Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

5 feb 2016

Seis abogados se turnarán para defender a la infanta Cristina

El expresidente balear Jaume Matas y otros acusados intentan un pacto para rebajar la pena.

La Infanta e Iñaki Urdangarin antes de iniciarse el juicio, a mediados de enero.
Seis abogados se turnarán en la defensa de la infanta Cristina a lo largo del juicio del caso Urdangarin (también llamado caso Nóos), según ha comunicado por escrito el despacho de Miquel Roca al tribunal juzgador.
 La vista se reanuda el martes que viene con la hermana del Rey en el banquillo y se prolongará, según las previsiones, hasta finales de junio.
 Los seis letrados que se coordinarán para la defensa son el propio Roca, Jesús María Silva, tres abogados más de Barcelona y un sexto de Palma. Mientras, la agencia Europa Press informa de que el expresidente de Baleares Jaume Matas y la Fiscalía Anticorrupción están acercándose a un pacto para rebajar la petición de pena a cambio del reconocimiento de los hechos y el resarcimiento de daños por parte del exdirigente del PP, tanto en este caso como en otros dos en los que está encausado.
 
La Infanta e Iñaki Urdangarin antes de iniciarse el juicio, a mediados de enero.
Seis abogados se turnarán en la defensa de la infanta Cristina a lo largo del juicio del caso Urdangarin (también llamado caso Nóos), según ha comunicado por escrito el despacho de Miquel Roca al tribunal juzgador.
 La vista se reanuda el martes que viene con la hermana del Rey en el banquillo y se prolongará, según las previsiones, hasta finales de junio. Los seis letrados que se coordinarán para la defensa son el propio Roca, Jesús María Silva, tres abogados más de Barcelona y un sexto de Palma. Mientras, la agencia Europa Press informa de que el expresidente de Baleares Jaume Matas y la Fiscalía Anticorrupción están acercándose a un pacto para rebajar la petición de pena a cambio del reconocimiento de los hechos y el resarcimiento de daños por parte del exdirigente del PP, tanto en este caso como en otros dos en los que está encausado.

En el escrito dirigido al tribunal, los defensores de la hermana del Rey comunican que los abogados “se irán sustituyendo entre sí, en función de sus agendas profesionales”, para dar cumplimiento a lo acordado por la sala de dar flexibilidad a los letrados para agilizar el juicio.
Las magistradas acordaron en la vista previa de organización del juicio, celebrada con los abogados de todos los acusados el pasado octubre, otorgar amplia flexibilidad a los mismos para que pudieran sustituirse en las sesiones programadas entre el 11 de enero y el 30 de junio para evitar dilaciones y suspensiones por concurrencia de señalamientos con otros procesos, han indicado. Pablo Molins, Jorge Navarro, Juan Segarra y Jaume Riutord se sumarán así a Roca y Silva en la defensa de la Infanta durante el juicio, en el que está acusada como colaboradora necesaria en dos delitos fiscales presuntamente cometidos por su marido, Iñaki Urdangarin.

Otros dos casos

Por otra parte, la Fiscalía Anticorrupción está ultimando un pacto con el expresidente Matas de cara a reducir la petición de pena a la que se enfrenta en el marco del caso Nóos.
 El supuesto pacto contempla no solo el reconocimiento de los hechos y la reparación del daño en esta causa, sino que también engloba un acuerdo en el caso Son Espases en relación a los supuestos amaños cometidos durante la construcción del hospital de referencia de Baleares y su conexión con la reforma de la sede del PP nacional en Génova.
Así lo han confirmado a Europa Press fuentes judiciales, que han precisado que el abogado de Matas y de otros dos ex altos cargos se reunieron con el fiscal Pedro Horrach con el objetivo de cerrar distintos acuerdos para sus patrocinados.
 Así, han acudido a la sede del ministerio público los letrados del exgerente del Instituto Balear de Turismo (Ibatur) Juan Carlos Alía y del exasesor jurídico de esta entidad, dependiente del Govern, Miquel Àngel Bonet. Matas se enfrenta a una petición de 11 años de cárcel en el marco del caso Nóos a raíz del presunto desvío de 2,6 millones de euros públicos a favor del Instituto Nóos, 2,3 de ellos correspondientes a la celebración de dos foros sobre turismo y deporte.
 El acuerdo permitiría rebajar sustancialmente la pena que la fiscalía reclama para él.

 

El show de Rita Barberá................................................................... Rubén Amón

La exalcaldesa del PP nos obliga a creer que era ajena a la ubicua y estructural corrupción valenciana de su partido

Rita Barberá durante una rueda de prensa en Valencia. Mónica Torres / EL PAÍS TV
Rita Barberá nos está exponiendo a un ejercicio de ingenuidad y de credulidad.
Tan exigente que su extrañeza a la corrupción la convierte en un epígono trasnochado del "Show de Truman".
 Vivía ella en una fábula construida por los demás.
Y le llamaban "La jefa" no por reconocimiento jerárquico, sino como un mote cariñoso gracias al cual sus adláteres lograban secuestrarla en una realidad paralela.
Pensábamos que el mito de la mujer florero se había canonizado con el Jaguar de Ana Mato y con las clases de samba de la infanta Cristina, pero les ha superado a ambas la candidez de Rita Barberá . Que no gobernaba en un despacho.
 Lo hacía, según parece, en una cámara hiperbárica cuyas propiedades catárticas le permitían conservarse inmaculada entre tantos maleantes.
Rita Barberá permanece aislada, encapsulada, sacralizada, mientras están en prisión o imputados todos sus allegados políticos y en todos los ámbitos.
 Habla el PP de casos individuales.
 Y tiene razón el PP, porque los han ido imputando de uno en uno, ordenadamente, verbigracia, todos los concejales del Ayuntamiento de Valencia.
 O nueve de diez, para ser exactos.
Y en rigor no procede hablar de imputación.
Debe decirse que están investigados.
 La superstición del PP no es jurídica, sino semántica.
 Se ha cambiado la terminología procesual en sentido eufemístico para aludir los mismos hechos presuntamente delictivos.
 O no tan presuntamente, porque Fabra, ex presidente de la diputación de Castellón, ha sido condenado, del mismo modo que Rus, ex presidente de la diputación de Valencia, ocultaba en el coche más dinero que Jesús Gil debajo del colchón.
Rita Barberá es Truman en su pureza.
 Lo demuestran incluso los pormenores del caso Urdangarin.
 El juez Castro quiso imputarla porque atribuía a la Administración levantina haber "regalado" 3,5 millones de euros del erario público a las sociedades superyerno, pero no es ella quien expía la responsabilidad
. Lo hace su número dos, Alfonso Grau, exagerando hasta la parodia la inocuidad o la ceguera de "La jefa" y abochornando la solidaridad de la jerarquía en la calle Génova de Madrid.
Ya lo dijo María Dolores de Cospedal, antes de que Rajoy decidiera convertirla en florero a ella también, que Rita es el icono, el símbolo del PP.
 "Nos gusta lo que haces, cómo lo haces y todo lo que haces", proclamó la secretaria general del partido, amañando un exorcismo voluntarioso frente al hedor de la corrupción ubicua.
Y adquiere entonces el Senado toda esa plenitud funcional que tantas veces le reprochamos.
 El Senado sirve, por ejemplo, para crionizar a Rita Barberá.
 Sirve para embalsamarla en vida. Para aforarla como una especie protegida.
Porque el PP de Rajoy no se puede permitir que arda también la falla indultada, después de haber ardido todos los ninots, en un caso aislado de pira multitudinaria.


¿Cómo era posible que la corrupción le rodeara sin que ella se percatara? La responsabilidad in vigilando de una institución pública convierte en insostenible que Barberá no haya renunciado a todas sus responsabilidades, aunque los informes policiales y las pesquisas judiciales sobrentienden que la ex alcaldesa no era precisamente un florero.
 Y sí era probablemente una planta carnívora, esa X mayúscula -las aspas de San Andrés en su martirio- que concentra el misterio de cualquier trama española y berlanguiana digna de reconocerse como genuina.

 

El día que Errejón hizo chistes sobre Errejón con Buenafuente: “Ya basta”

El número dos de Podemos visitó el 'late night' 'Late Motiv'.

Como cada noche —y ya van 16— Andreu Buenafuente arrancó su monológo en Late Motiv comentando la actualidad y, como casi siempre, incluyó su chiste diario sobre el número dos de Podemos Íñigo Errejón.
Hasta ahí, todo normal. El caso es que este jueves el portavoz del Congreso del partido de Pablo Iglesias visitó por sorpresa el plato del programa nocturno de #0 justo cuando el presentador catalán lanzaba el chascarrillo contra él:
— Ya está bien, Andreu, ya está bien, todo el día...
— ¿Qué pasa? Normalmente el que es motivo de chanza nunca sale.
— Por eso vengo, por los derechos
Errejón estuvo durante tres minutos comentando de manera distendida sus Errejón estuvo durante tres minutos comentando de manera distendida sus chistes: "Le habéis cogido mucho vicio".
Y añadió: "Lo [los chistes] llevo bien". Tras pasar por el programa añadió en su cuenta de Twitter: "No creo que paren los chistes, pero me he reído un rato con Buenafuente".
 

 

Las películas de Leonardo DiCaprio, de la peor a la mejor


 El lobo de Wall Street (Martin Scorsese, 2013)

Testimonio eléctrico de la entrega incondicional de DiCaprio con su mentor Scorsese.
El actor, poseído por el monstruo de Jordan Belfort, esnifa cocaína en el culo de una prostituta, se arrastra por el suelo paralizado por las drogas y usa a un enano como bola de cañón confiando en que Martin sabrá darle sentido a este circo.
Claro que sabe. Malentendida como una elegía a la corrupción moral, esta película es un espejo grotesco de los hijos del Watergate que ahora hacen el mundo girar movidos por instintos viscerales: el sexo, el poder y la violencia.
 A diferencia de otros actores, a DiCaprio no le preocupa que su personaje resulte perverso y desagradable para el espectador medio. Ya rechazó 'American Psycho' por miedio a dañar su imagen pública y aún debe estar lamentándose (el Dicaprio actual aceptaría sin dudar).
Su trabajo en esta película es abrumador: no hay nada de Leonardo en Jordan Belfort. Aquí el actor es sólo un recipiente y, lo que es peor (o mejor), nos acaba vendiendo el condenado bolígrafo.
  • No fue una decisión acertada

 Atrápame si puedes (Steven Spielberg, 2002)

Steven Spielberg salvó la carrera de DiCaprio.
 La crítica se había ensañado con 'La playa' y el personaje real del estafador Frank Abagnale fue una palmadita en la espalda y un tiempo muerto en la esquina del ring para retomar fuerzas.
 Relajado y caradura, DiCaprio era un emblema del sistema americano: no importa que seas una mentira, siempre y cuando generes dinero y lo hagas con desparpajo.
Gran trabajo del actor.

 El aviador (Martin Scorsese, 2004)

El megalómano empresario Howard Hughes es una figura esencial para entender el siglo XX. Los personajes obsesionados por alcanzar su sueño son la especialidad de DiCaprio, quizá porque se identifica con su determinación y perfeccionismo.
El entusiasmo con el que Hughes se enfrenta a cada persona que se cruza en su vida es el motor de una película que se habría desparramado en artificio y ruido de fondo si hubiera tenido un actor más indeciso que DiCaprio.
Pero él está muy convincente.
  • Foto: (Cordon) 



 La playa (Danny Boyle, 2000)

En el año 2000, con 26 años y ya convertido en estrella, se esperaba con gran interés el siguiente paso
. Pero ni 'Spiderman' ni 'Star wars'. DiCaprio optó en 'La playa' por un drama antropológico, robándole el papel al actor ya contratado (Ewan McGregor), que se enteró por teléfono de que no sería el protagonista y no ha vuelto a hablar al director, Danny Boyle
. La arrogancia del hombre blanco transformada en estupidez mediante siniestros diálogos que ahuyentaron a las 'dicapriers' para siempre. Todavía le faltaba mucho para conquistar al resto del mundo...Muy aburrida como si la plantación te la quemas tu solo.

  • Foto: (Cordon)




 Diamante de sangre (Edward Zwick, 2006)

Pocos actores pueden sacar adelante a un villano sin que el guion le justifique. DiCaprio aporta la humanidad y el carisma que un contrabandista, engrandeciendo una película inofensiva gracias a la empatía que el actor siempre despierta en los espectadores. Todo se reduce a la labor básica de cualquier actor: convertir un cartón en una persona y recordarnos que hasta el mayor desgraciado fue un chaval con sueños alguna vez. También fue la última vez que Leonardo salió guapo en una película antes de envejecer 20 años de golpe. Adiós, galán. Hola, actor que define nuestra generación.
  • Foto: (Cordon)





 

El renacido (Alejandro G. Iñárritu, 2015)

Dos horas en pantalla, solo, sin casi hablar y muy cabreado.
El DiCaprio menos racional que hemos visto hasta ahora que utiliza todo su cuerpo para interpretar, dejando que sus ojos sean su único atisbo de una humanidad que, por otra parte, va perdiendo en pos de la superviviencia.
Un rodaje salvaje en el que acabó hecho polvo y con la barba llena de pulgas, sudor que probablemente se verá recompensado con un Oscar que el mundo entero desea más que el propio actor.
  • Foto: (Cordon)

1. Titanic (James Cameron, 1997)

La mejor película de DiCaprio.
 Ninguna de las 14 nominaciones del filme fueron para DiCaprio, en uno de sus trabajos más infravalorados.
 Si 'Titanic' fue la película favorita de todo el planeta, Jack Dawson (el personaje que interpreta DiCaprio) era la conexión con el público masculino: su espíritu aventurero y bohemio convenció a aquellos espectadores que sólo estaban ahí acompañando a sus novias. 
Con valentía y honradez clásicas, Dawson/DiCaprio heredaba el carácter de Robin Hood y Han Solo y dejaba que Rose/Kate Winslet vistiese el mensaje moderno
. En 'Titanic' el amor no es una debilidad sino un placer más de la existencia y los ojos de DiCaprio se iluminan con cada momento porque podría ser el último. Y el espectador sabe que podría ser el último.

Tras unos años de desprecio el público se ha reconciliado con 'Titanic' como el calculado espectáculo sentimental que es.
Ni se hacían películas como 'Titanic' antes de ella ni se han hecho después, en un fenómeno que marcó a toda una generación y que a punto estuvo de devorar (por su grandeza) la carrera de DiCaprio.
 Se gasta más energía odiándola que disfrutándola como lo que es: cine más grande que la vida misma.
Ni tan buena ni tan mala. Pero al dar clases de Cine, advertí que mis alumnos quedaban embobados con la Historia y debe tener algo májico entre buenos y malos, ricos y pobres que hubiera rezado para que durara 2 horas más. Y un silencio como el de los espectadores jóvenes es que debió ser una historia para ellos.




 El hombre de la máscara de hierro (Randall Wallace, 1998)

En plena fiebre 'Titanic' (se estrenó en 1997 y 'El hombre de la máscara de hierro' en 1998), las revistas de la época celebraron la llegada de esta película como si fuese 'El padrino', ya que se les habían acabado las pegatinas y los pósteres con la cara de Jack Dawson, el personaje de DiCaprio en 'Titanic
'. ¿Puede haber algo mejor que una película con Leonardo DiCaprio? Sí: una película con dos DiCaprios.
 Eso pensamos todos los incautos que pagamos por ver esta descacharrante (y no es una comedia) reinvención del mito de D'Artagnan pasada por un filtro de telenovela: gemelos malvados (los dos interpretados por DiCaprio), traiciones por amor y cabelleras inusitadamente limpias para la pobreza que asolaba París en aquella época, 1662.
Sólo sirvió para que DiCaprio perfeccionase su ahora clásica expresión de rabia contenida, con su cara enrojecida donde resalta el azul de sus ojos llorosos.
Muy fotogénico, sí, pero una película muy mediocre.
Yo la encontré con vicios y virtudes, pero ahí si que apareció que Leonardo sería ya lo que es. Un gran talento interpretativo.


 Romeo y Julieta (Baz Luhrmann, 1996)

El proyecto era arriesgadísimo. Una adaptación contemporánea de 'Romeo y Julieta', con peleas de bandas, travestismo y música disco.
En esta fiesta loca, el Romeo que construye DiCaprio es un triunfo: aporta al mito unas exultantes y contagiosas ganas de vivir, lejos de otros 'romeos' depresivos, y abraza la estupidez de todo héroe romántico sin caer en la parodia.
 Romeo es majete, pero también es un panoli al que DiCaprio presta todo su encanto
. Esta extravagancia ahora icónica le valió el Oso de Plata al mejor actor en el Festival de Berlín. Ejemplo de cómo una interpretación brillante hace digna a una película deshilachada.
  • Otra demostración que DiCaprio iba por muy buen camino

  • . Rápida y mortal (Sam Raimi, 1995)

    Eran otros tiempos y el feminismo se basaba en poner a mujeres que se comportaban como hombres, pero seguían siendo sexies
    . Sharon Stone es una pistolera que clama venganza contra un villano con el nada sutil nombre de John Herodes, cuyo hijo bastardo es DiCaprio.
    El actor apostó por una solvente combinación de chulería y autoengaño (dos de sus especialidades) que quedó eclipsada por una campaña promocional centrada en lo bien que le quedaban los pantalones de cuero a Sharon Stone.
     DiCaprio era el reclamo adolescente, público que el 'western' no ha buscado jamás. Un desastrito, vamos.
    • Foto: (Cordon)