Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

17 mar 2016

Llegan las zapatillas de Nike que se atan solas

La marca anuncia que las Hyper Adapt 1.0, que muchos esperan desde el estreno de 'Regreso al futuro II', saldrán a la venta en tres colores a finales de año.


 REUTERS-Live
Las zapatillas de Marty McFly se ataban solas en Regreso al futuro II. Justo cuando el pasado octubre el mundo celebraba el día en el que el McFly llegaba al futuro desde 1985, el actor que daba vida al personaje mostraba en un vídeo cómo se probaba las primeras zapatillas de Nike que se ataban solas. Las Nike Mag, inspiradas en la película protagonizada por Michael J. Fox, son una colección limitada que estará disponible solo vía subasta, y cuyas ganancias se destinarán a la fundación del actor que lucha contra el párkinson. Lo que presentó ayer la compañía va un paso más allá: las primeras zapatillas que se atan solas que saldrán a la venta para el público. Su nombre Nike Hyper Adapt 1.0 –más propio de un programa informático-, y estarán en el mercado a finales de año. Aunque solo disponibles en tres colores (blanco, negro y gris) y solo a la venta online para quienes sean miembros del portal de la compañía Nike+
. La marca no ha concretado a qué precio, pero no parece que vayan a ser aptas para todos los bolsillos.
Este nuevo calzado contará con una tecnología -resultado de una investigación de ingeniería digital, eléctrica y mecánica- que hará que los cordones se aprieten o suelten presionando un botón. “Cuando uno se calce, el talón apretará un sensor y el sistema automáticamente apretará [la lazada]”, explicó Tiffany Beers, innovadora senior de la marca, en un comunicado. “Luego hay dos botones en un lado que aprietan y sueltan.
 Uno lo puede ajustar hasta que quede perfecto”.
“¿No sería genial que una zapato, en el futuro, pudiese sentir cuándo uno necesita que esté más o menos apretado? Eso es lo que estamos persiguiendo. En el futuro, será una realidad”, añadía en la nota el diseñador Tinker Hatfield, con la aspiración de que en un futuro el diseño no incluya ningún botón manual y se ajuste de manera automática en función del suelo y las necesidades del pie a lo largo del día.
 Algo que puede suponer un gran avance, sobre todo, para la comodidad de atletas profesionales –incluso podría evitar lesiones- o hacer la vida algo más sencilla a quien se las puedan permitir.
 El nuevo y esperado diseño de Nilke, que ya pronosticó Robert Zemeckis en su película de 1989 –aunque en la ficción llegaban un año antes-, fue presentado ayer en Nueva York como parte de las nuevas innovaciones tecnológicas de la firma deportiva, que incluyen una actualización de su aplicación y el uso de un nuevo material que impide que el barro se quede atascado en las zapatillas de fútbol.
Todo con su objetivo de alcanzar los 50.000 millones de dólares de ingresos en 2020.

Verónica Forqué........................................................................................ Luis Alegre

La actriz bajó al infierno de la depresión.

 Ahora ha recuperado la alegría y se ha convertido en una persona diferente sin dejar de ser la de siempre.


Verónica Forqué. Cordon press
Verónica recuerda que, al leer las necrológicas de los periódicos, sentía envidia de los difuntos.
 Esta confesión es el dibujo más fino y potente que conozco de la depresión, esa fiera desbocada: la sensación de completa derrota, el no querer despertar, el lamentar no tener el coraje de pegarte un tiro
. Hace poco la actriz bajó a ese infierno, del que salió gracias a terapias y fármacos.
 Vivan las drogas, dice ella.
Sufrió dos pérdidas que le destrozaron el ánimo. Una, inesperada y brutal, la de su hermano Álvaro, víctima de un infarto en la Nochevieja de 2014.
 La otra fue la pérdida de la ilusión sentimental que le había mantenido unida a su pareja durante 34 años
. Un día decidió ser honesta con ella misma y su estupendo marido y cerró una relación que ya no le hacía feliz.
Verónica Forqué ha recuperado la alegría y se ha convertido en una persona diferente sin dejar de ser la de siempre.
 También ha decidido detallar su pesadilla y resurrección, sin ahorrar ningún matiz esencial, por si hay alguien a quien el relato le pueda reconfortar.
Ostenta un curioso récord: no ha podido recoger ninguno de sus cuatro premios Goya.
 La ceremonia le pilló esas noches en el teatro
. En esta nueva vida, no ha enterrado la chispa.
 Al lado del director –de cine y teatro- David Serrano, exprime lo mejor de su repertorio en la función Buena Gente y en Tenemos que hablar, una comedia romántica en la que está muy graciosa, como tantas veces, pero con otra velocidad
. Cuando era niña, su padre le dijo: “Anda y arroja un poco de sol por ahí”. Y le ha hecho caso.

 

“Sara Carbonero es el ejemplo de mujer guapa pero con cara de rancia y rica en sífilis”

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“Guarras de discoteca” VS. “rancias de discoteca”
. Miley Cyrus es el ejemplo de mujer “loca y descontrolada” y Sara Carbonero es “el ejemplo de mujer guapa pero con cara de rancia y rica en sífilis”. 
Éstas son sólo algunas de las perlas que tuvieron que escuchar los alumnos de una academia barcelonesa que prepara a estudiantes de Medicina para obtener el MIR.
 Seis alumnas han publicado una carta en Vilaweb en la que denuncian como el pasado jueves 10 de marzo, en la clase magistral de Dermatología, el profesor “legitimó la misoginia e hizo apología de la violencia machista”.
Tal y como han desvelado a la web de información en catalán, el profesor hizo “comentarios inaceptables, degradantes y humillantes” que provocaron que una veintena de alumnos –hombres y mujeres– abandonasen el aula por “las vejaciones y la impotencia que sentíamos”.
Según han explicado las alumnas, el profesor utilizó estos ejemplos “en el contexto de brindar unas normas mnemotécnicas a los alumnos para aprender conceptos sobre las glándulas, la psoriasis y el liquen”.
 Es decir, aludía a estos ejemplos para que los alumnos recordasen los conceptos de dermatología. Estos son los supuestos ejemplos que puso:
“Explicó que había una mujer bailando sola en una discoteca
. El hombre entraba en la discoteca y ‘localizaba su presa que es la que está bailando sola; vas a cazar tu presa’
. Lo ejemplificó con los dos tipos de mujeres que te puede encontrar: las “guarras” –aquellas que, entendido como el tipo de glándula para que lo recordasen, “a las que tienes que dar un poco de tiempo y sales con ella de la mano”.
 Luego, las “rancias”. Las rancias son, según el profesor, “ese tipo de mujer que baila sola, porque vestida de esa manera solo puede bailar así”, porque “para bailar sola ya te quedas en casa con el pijama, no te pones guapa, te maquillas o te pones tacones”
. De hecho, el profesor ejemplificó esto con estas imágenes, que recogió una de las alumnas:

En la carta las alumnas explican que también explicó otra norma mnemotécnica para recordar las características del liquen y la psoriasis.
Nada mejor para los alumnos que poner unas imágenes de un hombre en el s. XIX (“hombre correcto que lo hace bien, correcto y productivo”, es decir, el liquen) frente a unas de Miley Cyrus como ejemplo de psoriasis: lo que vendría a ser una mujer “loca y descontrolada”.
Con Sara Carbonero, el profesor interpeló al resto de la clase, al sector masculino, para decir que era el ejemplo de “mujer guapa pero que tiene cara de rancia o antipática porque es rica sífilis” (entendido siempre como una estrategia mnemotécnica para recordar fácilmente el concepto).
A pesar del abandono en masa de los alumnos, y aunque intentó banazilar las quejas diciendo que eran “sensibleras”, el profesor prosiguió su clase y continuó haciendo comentarios
. La academia, por su parte, se puso en contacto con una de las alumnas para expresar su disconformidad y el profesor también lo hizo pero las seis alumnas han decidido publicar la carta en los medios “porque entendemos que la agresión no fue hacia ella, sino hacia la mitad de la población, las mujeres; por eso no son relevantes ni las disculpas que se le expresaron”.



16 mar 2016

Eduardo Mendoza (Continuación)

Eduardo Mendoza, en el VII Congreso Internacional de la Lengua Española. EFE

No habían aparecido por los alrededores del centro de Congresos de San Juan, las iguanas verdes que se dejaron ver al sol hacia mediodía, cuando Eduardo Mendoza, sacó el agudo látigo de la ironía para despertar a los más mañaneros
. A eso de las 8.30, el autor de La ciudad de los prodigios conectó con un auditorio lleno al definirse como un autor moderno:
 “Ese que a ratos escribe y a ratos pasa su tiempo impartiendo charlas por ahí”.

“Al primero siempre me niego por varias razones: primero porque es una actitud un poco mendicante. A mí me da lo mismo que la gente lea o no lea y si no lo han hecho hasta ahora no van a empezar porque yo se lo recomiende. Además, la mayoría de libros que nos rodean no sirven para nada. Son una birria”.
El segundo molino, resulta cada vez más temible para el escritor moderno. “El de los talleres. Este es un fenómeno reciente que cobra importancia capital en el terreno de la literatura”. Pero peligroso y contraproducente, a juicio de la afilada sorna de Mendoza: “Sustituye en muchos casos al libro mismo. Porque el tiempo que las personas que acuden emplean para leer, lo sustituyen en ese caso por escribir su propio libro”.
Un bucle letal, pues. “Producen un efecto perjudicial, equivocado”. Un boomerang insolente y envenenado que un buen día decidió resolver a lo grande:
“Propuse en un taller que los alumnos me escribieran una composición libre, pero en endecasílabos. Tuve que salir escoltado por la policía.
 A mi juicio, perdieron una experiencia única”, comentaba. “Yo no he escrito jamás poesía, pero la he traducido.
 El ejercicio complicado de enfrentarte a versos endecasílabos o alejandrinos, una vez lo vences, se convierte en una tarea mecánica y puedes acabar en el supermercado haciendo la compra en ese registro”.
Poco a poco fue Mendoza encontrando alguna razón para defender la necesidad de las humanidades. Era su tarea ante los participantes en el congreso
. Una lidia que decidió amarrar mediante la comicidad cervantina de su labia reflexiva y ante las carcajadas de los más madrugadores.
 “Las humanidades son un fin en sí mismo y hay que defenderlas porque sí”. Juegan en su contra el pensamiento político y el lúdico.
 Están rodeadas. Pero ante esa emboscada deben emplear sus armas, “con violencia, no necesariamente física, aunque no debemos descartarla del todo”, soltó, ante un auditorio, entre fascinado y desconcertado.
“Y ese papel debe caer en los maestros, que son los soldados de infantería en este caso, los que quedan en primera línea, dispuestos a enfrentarse a un pelotón de alumnos que no quiere aprender lo que es una sinécdoque o un pleonasmo. 
Pero hay que hacerlo porque sí, sin más, no porque resulte divertido, sino porque se trata de algo imprescindible para la vida”.