Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

4 nov 2015

Lo que tienen en común todos los hombres de Isabel Preysler

  • Los hombres de Isabel Preysler, excepto Julio Iglesias, tienen bastantes cosas en común

  • Falcó y Vargas Llosa son aristócratas. Ella nunca se ha enamorado de sus fortunas

  • Boyer y el premio Nobel provienen de familias de clases medias

  • A Isabel Preysler le atraen los hombres con cultura literaria y talante liberal 

  • Este miércoles se ha publicado la estrecha amistad de Preyler con Mario Vargas Llosa

  • Los hombres de Isabel Preysler, excepto Julio Iglesias, tienen bastantes cosas en común

  • Falcó y Vargas Llosa son aristócratas. Ella nunca se ha enamorado de sus fortunas

  • Boyer y el premio Nobel provienen de familias de clases medias

  • A Isabel Preysler le atraen los hombres con cultura literaria y talante liberal

Di izquierda a derecha: Isabel Preysler, Carlos Falcó, Miguel Boyer y...
  • Los hombres que han pasado (o aún están) en la vida de Isabel Preysler (64), con la excepción de Julio Iglesias, tienen bastantes cosas en común. 
     Carlos Falcó es aristócrata de antiguo linaje y marqués de Griñón. Como Mario Vargas Llosa, que es marqués del mismo nombre, un título reciente concedido por el Rey Don Juan Carlos que le hace noble y que en un futuro tan romántico como improbable, convertiría de nuevo a Isabel en marquesa,aunque a ella los títulos nobiliarios nunca le importaron demasiado.
    Con la excepción, otra vez, de Julio Iglesias, Isabel nunca se ha enamorado de la fortuna de sus parejas. El marqués de Griñón era rico en tierras y pedigrí, pero sin fortuna.
    Miguel Boyer y su amigo de los últimos 20 años, Mario Vargas Llosa, también han tenido en común su vocación política
    Miguel Boyer, de familia de clase media, con más estudios que patrimonio, nunca fue un hombre de negocios. Como ministro, cuando enamoró a Isabel, tenía un sueldo mucho menor que los que mereció después como consejero de algunas grandes empresas. Miguel falleció sin fortuna.
    Mario Vargas Llosa, de 79 años, dos menos que los que cumpliría Miguel Boyer, procede de una familia peruana también de clase media y sin relaciones con la oligarquía limeña. Salió adelante con mucho esfuerzo, como Boyer, compaginando estudios universitarios de Literatura y Derecho con sus primeros pasos como periodista.
    Desde entonces vive de sus libros, del prestigio de ganar un premio Nobel, de sus conferencias, pero no de sus operaciones financieras.
    Miguel Boyer y su amigo de los últimos 20 años, Mario Vargas Llosa, también han tenido en común su vocación política. Boyer, como socialdemócrata convencido y militante, lo que le llevó a formar parte del primer Gobierno de Felipe González, aunque en los últimos años, apostató de su militancia socialista y llegó a ser consejero de FAES, la fundación que presidía Aznar.
     Es el Boyer liberal, como Mario Vargas Llosa, candidato por Cambio democrático a la presidencia de Perú en 1990, en feroz oposición a su rival Fujimori, al que ganó en la primera vuelta, pero finalmente fue derrotado en la segunda convocatoria.
    Boyer formó parte del primer Gobierno de Felipe González. Mario Vargas Llosa fue candidato por Cambio democrático a presidir Perú en 1990
    El perfil de Vargas Llosa es el de un hombre tolerante y cosmopolita, intelectual brillante, ameno, con sentido del humor, de cultura humanista, políticamente de centro derecha, aunque partidario de la legalización de la droga para acabar con los cárteles y muy crítico con las dictaduras de Cuba y Venezuela.
    Miguel Boyer, lector empedernido, especialista en economía y física, las carreras que estudió en la universidad, fue asimismo un enamorado de la historia y del arte y un especialista en el Egipto antiguo.
    A Isabel Preysler le atraen los hombres con cultura literaria, hombres de mundo y talante liberal.

     

     

La herencia libertaria del maldito Pasolini............................................................ Fran Serrato

El espíritu del maestro pervive en muchos artistas italianos, que reclaman en sus obras girar la mirada hacia un mundo que no vende, pero que existe.


Pasolini sujeta la cámara durante la grabación de una de sus películas.

Pasolini tenía la particularidad de mirar hacia donde no debía
. En la Roma de los años 50 crecían las barracas y la miseria y el intelectual centró su mirada en los más desfavorecidos.
 Su obra muestra la realidad de los desposeídos.
No solo desnudó a sus personajes, Pasolini también destapó las desigualdades de su época.
 El compromiso con su tiempo y la lucha con el statu quo le llevaron a estar permanentemente en el centro de la polémica.
 Uno de sus leivmotiv fue hacer lo que le apetecía sin atender a los dictados de una sociedad consumista que él criticaba.
Cuarenta años después de su muerte, un buen puñado de artistas italianos han heredado ese perfil combativo y sin amarras, aunque no cultiven los mismos temas o sus estilos se alejen de los del maestro maldito.

"La lección de Pasolini es más de método que de mérito. Nos dijo que miráramos su libertad, pero que no le siguiéramos, que hiciéramos lo que quisiéramos
. Esa es su grandeza", sostiene Giordano Meacci, crítico de cine. Meacci acaba de publicar un libro sobre el periodo menos conocido del artista, su época como docente en Ciampino (1951-1954), muy cerca de Roma.
 "Dejó esa actividad para dedicarse a la escritura. Realmente, Pasolini fue un poeta y ese sentido lírico lo llevó al resto de artes".
 En opinión de Meacci, los experimentos poéticos que inició Pasolini cambian de tiempo y de género, pero el gesto artístico, su herencia, se reconoce en otros directores y guionistas, como Francesca Serrafini y Claudio Caligari, autores (junto al propio Meacci) del guión de Non essere cattivo (No seas malo), la película que la academia italiana ha elegido este año para competir por el Oscar a la mejor película de habla no inglesa en 2016.
Francesca Serafini, Giordano Meacci y Claudio Caligari en una reunión de amigos.
La cinta narra la historia de dos amigos que buscan una vida normal, tras crecer en un barrio degradado de Ostia, cerca de Roma, donde la droga, la bebida y las peleas eran elementos habituales. "En la obra hay guiños visibles a Pasolini.
Por ejemplo, usamos el nombre del protagonista de Accattone, Vittorio.
 Pero hay otros gestos más profundos: utilizamos la libertad creativa que él nos legó, centramos la mirada en un mundo que pasa desapercibido y no tenemos miedo a experimentar, como él", asegura Meacci. Hay un paralelismo más.
Pasolini, que ofreció una entrevista días antes de su asesinato, intuía que iba a morir pronto.
 Lo mismo que Caligari. El director finalizó la película en mayo y pocos días después murió, a los 67 años.
 "Hizo un esfuerzo titánico", reconoce Meacci, que señala a Vincenzo Cerami, desaparecido en 2013, como otro de los herederos de Pasolini.
"Cerami escribió 40 guiones, entre ellos el de La vida es bella junto a Roberto Benigni. Dibujó el dolor y la tragedia de la pequeña burguesía con una lengua nueva, pero heredera del concepto de compromiso y libertad que legó Pasolini y que ya es inherente a todos los cineastas y los escritores italianos posteriores", subraya Meacci.
 Entre los escritores que mejor representan esa descripción, el crítico cita a Sandro Veronesi y a Matteo Nucci.
Veronesi es un autor florentino que, a sus 46 años, ha escrito 14 libros, entre los que destaca Caos Calmo, premio Strega en 2006, el máximo galardón literario que se concede en Italia.
 Luego, el mediático Nanni Moretti llevó la historia a la gran pantalla.
Matteo Nucci fotografiado en Roma.
Matteo Nucci (Roma, 1970) fue finalista del Strega en 2010 con la novela Sono comuni le cose degli amici (Son comunes las cosas de los amigos), que cuenta la historia de un joven que pierde a su padre.
 En la obra retrata a la burguesía que tanto odiaba Pasolini y a una serie de personajes que tratan de emanciparse de ella.
 Su obra más pasoliniana, sin embargo está por llegar. Nucci no desvela el título que llevará, pero sí adelanta que, como su maestro, se centrará en la periferia de Roma y en personajes que dialogan sobre sus inquietudes.
"Pasolini pensaba que todo era política.
 La política como sinónimo de cotidianidad, porque polis significa pueblo y es ahí donde todos vivimos.
 Por eso creo que todos somos herederos de Pasolini o, al menos, estamos condicionados por su obra de alguna manera", reconoce Nucci.
En una novela anterior, Le lacrime degli eroi (Las lágrimas de los héroes), este periodista especializado en Grecia habla del sufrimiento de los héroes, de algo que ya escribió Homero hace 3.000 años.
 "Nuestra sociedad nos dice que un hombre no puede llorar, pero un hombre tiene sentimientos, tiene derecho a llorar y a mostrar su fragilidad.
Así lo entendía Pasolini, que creía que no había que ocultar los instintos primarios", recalca.
Cubierta del libro de Matteo Nucci sobre la tauromaquia.
Nucci sigue al pie de la letra el consejo de escandalizar que ofreció Pasolini, pues "solo escandalizando se construye una conciencia".
La que persigue este romano es que no desaparezca la tauromaquia, a la que considera una riqueza para toda Europa, a pesar de la polémica que levanta en España. De Pasolini aprendió a no realizar un producto por el simple hecho de ser consumido, a tener la libertad de hacer lo que le apetece, por eso uno de sus tres libros, Il toro non sbaglia mai (El toro nunca se equivoca), está dedicado al mundo de los toros. Roma, su ciudad, organizó el último festejo con estos animales en 1924. Ahora está prohibido.
En Italia tampoco se permite el matrimonio entre personas del mismo sexo.
 La homosexualidad no está bien vista en una sociedad muy clasista.
 Mucho menos la transexualidad. Pero a Sebastiano Riso, un siciliano de 33 años, no le tembló el pulso cuando se aventuró a contar la historia de Davide Cordova, el mítico drag queen Fuxia, símbolo de Muccassassina, el histórico local gay de Roma. Cordova, de Catania como Riso, se fugó de casa a los 14 años para irse a vivir a Villa Bellini, un parque de la ciudad.
Allí se esconde un mundo de marginados que el joven Riso muestra en Piú buio di mezzanotte (Más oscuro que la medianoche). Con este filme, Riso consiguió ser finalista en Cannes al premio de mejor director novel.
La obra fue inicialmente censurada en Italia (como la de Pasolini) a pesar de que "no contiene desnudos ni escenas de sexo", según su director.
"El problema era la temática, porque estos asuntos en Italia aún son tabú. Estamos en un país profundamente homófobo", se sincera Riso
. Pero la película se estrenó y ha traspasado fronteras.
 Además de algunos premios internacionales, el filme ha valido para que Riso sea considerado el heredero natural del autor de Saló o los 120 días de Sodoma.
 El director Bernardo Berloluci llegó a evaluar la cinta como uno de los productos más valientes de los que se han hecho en la última década.
"Grabé la historia porque era un modo de hablar de libertad", reconoce Riso.
 Tenía el apoyo de grandes productores y podría haber hecho la película que quisiera, pero decidió hacer un relato poco comercial que demostrara un mundo que no por oculto, deja de existir. Este joven realizador destaca el concepto de libertad que dejó Pasolini como una tradición de valentía creadora, de la que él mismo es heredero.
 En su caso, reconoce que "no importa que en el camino hayamos recibido amenazas, ha merecido la pena rodar.
 Lo que menos me duele es que me digan que la mía es una película de maricones".

 

Tarantino sobre la policía: “Intentan callarme e intimidarme”

El director ha asegurado que el sindicato de policías con el boicot a su película trata de restar importancia al problema de la brutalidad policial.

Quentin Tarantino en la manifestación contra la brutalidad policial en Nueva York. / AFP (EDUARDO MUNOZ ALVAREZ)

La polémica entre el director Quentin Tarantino y los sindicatos de policías continúa.
 Y es que después de que la policía llamara a boicotear la nueva película del cineasta como respuesta a la participación del director en una manifestación en Nueva York contra la brutalidad policial, el creador de Pulp Fiction, ha decidido aclarar el asunto
. En una entrevista a Los Angeles Times ha afirmado que no se siente “intimidado por los sindicatos de policías”.

Desde que el 24 de octubre Tarantino manifestara para recordar a las víctimas recientes de hechos violentos atribuidos a la policía estadounidense, los agentes denunciaron que el director los llamó “asesinos”.
 Sin embargo, durante la entrevista el cineasta afirmó que lo que está haciendo la policía es “obvio". "En lugar de analizar el problema de la brutalidad policial que existe en este país, [Estados Unidos], es mejor atacarme.
 Su mensaje es claro: callarme, desacreditarme, intimidarme”.
 Y añadió: "Yo no me siento intimidado", señaló. "Es mezquino decir que odio los policías. Es una difamación". Tarantino, ganador de dos Oscar por Pulp Fiction y Django Desencadenado, es una de las celebridades que más ha denunciado las sonadas muertes de ciudadanos negros en actuaciones policiales
. El cineasta también participó el mes pasado en Nueva York en la lectura del nombre de las 250 personas abatidas en los últimos 20 años.
El boicot ha sido convocado por los sindicatos policiales de Nueva York, Los Ángeles, Chicago, Filadelfia y Nueva Jersey, y apunta principalmente a The Hateful Eight, la última cinta de Tarantino que se estrena el día de Navidad.
 "No es una sorpresa que alguien que se gana la vida glorificando el crimen y la violencia además odie a los policías", dijo la semana pasada Patrick Lynch, presidente del sindicato Patrolmen's Benevolent Association.
Hace tan solo un par de días, el actor Jamie Foxx salió a la defensa del director. "Continúa diciendo la verdad y no hagas caso a ninguno de los que te odian", dijo el domingo pasado el intérprete durante la entrega de los Hollywood Film Awards.

 

Salvar al plátano de Canarias..................................................................... J. M. Mulet

Canarias era desde siempre el proveedor de la Península, hasta que en los años noventa entró con fuerza el banano de Latinoamérica.

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Ana Domínguez

El plátano es generador de empleo en Canarias y una de las principales fuentes de potasio de nuestra dieta, por eso los tenistas suelen ingerirlo en los descansos de los partidos largos, ya que los calambres se producen por falta de este elemento.
 En nuestro imaginario tenemos establecido que el plátano más bueno, el de Canarias, es el de las manchas negras, carne amarilla y sabor dulce inconfundible…, y eso se lo debemos a una inteligente campaña de publicidad, porque el plátano de Canarias estuvo a punto de desaparecer.
Canarias era desde siempre el principal proveedor de plátanos de la Península, hasta que en los años noventa entra con fuerza el banano de Latinoamérica, grande, de color blanco y piel inmaculada
. De repente, la gente deja de consumir plátano canario y se vuelca con la novedad, que era muy bonita y sin manchas.
Cunde el pánico en el sector. Primera solución: vamos a hacer los plátanos como nuestros competidores
. Muchos cultivadores arrancan sus plantas y las sustituyen por otras importadas de Costa Rica.
La solución fracasa. Seguían teniendo manchas. El problema es que en los otros países solo dedican a la exportación menos del 30% de los plátanos; el resto, que están igual de manchados que los canarios, los tiran
. Si aun así consiguen un precio competitivo es debido a las penosas condiciones laborales de los recolectores de fruta.
 Está claro que en Canarias el cultivo nunca sería rentable tirando el 70% de la cosecha.
Una decisión fundamental fue crear una marca que englobó a todos
Bueno, pues cambiamos la estrategia.
Y aquí es cuando se toman dos decisiones fundamentales. Primera: vamos a hacer una marca que englobe a todos, Plátano de Canarias.
 Segunda: hagamos del defecto virtud, centremos la campaña en que lo bueno es que tenga manchas y que la gente lo asocie con mayor calidad. ¿Se acuerdan del anuncio del niño pintando un plátano y llenándolo de manchas?
Solo hacía falta una cara famosa
. En aquella época, un cocinero estaba reventando los índices de audiencia
. Pues a por él. Hicieron falta tres viajes para que los recibiera.
 Le comentaron la campaña, el interés. Su respuesta fue: “Si queréis que lo haga, o esto, o nada”, y la cantidad sobrepasaba con creces el presupuesto.
 La contestación fue: “Pues nada”.
 Esto encendió la testosterona del afamado cocinero y dijo: “¿Ah, sí? Pues mira, la haré por nada”.
 Y nunca cobró por hacer la campaña, esa que consiguió que todos asociáramos los plátanos pequeños y con manchas con mejor calidad y sabor, y gracias a eso continúan en el supermercado, el sector se salvó y sigue dando trabajo y plátanos de calidad
. Por cierto, las manchas no tienen ningún efecto sobre el sabor, lo más decisivo es que, a diferencia del importado, el plátano pasa más tiempo en la planta y acumula más azúcares y color
. Veremos si algún día hacemos algo igual para la naranja de Valencia antes de que todos siembren caquis.
elpaissemanal@elpais.com