Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

7 feb 2016

El príncipe Jorge aumenta la fama del método Montessori

La demanda de interesados en estas escuelas ha subido un 65%

 

El príncipe Jorge durante su primer día de clase. La foto fue tomada por su madre, Kate Middleton.
No es una exageración decir que Jorge de Cambridge marca tendencia desde el momento en que nació.
De la toquilla que le envolvía a las pocas horas de vida hasta el peto de la marca española Neck and Neck, cualquiera de las prendas que lleva se vende hasta agotarse.
Existen webs que documentan la ropa que lleva y la edición británica de la revista GQ le incluyó en su lista de mejor vestidos.
Solo tiene dos años y medio pero parece que sigue la tradición dandyde los Windsor, manifiesta en su abuelo Carlos pero ausente en la generación de su padre Guillermo, más anodino en el vestir.
Su influencia no se limita a la moda. Jorge ha empezado a ir a la guardería Westsacre Montessori próxima a Anmer Hall, la mansión de sus padres en el condado de Norfolk
. La difusión de esta noticia provocó que las solicitudes para escuelas primarias de este tipo se dispararan en todo el país.

Según el Instituto Maria Montessori de Londres, desde que se anunció que el príncipe asistiría a un colegio Montesorri, se ha registrado un aumento de la demanda del 65%.
El interés ha llegado hasta España.
 Ana Juliá, de la Asociación Montessori española, confirma que tanto la noticia como las recientes publicaciones científicas que recalcan la importancia de la educación temprana han reforzado el interés por el método, con las consiguientes listas de espera:
“Hay pocos colegios Montessori en España, y son centros que tienen buena acogida. A menudo, las familias no encuentran centros en sus zonas”, asegura Juliá.
Con esta decisión sobre la educación de su hijo, Guillermo confirma que la figura de su madre, Lady Di, sigue presente en su vida cotidiana.
 Tanto él como su hermano Enrique fueron educados según este método pedagógico a instancias de Diana de Gales, que antes de casarse trabajó en una de las guarderías Montessori de la capital británica.

Kate Middleton y el príncipe Jorge en un partido de polo en 2015. cordon press

Los orígenes

El método fue desarrollado a principios del siglo XX por Maria Montessori, una de las primeras mujeres médico de Italia.
Fundó su sistema basándose en la idea de que los más pequeños aprenden de manera natural si se les permite seguir sus instintos.
El fin es ayudarles a pensar, actuar y decidir por sí mismos
. Los profesores formados según esta pedagogía promueven el juego como método de aprendizaje. Uno de los detalles que más sorprende al entrar en una institución Montessori es el silencio que reina en las clases, algo que no casa con un espacio repleto de niños.
 Los profesores mantienen que se respira más tranquilidad si se les permite elegir con libertad la actividad que más les interesa.
En su escuela, el príncipe Jorge aprenderá a ser independiente, respetar a los demás y concentrarse en cualquier situación, lo que le servirá en los largos viajes que le esperan.
Algunos de los alumnos Montessori más famosos son el novelista Gabriel García Márquez, Jackie Kennedy, el dueño de Amazon, Jeff Bezos, y los fundadores de Google Sergey Brin y Larry Page.
Al método no le faltan las críticas
. Es común que se reproche el carácter elitista.
 Las plazas son reducidas, lo que provoca la competencia entre los padres.
 En Gran Bretaña, las escuelas Montessori cierran durante largos períodos de vacaciones, lo que obliga a los padres trabajadores a tomarse días libres o a desembolsar dinero extra en niñeras.
Todo contribuye a que estas instituciones no suelan reflejar la diversidad de la sociedad.
 Otros observan que en las clases apenas hay juguetes y no se promueve el juego imaginativo.
. Una dosis de realidad sin duda necesaria en la educación de un principito.

Polvos para maquillar la crisis........................................................ Luz Sánchez-Mellado.


Clara y Marta tienen 20 y 23 años, pero están como dos niñas en una pastelería.
 Se lo zamparían todo, si no fuera porque, aunque parecen caramelos, los productos de belleza de la nueva megatienda de Primark en Madrid no son comestibles.
 Son, eso sí, casi tan baratos como las chuches.
 Coloretes por un euro, carmines por dos, paletas de ojos por cuatro.
 Un delirio de colores para vestir el rostro a tono con el estado de ánimo.
 Al final, Clara y Marta salen con el ansia saciada y el neceser lleno por menos de 20 euros.
 El auge de la cosmética asequible ha impulsado un crecimiento del 6% en los 823 millones de euros que movió el maquillaje en España en 2014 a pesar de la crisis.
 La apuesta de ciertas marcas por el volumen de ventas en vez de por márgenes desorbitados, y la demanda de las nuevas generaciones obsesionadas por la imagen están detrás de esta penúltima versión del dicho de al mal tiempo, buena cara.
Ya en el crack de 1929, los economistas hablaban del lisptick index: la subida de las ventas de pintalabios en tiempos de depresión.
 Tiene lógica.
 El carmín no es un artículo de primera necesidad, pero es barato, anima el rostro más apagado y transmite un grito de rebeldía personal frente a las privaciones.
 Hoy, sin embargo, eso no basta. Base, sombras, máscaras, lápices, polvos, hidratante, contorno, sérum.
 Hasta una niña de 6 años sabría nombrar una docena de productos de maquillaje con su correspondiente utillaje y los mejunjes sobre los que aplicarlos
. Conocerlos es quererlos. Y si no se pueden comprar los caros, bienvenidos son los baratos.
Hace tiempo que los grandes supermercados incorporaron las cremas de cuerpo y cutis a su oferta. Mercadona vende millón y medio de tarros al mes de la de aceite de oliva, a dos euros el pack de dos. Lidl coloca cinco millones al año de su antiarrugas Q10, a 2,99, desde que la OCU la equiparara en 2014 con ungüentos de alta gama.
 Pero faltaba color, y ahora son las cadenas de moda de gran consumo, como Primark y H&M, las que se han subido al carro y han multiplicado la oferta y el espacio que dedican al maquillaje.


Las jóvenes 'adictas a la belleza' piden más productos, más variados y más baratos
La firma italiana Kiko Milano abrió su primera tienda en España en 2008, tiene ya 129, y prevé aumentar su negocio de 86 a 102 millones de euros este año. L’Óreal ha comprado Nyx, una firma de maquillaje asequible, y acaba de abrir en Madrid su primer punto de venta fuera de EE UU.
El pastel es muy goloso para quedarse al margen.
El  86% de las españolas mayores de 15 años compran maquillaje, según un estudio de L'Óreal. El 20% de ellas son beauty junckers, o sea, adictas a la belleza, en la jerga comercial.
 Compran entre 10 y 25 productos al año.
Porque todas ellas lo valen, como proclama el eslogan de la casa.
 Pero no todas pueden comprar a cualquier precio.
 Por eso piden más productos, más variados, más baratos.
 Son esas chicas que siguen apasionadamente las tendencias en Youtube, Instagram y las revistas y, si les gusta algo, lo quieren y lo quieren ya.
 Ahí es donde algunos han visto la oportunidad y han extrapolado el modelo de la moda rápida a la cosmética.


Si la celebridad Kim Kardashian, por ejemplo, publica una foto en sus redes sociales contorneándose el rostro a base de polvos claros y oscuros —el contouring, una de las técnicas en boga, junto al baking o el strobbing—, estas firmas están al quite y lanzan el correspondiente producto primorosamente presentado en cuanto lo permite la producción.
 Lo ilustra Paco Jaén, formador de los maquilladores de Kiko en España, en el tocador de su tienda insignia en la Gran Vía de Madrid donde, además de vender maquillaje, se enseña a las clientas a usarlo.
 “Tenemos una colección básica, una rotación continua de novedades y promociones constantes, de forma que todos puedan encontrar siempre algo atractivo y que puedan comprar”, dice, rodeado de una pequeña multitud de mujeres revolviendo sombras de ojos al 50%.
La doctora Elia Roo, miembro de la Sociedad Española de Dermatología, constata que la cosmética barata ha contribuido a “generalizar la hidratación y la fotoprotección, y eso es bueno”.
 “Puede que algunos productos no logren el efecto que prometen, pero no perjudican. 
Peor es arriesgarse a comprar cosméticos presuntamente de lujo sospechosamente baratos fuera de circuito
. Ahí sí hay peligro”, advierte. Clara y Marta saben lo que compran. 
“Por lo que cuesta una barra de labios de marca, aquí te llevas todo lo necesario para maquillarte y además unas pestañas postizas
. Igual se te caen enseguida
. Pero son tan baratas y tan monas..
 

El español que le saca los colores a las europeas

Del rosa chicle al rosa fucsia hay equis infinitesimales matices de color casi indistinguibles para el ojo humano.
 La marca essence, así, con minúsculas, tiene al menos 60 en su gama de lacas de uñas, a razón de 2,20 euros el pote
. Y las europeas se los quitan de las manos.
 El español Javier González y su esposa, la alemana Christina Oster-Daum son los cofundadores de Cosnova, la empresa matriz de essence, firma líder en venta de maquillaje por unidades en Europa con más de 200 millones de productos despachados al año.
La suya es la historia de un profeta en tierra extraña.
 A principio de los 2000, González y Oster-Daum trabajaban en Frankfurt como altos ejecutivos para la multinacional cosmética Coty.
 Detectaron un hueco en el mercado europeo, presentaron un proyecto de lanzamiento de una línea de maquillaje barato y, al ser rechazado, decidieron independizarse y lanzarlo por su cuenta.
 Hoy, Cosnova, creada en 2002, tiene 20.000 referencias, 400 trabajadores en oficina y en fábrica y crece más de un 10% anual.
 Los cosméticos de essence —y los de Catrice, su marca más adulta y sofisticada— se presentan como golosinas en los anaqueles de las perfumerías y en el mostrador de las farmacias. González y Oster-Daum apuestan por los precios bajos y la venta masiva de unidades, en lugar del tradicional y enorme — hasta un 1.000%— margen de beneficio del sector
. Para ello, han de vender mucho y rotar mucho el producto.
Crear la necesidad de comprar. Cuentan con una demanda creciente
. Las ventas totales de maquillaje 'low-cost' en España crecieron un 258% entre 2010 y 2014, pasando de un peso del 9% al 34% en el sector. González, vallisoletano, resume su éxito con un refrán español: “somos buenos, bonitos y baratos”.
 

Qué hay que mejorar en los Goya como espectáculo televisivo........................... Natalia Marcos

La gala de entrega de los premios del cine español tuvo problemas de ritmo, de realización y de guion.

 


Dani Rovira, durante el número musical con el que arrancaron los Goya. EFE
Ya es la tradición: no se puede ver una gala de los Goya sin que Twitter se llene de críticas a lo que se está viendo.
 Pero es que a veces lo ponen demasiado fácil para que las redes se llenen de comentarios ácidos. Nunca se puede contentar a todos, y no hay una gala de premios (ni aquí ni fuera) que no se haga eterna y soporífera por momentos.
 Pero los Goya 2016 han tenido varios aspectos más que mejorables y de los que se debería aprender para futuras ceremonias.
- Un arranque flojo y copiando de fuera

 El número musical con el que comenzó la gala no estuvo a la altura de las circunstancias.
 Un aniversario como los 30 años de premios Goya merecía algo más espectacular
. A cambio, vimos una actuación que resultó pobre y parecía incluso poco ensayada
. Esa falta de espectacularidad quisieron suplirla con un truco de magia de Jorge Blass, que hizo desaparecer a Dani Rovira del escenario para reaparecer al final del patio de butacas
. Sorprendente, sí
. Si no fuera porque esto, junto al discurso a toda velocidad combinando los títulos de los nominados, ya se hizo hace unos años
. Fue en los premios Tony con Neil Patrick Harris como protagonista. De hecho, Dani Rovira hizo mención al actor y presentador de premios estadounidense ("Neil Patrick Harris, esto lo hacemos en España y con menos presupuesto"). Entonces, ¿dónde ha quedado la originalidad?
  Un guion que no fluye y bajones de ritmo
El presentador volvió a aparecer en el escenario tras entregarse los primeros premios de la noche. Entonces llegó el discurso con tintes humorísticos que realmente supo a pistoletazo de salida.
 Más tarde, menciones a la gran cantidad de políticos en la sala con varios chistes logrados.
En otras ocasiones, Rovira caminó por el patio de butacas hablando con los asistentes
. El problema de algunos de estos momentos fue que, de nuevo, parecían poco ensayados.
 El monólogo de apertura resultó algo deslavazado.
Muchos chistes no funcionaban. El guion no fluía, y muchas veces estas interrupciones en la ceremonia más que animarla lo que hacían era frenar el ritmo
. Muy bien por dar protagonismo al presentador, pero mejor si se hace para empujar el espectáculo hacia delante en vez de pararlo.
- ¿Magia en la gala de premios de cine?
Si el año pasado las largas actuaciones de Miguel Poveda y de Alex O'Dogherty alargaron innecesariamente la ceremonia, este año ese papel lo tuvo el televisivo mago Jorge Blass.
 No porque sus trucos no estuvieran a la altura, sino porque no parecían encajar en el discurrir de la gala
. La magia del cine no era esto.

 
- Interminables agradecimientos cortados en seco
Pero lo que alarga de verdad una gala de premios y lo que la hace tediosa son los agradecimientos de los premiados
. Pronto se empezó a ver a galardonados que consumían demasiado tiempo dando la gracias a todos y cada uno de sus conocidos.
 Hubo quien, después de llevar varios minutos hablando, paró 10 largos segundos para sacar varios folios llenos de nombres con la intención de recitarlos todos.
 La solución fue cortar por lo sano y, cuando alguien se alargaba más de la cuenta, o se metía un vídeo repentinamente o una voz en off anunciaba otro premio.
 Especialmente brutal fue el corte que se dio en el discurso de agradecimiento de Natalia de Molina, ganadora del Goya a la mejor actriz.
 Urge buscar una fórmula par acortar los agradecimientos que no sea dejar con la palabra en la boca a los premiados.
 Problemas técnicos y de realización
Son cosas del directo.
 Pero esas cosas del directo no deberían pasar en los Goya. Dani Rovira se quedó sin sonido en pleno monólogo
. Las cámaras a veces apuntaban a lugares extraños o no  enfocaban bien
. Muchas veces se tardó demasiado en mostrar en pantalla la reacción de un aludido (si Rovira está hablando con el ministro de Cultura y hace un chiste a partir de unas palabras de Rajoy, nos gustaría ver la reacción del ministro en ese momento exacto, no 10 segundos después).
Los Goya deben corregir muchas cosas si quieren estar a la altura como espectáculo televisivo. Eso si es que quieren ser un espectáculo.
 El 30 cumpleaños de los premios era la ocasión perfecta para lucirse.
Sin embargo, quedó la sensación de que los Goya todavía necesitan mejorar.

Adiós al dinero contante y sonante.................................................. Rodrigo García de la Cruz

La adopción de medios de pago digitales, en lugares tan dispares como Kenia o Dinamarca, y las criptomonedas ponen en entredicho la supervivencia del efectivo.

En esta era de transformación digital en la que la música son archivos MP3, los libros son e-books, las fotografías nunca las imprimimos y las cartas han dado paso a los e-mails, hay un reducto que aún resiste: el dinero.
 Pero ¿por cuánto tiempo?
En 2015 el efectivo fue el principal medio de pago en el mundo.
 Las estimaciones sitúan en un 85% el número de transacciones realizadas al contado, lo que representa un 60% del volumen total de pagos.
Y, sin embargo, a pesar de estas abultadas cifras de efectivo, la digitalización del dinero y de los medios de pago es un hecho.
 Se pasó de las cartillas y los cheques a las tarjetas de crédito, y llegan ahora las aplicaciones móviles y sistemas de pago electrónico de todo tipo.
 Si las canciones y los periódicos se han digitalizado, ¿qué impide que se digitalicen también las monedas y billetes? ¿Qué lo limita realmente?


En Dinamarca el Gobierno quiere apostar por eliminar el efectivo del país en los próximos meses. Esta decisión se suma así a la tomada por otros países nórdicos como Suecia o Islandia donde se promueve la desaparición del dinero físico con la aplicación de medidas que permiten abonar con tarjeta cualquier compra, desde un café hasta unos caramelos.
Los daneses han prohibido el efectivo en tiendas de ropa, gasolineras y restaurantes, la primera fase de un plan, cuyo objetivo a medio plazo es convertir al país en el primero del mundo sin monedas ni billetes.
 De hecho, el Banco Central de Dinamarca ya no los fabrica.
Uno de cada tres ciudadanos de ese país emplea MobilePay, aplicación creada en 2013 que permite transferir dinero a otros teléfonos o cuentas.
 Quizá el caso de Dinamarca, con 5,6 millones de habitantes, no es equiparable a otros países europeos de mayor tamaño como Alemania o España —las dos naciones europeas que más utilizan las monedas y billetes según el Banco Central Europeo—.
La digitalización del dinero ¿tiene que ver con el tamaño del país o con el nivel de modernización de su sociedad? Ni lo uno ni lo otro.
En el mundo hay unos 2.500 millones de personas que no tienen servicios bancarios pero que, por el contrario, pueden acceder fácilmente a un teléfono móvil, como es el caso de Ecuador, donde el 40% de la población activa no está bancarizada pero el 100% de los hogares dispone de teléfono móvil. Esto va a facilitar claramente la transición del dinero físico al “dinero móvil”
. El modelo de transferencia de dinero con mensajes de teléfono, a través de aplicaciones, ya ha logrado colocar a África como el epicentro mundial del dinero móvil.
 Gran parte del éxito en la región subsahariana se ha debido a la falta de bancarización de muchos de sus habitantes.Hoy en Kenia más de la mitad de la población adulta utiliza M-Pesa, una aplicación lanzada por Vodafone en 2007 que permite transferir fondos o pagar facturas domésticas desde una terminal móvil.
 El volumen de dinero que mueve es superior a los 18.000 millones de dólares en pagos, con unos costes de transacción más bajos que los de las compañías de envío de dinero.
 El modelo ya se ha exportado a otros países como Afganistán, India y, más recientemente, Rumania.
Los daneses han prohibido el efectivo en tiendas de ropa, gasolineras y restaurantes, la primera fase de un plan, cuyo objetivo es convertir al país en el primero del mundo sin monedas
Así que ni el tamaño de un país ni su modernización financiera influyen en la digitalización del dinero.
 Entonces, ¿qué frena o acelera la desaparición de los billetes? En Alemania las compras por importes inferiores a 20 euros se realizan casi en su totalidad en efectivo, mientras que cuando el coste es de entre 50 y 100 euros se utiliza la tarjeta de débito en un 43% de las ocasiones.
 Algo parecido pasa en nuestro país, donde las comisiones en los pagos por tarjeta o móvil para bajos importes son un desincentivador para que los comercios permitan pagar por esa vía.
Así las cosas, ¿realmente llegará el fin del dinero físico? Hay tres detonantes que pueden acelerar este cambio.
El primero es tecnología aplicada a los medios de pago.
 Actualmente hay una interesante competencia entre entidades financieras, compañías de tarjetas de crédito (como Visa y Mastercard), grandes tecnológicas como Google y Apple (con sus aplicaciones Google Wallet y Apple Pay, respectivamente) y multitud de pequeñas empresas dedicadas al fintech (tecnología financiera) con innovadoras iniciativas
. Hay una gran y heterogénea gama de soluciones, sin que ninguna de ellas sea aún la líder indiscutible
. Visa, por ejemplo, está trabajando en un sistema que permita realizar pagos directamente con el dedo utilizando un lector biométrico de las venas, y también se avanza en la tecnología ponible (wearable technology), que desarrolla relojes, pulseras o anillos conectados a internet que impulsarán los medios de pago digitales.
El objetivo es que el acto de gastar sea lo más sencillo posible
. Habrá que analizar cómo en el futuro podría afectar esto al descontrol en el consumo.
Si nos cuesta menos pagar con la tarjeta de crédito que con efectivo, ¿qué pasará cuando se pague simplemente con el dedo?
Hay unos 2.500 millones de personas que no tienen servicios bancarios pero que pueden acceder a un móvil
La llamada cadena de bloques o blockchain es un libro contable descentralizado donde se registran todos los intercambios de una unidad de cuenta o bitcoin. Esto permite solucionar el problema del doble gasto en un sistema de pagos descentralizados, es decir, que nadie pueda utilizar el mismo dinero digital dos veces. Además, también se elimina la necesidad de tener una entidad central que controle todas las transacciones. Es lo más parecido a tener un billete físico en un mundo virtual, porque cada moneda digital está numerada.
Hace un año, la start-up americana de Bitcoins21 obtuvo más de 116 millones de dólares de inversores. El Gobierno británico ha creado un fondo de 10 millones de libras esterlinas para la investigación de la tecnología detrás de la moneda (el blockchain).
 Y Rusia a través de su mayor banco, Sberbank, también montó un fondo de capital de riesgo de 100 millones de dólares para apostar, entre otras, en innovaciones que tengan impacto dentro del espacio financiero.
El tercer y último detonante que puede acelerar la desaparición del dinero tiene que ver con el impacto fiscal y el fraude
. El fin de las operaciones en efectivo permite un mayor control de las transacciones evitando el blanqueo de capitales y la evasión de impuestos, que genera la economía sumergida.
Un país sin dinero físico no tendría más evasores, ni problemas de pagos en b.
 Además se evitarían los atracos físicos, aunque la piratería se pasaría al lado digital
. Por otro lado, las entidades financieras y los Gobiernos se ahorrarían mucho en la manipulación, el transporte y la custodia del efectivo.

El objetivo es que el acto de gastar sea lo más sencillo posible.
 Habrá que analizar cómo podría afectar esto al 'descontrol' en el consumo
El final del dinero físico está más cerca que nunca.
 Su fecha de caducidad aún está por determinar, pero la tecnología ya proporciona todo tipo de soluciones para realizar pagos, y los usuarios son cada día más digitales —y adictos— al móvil. Ellos tendrán la última palabra a la hora de elegir el medio de pago definitivo.
Y puede que los billeteros tengan sus días contados..


El segundo factor determinante del cambio son las famosas criptomonedas, encabezadas por el bitcoin. Este es posiblemente uno de los cambios más desconocidos y disruptivos. Pero lo más atractivo —y gran parte de la genialidad— de esta moneda programable radica en su tecnología. La llamada cadena de bloques o blockchain es un libro
Así las cosas, ¿realmente llegará el fin del dinero físico? Hay tres detonantes que pueden acelerar este cambio