Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

1 dic 2015

Océano, víctima y verdugo........................................................ Lola Hierro

La acidificación y la subida de la temperatura del agua por el cambio climático ponen en peligro la biodiversidad de los mares

También representan una amenaza para el ser humano.

Playas de Jambiani, Zanzíbar (Tanzania).

Un día como hoy amanecerá la costa zanzibareña de Jambiani (Tanzania) bañada por las olas del Índico
. Son aguas límpidas de color turquesa que dejan entrever peces de colores y arrecifes de coral.
 Algas y caracolas descansan sobre la blanca arena y algún ermitaño despistado corretea de aquí a allá. Pero a 4.620 kilómetros, el mismo océano ensucian la playa de Bombay, donde ningún cartel prohíbe el baño pero pocos tienen ganas de probar. Los turistas que tomen el ferry hasta la cercana Isla Elefanta arrugarán la nariz cuando descubran las manchas de aceite que presenta el mar, ahora pardusco, castigado por la febril actividad de las refinerías de petróleo de la bahía. Son las dos caras del Índico y a la vez las de todos los océanos del mundo: lo que fueron y lo que acabarán siendo si continúa la imparable degradación del medio ambiente. Ocupan el 71% de la superficie del planeta, pero solo el 2% está protegidos, y en ellos ya se palpa el impacto del cambio climático.


Las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera son consecuencia de la quema de combustibles fósiles para producir energía y no han cesado de subir desde la revolución industrial. Por esta razón, las temperaturas del aire y los océanos aumentan, los glaciares se derriten y el nivel del mar crece: desde 1992 hasta ahora ha ganado ocho centímetros de media según la NASA, que advierte que esta tendencia se mantendrá. 
“Los océanos han sido nuestros guardaespaldas pero estamos perdiendo esa defensa”, advierte Ricardo Aguilar, director de investigación en Europa de Oceana, una de las mayores organizaciones del mundo dedicadas a la defensa de estas masas acuáticas. “El impacto real del cambio climático no se ha notado ni al 50% porque han estado asumiendo el poder calorífico y la contaminación, pero ya no resisten más”.
La temperatura media global ha ascendido 0,8 grados desde 1880 y en los últimos 63 años el ritmo al que sube se ha duplicado. 
El problema más urgente del que ocuparse, según los expertos, es la acidificación de las aguas, un proceso causado por el aumento de las emisiones de dióxido de carbono.
 Cuando este gas entra en contacto con el mar se produce una reacción química que incrementa la acidez del agua: hasta un 30% desde la era industrial.
 A su vez, ha provocado que el PH de las aguas descienda un punto, un hecho “sin precedentes” a juicio de Tatiana Nuño, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace.
Los océanos ocupan el 71% de la superficie del planeta pero solo un 2% están protegidos
Este proceso tiene graves implicaciones para los ecosistemas submarinos.
 Muchas especies calcáreas como corales, cangrejos, almejas y ostras están amenazadas porque no pueden desarrollar sus conchas, ya que el carbonato cálcico que genera la subida del PH las disuelve. Afecta también a los pterópodos —pequeños caracoles marinos— y al plancton, que son la base de la cadena alimentaria de muchos peces, ballenas y pájaros
. “También son preocupantes los efectos en las zonas polares, de posidonia oceánica y de arrecifes de coral como la Gran Barrera de Australia, ya seriamente dañada. 
“Son fundamentales en la creación de biodiversidad, pues nueve millones de especies marinas dependen de ellos por ser su lugar de refugio, desove, guardería y fuente de alimentación”, describe Nuño
. Que las aguas de la superficie sean más cálidas implica que absorberán menos oxígeno del aire y por tanto no llegará tanta cantidad a las profundidades.
 Esta desoxigenación alterará el desarrollo de la fauna marina.
El nivel del mar ha subido ocho centímetros de media desde 1992, según la NASA
Las consecuencias de la modificación de la temperatura son graves, a juicio de Aguilar. 
El deshielo de los polos tiene dos efectos: la subida del nivel del mar y la desviación de las corrientes marinas cálidas como la del Golfo, que regula la temperatura en Europa. “Madrid está a la misma altura que Nueva York y no tenemos su frío. ¿Por qué? Porque la corriente del Golfo trae aguas calientes. Si no fuera así, la mayoría del continente estaría bajo los hielos. Si se desvía la corriente y nos deja de llegar su poder calorífico, los impactos serían inimaginables, nos introduciría en una pequeña era glacial”, explica. 
 “Cuanto más caliente sea el agua, más graves, intensos y recurrentes serán todos los fenómenos meteorológicos adversos: huracanes, inundaciones, sequías…”, completa Cristina Narbona, exministra de Medio Ambiente y actual miembro de la Red Española de Desarrollo Sostenible y de la Comisión del Océano Mundial.

Un vertedero acuático

Todo acaba en el océano: plásticos, plomo, mercurio, fertilizantes, aguas residuales…
 Esta contaminación es otro de los males.
 En 2010 se vertieron una media de ocho millones de toneladas de plástico, según un estudio publicado en la revista Science en febrero de este año. Esta cantidad es la misma que resultaría de colocar montones de cinco bolsas de la compra llenas de plástico con una separación de 30 centímetros a lo largo de las costas de todo el planeta.
 El mismo estudio advertía de que al finalizar 2015 se habrían tirado al mar más de nueve millones de toneladas de porquería y que en 2025 la cantidad sería el doble que la de 2010.

Impacto en los humanos

La acidificación del océano y la subida de las temperatura media global no solo perjudica a las especies marinas, sino que también a los humanos. 
A menor población de peces y crustáceos, menor consumo de estas especies, que nos aportan alrededor de un 16,7% de las proteínas de origen animal que ingerimos, según la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO). En España comemos 26,40 kilos por persona y año, según los últimos datos del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino, una media superior a la mundial, del 19,2%. 
Y, sin embargo, la demanda de consumo de pescado es hoy mayor que nunca: 158 millones de toneladas en 2012, según la FAO, mientras que el 75% de los caladeros están sobreexplotados o agotados.
 “La sobreexplotación proviene de la mala gestión que dura décadas.
 Se ha denunciado durante décadas pero se ha dado una desconexión total entre expertos, que aconsejaban reducir la producción, y los políticos.
 No se han respetado los criterios científicos de gestión”, señala Aguilar, quien advierte que, de seguir esta tendencia, en 2050 la mayoría de las reservas llegará a niveles tan bajos que su explotación dejará de ser rentable.
Así, el sector se enfrenta a las capturas ilegales no declaradas y no reglamentadas, a las prácticas perjudiciales como las técnicas de arrastre que destruyen el lecho marino y al despilfarro.
 La solución pasa por crear reservas marinas, prohibir la pesca industrial y favorecer la artesanal y sostenible que respete las vedas.
 Ello conlleva una reducción sustancial del consumo de especies marinas para darles tiempo a que se recuperen. 
“Comemos mucha más proteína animal de la necesaria, debemos consumir menos, teniendo en cuenta lo que podemos obtener con la pesca sostenible y selectiva”, indica Nuño. 
“Hay que convencer a nuestros gobernantes de que no autoricen pescar por encima de las posibilidades biológicas de las especies para contentar a sus ciudadanos”, completa Aguilar.
 Desde su organización, no obstante, sostienen que el descenso de la producción sólo sería necesaria de forma temporal: 
“Si ahora reducimos en Europa la pesca en torno a un 30%, en unos diez años recuperaremos la mayoría de las reservas y podríamos tener el doble de capturas que ahora".
Los expertos proponen reducir la actividad de un sector del que viven 120 millones de personas, el 8% de la población mundial.
 Para Aguilar, son los Estados quienes deberían desarrollar políticas económicas para apoyar a los pescadores durante el tiempo en que no puedan trabajar al mismo ritmo de antes. Narbona coincide en crear en los océanos áreas de regeneración, pero advierte que el uso de los subsidios para la pesca hoy en día son los que permiten que los barcos faenen en mitad del océanos con técnicas destructivas. “Si no hubiera esas ayudas, no les saldría rentable y tendrían que dedicarse a la pesca artesanal, menos dañina”. 
Para ella, hay que destinar estos fondos a promocionar la pesca sostenible.

Morir matando

Gran Barrera de Coral de Australia.
Que el océano está enfermo es un hecho, pero parece tener previsto morir matando. 
Las consecuencias del aumento de la temperatura media global y de la subida del nivel del mar se ven mejor en la superficie terrestre, donde cientos de miles de personas ven amenazada su supervivencia. Ocurre en la excolonia británica de Kiribati, por ejemplo, donde sus 100.000 habitantes saben que el país empezará a desaparecer alrededor de 2030 y ya hoy combaten el creciente embate de las olas colocando sacos de arena en sus puertos y playas.
Son los futuros refugiados climáticos, una figura cuyos derechos no ha reconocido aún las Naciones Unidas pero que representa a unos 1.000 millones de personas que en los próximos 50 años podrían migrar por razones medioambientales, principalmente en los países más empobrecidos, según la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR)
. “Es un fenómeno de tal magnitud que no solo se puede dar una respuesta de ayuda humanitaria, sino que requiere políticas y decisiones más trascendentales para frenar el cambio climático”, apunta Estrella Galán, secretaria general de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado.

 

Tres hombres y medio.............................................................................. Manuel Jabois .

Cuando se pronunció la palabra corrupción, la mirada de Iglesias se deslizó a la izquierda.

Sánchez, Rivera e Iglesias
Sánchez, Rivera e Iglesias momentos antes de empezar el debate. / ULY MARTIN (EL PAÍS)

El rey de la incomparecencia, como el del medio de los Chichos, se ha aparecío en sueños y ha dicho de tu rumba soy el dueño.
 Pero en el último tramo se pronunció la palabra corrupción y la mirada de Pablo Iglesias se deslizó a su izquierda, donde tenía un atril vacío
. Acto seguido se puso a hablarle a la ausencia del padre, como si le invocase para que apareciese en el cielo como Mufasa con la barba grande y blanca, el fútbol en zapatillas, su Piqueras y la sinceridad hamletiana de quien se exige la verdad
: “Pues mira, Pablo, el registro de la sede…”.
Fue un movimiento inteligente porque de este modo Iglesias puso al fantasma sobre la mesa y le dotó de un sentido real cuando más apetecía hablar de él; las ganas de Rajoy en aquel momento superaban lo indecente
. Iglesias lo asoció a la corrupción de un plumazo, con un giro de cuello, el mismo con el que Chiapucci se despedía de un novio en Alpe D'Huez antes de meterle diez minutos.

El gesto tuvo valor en la medida en que el propio Iglesias se había pasado el debate fingiéndose desaparecido.
 Pidió calma y buenos modos a sus rivales, como si el joven tigre de la revolución hubiese terminado su período de domesticación cantándole Señora a la Campos (¿estaba pidiendo la mano de Terelu?) que casi le tira una galleta danesa: 
“Pensé que la caja estaba llena de hilo y bordados, María Teresa, como la de mi abuela”.
 El ceño fruncido de Iglesias ya no aparece cuando el candidato se enfada, como hasta ahora, sino cuando es él mismo.
 Son dos líneas hábilmente dibujadas sobre la frente que a saber si son postizas, y que expresan una emoción contemporánea, modernísima, que aún no tiene nombre porque Podemos está trayendo tantas cosas nuevas a la sociedad que falta diccionario.
Pablo no ha dejado de estar indignado, pero ya puede hacer vida fuera.
 Ese perfil bajo, estratégico, le sacó en el debate de un plano incómodo hasta el final, cuando en medio de su intervención vino a recordar que había estado todo el día tranquilo, que no había interrumpido a nadie, que había pedido calma y tratado de ser un hombre nuevo, pero en cualquier momento podía salir, matar a su psicólogo y regresar con un winchester al grito de “va por ti, mi comandante”.
Pedro Sánchez por momentos pareció un Gulliver del bipartidismo asediado por los pies
. Reaccionó a manotazos, alguno insólito, y en ocasiones encontró cara.
 Sobre todo en Rivera, que la retiró torpemente incapaz de asimilar tanta agresividad:
 Sánchez, como un gigante sin ventaja, se esforzó en golpearlo hasta llevarlo a la derecha, un rincón que el candidato de C's evita pero no puede despreciar
. Le reprochó los copagos, le citó a Garicano y la faena la remató Iglesias, que observaba los cuerpo a cuerpo como un árbitro, cuando corrigió a Sánchez con una frase que hizo reír al propio Rivera
“No creo que sea de derechas, es de lo que haga falta”.
Lo que le hizo falta ayer fue sangre.
 Salió como entró, blanco de cara y de manos, con algún cable por fuera.

 

Cuantas vces yo pensé en volver.............................LA DISTANCIA ROBERTO CARLOS

https://youtu.be/aOmPW8-8LaE


 https://youtu.be/xgZvKYzWOfI




Los lectores de EL PAÍS dan por ganador a Pablo Iglesias.............................................. Reyes Rincón

El 47,01% considera vencedor al candidato de Podemos. Rivera, segundo, con el 28,9% de los votos.


Los internautas consideran que el candidato de Podemos ha liderado este lunes el debate electoral organizado por EL PAÍS, en el que participaron Pablo Iglesias, Pedro Sánchez y Albert Rivera.
 La página web del periódico ha ofrecido a los espectadores la posibilidad de elegir quién ha sido el ganador del debate mediante una encuesta que estuvo abierta desde el inicio de las intervenciones (21.00) hasta hora y media hora después de que concluyera el evento (00.00).
El resultado ha dado por ganador a Iglesias, que ha acaparado el 47,01% de los votos.
El líder de Ciudadanos, con el 28,9%, ha quedado segundo. Solo el 24,09% ha considerado ganador al candidato socialista.
Este sondeo no es una encuesta rigurosamente científica que siga todos los criterios demoscópicos, pero sí un buen termómetro de la impresión de los lectores y espectadores que ayer siguieron el debate.
 El sistema bloqueó las direcciones IP de los usuarios una vez que se había votado, de manera que no se pudiera hacer dos veces.

    Albert Rivera
    28.90%
  • Pedro Sánchez
    24.09%
  • Pablo Iglesias
    47.01%
El líder de Podemos destacó como el más votado desde los primeros minutos.
Cuando apenas había transcurrido media hora desde le inicio del debate, el 48,4% consideraba que Iglesias estaba liderando la contienda.
 Sus dos rivales le seguían a mucha distancia: Rivera, con el 29,8% de los votos y Sánchez, con el 21,7%.
A lo largo del cara a cara y en la hora en la que la encuesta se mantuvo activa una vez finalizado el debate, las posiciones se mantuvieron inamovibles y los candidatos de Ciudadanos y PSOE solo recortaron distancias mínimamente con Iglesias.
 Sánchez redujo su diferencia con Rivera desde los ocho puntos iniciales a los 4,8 puntos que finalmente les separaron.
El resultado final de la encuesta coincide con el tirón que los tres candidatos tienen en Twitter, donde Iglesias, con 1,3 millones de seguidores, se sitúa muy por encima de Rivera (406.000) y Sánchez (210.000).
Me gustó mucho la dialéctica empleada por Pablo Iglesias, y de paso le da fuerza a la cultura.
Esta vez aludió a los 8 apellidos vascos, que a mi no me pareció muy graciosa pero es cierto que se cruzan catalanes con vascos y con gallegos y andaluces. y eso lo entiende todo el mundo.
El habla de Poesía de Neruda, canta la nana de Mercedes Sosa Duerme negrito.
Responde con una canción a una invitación de un programa , vaya que eso nos acerca más a Podemos, Monedero anda siempre en la abundacia de improperios al contincrante, y Pablo no se da por aludido. Me gusta si señor y puede ser un buen Presidente. Formado e informado está y cercano.