Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

10 feb 2016

El Supremo pone en libertad a un inocente que ha pasado 12 años en prisión.............................. Mónica Ceberio Belaza

El alto tribunal solo admite que no cometió una a pesar de que se llevaron a cabo el mismo día, en el mismo sitio y a lo largo de una hora y media.

A la izquierda, Romano van der Dussen antes de su ingreso en prisión en septiembre de 2003. A la derecha, el británico Mark Dixie.
Romano Liberto van der Dussen fue condenado por haber cometido tres agresiones sexuales en Málaga en agosto de 2003.
Pero la policía española halló pruebas de su inocencia en 2007
. Marcadores genéticos mostraron entonces que el culpable, al menos en uno de los casos, había sido un británico, Mark Dixie, preso en Reino Unido por asesinato y violación. A pesar de este hallazgo, la lenta maquinaria judicial española y la pesada burocracia en la cooperación entre España y Reino Unido han provocado que van der Dussen haya continuado nueve años más en la cárcel.
 
A la izquierda, Romano van der Dussen antes de su ingreso en prisión en septiembre de 2003. A la derecha, el británico Mark Dixie.
Romano Liberto van der Dussen fue condenado por haber cometido tres agresiones sexuales en Málaga en agosto de 2003.
 Pero la policía española halló pruebas de su inocencia en 2007.
 Marcadores genéticos mostraron entonces que el culpable, al menos en uno de los casos, había sido un británico, Mark Dixie, preso en Reino Unido por asesinato y violación
. A pesar de este hallazgo, la lenta maquinaria judicial española y la pesada burocracia en la cooperación entre España y Reino Unido han provocado que van der Dussen haya continuado nueve años más en la cárcel.
 Hoy, finalmente, doce años y medio después de su detención, el Tribunal Supremo ha revisado su caso y determinado su inocencia.
Pero la revisión del caso no ha sido total.
 La sentencia del Supremo, dictada hoy por los magistrados Manuel Marchena, Andrés Martínez Arrieta y Joaquín Giménez, solo ha admitido su inocencia respecto de la violación de la que se conservan pruebas de ADN -de las otras dos no hay restos biológicos que analizar- a pesar de que la Audiencia de Málaga sostuvo en la sentencia condenatoria que el agresor había sido la misma persona en los tres casos por las similitudes en los ataques y la enorme cercanía en el espacio y en el tiempo de las agresiones
. El agresor cometió los delitos en calles muy cercanas entre las 4.30 y las 6 de la madrugada del 10 de agosto de 2003, lo que hace altamente improbable la opción de dos agresores.
Van der Dussen saldrá de la cárcel porque ya ha cumplido el tiempo de las otras dos condenas, pero para la justicia sigue siendo culpable de dos agresiones sexuales.
 Uno de los argumentos que sirvió para condenarlo, que el modus operandi y la brutalidad en los ataques eran tan parecidos que indicaba que se trataba de la misma persona, no ha servido sin embargo para absolverlo.
 La defensa, que había pedido la exoneración total del holandés, está satisfecha al menos con su próxima puesta en libertad.

El año pasado, en una entrevista con este diario, el holandés relataba que no lograba entender por qué si la policía sabía desde 2007 que era inocente, la justicia tardaba tanto en reaccionar.
 Se quejaba de que nadie se había dado prisa en verificar que era cierto el informe policial que aseguraba que el verdadero culpable era otro: ni los distintos juzgados que han llevado el caso, ni Reino Unido, ni el Tribunal Supremo ni la policía española en la fase final del proceso
. “Mi vida ha sido destrozada”, aseguraba.
 “He pasado los peores 4.000 días de mi vida. Un infierno indescriptible”.
Tras la condena a 15 años y medio de prisión por parte de la Audiencia Provincial de Málaga, basada exclusivamente en los reconocimientos de las víctimas (llevados a cabo con notables irregularidades) y que omitió una prueba de ADN que lo exculpaba, la policía española cruzó en 2007 los marcadores genéticos hallados en una de las agresiones sexuales con la base de datos de Interpol.Allí apareció el verdadero culpable: Mark Dixie; asesino y violador confeso encarcelado en Londres un año antes.
Un informe de la policía científica de 23 de marzo de 2007 informó al juzgado encargado del caso del hallazgo y señaló que, según sus datos, era 54 millones de veces más probable que ese ADN fuera una mezcla de Mark Dixie y la víctima de Fuengirola que de cualesquiera otras dos personas elegidas al azar.
 De todas formas, por si acaso, recomendaba ampliar los marcadores genéticos de Dixie pidiendo una nueva muestra a Reino Unido. Y esa diligencia es la que ha tardado nueve años en llevarse a cabo.
La Audiencia de Málaga y el juzgado encargado de la investigación no lograron respuesta a la comisión rogatoria enviada a Reino Unido porque no la tramitaron correctamente. El caso, incomprensiblemente, se archivó
. El abogado de van der Dussen, Silverio García Sierra, interpuso entonces, cuatro años después del hallazgo de la policía española, un recurso de revisión ante el Supremo
Un año después el alto tribunal ordenó que se pidiera con urgencia a las autoridades británicas el perfil genético de Dixie, petición que ese país tardó tres años en cumplimentar.
 Y finalmente, cuando llegaron los resultados en febrero de 2015 acreditando que quien violó a la víctima de Fuengirola fue el británico, la policía española aún tardó varios meses en emitir un nuevo informe interpretando los datos enviados por Reino Unido.
Durante todo ese tiempo, Romano van der Dussen continuó en prisión.
 No le concedieron permisos de salida ni siquiera en mayo de 2015, cuando ya habían llegado los nuevos marcadores genéticos de Londres que acreditaban su inocencia y la culpabilidad de Dixie.
“Se trata de caso increíble de lentitud, apatía, negligencia y mala praxis de los operadores jurídicos que han intervenido”, indica el letrado García Sierra “Es incomprensible que este hombre haya pasado tanto tiempo en prisión por delitos que jamás cometió”.

 

Rosa Montero, el relato de cuatro décadas.................................... Carolina García Periodista de EL PAÍS


  • La escritora y periodista, que llegó al diario en 1977, dirigió ‘El País Semanal’ en 1980 y 1981
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Rosa Montero, en una imagen de archivo.
“Soy mujer y escribo. Soy plebeya y sé leer. Nací sierva y soy libre.
 He visto en mi vida cosas maravillosas. He hecho en mi vida cosas maravillosas”, contó Rosa Montero en su libro Historia del Rey Transparente.
 La definición resume la personalidad de esta madrileña que plasma emociones en cada frase, en cada relato.
 Montero, de 65 años, comenzó a trabajar en EL PAÍS en 1977, publicó su primera columna en 1978 y dirigió El País Semanal en 1980 y 1981.
“Quisiera creer que ahora soy capaz de ver y analizar la realidad con más profundidad y complejidad. De ahí que cada vez tenga más dudas”, señala con la perspectiva del tiempo.
Aunque resulte paradójico, la experiencia y la evolución profesional no le han permitido tener una opinión para todo. “Cada día dudo más y de hecho he publicado unos cuantos artículos hablando concretamente de eso: de los muchos matices del gris que tiene la realidad”, afirma.

 Curiosa y amante de la escritura desde pequeña

Comenzó a escribir de niña, como la mayoría de los novelistas.
 Sus primeros cuentos vieron la luz a los cinco años, y tenían como protagonistas “a ratitas que hablaban”.
 Su primera entrevista se la hizo a su madre, a los ocho años, en una revista que hizo ella misma en un cuaderno, pegando cromos y recortes de fotos. Se llamaba De Todo Un Poco.
“Aún la conservo”, relata. Publicó sus primeros trabajos periodísticos a los 19 años en el diario Información de Alicante
. “Y mi primera novela, a los 28”, recuerda Montero.

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La escritora Rosa Montero (primera por la derecha).
Según ella, nunca se deja de aprender. “He asimilado cosas de todos los escritores y escritoras que he leído durante toda mi vida. Incluso de los malos. De los malos también se aprende a no hacer las cosas así”, explica. Preocupada por su entorno y por los temas sociales, Montero siempre anota sus ideas antes de sentarse en el ordenador.
 Y reconoce que se esfuerza “en mirar aquellas zonas de la realidad que son más marginales y resultan más invisibles”.

Lo social, siempre en la libreta

rosamonteroperfilok P: ¿Ha habido algún personaje que se haya molestado por haberle mencionado en su columna?
R: Decenas.
En casi 40 años de articulista… De hecho, en los primeros años de la Transición me intentaron poner varias demandas; ninguna prosperó, es decir, ninguna fue admitida por el juez, pero en aquellos años había bastante gente que no comprendía que en una democracia existe el derecho a la crítica.
Una prueba de lo que hemos avanzado es que ahora la libertad de expresión ya es un valor admitido y no te intentan demandar por estupideces.
P: ¿Y algún personaje se ha puesto en contacto con usted para agradecerle que le haya mencionado?
R: También ha sucedido muchas veces
. Pero no me refiero ya a personajes famosos, que alguno ha habido, sino sobre todo a personas anónimas con dificultades que, gracias a la columna, consiguieron visibilidad, consuelo y en ocasiones alguna solución para sus problemas
Aunque esto último, lo de las soluciones, sucede pocas veces: la realidad es bastante impermeable.

Me esfuerzo en mirar aquellas zonas de la realidad que son más marginales y resultan más invisibles


P: ¿Podría escoger un texto entre todos los trabajos que ha hecho para EL PAÍS?
R: Pues no, la verdad.
 He hecho demasiados, pero siento gratitud hacia los trabajos que tuvieron alguna consecuencia provechosa. Como, por ejemplo, un reportaje que denunciaba malos tratos en la cárcel de Herrera de la Mancha (Ciudad Real) y que contribuyó al proceso y condena de los responsables.
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: ¿Qué anécdota entresaca de su trabajo?
R: Las cartas que te mandan los lectores, los comentarios
. La gente es increíble. Hace unos días, por ejemplo, recibí una preciosa de una lectora que me daba las gracias por un artículo que publiqué en septiembre del año pasado.
 Mi texto trataba de los amores adúlteros y yo le quitaba importancia a la infidelidad sexual y valoraba mucho mas la lealtad.
 Terminaba el artículo diciendo, más o menos: “Amigos y amigas que acabáis de descubrir una infidelidad, no arrojéis por la borda toda una vida de amor y de lucha por una nadería”.
P: ¿La lectora se sentía identificada?
R: Me decía que ella había descubierto una infidelidad de su marido tras 15 años de matrimonio, que él le había pedido perdón y le había escrito incluso una carta preciosa (me adjuntaba la carta del marido y era, en efecto, preciosa) pero que, aún así, ella no le había perdonado y lo había echado de casa.
 Pero que cinco semanas después leyó mi artículo y se dio cuenta de que su marido había sido siempre maravillosamente leal.
 Y entonces le llamó y decidió darle a la relación otra oportunidad
. Y, aunque no había sido fácil, habían reconstruido la historia y ahora estaban muy bien… Bueno, es una carta genial que me ha alegrado la vida.



“Hemos pasado de ser invisibles a que nos traten de usted”............................................. Carmen Pérez-Lanzac

Dos paradas de larga duración de más de 55 años cuentan su odisea hasta encontrar empleo.

 

 JAIME VILLANUEVA
“El 11 del 11 de 2011”. María Victoria Trívez, 57 años, señala la fecha en que se le vino el mundo encima.
 Ese día de noviembre, esta vendedora de muebles de cocina elegante y enjuta, perdía su empleo en un país zambullido en una crisis sin precedente
s. Con la caída del ladrillo, había menos cocinas que vestir y el contador de su vida laboral se paraba en seco: 33 años, dos meses y 2 días.
 Detrás, el vacío.
Trívez, casada y madre de una niña adoptada, ha tardado cuatro años en conseguir un trabajo con sueldo y seguridad social.
 Es temporal, pues está haciendo una sustitución, pero ella no le ve un pero
. También cobra menos que antes, pero tampoco se lo tiene en cuenta. “¿Sabes la satisfacción que es salir de casa y saber dónde tienes que ir?”.
 El de ella es un ejemplo de la recuperación del empleo en el país, que se redujo el año pasado en 678.200 personas, según la última EPA, pero ha vuelto a colocar a las mujeres por encima de los hombres como demandantes de empleo
. Aunque para su grupo de edad y además sin formación, es especialmente difícil. 1006 mujeres de entre 55 y 59 años encontraron trabajo a la vez que ella, en el tercer trimestre de 2015.
 Además, el caso de Trívez permite meter la nariz en la angustia que pasan muchos desempleados cuando lo son a partir de cierta edad y ven su poder adquisitivo herido de un día para otro. 120.400 mujeres de entre 55 y 59 años llevaban más de dos años en el paro al final de 2015
. El número de paradas para su grupo de edad no ha dejado de aumentar desde 2005, cuando eran 11.100
. En estos diez años se han multiplicado por más de 10 las afectadas por el desempleo.
 “Enseguida me di cuenta de que esta no era una crisis normal”, dice esta mujer originaria de Zaragoza.
 “Me di cuenta de que, con poca formación, me tenía que reinventar y buscar empleo como ordenanza, taquillera, guarda de museos o lo que fuera”.
 Invirtió un año en sacarse tercero y cuarto de la ESO en una escuela para adultos y se puso a buscar cursos del INEM
 . En el primero que hizo, de restauración, conoció a la que sería su alma gemela en la búsqueda de un empleo, María Martínez, una madrileña once meses menor que ella recién divorciada. Martínez dejó hace muchos años su trabajo en una empresa de decoradores para cuidar a su hijo y ayudar a su entonces marido
. Cuando se encontró sola con una pensión compensatoria de 400 euros, no le quedó más remedio que buscar algo. “María es lo mejor que he sacado de estos años. Es mi complemento directo
. Yo doy el primer paso y ella siempre me sigue”, sonríe Trívez.


“Sabíamos que el trabajo no nos iba a venir a buscar, así que hemos sido moscas cojoneras de la búsqueda de empleo”, resumen.
“Cada día nos vestíamos bien y nos hacíamos una ruta distinta para encontrar trabajo”, dice Trívez. “Hemos peinado Madrid por barrios.
 Cuando nos cansamos le escribimos a personalidades destacadas como Esperanza Aguirre, Ana Botella o Manuela Carmena, que es la única que no nos ha respondido”.
 La falta de ingresos obligó a Trívez a buscar un empleo nocturno por el que no cotizó: de las 21.00 a las 9 de la mañana cuidó unos meses a una mujer enferma.
Hace cuatro meses su esfuerzo daba sus frutos: la mujer más feliz del mundo entraba a trabajar como ordenanza en el Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja, del CSIC. Hace, explica, “un poquitico de todo: atender el teléfono, anotar las llegadas de cemento, repartir el correo…”.
 Poco después escribía su cuarta carta al Director de EL PAÍS que titulaba como se sentía: ¡Qué feliz soy! Su canto a la alegría.
 “Las personas de mi edad no disponen de mucho tiempo para reinventarse y poder así acceder a otros empleos, a mí me ha costado mucho esfuerzo y lo he podido conseguir, pero sé que la gran mayoría no lo va a lograr y eso es muy cruel, por eso soy feliz, porque he luchado y he obtenido mi recompensa y me gustaría que todo el mundo pudiera tener la misma oportunidad que yo y que también puedan ser felices”.
¿Y Martínez? Su contrato ha sido raquítico, de quince días, pero dice que ahora se le ha pasado el miedo a buscar trabajo.
 Trívez resume cómo se sienten:
 “Con 57 años hemos pasado de ser invisibles a que nos traten de usted”

La diferencia está en la nariz.............................................................. El País


En Hollywood, la perfección y la carrera contra la vejez están a la orden del día.
 Mientras que algunas celebridades son conocidas por haber pasado en reiteradas ocasiones por el quirófano —Jane Fonda no se esconde— otras prefieren evitar la presión impuesta por los dictados de Hollywood como Kate Winslet, que expresa con frecuencia su oposición a la cirugía.
 Entre las operaciones más corrientes, sin duda está la rinoplastia.
 Discreta y barata, esta operación es una de las más solicitadas
. Estas son algunas de las 'celebrities' que han cedido a la llamada del bisturí para tener una nariz más delgada.
 La actriz Angelina Jolie, de 40 años, es una de ellas. 


Aunque también entra en el club de las actrices que no quieren reconocerlo, Penélope Cruz también se ha retocado la nariz haciéndola más finita
. Ha conseguido así dulcificar su rostro y suavizar sus rasgos. 


Jennifer Aniston, de 46 años, luce ahora una nariz muy distinta a la que tenía al principio de su carrera, cuando era conocida por interpretar a la simpática Rachel Green en 'Friends'. 


Blake Lively entra en el club de las retocadas antes de los 30 —tiene 28 años—.
La actriz y modelo, conocida por interpretar a Serena Van Der Woodsen en la serie 'Gossip Girl', no ha dudado en refinar sus facciones en reiteradas ocasiones. 



 
 
Aunque las operaciones de Elsa Pataky son visibles, suelen pasar bastante desapercibidas. Se ha hecho varios retoques en la cara y el cuerpo antes de triunfar también en América.
 Su rinoplastia es, quizás, una de sus intervenciones más obvias.





La actriz Halle Berry, de 49 años, ha pasado por el quirófano en dos ocasiones: una operación de pecho y una rinoplastia, con la que afiló y estrechó su nariz.
 Nunca ha reconocido haberse operado y a achacado sus cambios faciales a haber adelgazado.




El cambio en la actriz y cantante Hilary Duff es casi imperceptible
. En estas dos fotos, con más de diez años de diferencia, su nariz se ve ligeramente más pequeña y definida.

La rinoplastia de Scarlett Johansson parece una de las más obvias entre las famosas. Su rostro actual es muy parecido al de hace 15 años, pero el puente y la punta de su nariz son claramente diferentes.


 
 
Jennifer López es una de las habituales en las listas de famosas operadas.
 Sus primeras operaciones fueron de nariz y barbilla, para afinarlas y definir sus rasgos.
 Consiguió con ello una cara más simétrica. 
Más tarde se operó los pómulos, los pechos y los glúteos (aunque siempre ha defendido que su trasero es herencia materna, los rumores nunca han cesado).

Hace un par de años, Kendall Jenner, la hermana menor de Kim Kardashian, aún no se había planteado retocarse la nariz
. Ahora, con solo 20 años, toda su cara tiene unos rasgos mucho más finos
. Según varios medios internacionales, la musa de Balmain se realizó una rinoplastia poco antes de su primer debut en la Semana de la Moda de Nueva York, en 2014.