Google homenajea con un doodle a la primera mujer que se desnudó en la gran pantalla.
La actriz austríaco-norteamericana Hedy Lamarr,
protagonista del primer desnudo del cine mundial y que ayer hubiera
cumplido 100 años, fue también una pionera de la ciencia y la tecnología
y ahora se la reconoce como una de las inventoras de la conexión
inalámbrica, la base del Bluetooth y el Wi-Fi.
Los que la conocieron señalan que Lamarr fue una superdotada, que
comenzó a estudiar ingeniera a los 16 años en su Viena natal, pero
abandonó los estudios tres más tarde para dedicarse a la actuación,
donde en 1937 protagonizó Extasis, la producción Checa donde ella
aparece desnuda al lado de un lago y luego corriendo por la pradera del
país centroeuropeo.
El cine mundial tiene a esas escenas como el primer desnudo femenino del
séptimo arte, pero en 1949 Lamarr agregaría otro acto pionero en el
biógrafo, cuando fue la primera actriz en cortarle la cabellera al
forzudo bíblico Samsón, protagonizado por el "metrosexual" de la época,
Victor Mature.
Antes, en pleno desarrollo de la II Guerra Mundial, Lamarr y su amigo
compositor -también genio tecnológico-, George Antheil, habían
descubierto cómo interferir en el código de los torpedos teledirigidos,
muy usados y con mucho éxito por los submarinos nazi-alemanes en las
batallas navales.
Esta interferencia en el código de un arma letal no fue usada por parte
de los aliados en la II Guerra Mundial. Pero en 1950, la patente fue
reivindicada y aplicada por las empresas privadas en los Estados Unidos,
y es la base de la comunicación inalámbrica.
El método Lamarr está hoy en uso en la telefonía celular y en los
dispositivos Bluetooth y Wi-Fi. La actriz e inventora falleció en 2000, a
la edad de 86, pero dos años antes la Electronic Frontier Foundation le
entregó un premio por su contribución a la comunicación inalámbrica.
El amor por la ciencia y la tecnología le venía por su condición de
ingeniera, título que alcanzó mientras estuvo casada con el fabricante
de armas Friedrich Mandl, que la obligaba a participar en los
conciliábulos armamentísicos con otro empresarios europeos.
Cansada de los celos y la posesividad del fabricante de armas pronazi,
Lamarr huyó de su lado hacia Londres pocos años antes de la
conflagración mundial, ciudad donde conoció a Louis B. Mayer, dueño de
la Metro Goldwyn Mayer, con quien trabó amistad de inmediato.
Cuando Mayer viajó a Hollywood en barco, Lamarr lo acompañó y mantuvo la
relación con él durante el resto de su carrera cinematográfica en los
EE.UU. Fue el "fabricante de estrellas" quien bautizó a Hedwig Eva Maria
Kiesler como Hedy Lamarr, la actriz del primer desnudo del cine y la
inspiradora tecnológica del Wi-Fi.
Si un guionista hubiese imaginado una vida como la suya, nadie hubiese creído en un personaje como el de Hedy Lamarr (Viena, 9 de noviembre del 1914). La actriz a la que Google dedica hoy su doodle, coincidiendo con el 101 aniversario de su nacimiento, fue la primera en desnudarse en la historia del cine y la primera en interpretar un orgasmo en la gran pantalla. Pero hoy además el buscador de Internet le recuerda por haber desarrrollado la teoría del espectro ensanchado, el precursor del wifi.
La vienesa hizo historia con 16 años al aparecer desnuda en Éxtasis, de Gustav Machaty. Inició así una carrera que le convirtió en «la mujer más bella de la historia del cine», como se le conoció en sus años de esplendor. Pero, tras los rodajes, la estrella de Hollywood dedicaba las noches a desarrollar un sistema de salto de frecuencias de comunicación, precursor del actual WiFi.
Un día Lamarr conoció al compositor y pianista George Antheil, un pionero de la música mecanizada y la sincronización automática de instrumentos. Juntos pensaron en aplicar el principio de la pianola a los torpedos dirigidos por radio; es decir, emplear rollos de papel perforado para que la frecuencia de la comunicación fuera saltando entre 88 valores distintos (el número de teclas del piano) según una secuencia que solo podrían conocer quienes poseyeran una clave. Eso impediría que el sistema fuera interceptado. La patente se publicó el 11 de agosto de 1942 con el número 2.292.387, bajo el título Sistema de comunicación secreta.
Sin embargo, el sistema de Antheil y Lamarr no fue explotado de inmediato. Para Stephen Michael Shearer, biógrafo de la actriz y autor de Beautiful: The Life of Hedy Lamarr esto se debió a dos razones: “Primero y más importante, el gobierno no entendió o no conceptualizó entonces la comunicación inalámbrica”. Pero según el autor, el segundo motivo obedecía al perfil inusual de la inventora. “Posiblemente el invento fue aparcado porque se consideraba a Lamarr la chica más guapa del mundo y debemos tener en cuenta que en esa época nadie tomaba en serio a una mujer bella en cuestiones intelectuales”.
Sin embargo, la invención de Antheil y Lamarr sería aprovechada a partir de los años 60, cuando la patente se utilizó para desarrollar comunicaciones militares inalámbricas para misiles guiados. Su labor como inventora no fue reconocida hasta después de su muerte, en el año 2000. Desde 2005 su cumpleaños, el 9 de noviembre, está señalado como el Día del Inventor en los países de habla germana (Austria, Suiza y Alemania) y en mayo de 2014, Lamarr y Antheil fueron incorporados al Inventors Hall of Fame de EE UU.