El lobo de Wall Street (Martin Scorsese, 2013)
El actor, poseído por el monstruo de Jordan Belfort, esnifa cocaína en el culo de una prostituta, se arrastra por el suelo paralizado por las drogas y usa a un enano como bola de cañón confiando en que Martin sabrá darle sentido a este circo.
Claro que sabe. Malentendida como una elegía a la corrupción moral, esta película es un espejo grotesco de los hijos del Watergate que ahora hacen el mundo girar movidos por instintos viscerales: el sexo, el poder y la violencia.
A diferencia de otros actores, a DiCaprio no le preocupa que su personaje resulte perverso y desagradable para el espectador medio. Ya rechazó 'American Psycho' por miedio a dañar su imagen pública y aún debe estar lamentándose (el Dicaprio actual aceptaría sin dudar).
Su trabajo en esta película es abrumador: no hay nada de Leonardo en Jordan Belfort. Aquí el actor es sólo un recipiente y, lo que es peor (o mejor), nos acaba vendiendo el condenado bolígrafo.
- No fue una decisión acertada
Atrápame si puedes (Steven Spielberg, 2002)
La crítica se había ensañado con 'La playa' y el personaje real del estafador Frank Abagnale fue una palmadita en la espalda y un tiempo muerto en la esquina del ring para retomar fuerzas.
Relajado y caradura, DiCaprio era un emblema del sistema americano: no importa que seas una mentira, siempre y cuando generes dinero y lo hagas con desparpajo.
Gran trabajo del actor.
El aviador (Martin Scorsese, 2004)
El entusiasmo con el que Hughes se enfrenta a cada persona que se cruza en su vida es el motor de una película que se habría desparramado en artificio y ruido de fondo si hubiera tenido un actor más indeciso que DiCaprio.
Pero él está muy convincente.
- Foto: (Cordon)
La playa (Danny Boyle, 2000)
. Pero ni 'Spiderman' ni 'Star wars'. DiCaprio optó en 'La playa' por un drama antropológico, robándole el papel al actor ya contratado (Ewan McGregor), que se enteró por teléfono de que no sería el protagonista y no ha vuelto a hablar al director, Danny Boyle
. La arrogancia del hombre blanco transformada en estupidez mediante siniestros diálogos que ahuyentaron a las 'dicapriers' para siempre. Todavía le faltaba mucho para conquistar al resto del mundo...Muy aburrida como si la plantación te la quemas tu solo.
- Foto: (Cordon)
Diamante de sangre (Edward Zwick, 2006)
- Foto: (Cordon)
El renacido (Alejandro G. Iñárritu, 2015)
El DiCaprio menos racional que hemos visto hasta ahora que utiliza todo su cuerpo para interpretar, dejando que sus ojos sean su único atisbo de una humanidad que, por otra parte, va perdiendo en pos de la superviviencia.
Un rodaje salvaje en el que acabó hecho polvo y con la barba llena de pulgas, sudor que probablemente se verá recompensado con un Oscar que el mundo entero desea más que el propio actor.
- Foto: (Cordon)
1. Titanic (James Cameron, 1997)
Ninguna de las 14 nominaciones del
filme fueron para DiCaprio, en uno de sus trabajos más infravalorados.
Si 'Titanic' fue la película favorita de todo el planeta, Jack Dawson
(el personaje que interpreta DiCaprio) era la conexión con el público
masculino: su espíritu aventurero y bohemio convenció a aquellos
espectadores que sólo estaban ahí acompañando a sus novias.
Con valentía
y honradez clásicas, Dawson/DiCaprio heredaba el carácter de Robin Hood
y Han Solo y dejaba que Rose/Kate Winslet vistiese el mensaje moderno
.
En 'Titanic' el amor no es una debilidad sino un placer más de la
existencia y los ojos de DiCaprio se iluminan con cada momento porque
podría ser el último. Y el espectador sabe que podría ser el último.
Tras unos años de desprecio el público se ha reconciliado con 'Titanic' como el calculado espectáculo sentimental que es.
Ni se hacían películas como 'Titanic' antes de ella ni se han hecho después, en un fenómeno que marcó a toda una generación y que a punto estuvo de devorar (por su grandeza) la carrera de DiCaprio.
Se gasta más energía odiándola que disfrutándola como lo que es: cine más grande que la vida misma.
Ni tan buena ni tan mala. Pero al dar clases de Cine, advertí que mis alumnos quedaban embobados con la Historia y debe tener algo májico entre buenos y malos, ricos y pobres que hubiera rezado para que durara 2 horas más. Y un silencio como el de los espectadores jóvenes es que debió ser una historia para ellos.
El hombre de la máscara de hierro (Randall Wallace, 1998)
'. ¿Puede haber algo mejor que una película con Leonardo DiCaprio? Sí: una película con dos DiCaprios.
Eso pensamos todos los incautos que pagamos por ver esta descacharrante (y no es una comedia) reinvención del mito de D'Artagnan pasada por un filtro de telenovela: gemelos malvados (los dos interpretados por DiCaprio), traiciones por amor y cabelleras inusitadamente limpias para la pobreza que asolaba París en aquella época, 1662.
Sólo sirvió para que DiCaprio perfeccionase su ahora clásica expresión de rabia contenida, con su cara enrojecida donde resalta el azul de sus ojos llorosos.
Muy fotogénico, sí, pero una película muy mediocre.
Yo la encontré con vicios y virtudes, pero ahí si que apareció que Leonardo sería ya lo que es. Un gran talento interpretativo.
Romeo y Julieta (Baz Luhrmann, 1996)
En esta fiesta loca, el Romeo que construye DiCaprio es un triunfo: aporta al mito unas exultantes y contagiosas ganas de vivir, lejos de otros 'romeos' depresivos, y abraza la estupidez de todo héroe romántico sin caer en la parodia.
Romeo es majete, pero también es un panoli al que DiCaprio presta todo su encanto
. Esta extravagancia ahora icónica le valió el Oso de Plata al mejor actor en el Festival de Berlín. Ejemplo de cómo una interpretación brillante hace digna a una película deshilachada.
- Otra demostración que DiCaprio iba por muy buen camino
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. Rápida y mortal (Sam Raimi, 1995)
. Sharon Stone es una pistolera que clama venganza contra un villano con el nada sutil nombre de John Herodes, cuyo hijo bastardo es DiCaprio.
El actor apostó por una solvente combinación de chulería y autoengaño (dos de sus especialidades) que quedó eclipsada por una campaña promocional centrada en lo bien que le quedaban los pantalones de cuero a Sharon Stone.
DiCaprio era el reclamo adolescente, público que el 'western' no ha buscado jamás. Un desastrito, vamos.
- Foto: (Cordon)