Una sufragista en las antípodas, Vida Goldstein (1869-1949)
Cuando en 1915 la sufragista inglesa Adela Pankhurst
llegó a Australia, continuó con su labor reivindicativa al lado de una
de las mujeres más importantes del sufragismo en aquel país.
Vida
Goldstein llevaba años luchando en defensa de los derechos civiles de
las mujeres.
De hecho, fue una de las sufragistas australianas más
activas y la que tuvo más proyección internacional, participando en
distintos encuentros en los Estados Unidos y Europa además de
convertirse en la primera mujer en presentarse como candidata a un
parlamento del Imperio Británico.
Fue la mayor de los cinco hijos de Jacob Goldstein e Isabella Hawkins, una pareja de profundas creencias religiosas y muy comprometidos con causas sociales.
Jacob e Isabella era una pareja peculiar pues, mientras que ella era una activa sufragista, su marido no comulgaba con las ideas de su esposa.
Aún así, Jacob sí creía en la educación tanto de hombres como de mujeres, por lo que facilitó el acceso a la escuela tanto a su único hijo como a sus cuatro hijas.
Después de recibir la formación de una gobernanta en su propia casa, Vida y sus hermanas ingresaron en la escuela femenina presbiteriana de Melbourne, donde su familia se había trasladado hacía unos años.
La crisis económica que afectó a la ciudad en aquel tiempo obligó a la familia Goldstein a trasladar a sus hijas a otro colegio llamado Saint Kilda.
Cuando Vida Goldstein tenía veintidós años, acompañó por primera vez a su madre a un acto de las sufragistas australianas
. En la década de 1890, Vida se centró más en acciones comunitarias y en causas sociales. Fue con el cambio de siglo que empezó a implicarse con más intensidad en el movimiento sufragista.
Pronto se convirtió en una de las líderes del movimiento dando conferencias y participando en actos reivindicativos por todo el país.
En 1902, el mismo año que las mujeres australianas conseguían su derecho a votar, viajó a los Estados Unidos, donde participó en la Conferencia Internacional Sufragista.
De vuelta a Australia, Vida Goldstein decidió dar un paso más y se presentó como candidata a las elecciones del senado australiano
. A pesar de que no consiguió un escaño, se convertía en la primera mujer de todo el Imperio Británico que se presentaba como candidata a un parlamento.
Su labor como sufragista la llevó a defender sus ideas en dos publicaciones, la Australian Women's Sphere, que editó hasta 1905, año en el que fundó el Woman Voter
. En 1911 viajó a Inglaterra donde participó en distintos actos, dio varias conferencias y recopiló información sobre las actividades que sus colegas inglesas estaban realizando.
La Primera Guerra Mundial dividió al movimiento sufragista entre las que apoyaban la contienda y las que denunciaron toda actividad bélica
. Fue entonces cuando Adela Pankhurst, hija de la líder sufragista Emmeline Pankhurst, marchaba a Australia después de enfrentarse a su madre quien sí defendió la participación de Inglaterra en la guerra. Adela y Vida trabajaron conjuntamente.
En 1919 Vida Goldstein volvió a Europa, esta vez a Zurich, donde representó a Australia en la Conferencia de Mujeres Pacifistas
. Aquel viaje, que se alargó tres años, en los que permaneció en el viejo continente, provocaron su desvinculación progresiva del movimiento sufragista australiano.
Sin embargo, de vuelta a Victoria, Vida continuó trabajando en distintas causas sociales.
Vida Goldstein, quien nunca se casó, vivió los últimos años de su vida con su hermanas Aileen, quien también permaneció soltera, y Elsie, quien había enviudado.
El 15 de agosto de 1949, el cáncer terminaba con su vida.