Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

9 ene 2016

Muere Silvana Pampanini, diva del cine popular italiano................................................ Carles Gámez

Icono del cine italiano de postguerra, saltaría a la fama gracias a un concurso de belleza.

 

Silvana Pampani en una imagen de los años 50

El nombre de Silvana Pampanini está ligado en el imaginario a aquellas bellezas exuberantes, las célebres maggiorate, que el cine italiano de los años cincuenta proyectó en todo el mundo como exponentes de la mujer mediterránea.
 Como otras futuras estrellas italianas, Silvana Pampanini (Roma, 1925) realiza su salto a la fama gracias al concurso de belleza Miss Italia.
 En un país ensombrecido por la postguerra y una gran división ideológica, los concursos de belleza alimentan la fantasía y el entretenimiento
. En 1946, en el primer certamen que celebra despúes de la guerra, Silvana Pampanini es coronada Miss Italia tras de las airadas protestas del público ante el veredicto del jurado -formado entre otros por Luchino Visconti, Vittorio de Sica y el pintor futurista Carlos Carrá- que habían elegido previamente a una belleza menos “pletórica”.
La llamada del cine no se hará esperar, convirtiéndose en una de las figuras femeninas más populares del cine de postguerra.
 El cine italiano conoce una rápida recuperación gracias a una serie de películas, dentro del género popular- de la comedia al melodrama “regional”- que una extensa red de salas parroquiales le permite difundir y hacer llegar hasta el más pequeño pueblo de la península.
 En este cine de acento popular destacan las comedias de Totó, el cómico que rivaliza en popularidad con los nombres de la constelación de estrellas voluptuosas, Sophia Loren, Gina Lollobrigida, Silvana Mangano o de perfil más aristocrático, Lucia Bosé, que han irrumpido en la postguerra. Las dos “maggiorate”, Silvana Pampanini y una todavía desconocida y secundaria Sophia Loren, coinciden en la pelicula Esclavas blancas (Luigi Comencini, 1952) junto a otra ex miss Italia, la actriz Eleonora Rossi Drago.
 La prensa señala una relación sentimental entre el cómico napolitano y la Pampanini atribuyéndole a la actriz el origen de la célebre melodía napolitana, “Malafemmena”, escrita por Totó, aunque el propio autor lo negará. Como otras estrellas de la época, su agenda amorosa registra una variedad de nombres, entre otros, William Holden, Tyrone Power, Orson Welles y hasta un destronado rey Farouk que vive su exilio dorado, su "Dolce Vita", en la capital italiana.
A diferencia de otras estrellas italianas de su generación Silvana Pampanini no se deja tentar por los cantos de sirena de Hollywood hasta donde han viajado Sophia Loren, Gina Lollobrigida o una Alida Valli a las órdenes de Hitchcock aunque sin la proyección de las dos primeras.
Sin embargo, participa en diversas coproducciones en Francia, España y México
. Entre los papeles que confirman su estatus de icono popular destaca su voluptuosa emperatriz Popea en la comedia satírica- parodia del peplum hollywoodense Quo Vadis- Ok, Nerone (Mario Soldati, 1951) y ,sobretodo, Bellezze in bicicletta (Carlos Campogalliani, 1951), modelo de ese cine popular de postguerra y donde Pampanini exhibe sus dotes vocales cantando el tema principal del mismo título que la película y destinada a formar parte de la memoria sentimental de la década.
Silvana Pampanini encadena títulos y películas formando pareja con los galanes emergentes de la época, Marcello Mastroianni, Vittorio Gassman, Walter Chari, Raf Vallone; cómicos como Totó, Renato Rascel o Alberto Sordi o un Vittorio de Sica entre el neorrealismo y las comedias populares. Trabaja a las órdenes de directores como Pietro Germi, Luigi Zampa, Giuseppe de Santis o Dino Risi que le ofrece uno de sus últimos papeles significativos en la comedia Un italiano en la Argentina (1965).
 A partir de los años sesenta sus apariciones en la televisión son cada vez más abundantes apareciendo en programas de variedades y entretenimiento donde destaca por sus comentarios siempre jugosos.
 Su rivalidad con Gina Lollobrigida, “eterna oponente”, alimentará los magazines televisivos en muchas de las entrevistas que concede.
 A raíz del anuncio del matrimonio de Gina Lollobrigida con el empresario catalán Francisco Rigau, Pampanini hace gala de su verbo más mordaz a propósito de la diferencia de edad entre la estrella y su joven amante.
En 1991, publicaba sus memorias Sacandalosamente perbene donde además de recorrer su trayectoria profesional se comparaba con Greta Garbo.
 El pasado 6 de enero fallecía a los 90 años en el Hospital Policlínico Agostino Gemelli de Roma.

Zygmunt Bauman: “Las redes sociales son una trampa”............................................... Ricardo de Querol

Es la voz del 'precariado'. El sociólogo denuncia la desigualdad y la caída de la clase media. 

Y avisa a los indignados de que su experimento puede tener corta vida.

Zygmunt Bauman, en Burgos. En la entrevista habla del impacto de las redes sociales / VÍDEO Y FOTOS: SAMUEL SÁNCHEZ

Acaba de cumplir 90 años y de enlazar dos vuelos para llegar desde Inglaterra al debate en que participa en Burgos
. Está cansado, lo admite nada más empezar la entrevista, pero se expresa con tanta calma como claridad
. Se extiende en cada explicación porque detesta dar respuestas simples a cuestiones complejas. Desde que planteó, en 1999, su idea de la “modernidad líquida” —una etapa en la cual todo lo que era sólido se ha licuado, en la cual “nuestros acuerdos son temporales, pasajeros, válidos solo hasta nuevo aviso”—, Zygmunt Bauman es una figura de referencia de la sociología.
 Su denuncia de la desigualdad creciente, su análisis del descrédito de la política o su visión nada idealista de lo que ha traído la revolución digital lo han convertido también en un faro para el movimiento global de los indignados, a pesar de que no duda en señalarles las debilidades.
Este polaco (Poznan, 1925) era niño cuando su familia, judía, escapó del nazismo a la URSS, y en 1968 tuvo que abandonar su propio país, desposeído de su puesto de profesor y expulsado del Partido Comunista en una purga marcada por el antisemitismo tras la guerra árabe-israelí
. Renunció a su nacionalidad, emigró a Tel Aviv y se instaló después en la Universidad de Leeds, que ha acogido la mayor parte de su carrera. Su obra, que arranca en los años sesenta, ha sido reconocida con premios como el Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades de 2010, junto a su colega Alain Touraine.
Se le considera un pesimista.
 Su diagnóstico de la realidad en sus últimos libros es sumamente crítico. En ¿La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos? (2014) explica el alto precio que se paga hoy por el neoliberalismo triunfal de los ochenta y la “treintena opulenta” que siguió.
 Su conclusión: que la promesa de que la riqueza de los de arriba se filtraría a los de abajo ha resultado una gran mentira.
 En Ceguera moral (2015), escrito junto a Leonidas Donskis, alerta de la pérdida del sentido de comunidad en un mundo individualista.
 En su nuevo ensayo vuelve a las cuatro manos, en diálogo con el sociólogo italiano Carlo Bordoni. Se llama Estado de crisis y trata de arrojar luz sobre un momento histórico de gran incertidumbre. Paidós lo publica en España el día 12.
Bauman vuelve a su hotel junto al filósofo español Javier Gomá, con quien ha debatido en el marco del Foro de la Cultura, un ciclo que celebrará su segunda edición en noviembre y trata de convocar en Burgos a los grandes pensadores mundiales. Él es uno de ellos.
PREGUNTA. Usted ve la desigualdad como una “metástasis”. ¿Está en peligro la democracia?
Ha sido una catástrofe arrastrar la clase media al precariado. El conflicto ya no es entre clases, sino de cada uno con la sociedad”
RESPUESTA. Lo que está pasando ahora, lo que podemos llamar la crisis de la democracia, es el colapso de la confianza.
La creencia de que los líderes no solo son corruptos o estúpidos, sino que son incapaces.
Para actuar se necesita poder: ser capaz de hacer cosas; y se necesita política: la habilidad de decidir qué cosas tienen que hacerse.
 La cuestión es que ese matrimonio entre poder y política en manos del Estado-nación se ha terminado.
 El poder se ha globalizado pero las políticas son tan locales como antes.
 La política tiene las manos cortadas
. La gente ya no cree en el sistema democrático porque no cumple sus promesas.
 Es lo que está poniendo de manifiesto, por ejemplo, la crisis de la migración.
 El fenómeno es global, pero actuamos en términos parroquianos. Las instituciones democráticas no fueron diseñadas para manejar situaciones de interdependencia. La crisis contemporánea de la democracia es una crisis de las instituciones democráticas.
Zygmunt Bauman / samuel sánchez
P. El péndulo que describe entre libertad y seguridad ¿hacia qué lado está oscilando?
R. Son dos valores tremendamente difíciles de conciliar
. Si tienes más seguridad tienes que renunciar a cierta libertad, si quieres más libertad tienes que renunciar a seguridad
. Ese dilema va a continuar para siempre
. Hace 40 años creímos que había triunfado la libertad y estábamos en una orgía consumista.
 Todo parecía posible mediante el crédito: que quieres una casa, un coche… ya lo pagarás después. Ha sido un despertar muy amargo el de 2008, cuando se acabó el crédito fácil.
 La catástrofe que vino, el colapso social, fue para la clase media, que fue arrastrada rápidamente a lo que llamamos precariado.
 La categoría de los que viven en una precariedad continuada: no saber si su empresa se va a fusionar o la va a comprar otra y se van a ir al paro, no saber si lo que ha costado tanto esfuerzo les pertenece...
El conflicto, el antagonismo, ya no es entre clases, sino el de cada persona con la sociedad. No es solo una falta de seguridad, también es una falta de libertad.
P. Afirma que la idea del progreso es un mito. Porque en el pasado la gente confiaba en que el futuro sería mejor y ya no.
R. Estamos en un estado de interregno, entre una etapa en que teníamos certezas y otra en que la vieja forma de actuar ya no funciona. No sabemos qué va a reemplazar esto.
 Las certezas han sido abolidas.
 No soy capaz de hacer de profeta. Estamos experimentando con nuevas formas de hacer cosas. España ha sido un ejemplo en aquella famosa iniciativa de mayo (el 15-M), en que esa gente tomó las plazas, discutiendo, tratando de sustituir los procedimientos parlamentarios por algún tipo de democracia directa
. Eso probó tener una corta vida. Las políticas de austeridad van a continuar, no las podían parar, pero pueden ser relativamente efectivos en introducir nuevas formas de hacer las cosas.
P. Usted sostiene que el movimiento de los indignados “sabe cómo despejar el terreno pero no cómo construir algo sólido”.
R. La gente suspendió sus diferencias por un tiempo en la plaza por un propósito común.
 Si el propósito es negativo, enfadarse con alguien, hay más altas posibilidades de éxito.
 En cierto sentido pudo ser una explosión de solidaridad, pero las explosiones son muy potentes y muy breves.
P. Y lamenta que, por su naturaleza “arco iris”, no cabe un liderazgo sólido.
R. Los líderes son tipos duros, que tienen ideas e ideologías, y la visibilidad y la ilusión de unidad desaparecería.
 Precisamente porque no tienen líderes el movimiento puede sobrevivir.
 Pero precisamente porque no tienen líderes no pueden convertir su unidad en una acción práctica.
El 15-M, en cierto sentido, pudo ser una explosión de solidaridad, pero las explosiones son potentes y breves"
P. En España las consecuencias del 15-M sí han llegado a la política. Han emergido con fuerza nuevos partidos.
R. El cambio de un partido por otro partido no va a resolver el problema.
 El problema hoy no es que los partidos sean los equivocados, sino que no controlan los instrumentos. Los problemas de los españoles no están confinados al territorio español, sino al globo. La presunción de que se puede resolver la situación desde dentro es errónea.
P. Usted analiza la crisis del Estado-nación. ¿Qué opina de las aspiraciones independentistas de Cataluña?
R. Pienso que seguimos en los principios de Versalles, cuando se estableció el derecho de cada nación a la autodeterminación.
 Pero eso hoy es una ficción porque no existen territorios homogéneos.
Hoy toda sociedad es una colección de diásporas.
 La gente se une a una sociedad a la que es leal, y paga impuestos, pero al mismo tiempo no quieren rendir su identidad. La conexión entre lo local y la identidad se ha roto
. La situación en Cataluña, como en Escocia o Lombardía, es una contradicción entre la identidad tribal y la ciudadanía de un país.
 Ellos son europeos, pero no quieren ir a Bruselas vía Madrid, sino desde Barcelona.
 La misma lógica está emergiendo en casi  todos los países.
 Seguimos en los principios establecidos al final de la Primera Guerra Mundial, pero ha habido muchos cambios en el mundo.
P. Las redes sociales han cambiado la forma en que la gente protesta, o la exigencia de transparencia.
 Usted es escéptico sobre ese “activismo de sofá” y subraya que Internet también nos adormece con entretenimiento barato
. En vez de un instrumento revolucionario como las ven algunos, ¿las redes son el nuevo opio del pueblo?
R. La cuestión de la identidad ha sido transformada de algo que viene dado a una tarea: tú tienes que crear tu propia comunidad.
 Pero no se crea una comunidad, la tienes o no; lo que las redes sociales pueden crear es un sustituto. La diferencia entre la comunidad y la red es que tú perteneces a la comunidad pero la red te pertenece a ti.
 Puedes añadir amigos y puedes borrarlos, controlas a la gente con la que te relacionadas.
 La gente se siente un poco mejor porque la soledad es la gran amenaza en estos tiempos de individualización.
Pero en las redes es tan fácil añadir amigos o borrarlos que no necesitas habilidades sociales.
 Estas las desarrollas cuando estás en la calle, o vas a tu centro de trabajo, y te encuentras con gente con la que tienes que tener una interacción razonable.
 Ahí tienes que enfrentarte a las dificultades, involucrarte en un diálogo.
 El papa Francisco, que es un gran hombre, al ser elegido dio su primera entrevista a Eugenio Scalfari, un periodista italiano que es un autoproclamado ateísta.
 Fue una señal: el diálogo real no es hablar con gente que piensa lo mismo que tú
. Las redes sociales no enseñan a dialogar porque es tan fácil evitar la controversia…
Mucha gente usa las redes sociales no para unir, no para ampliar sus horizontes, sino al contrario, para encerrarse en lo que llamo zonas de confort, donde el único sonido que oyen es el eco de su voz, donde lo único que ven son los reflejos de su propia cara
. Las redes son muy útiles, dan servicios muy placenteros, pero son una trampa.

Estado de crisis. Zygmunt Bauman y Carlo Bordoni. Traducción de Albino Santos Mosquera. Paidós. Barcelona, 2016. 157 págs., 16,95 euros

 

8 ene 2016

Mario Vargas Llosa solicita el divorcio a su mujer


Patricia Llosa y Mario Vargas Llosa en 2010 - CORDON PRESS
«No pienso esperar 30 años más», fue la respuesta que Mario Vargas Llosa le dio a Isabel Preysler cuando comenzaron su relación y ella estaba preocupada por toda la repercusión que esa relación iba a tener, y tiene, en los medios de comunicación. Fue el Premio Nobel de Literatura quien llevó el timón de este noviazgo y es precisamente él quien ha dado un paso adelante presentando en un juzgado de Madrid la demanda de divorcio a su mujer, Patricia Llosa, con quien tiene tres hijos y ha cumplido sus bodas de oro.
Instalado en la actualidad en Nueva York, donde está dirigiendo un curso en la Universidad de Princeton hasta Navidad, Vargas Llosa quiere casarse con Isabel y ya ha dado el paso inicial y fundamental para poder cumplir con su deseo.
 Aunque su intención es llegar a un acuerdo con su esposa y no enredarse en un largo y costoso proceso de divorcio que haría millonarios a sus abogados, lo cierto es que el tiempo apremia y más en un hombre que le ha pedido a Preysler que a su vuelta de Nueva York ya quiere mudarse con ella a Puerta de Hierro.
Patricia Llosa, que lleva ya unos meses instalada en su natal Lima, aún no habría recibido la notificación de la demanda de divorcio.
 Ni ella ni sus hijos más pequeños, Gonzalo y Morgana, sabrían nada sobre el importante paso legal que ha dado el escritor en los últimos días
. Esa notificación le debería llegar a Llosa en su domicilio madrileño en el curso de esta semana, aunque se podría demorar un poco más.
Anoche Isabel fue una de las invitadas al homenaje que la revista «Vanity Fair» rindió a Plácido Domingo.
Con un elegante vestido de pedrería en color rosa de la firma catalana Tot Hom, la reina de corazones volvió a triunfar en la alfombra roja
. Esta Navidad toda la familia se reunirá al completo, como todos los años, aunque lo más probable es que lo hagan en Estados Unidos donde residen tres de sus hijos y donde tanto ella como Mario aseguran encontrarse muy a gusto alejados de tantos focos de atención.
 Sea donde sea lo seguro es que el Nobel será uno más en la cena de Navidad de Isabel, la mujer con la quiere pasar el resto de su vida y con la que sueña casarse en cuanto arregle los papeles. De mutuo acuerdo o sin él, Vargas Llosa ya ha comenzado los trámites necesarios para ser de nuevo un hombre libre.
 A este paso no no pasarán ni treinta años ni tres meses.

La maldad sin eximente..............................La mujer de Antonio Muñoz Molina


Robert Durst, en la neoyorquina Time Square durante el rodaje de la serie documental ‘The Jinx’.
Robert Durst, en la neoyorquina Time Square durante el rodaje de la serie documental ‘The Jinx’.

Cada vez que leo una crónica sobre la ingente cantidad de somníferos, ansiolíticos, antidepresivos, que ingiere la población española me siento acompañada.
 Eso rebaja esa penosa culpabilidad que tan bien conoce el insomne cuando cada noche deja la pastilla al lado del vaso de agua y a la hora, en la oscuridad, con la actividad neuronal totalmente desatada, resonando, por ejemplo, en su memoria, un Mackie Navaja interpretado por Bertín Osborne que escuchó esa tarde en un taxi, palpa la mesita para dar con el comprimido que calmará unos pensamientos obsesivos que le hacen sentir como el hámster que da vueltas en su ruedita.
Que esto sea un mal de muchos no cura el insomnio ni las neurosis, pero te hace sentir parte de una comunidad, y eso es bonito.
Aunque este sentimiento consolador se esfuma cuando la misma prensa que informa de lo pastilleros que somos da cuenta de los medicamentos que tomaba el último asesino de la crónica de sucesos. La madre de Asunta tomaba Orfidal. El piloto suicida tomaba serotonina. ¿Y? ¿De qué comunidad formamos parte ahora, de la de los hijos de puta que prefieren morir matando? Los psiquiatras se nos enfadan mucho, con razón. Llevan años explicando que asociar los trastornos mentales a la maldad es contribuir a la estigmatización de enfermos que tienden a infligirse dolor más que a causarlo.
Hay malos sin justificante del médico. No tantos como podríamos pensar, pero los hay: madres que matan para librarse de sus hijos, hijos que matan para quedarse con dinero de los padres, sacerdotes que predican la bondad y abusan de los débiles, hombres que maltratan a su mujer y son dóciles con el resto, jefes que humillan a sus subordinados, niños que acosan a otros niños hasta hundirles en la desesperación. Y no hay explicación psiquiátrica que ampare semejante maldad. Es muy posible que se pueda reformar el comportamiento cruel de un niño, pero la maldad en los adultos es rocosa y el cerebro menos flexible. Este ha sido uno de los temas del año: nos cuesta comprender que un malvado no es un enfermo mental.
El mejor ejemplo del hijoputa sin trastorno lo ofreció en 2015 una serie documental, The Jinx, que sin duda influirá en la manera en que los cineastas aborden un caso real. Cuenta la historia de Robert Durst, un millonario neoyorquino sobre el que pesa la sospecha de haber asesinado en 1982 a su primera esposa, a una amiga en 2000, y un año después al vecino. El director, Jarecki, había realizado en 2010 una película de ficción, All Good Things, sobre este personaje que de vez en cuando aparecía en la prensa como sospechoso de crímenes sin resolver, pero nunca hubiera imaginado que el inspirador del filme, tras verse interpretado por Ryan Gosling, le llamaría para proponerle que filmara un documental contando la verdad. Y es que si algo suele caracterizar a los malvados es que son incorregiblemente vanidosos. La serie se basa en las veinte horas de conversación que el director y el millonario mantuvieron durante años. El espectador asiste fascinado al relato de Durst; su infancia de niño rico pero desamparado provocaría compasión si no fuera porque el viejo lo cuenta con una frialdad incontrolada que provoca el efecto contrario, da grima.
Sobre la desaparición de su esposa la policía pasó de puntillas y el pájaro siguió suelto. En 2000 se reabrió el caso y la mejor amiga del sospechoso, la escritora Susan Berman, fue asesinada en su domicilio. Probablemente, Durst sospechó que la policía quería interrogarla y acabó con ella antes de que le incriminara. Permaneció oculto durante meses en una pequeña localidad de Texas, solo charlaba con un vecino que le invitaba a ver la tele en casa. En una de estas sesiones televisivas, apareció de pronto en el telediario. Así es cómo el vecino descubrió la verdadera identidad de su extraño amigo. Según Durst, el tipo quiso sacar tajada del hallazgo, y eso desembocó en una pelea. Una bala (siempre hay una pistola) acabó en el corazón del vecino. Entonces, Durst hizo lo que cualquiera en su lugar: lo descuartizó y lo metió en bolsas de basura. El jurado lo encontró inocente del asesinato, por actuar en defensa propia. En cuanto al descuartizamiento, se encontró justificado dadas las circunstancias.
La vanidad perdió a Durst porque en el documental se fue de la lengua, y eso ha provocado que se encuentre de nuevo en manos de la justicia. Esto no es un spoiler. Hay gente en la actualidad que considera spoiler que digas que al final Luther King muere. El caso es que el director utilizó tramposamente los mecanismos de la ficción: administró la entrevista de tal manera que la escena clave se guardó para el final. Esto provocó críticas severas: ¿es lógico que un documentalista oculte lo que sabe para mantener el interés de la audiencia? Que se lo pregunten a Truman Capote, que hizo lo mismo. Lo que está claro es que nada da más miedo que un malvado interpretándose a sí mismo. No hay actor que esté a su altura.