeditada por la FNPI y por la Fundación Ángel Ramos, esa edición es la más completa de todas las publicadas hasta ahora en Colombia, México y Venezuela dado que su exhaustiva cronología incluye la muerte del escritor en Ciudad de México el 17 de abril de 2014
. Era jueves santo, en un mes hará dos años.
Preparada por Héctor Feliciano, presidente de la comisión organizadora del congreso de la lengua, la antología es fruto de la selección y los comentarios de 19 autores de todo el mundo: de Antonio Muñoz Molina a Jon Lee Anderson pasando por Alma Guillermoprieto o Juan Villoro.
 Cinco de ellos se sentaron el miércoles en el salón de actos del Museo de Arte para recordar a un narrador que nunca dejó de considerarse periodista: 51 años de ejercicio y ocho volúmenes de sus obras completas lo demuestran.
 Como recordó el francés Jean-François Fogel, meses antes de recibir el premio Nobel de Literatura en 1982, García Márquez trató de romper el bloqueo creativo en el que se encontraba imponiéndose la escritura semanal de un artículo para EL PAÍS.
El argentino Martín Caparrós, los españoles Juan Cruz y Ález Grijelmo y los citados Abello, Feliciano y Fogel sortearon la inclemencias del aire acondicionado para, sin que la ‘cheveridad’ anulara la seriedad, desgranar algunas de las enseñanzas de un autor al que trataron durante años: que el periodismo, cuando merece la pena, es una rama de la literatura (Caparrós), que un cuento y una crónica pueden tener el mismo origen (Fogel), que García Márquez es periodista hasta cuando inventa (Cruz) o que las grabadoras no piensan y lo importante en una entrevista no es tanto la literalidad como “captar el aire” de lo que dice el entrevistado (Grijelmo)
. El autor de ‘Noticia de un secuestro’ siempre dijo que escribía para que lo quisieran más y bastaba escuchar a sus amigos para certificar que lo consiguió.

Llegan las zapatillas de Nike que se atan solas

La marca anuncia que las Hyper Adapt 1.0, que muchos esperan desde el estreno de 'Regreso al futuro II', saldrán a la venta en tres colores a finales de año.


 REUTERS-Live
Las zapatillas de Marty McFly se ataban solas en Regreso al futuro II. Justo cuando el pasado octubre el mundo celebraba el día en el que el McFly llegaba al futuro desde 1985, el actor que daba vida al personaje mostraba en un vídeo cómo se probaba las primeras zapatillas de Nike que se ataban solas. Las Nike Mag, inspiradas en la película protagonizada por Michael J. Fox, son una colección limitada que estará disponible solo vía subasta, y cuyas ganancias se destinarán a la fundación del actor que lucha contra el párkinson. Lo que presentó ayer la compañía va un paso más allá: las primeras zapatillas que se atan solas que saldrán a la venta para el público. Su nombre Nike Hyper Adapt 1.0 –más propio de un programa informático-, y estarán en el mercado a finales de año. Aunque solo disponibles en tres colores (blanco, negro y gris) y solo a la venta online para quienes sean miembros del portal de la compañía Nike+
. La marca no ha concretado a qué precio, pero no parece que vayan a ser aptas para todos los bolsillos.
Este nuevo calzado contará con una tecnología -resultado de una investigación de ingeniería digital, eléctrica y mecánica- que hará que los cordones se aprieten o suelten presionando un botón. “Cuando uno se calce, el talón apretará un sensor y el sistema automáticamente apretará [la lazada]”, explicó Tiffany Beers, innovadora senior de la marca, en un comunicado. “Luego hay dos botones en un lado que aprietan y sueltan.
 Uno lo puede ajustar hasta que quede perfecto”.
“¿No sería genial que una zapato, en el futuro, pudiese sentir cuándo uno necesita que esté más o menos apretado? Eso es lo que estamos persiguiendo. En el futuro, será una realidad”, añadía en la nota el diseñador Tinker Hatfield, con la aspiración de que en un futuro el diseño no incluya ningún botón manual y se ajuste de manera automática en función del suelo y las necesidades del pie a lo largo del día.
 Algo que puede suponer un gran avance, sobre todo, para la comodidad de atletas profesionales –incluso podría evitar lesiones- o hacer la vida algo más sencilla a quien se las puedan permitir.
 El nuevo y esperado diseño de Nilke, que ya pronosticó Robert Zemeckis en su película de 1989 –aunque en la ficción llegaban un año antes-, fue presentado ayer en Nueva York como parte de las nuevas innovaciones tecnológicas de la firma deportiva, que incluyen una actualización de su aplicación y el uso de un nuevo material que impide que el barro se quede atascado en las zapatillas de fútbol.
Todo con su objetivo de alcanzar los 50.000 millones de dólares de ingresos en 2020.

Verónica Forqué........................................................................................ Luis Alegre

La actriz bajó al infierno de la depresión.

 Ahora ha recuperado la alegría y se ha convertido en una persona diferente sin dejar de ser la de siempre.


Verónica Forqué. Cordon press
Verónica recuerda que, al leer las necrológicas de los periódicos, sentía envidia de los difuntos.
 Esta confesión es el dibujo más fino y potente que conozco de la depresión, esa fiera desbocada: la sensación de completa derrota, el no querer despertar, el lamentar no tener el coraje de pegarte un tiro
. Hace poco la actriz bajó a ese infierno, del que salió gracias a terapias y fármacos.
 Vivan las drogas, dice ella.
Sufrió dos pérdidas que le destrozaron el ánimo. Una, inesperada y brutal, la de su hermano Álvaro, víctima de un infarto en la Nochevieja de 2014.
 La otra fue la pérdida de la ilusión sentimental que le había mantenido unida a su pareja durante 34 años
. Un día decidió ser honesta con ella misma y su estupendo marido y cerró una relación que ya no le hacía feliz.
Verónica Forqué ha recuperado la alegría y se ha convertido en una persona diferente sin dejar de ser la de siempre.
 También ha decidido detallar su pesadilla y resurrección, sin ahorrar ningún matiz esencial, por si hay alguien a quien el relato le pueda reconfortar.
Ostenta un curioso récord: no ha podido recoger ninguno de sus cuatro premios Goya.
 La ceremonia le pilló esas noches en el teatro
. En esta nueva vida, no ha enterrado la chispa.
 Al lado del director –de cine y teatro- David Serrano, exprime lo mejor de su repertorio en la función Buena Gente y en Tenemos que hablar, una comedia romántica en la que está muy graciosa, como tantas veces, pero con otra velocidad
. Cuando era niña, su padre le dijo: “Anda y arroja un poco de sol por ahí”. Y le ha hecho caso.