Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

30 nov 2015

Palabras tiernas y triángulo amoroso....................................................... Marta Sanz

Margaret Atwood construye en 'Nada se acaba' un relato agudo y nada convencional sobre la identidad en el amor.

Margaret Atwood, el pasado junio en Toronto. / Darren Calabrese (Ap)

Margaret Atwood y Alice Munro son dos escritoras canadienses, tal vez enraizadas en la desgarrada voz de Elizabeth Smart, que modulan su voz para contar historias de mujeres —a veces también de hombres— que se pinchan con los repliegues de la vida cotidiana: muerte y abandono, rutinas y la pasión que se da por supuesta.
En la novela de Atwood nada se acaba, aunque todo se acabe: dinosaurios, seres vivos que se convierten en fósiles, personas y los protagonistas de esta historia de amor triangular datada entre 1976 y 1978.
 El libro está escrito en 1979 y aborda la actualidad de un mundo que hoy se queda viejo: los personajes fuman mientras comen y, aunque los sentimientos que la autora nos transmite llegan con eficacia escalofriante, a veces el lector experimenta el espejismo de estar viendo una película de los setenta.
A través de la descomposición del matrimonio de Elizabeth y Nate se construye un relato sobre la identidad en el amor, la vulnerabilidad de los seres humanos y la necesidad de protección.
 La trama se articula a partir de una relación triangular en la que Lesje, una paleontóloga, es el otro vértice.
 Una voz en tercera persona, que se empapa de los pensamientos de los protagonistas, nos los va mostrando en sus debilidades: Elizabeth es egoísta y no renuncia, su avaricia la daña y todo lo que le rodea parece sacado de la crueldad de los cuentos de hadas —locura, or­fandad, la madrastra y la infancia maltratada, el hecho de ser una princesa, es decir, una wasp—;
Nate, acaso paradigma de aquel “varón domado”, es cobarde, sensible y está acorralado entre esposa y amante, madre e hijas, de las que dice “pronto serán mujeres”;
 Lesje, una personalidad científica, se siente excluida y prescindible… Atwood entreteje las impresiones de los protagonistas con una agudeza que subraya la idea de que nunca nos vemos como nos ven los demás y de que nuestro nivel de conocimiento del otro siempre es limitado.
 La perfecta geometría de las relaciones —cada vértice del triángulo lleva aparejado otro personaje: Chris, el fantasma; la intensa y vital Martha; el aburridísimo William—, así como la búsqueda de una identidad difícil, se corresponden con la claustrofobia social de un Canadá quintaesenciado en sus contradicciones: la multiculturalidad frente al nacionalismo quebequés y la xenofobia, el papel represivo de las religiones —cuáqueros, unitarios, judíos, protestantes…— , la prevalencia del blanco rico (“… en eso consiste ser de clase alta wasp: en que no hace falta saberlo”, se dice a propósito de Elizabeth) y la presencia del indio y del mestizo, figuras damnificadas, en las que se basa el amor que una vez sintieron Chris y Elizabeth, quien empieza a perder interés cuando la desigualdad de clase y raza, como elementos del imaginario romántico, se atenúan…
Como los grandes escritores —como las enormes escritoras—, Atwood le da la vuelta al calcetín de las frases hechas y se enfrenta al concepto de “protección” desde un ángulo poco convencional: no es un valor positivo en sí mismo, sino que la protección de unos puede dañar a otros.
 Darle la vuelta a las palabras más tiernas del diccionario es lo que hacen los mejores escritores —las grandes escritoras—.
 Como Stephan Zweig en La piedad peligrosa.
  En Nada se acaba el afán de proteger deriva en lucha. Subyace el dolor.
 Atwood también plantea la protección desde una perspectiva de género matizada que enfrenta las violaciones domésticas con la conmovedora debilidad de Nate.
Se llega a poner en tela de juicio la opción de ser civilizados en las relaciones afectivas y, en ese punto, me acuerdo de uno de los libros fundacionales de la literatura occidental en materia erótica, Las amistades peligrosas: a veces Lesje parece una presidenta Tourvel y Elizabeth una marquesa de Merteuil.
 A Nate nunca podemos representárnoslo como un Valmont.
Los personajes son lo que hacen. Ser es existir y la existencia es hacer. Nada se acaba, aunque todo se acabe, y solo queden los fósiles, los restos que debemos reconstruir.
 La sobreactuación solidaria de la madre de Nate es un procedimiento para escamotear su deseo de morir.
 Puede que ni el amor ni sus frutos nos libren de la muerte
. El espíritu autodestructivo que recorre el relato —evidente en el carácter espurio de ciertas procreaciones y en la pulsión suicida que ronda a la mayoría de los personajes— nos coloca sobre la clave existencialista de esta novela y nos permite disfrutar de otro de los puntos fuertes de esta peculiarísima escritora: un sentido del humor que exhibe en el carnavalesco suicidio de Martha, quien espeta al sanitario: “¿Quiere verme andar en línea recta?”.
 La preocupación básica de Atwood es la conciencia del lenguaje unida a la conciencia del cuerpo. Lesje es paleontóloga. Margaret Atwood también habla de huesos
. De nuestra médula. De la raíz y del campo en que está sembrada.
Nada se acaba. Margaret Atwood. Traducción de Miguel Temprano García. Lumen. Barcelona, 2015. 408 páginas. 21,90 euros.

 

Calatrava, entre los más ricos afincados en Suiza.............................Rodrigo Carrizo Couto

La revista suiza 'Bilanz' presenta su lista de los 300 más ricos del país, que encabezan los dueños de Ikea y en la que entra Paulo Coelho.

 

El arquitecto Santiago Calatrava. / SAMUEL SÁNCHEZ

Como cada año, la revista económica suiza Bilanz presenta su lista de los 300 más ricos del país.
 Una publicación muy popular en el país alpino, que suele marcar el inicio de la temporada navideña y en la que aparecen nombres famosos como Alain Delon, Phil Collins, lord Norman Foster, Roger Federer, Tina Turner o Frida componente de ABBA
. Pero este año, entre los recién llegados a la lista de ricos y poderosos, encontramos al popular escritor Paulo Coelho.
 De hecho, el autor de El Alquimista es residente en Ginebra, donde incluso existen planes para construir un museo en su honor
. El brasileño se incorpora a este muy exclusivo club con una fortuna estimada entre los 370 y 415 millones de euros.
Aunque Coelho no es el único famoso de la clasificación de Bilanz.
  Entre los latinos conocidos se halla el arquitecto estrella Santiago Calatrava, con una fortuna personal estimada en 140 millones de euros.
 También figura en la clasificación Marina Picasso, la nieta del genio malagueño, que ocupa un puesto notable con una fortuna cercana a los 1.800 millones de euros.
Entre las nuevas incorporaciones está igualmente el piloto alemán Sebastian Vettel, con 200 millones.
 Andrea Agnelli, heredero del imperio FIAT y presidente de la Juventus se suma al selecto club con 1.400 millones
. El brasileño Jorge Paulo Lemann, inversor en productoras de cerveza, figura con 2.400 millones, mientras que el navegante campeón de la Copa América e inversor suizo,el italiano Ernesto Bertarelli se mantiene estable con 1.200.
El escritor Paulo Coelho. / REUTERS
En lo más alto de la lista triunfa un año más la familia Kamprad, propietaria de la firma sueca de muebles Ikea, con 4.200 millones de euros
. De hecho, el patrimonio combinado de estos 300 ricos da vértigo, ya que asciende 55.000 millones de euros, de ellos 132 superan los 1.000 millones de euros.
Pero no todo es fiesta en la Suiza de los súper ricos
. La revista refleja que varios de ellos han perdido sumas colosales debido a “mercados de acciones a la baja, una coyuntura global dudosa y la caída del precio de las materias primas”.

Los candidatos presidenciales de PSOE, Podemos y Ciudadanos participan este lunes en el primer debate en Internet de la democracia española.

 

Pedro Sánchez (PSOE), Albert Rivera (Ciudadanos) y Pablo Iglesias (Podemos) están ya en el estudio de televisión desde el que la web de EL PAÍS retransmite desde las 21.00 el primer debate presidencial de las elecciones generales del 20 de diciembre. Mariano Rajoy (Partido Popular) rechazó la invitación para asistir al evento. 
Su atril en el plató ha quedado vacío.
 El debate se ha dividido en cinco bloques: la amenaza yihadista, economía y empleo, política social y Estado de bienestar, política territorial y reformas y regeneración política.
 Sigue con nosotros la retransmisión y la narración en directo.

Los bancos de alimentos incrementan un 5% la recogida previa a la Navidad

La iniciativa recaba 22 millones de kilos en su tercera edición

 


Inauguración de la campaña de recogida de alimentos en Madrid. / J. J. Guillén (EFE)

La gran recogida de los bancos de alimentos previa a las Navidades ha crecido durante el pasado fin de semana un 5% más que en 2014, hasta alcanzar los 22 millones de kilos
. Miles de personas llevaron los alimentos hasta los 10.100 puntos de distribución de esta ONG en 55 ciudades, para llenar las despensas más desabastecidas.
El año pasado, esta iniciativa previa a las Navidades, supuso el 18% de lo recogido durante todo 2014. Gracias a esta campaña que organiza la federación española de bancos de alimentos, las familias más necesitadas disponen de alimentos durante dos meses.
En la recogida han participado empresas, tiendas y sectores de las cadenas de distribución alimentaria, familias que llevaron sus bolsas y carros llenos, recogidas por “todo un ejército pacífico” de miles de voluntarios, según la organización. Banco de Alimentos asegura que por cada euro que se gasta “se devuelven 39 euros a la población necesitada”.

Este año la organización reclamó alimentos “más nutritivos y por lo tanto más caros”, pese a lo que la recogida ha crecido ese 5%. La ONG resalta que a pesar de que otros países del entorno como Francia, Italia o Portugal realizan colectas anuales similares, las cifras son mucho menores.
“Los españoles no dan lo que les sobra, dan lo que le hace falta al otro demostrando que la generosidad es más que un sentimiento, es una determinación por empeñarse en el bien común”, el presidente la organización, Nicolás Palacios.
La ONG estima que existe un déficit de productos para repartir entre las personas desfavorecidas, y para ello ha instaurado “esta campaña de recogida anual que recarga los almacenes”.
 El objetivo de Banco de Alimentos es recobrar la cifra de los 100 kilos por persona y año, distribuidos antes de la crisis.
Una vez alcanzado este objetivo, el siguiente será alcanzar los 115 kilos/persona/año que recomienda la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación) para que una persona se alimente de manera apropiada.