El diseñador no desfila en Madrid desde 2002; un año más tarde comenzó a vestir a Doña Letizia.
El modisto presentará su colección para el otoño-invierno 2016 durante la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, que se celebrará del 19 al 23 de febrero.
La cita será el próximo 22 de febrero y la pregunta que está en el aire es si la monarca, su gran admiradora, se sentará en el front row del desfile marcando así un momento histórico para la moda española
. La Reina Letizia, en su papel como monarca, se ha convertido en una gran embajadora de la moda, aunque distintos profesionales del sector se han quejado de que solo haya elegido a un modisto del amplio abanico de posibilidades del que dispone.
Tampoco ha acudido nunca a este evento, a diferencia de sus cuñadas, Elena y Cristina, quienes asistieron intermitentemente durante un tiempo.
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Madrid
La cita será el próximo 22 de febrero y la pregunta que está en el aire es si la monarca, su gran admiradora, se sentará en el front row del desfile marcando así un momento histórico para la moda española. La Reina Letizia, en su papel como monarca, se ha convertido en una gran embajadora de la moda, aunque distintos profesionales del sector se han quejado de que solo haya elegido a un modisto del amplio abanico de posibilidades del que dispone. Tampoco ha acudido nunca a este evento, a diferencia de sus cuñadas, Elena y Cristina, quienes asistieron intermitentemente durante un tiempo.
Este enigmático diseñador —que no concede entrevistas y huye de las cámaras— comenzó su andadura en la pasarela madrileña en 1996; regresó dos años más tarde y desfiló allí hasta febrero de 2002, cuando dejó Cibeles por desavenencias con la organización y se centró en su tienda-taller de la madrileña calle de Ortega y Gasset.
Por aquel entonces, y en una de las pocas veces que ha hablado con la prensa, Varela explicó que aún eran una firma joven y que su clientela era quien le hacía "evolucionar".
Casi como una premonición, un año más tarde, Letizia Ortiz —por entonces prometida del príncipe de Asturias— se fijó en él siguiendo los consejos de la Reina Sofía, quien le sugirió que se buscara un diseñador de cabecera.
Y aunque para su boda se decidiera por Pertegaz (1918-2014), su madre y sus dos hermanas vistieron de Varela, síntoma de la fructífera relación que Letizia y el diseñador mantienen en la actualidad.
Desde su primera aparición como Princesa en la entrega de los premios Príncipe de Asturias, en 2004, hasta la Pascua Militar de este año, pasando por la boda de Kate y Guillermo de Inglaterra —Felipe Varela viajó entonces a Londres para que no le fallara el más mínimo retoque al vestido rosa de muselina que lució en el evento— y multitud de galas, fiestas y encuentros
. La Reina, siempre en el centro de los focos y de las críticas, ha confiado en el modisto para sus momentos más importantes, como la coronación de Felipe VI.
Los clientes de Felipe Varela buscan en él sofisticación, elegancia y sobriedad.
Su página web es austera y hasta ahora no había vuelto a presentar en público sus colecciones.
Se formó en París, en el Institut Français de la Mode y en la Escuela Internacional de Diseño Esmod, y ha trabajado para firmas como Kenzo, Dior, Lanvin o Mugler.
Pero con la inauguración de su propia marca, Varela dejó de lado el estilo parisino de finales de los ochenta para virar hacia looks más discretos.
El diseñador ha recuperado el sitio que merece en la pasarela madrileña y, tal vez, sea también para Letizia Ortiz una oportunidad de reconciliarse con la industria de la moda en España.