Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

20 ene 2016

Camps tira de 'elegancia' contra Podemos y Mónica Oltra le recuerda los trajes

El expresidente de la Generalidad Valenciana entre 2003 y 2011, Francisco Camps, dijo en la cadena 13TV que si los ciudadanos hubiesen visto cómo eran y cómo iban vestidas las personas que iban en las listas de Podemos no les hubieran votado, en alusión al ya habitual debate de las rastas
. Y la respuesta no se hizo esperar.
En el programa 'Al Rojo Vivo' de La Sexta, Mónica Oltra fue contundente con el político popular, imputado desde 2009 en la causa de los trajes dentro del caso 'Gürtel'.
 "A Camps hay que reconocerle que le sentaban muy bien los trajes, pero... No me dan miedo las rastas, pero sí los trajes pagados con dinero público".
Camps no es el primer dirigente popular que se mete con la apariencia de los diputados de Podemos. La semana pasada fue sonado el ataque de Celia Villalobos al canario Alberto Rodríguez,
 el diputado que luce rastas. La vicepresidenta del Congreso dijo en TVE que no le importaba el peinado siempre que no le contagiasen los piojos y se llevó otra contestación de dureza y temática similar.
También fueron polémicas las palabras de Pilar Cernuda en 'Espejo Público', el programa de Susanna Griso en Antena 3.
 La periodista insinuó que "hace falta limpieza" en algunos diputados y se mostró "muy ofendida" con la situación que se vivió en la Cámara baja, especialmente con esos "malos olores" que provenían, según asegura, de la zona en la que estaban situadas los parlamentarios de Podemos.
 Ante el estupor del resto de tertulianos, incluida Griso, Cernuda insistió en que habla de lo que "vio y olió".
"¡Hace falta limpieza, porque en el hemiciclo conviven muchas personas juntas!", ha asegurado, a lo que Griso ha pedido una explicación.

Pérez-Reverte se corona en Twitter con su definición de Mariano Rajoy






Arturo Pérez-Reverte ha recuperado el ritmo en su cita con el bar de Lola, o sea, con los tuiteros, una vez por semana.
 Estando como estamos en pleno tiempo de espera, ante la posibilidad de que haya alianzas de Gobierno o se repitan las elecciones generales, el escritor cartagenero aprovechó esta vez para hacer repaso a nuestra clase política, con su estilo contundente como el hormigón.
Y la ha vuelto a hacer.
 Otra vez, se ha convertido en un fenómeno en Twitter, especialmente con un mensaje en que el hace una definición demoledora del actual presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy.


PREZ REVERTE

Muere Ettore Scola, clásico del cine italiano............................................................ Gregorio Belinchón

Fiel retratista de Italia, con él se despide un cine militante, un cine que hablaba con y sobre la calle.

Al cine italiano se le han acabado los clásicos.
Y a la gente de pie, la que sufrió a Berlusconi en Italia y a cualquier político populista en el resto de Europa, la que aún vive haciendo equilibrios por encima del vacío de la crisis económica, se les ha muerto su caballero andante
. Anoche falleció en Roma a los 84 años Ettore Scola, y con él se despide un cine militante, un cine que hablaba con y sobre la calle.
 De la generación de creadores que catapultaron el cine italiano en la segunda mitad del siglo tan solo quedan vivos los hermanos Taviani, pero la huella de Scola es más profunda, humana y sobrecogedora.
 A Scola le importaba, y mucho, según confesaba, ser una buena persona, y por eso sus películas destilaban bonhomía, algo que a la generación actual de estrellas autorales de su país nunca les ha preocupado: mientras ellos alimentan su ego
, Scola animó el ego del pueblo.
 Ha muerto el rojo Scola.
Scola (Trevico-Avellino, 1931) amó Italia, y fue su más fiel retratista, pero su país natal no le correspondió igual en las últimas décadas.
 “Para hacer una película debes amar la ciudad o el país donde transcurre, y yo no siento amor por Italia.
 No la odio, pero sí que me invade la tristeza”, le contó a este periodista en 2009, en un viaje en coche de Madrid a Valladolid en cuyo festival iba a recoger la Espiga de Oro de Honor de la Seminci. Muchas de sus críticas se dirigían hacia Silvio Berlusconi, entonces en el poder. “
Ni los políticos ni los intelectuales hemos hecho lo suficiente para encararlo, para pararlo.
Lo peor es que Italia no mejorará si muere Berlusconi.
Su ideología está ya enraizada”. En su lucha contra los falsos héroes, el cineasta siempre defendió el enfado como un arma muy útil para apoyar sus reivindicaciones ideológicas.
 “El interés privado, el egoísmo, siguen por encima del rigor y la solidaridad.
 Así que las reivindicaciones de los sesenta siguen tan vigentes hoy como entonces”, decía al presentar en 1997 Historia de un pobre hombre.
 “El pesimismo es mucho más progresista que el optimismo, encierra más fe en el futuro. El optimismo es cosa de beatos”.
El director nunca se declaró líder de nada, y en cambio marcó a espectadores y cineastas, como, en España, Fernando León.
 “El cine es un arte de equipo
. Militante es una palabra que nunca me ha gustado. En el trabajo que hago se transmiten mis ideas; si no, no sería una obra de autor.
 Cuando filmo películas específicamente políticas, incluso documentales para el Partido Comunista, están en ellas mis convicciones estéticas. Y en el cine que parece más profesional, como en Un italiano en Chicago están mis convicciones políticas".
Sus últimos años los ha pasado leyendo a los clásicos griegos y latinos, y su último trabajo tuvo mucho que ver con ese respeto a sus mayores: en el documental Qué extraño llamarse Federico (2013), Scola repasaba la figura, desde la admiración, de quien consideraba su hermano mayor, Federico Fellini.
 Coincidieron trabajando a finales de los años cuarenta e inicios de los cincuenta en la publicación satírica Marc’Aurelio, y las ilustraciones de Scola, elegantes, sintéticas, parecían en las antípodas de aquel barroquismo deformado que impulsaba la imaginería de Fellini: y sin embargo allí había dos almas gemelas, amantes de Italia, unidos en su repulsa a cualquier acción que significara actividad física, como el fútbol o nadar (ninguno sabía).
 El trío lo completó el guionista Ruggero Maccari. “Con Fellini no podías insistir”, contaba en ese documental.
 “Aun así le convencí para que hiciera de sí mismo en Una mujer y tres hombres, pero me puso una condición: ‘Nunca me filmes desde atrás. Se me ve la calva”.
Scola llegó al cine en los cincuenta, y empezó escribiendo guiones como negro de otros autores, tras haberse licenciado en Derecho.
 Su primer compañero de aventuras cinematográficas fue, por supuesto, Maccari.
 Como director debutó en 1964 con Se permette parliamo di donne, y al año siguiente ya había logrado cierta consideración con El millón de dólares y El diablo enamorado
Su gran década es la de los setenta: El demonio de los celos (rodada en Madrid con Manolo Zarzo), Un italiano en Chicago, Una mujer y tres hombres, Brutos, feos y malos, Buenas noches, señoras y señores y su película más conocida: Una jornada particular
“En el cine hay que sacar algo nuevo de cada persona, como en 
‘Una jornada particular’, donde Sofia Loren encarnaba a una mujer malcasada y aburrida y Marcello Mastroianni a un periodista homosexual [ambos eran vecinos y la película transcurría durante la visita de Hitler a Roma en 1938].
 . Me interesan más los diferentes que los iguales.
Yo nunca trabajé una vez con un actor, sino que repetía mucho.
 Porque cuanto más les conoces, más les sacas. Gassman era el más inteligente”. Mastroianni fue candidato al Oscar por ‘Una jornada particular’, y la película, a la estatuilla al mejor filme de habla no inglesa, premio al que aspiraron trabajos de Scola en otras cuatro ocasiones.
En los ochenta y noventa, asentado como cineasta de prestigio, siguió con su mirada a la historia y a Italia a través de personajes muy humanos y a menudo anónimos
: La terraza, Entre el amor y la muerte, La noche de Varennes, Macarroni, La familia, Splendor, ¿Qué hora es?, Mario, María y Mario, Historia de un pobre hombre, La cena, y ya en 2001 Competencia desleal.
En 2003 pareció despedirse con Gente de Roma, con la que el napolitano subrayaba, agradeciendo a sus edificios y a sus habitantes, la importancia de esa ciudad en su vida y en su carrera, donde devino en habitual personaje secundario.
 Pero faltaba la despedida, una década después, a su amigo Federico.
Con humor y admiración aseguraba que el recuerdo imperecedero “es una fuga que se les permite solo a los grandes: Dante, Maquiavelo, Leopardi, Fellini.
Solo ellos consiguen huir de la muerte, refugiándose en la inmortalidad”.
 Desde anoche, junto a esa pléyade, ríe Ettore Scola.



 

Dicaprio, premiado en Davos por su lucha contra el cambio climático

"No podemos permitir que la avaricia de las industrias del carbón, petróleo y gas determinen el futuro", dice el actor.

Leonardo DiCaprio, anoche en la víspera de la inauguración del Foro Económico Mundial de Davo
 
Leonardo DiCaprio, anoche en la víspera de la inauguración del Foro Económico Mundial de Davos.
En plena promoción de su última película, El renacido, y metido de lleno en la carrera para llevarse (por fin) su primer Oscar, Leonardo DiCaprio acudió ayer a un acto en la víspera de la inauguración del Foro Económico Mundial celebrado en Davos (Suiza) para recibir un galardón por su trabajo en la protección del medio ambiente.
 Una ocasión que el actor aprovechó para anunciar “15 millones de dólares en nuevos compromisos” que su fundación, creada en 1998, llevará a cabo en distintas partes del planeta, seis millones y medio de los cuales destinará a la protección de un bosque en Sumatra (India).
Su lucha contra el cambio climático le ha llevado hasta los glaciares del Ártico y a países africanos, así como a involucrarse en la producción y rodaje de documentales.
 Incluso ha organizado y participado en subastas para recaudar fondos.
 El actor aprovechó su discurso, que escucharon, entre otros, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, para instar a los líderes políticos y económicos a cumplir los compromisos para limitar el calentamiento global alcanzados en la Cumbre del Clima celebrada en París el pasado diciembre.
 

Nuestro planeta no puede ser salvado a menos que dejemos los combustibles fósiles bajo tierra, que es donde pertenecen.
 Hace 20 años describimos este problema como una adicción, hoy tenemos los medios para poner fin a esta dependencia”, dijo DiCaprio, mensajero de la paz de la ONU. Una noche en la que el intérprete, de 41 años, se mostró tajante en sus posiciones. “Simplemente no podemos permitir que la avaricia corporativa de las industrias del carbón, petróleo y gas determinen el futuro de la humanidad.
 Estas entidades, con un interés financiero en la preservación de este sistema destructivo, han negado, e incluso ocultado la evidencia del cambio climático.
Ya es suficiente.
 La historia los culpará de la devastación”, dijo la estrella de Hollywood en uno de los discursos más largos de la noche y de los más aplaudidos por los líderes políticos, culturales y corporativos reunidos en Suiza.
De izquierda a derecha: Leonardo DiCaprio, Hilde Schwab, cofundadora de la funcación Scwab; y el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, participan en un acto en la víspera de la inauguración de la reunión del Foro Económico Mundial. /
Además del actor, también fueron premiados con un Cristal Award -que premia personalidades de las artes que desarrollan también trabajo de liderazgo social, ambiental o comunitario- la actriz china Yao Chen por su trabajo con los refugiados, el artista Olafur Eliasson y el rapero y empresario Will.I.Am por su trabajo ayudando a jóvenes sin recursos.
Los premiados con el Cristal Award, desde la izquierda: Olafur Eliasson, William Adams, Yao Chen y DiCaprio. /