Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

14 nov 2015

En guerra.................................................. José Ignacio Torreblanca

Si Francia se declara en guerra es porque ha sido atacada y, lo peor, porque espera más ataques, tanto dentro como fuera de su territorio.

Una multitud deposita flores y velas en homenaje a las víctiams de lso atentados de París en la puerta de Brandenburgo en Berlín. / HANNIBAL HANSCHKE (REUTERS)
Entender la respuesta francesa a los ataques del viernes y construir una estrategia articulada y, sobre todo, eficaz, al desafío que plantean requiere dejar atrás dos debates o, casi mejor, tentaciones.
El primero es el debate relacionado con el papel del islam en nuestras sociedades.
 En él se mezclan sin mucho orden ni concierto prejuicios y clichés sobre la compatibilidad o incompatibilidad del islam con la democracia, la integración de los musulmanes, el papel de la religión en los espacios públicos, la identidad, el multiculturalismo y, ahora también, la necesidad de controlar los flujos de inmigración, asilo y refugio provenientes tanto del África subsahariana como de Oriente Próximo
. Pero ese debate, que suele acabar enfrentando los partidarios de hablar de las “causas últimas del terrorismo” con los partidarios de establecer un cordón sanitario al islam tanto dentro como fuera de nuestras sociedades, resulta baldío a la hora de luchar contra el terrorismo.
El segundo falso debate es el relacionado con la definición del problema, y por tanto de su eventual respuesta, en términos bélicos
. Ahí nos encontramos con los que intentan establecer una divisoria estricta (jurídica, política e incluso moral) entre las respuestas que involucran el uso de la fuerza militar y las que involucran el recurso a instrumentos propios del Estado de derecho como los tribunales, las fuerzas de policía y los servicios de inteligencia.
Pero establecer un cortafuegos entre ambos tipos de respuesta también resulta estéril pues en el mundo en el que vivimos, y especialmente cuando enfrentamos una amenaza tan brutal como la que representan Al Qaeda y el Estado Islámico, las democracias tienen todo el derecho, y toda la legitimidad, para emplear a fondo todo el rango de instrumentos de los que disponen, incluida la fuerza militar, para luchar contra el terrorismo.
En enero desde este año, después de los atentados contra la revista Charlie Hebdo, el presidente Hollande se declaró en guerra contra el terrorismo yihadista.
 Y hace unas semanas, el primer ministro francés, Manuel Valls, justificó los bombardeos contra el Estado Islámico en Siria arguyendo el derecho de Francia, de acuerdo con el derecho internacional, a la legítima defensa.
 Ahora, tras los ataques del pasado viernes, Hollande ha convocado al Consejo de Defensa, haciendo así nuevamente presente el componente militar en la respuesta francesa al terrorismo.
Aunque desde España, con una cultura estratégica bien distinta, cueste a veces entenderlo, la posición francesa es clara, consistente y legítima.
Si Francia se declara en guerra es porque ha sido atacada y, lo peor, porque espera más ataques, tanto dentro como fuera de su territorio.
 España como país socio, amigo y vecino, debería pedir la activación de la cláusula de solidaridad prevista en artículo 222 del Tratado de Funcionamiento de la UE, que prevé la movilización de todos los medios disponibles, incluidos los militares, en caso de ataque terrorista.
@jitorreblanca

 

No al terror

Todo el mundo se viste con los colores de Francia


Puerta de Brandenburgo (Berlín)

Un grupo de manifestantes ante la Puerta de Brandenburgo en Berlín (Alemania), en la que se reflejan los colores de la bandera francesa. 

Puerta de Brandenburgo (Berlín)

Un grupo de manifestantes ante la Puerta de Brandenburgo en Berlín (Alemania), en la que se reflejan los colores de la bandera francesa


Ópera de Sidney

Una pareja se cubre de la lluvia en Sidney (Australia). Al fondo, la Ópera de Sidney alumbrada con los colores nacionales de Francia, en solidaridad con los atentados que han costado la vida a 127 personas en París.
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TodossomosParís



Velas y lazos negros en Tiblisi, Georgia. 



'Yo soy París' en un cartel electrónico de Milán, Italia. 



Una mujer llora durante la vigilia por las víctimas de los atentados de París, en Sidney (Australia). 





Ofrenda floral en a la Embajada de Francia en Kiev (Ucrania).

Un cartel con el lema "Yo soy París" en la Embajada de Francia en Atenas (Grecia). 



Unas jóvenes rusas llevan flores a la Embajada de Francia en Moscú (Rusia).



Un joven deja flores en homenaje a las víctimas de los ataques de París en la Embajada de Francia en Londres (Reino Unido).




La población de Hong Kong sale a la calle para homenajear a las víctimas de los ataques de París.



Un padre con su hija deja un ramo de flores en el consulado de Francia, en Madrid.


Una mujer en silla de ruedas deja flores en la plaza Farnesio, lugar donde se encuentra la Embajada de Francia en Roma (Italia). 




Una madre con su hijo encienden una vela en homenaje a las víctimas de los ataques de París en la embajada francesa en Seúl (Corea del Sur).



Homenaje a las víctimas en el exterior de la Embajada de Francia en Varsovia (Polonia). 

 

Dibujos en homenaje a las víctimas del atentado de París en el Consulado de Francia en Milán (Italia). 



Una mujer lleva flores a la Embajada de Francia en Berlín (Alemania).



Un artista de India homenajea a las víctimas de los ataques de París con una escultura de arena en Odisha, en la costa de India. 



Ofrendas en la embajada Francesa de Copenhague. 



Homenaje a las víctimas durante la manifestación de guardias civiles en Madrid.