Chelsea y Oporto,
José Mourinho e
Iker Casillas.
Parece un reduccionismo simple, pero en realidad, ambos representan
mejor que nadie un enfrentamiento que trasciende a lo deportivo, algo
cuanto menos curioso teniendo en cuenta que su profesión se desarrolla
dentro de un campo de fútbol, donde todo se centra en quien se sale con
la suya ahí, sobre la hierba.
Ambos se reencontrarán el miércoles en
Stamford Bridge (20.45, beIN Sports), con la clasificación a octavos de
final de la Liga de Campeones en juego, por más que ocupen en este
momento
el primer y segundo puesto del grupo G.
Ocurre que el tercero en cuestión, el Dínamo de Kiev, lo tiene más
sencillo que los dos equipos que tiene por encima, puesto que se
enfrenta al Maccabi de Tel Aviv, último con 0 puntos, y que de ganarle
sumaría 11, lo que superaría a Chelsea u Oporto (ambos con 10 en este
momento) en el caso de que su partido acabara con victoria para alguno
de los dos
. ¿Pero qué pasaría si ingleses y portugueses empatasen y los
ucranios ganan?
Que se monta el lío pues los tres acabarían empatados.
De acuerdo con el
artículo 17 de la normativa de la UEFA
en el que se regula el orden de clasificación en la fase de grupos, los
criterios que definirían el lugar de los equipos serían los siguientes:
en primer lugar, primaría la mayor diferencia de goles favorable de los
tres.
En caso de que se mantuviera el empate, se miraría el mayor
número de goles a favor.
De seguir igualados, el número de goles
marcados fuera de casa.
Y si por carambolas numéricas del azar aun así
Chelsea, Oporto y Dínamo de Kiev siguieran igualados, se observarían los
mismos parámetros pero aplicados esta vez a los resultados obtenidos
entre ambos equipos.
"No voy a llorar, no estoy contento, por eso no sonrío, pero no voy a
llorar. Ese no es mi perfil".
Esas fueron las palabras de José Mourinho
tras su última derrota con el Chelsea en la Premier, esta vez frente al
modesto Bournemouth (0-1), la octava en 15 partidos. "
Mourinho está acabado",
dijo la prensa inglesa ya en la jornada 10 del campeonato inglés,
aunque el técnico portugués sobrevivió a aquel supuesto ultimátum.
Sin
embargo, el altísimo coste de su finiquito (que rondaría los 45 millones
de euros tras su renovación hasta 2019) no parece ser escudo suficiente
si el Chelsea resultase eliminado de la Champions.
Ferguson al rescate
No parece estar solo el portugués en esta delicada situación, ya que
recientemente le ha salido un inesperado defensor.
"He estado viendo a
José recientemente y he hablado con él un par de veces, y esta es la
primera vez que se ha enfrentado con resultados no exitosos.
Creo que
todos los buenos líderes encuentran finalmente una solución", señaló sir
Alex Ferguson, ex entrenador del Manchester United, en un foro en
Londres, en declaraciones recogidas por el portal soccernet.com.
Algo más crítico, aunque también condescendiente, se mostró Ricardo
Carvalho, ahora en el Mónaco, y que conoce bien a Mourinho tras estar a
sus órdenes en el Oporto, Chelsea y Real Madrid. "Mourinho no puede
vivir con la derrota, es por eso por lo que no lo está haciendo muy
bien.
A pesar de eso, creo que él es el hombre adecuado para cambiar las
cosas en el Chelsea", aseguró en defensa portugués en declaraciones a
la Cadena Ser. Carvalho, sin embargo, quiso dejar claro que a pesar de
su situación actual el Chelsea es uno de los equipos más fuertes de
Europa. "Si se clasifican para octavos, creo que el Chelsea puede
recorrer un largo camino en la Liga de Campeones. No están haciendo muy
bien en la Premier, pero pueden noquear a cualquiera en Europa ",
confió.
El Oporto, por su parte, se ha visto comprometido a esta última
situación tras caer en la última jornada frente al Dínamo de Kiev en el
estadio Do Dragão (0-2)
. El conjunto de Julen Lopetegui, segundo en la
Liga Portuguesa a dos puntos del Sporting de Portugal, ya
derrotó al Chelsea en su estadio (2-1), algo que le daría ventaja en caso de que esta vez empataran.
Ocurra lo que ocurra, y determinen o no las matemáticas el orden
final del grupo, los factores, en este caso los equipos, habrán quedado
marcados por una fase de clasificación con más tensión de la esperada,
en la que Casillas y Mourinho protagonizarán un episodio más que añadir a
la colección. Aunque está por ver quién de los dos lo recordará con
alegría.