Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

31 oct 2015

Ser chica Almodóvar................................................................ Elvira Lindo

"Las calles se llenaron de jóvenes que emulaban con su vida esos personajes que tan intensamente experimentaban el amor, el desamor, el desamparo"

Assumpta Serna, Penélope Cruz y Carmen Maura.

Lo que en los años ochenta, década que quedó solemnemente inaugurada con el estreno de la película Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, vino a significar ser una chica Almodóvar no es algo que pueda explicarse en un artículo, más bien merecería un ensayo que podría escribir en primera persona cualquiera de aquellas jóvenes que, de pronto, vieron en las mujeres almodovarianas un ejemplo a seguir.
La palabra “ejemplo” es, sin duda, chocante porque si por algo nos seducían los personajes que encarnaban las actrices de Pedro Almodóvar era por representar el antiejemplo de la buena chica. Cada una de ellas ajustaba su credo a las necesidades más perentorias y justificaba sus actos, cualesquiera que fuesen, desde amar al hombre que la rapta a matar al marido, por obedecer las reglas de la pasión y no de la sensatez.
Las chicas Almodóvar no eran sensatas, su hábitat natural era el urbano; la calle y los bares, su hogar. Habían dejado atrás la estética progre para abrazar un estilo punky, pop o retro, todo menos quedarse ancladas en el uniforme de la chica concienciada de los años setenta.
Las chicas Almodóvar llenaron de colores el cine español.
 Ellas no eran especialmente guapas, ni distinguidas, ni elegantes.
 Su sello era la originalidad, la libertad extrema, la sinceridad, la falta de prejuicios.
 Las chicas Almodóvar eran temerarias, apasionadas, tozudas, irreflexivas, algo salvajes. Su atractivo residía en la libertad de acción y de pensamiento.
 Antes de Almodóvar, ningún otro director se había ocupado con tanto empecinamiento de que sus personajes femeninos fueran libres de manera tan radical. ¿Cómo no desear ser una heroína como las suyas? Su estilo fue contagioso aunque las chicas de la calle no fuéramos muy conscientes de ello.
Bibi Ándersen y Victoria Abril (‘Tacones lejanos’). / Cordon press
Miro las fotografías de aquella época, de los ochenta, de la chica de la radio que yo era, y ahora percibo claramente el influjo que sobre mí, sobre mis compañeras de redacción, ejerció la impronta almodovariana.
 Pero no se trataba sólo de una renovación estética, también al hablar imitábamos el tono entre ingenuo y descarado de los personajes, su arrojo, un habla callejera trufada con las expresiones rurales que habíamos escuchado a las abuelas y que aún no habíamos perdido del todo
. Las chicas Almodóvar rompieron tabúes que en los ambientes de compromiso antifranquista no habían entrado en consideración. Eran dueñas de su cuerpo aunque propensas a sufrir al límite por males de amor.
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Elena Anaya (‘La piel que habito’). / Cordon press
Ser chica Almodóvar no era un privilegio exclusivo de las actrices que aparecían en sus películas.
 La ficción había calado de tal manera en la realidad que las calles de las ciudades españolas se llenaron de chicas que trataban de emular con su misma vida a esos personajes que tan intensamente experimentaban el amor, el desamor, el desamparo o la solidaridad entre mujeres. Está claro que el director manchego no tenía por qué hacerse responsable de los modelos de mujer que él había creado, y sé que en alguna ocasión se mostró sorprendido o espantado al ver cómo se relacionaba a sus chicas, en las que él medía con mimo el nivel de absurdo o disparate, con cualquier tipa estrambótica que nada tenía que ver con el espíritu en el fondo angelical de sus creaciones.
 Pero el artista no puede ser el guardián de su influjo, sobre todo, cuando algo que inventa entra a formar parte de la cultura popular y es modificado y utilizado como al público le viene en gana.
Lola Dueñas (‘Volver’). / Cordon press
Las mujeres de Pedro Almodóvar fueron cambiando con el curso de los años, se aguaparon, se sofisticaron, pero aun así siguieron preservando algunos aspectos que siempre las definirán: coraje, sinceridad, ingenuidad y astucia a partes iguales.
 Por las manos del realizador han pasado algunas de las mejores intérpretes españolas y, también hay que recordarlo, el director ha sido un maestro en la elección de cómicas geniales para los papeles secundarios, que suelen estar más ligados a la realidad y, por tanto, aquellos de los que el espectador repite expresiones hasta convertirlas en moneda común.
Debiera sentirse el director orgulloso por haber inspirado un cambio social desde sus películas. A las chicas que queríamos ser libres y modernas nos ofreció una plantilla que aún seguimos con tozudez: tiernas y libres, apasionadas y propensas al disparate.
Chicas Almodóvar.
Gracias, Pedro, por la parte que te toca en la conquista de nuestra libertad.

 

30 oct 2015

D. Juan Tenorio......y la famosa escena del Sofá

“No es cierto, ángel de amor, que en esta apartada orilla…”.
 Cada noche de Todos los Santos los versos del ‘Don Juan Tenorio’ de Zorrilla vuelven a la vida. Esta tradición nació en el mismo momento en que la obra se representó por segunda vez sobre un escenario el 1 de noviembre de 1844, año de su estreno.
 Por eso es habitual que en teatros y otros lugares como conventos interrumpan sus quehaceres habituales para ser testigos de la desventura del Tenorio. 
Y siempre recordaré que en el Instituto yo hice de Dña Ines del Alma mia, vaya que yo fuí la novicia en el reto de D. Juan y D. Luis, y naturalmente ganó D. Juan del Alma Mia.
 
Y en este  fragmento,
Doña Inés se despierta en casa de Don Juan
, tras ser r
aptada, y
Don Juan la
enamora con su
s palabras y le declara su amor;
Doña Inés
le responde
, en un diálogo inflamado de pasión y
que es uno de los fragmentos más famosos de Don Juan Tenorio.
 
 es uno de los fragmentos más famosos de Don Juan Tenori
o. La llamada “escena del sofá”:
D. JUAN:
¡Cálmate, pues, vida mía!
Reposa aquí; y un momento
olvida de tu convento
la triste cárcel sombría.
¡Ah! ¿
No es cierto,
ángel de amor,
que en esta apartada orilla
más pura la luna brilla
y se respira mejor?
Esta aura que vaga, llena
de los sencillos olores
de las campesinas flores
que brota esa orilla amena;
esa agua limpia y serena
que atraviesa sin temor
la
barca del pescador
que espera cantando el día,
¿no es cierto, paloma mía,
que están respirando amor?
Esa armonía que el viento
recoge entre esos millares
de floridos olivares,
que agita con manso aliento;
ese dulcísimo acento
con que trina el ruiseñor
de
sus copas morador,
llamando al cercano día,
¿no es verdad, gacela mía,
que están respirando amor?
Y estas palabras que están
filtrando insensiblemente
tu corazón, ya pendiente
de los labios de don Juan,
y cuyas ideas van
inflamando en su interior
un fuego
germinador
no encendido todavía,
¿no es verdad, estrella mía,
que están respirando amor?
Y esas dos líquidas perlas
que se desprenden tranquilas
de tus radiantes pupilas
convidándome a beberlas,
evaporarse, a no verlas,
de sí mismas al calor;
y ese encendi
do color
que en tu semblante no había,
¿no es verdad, hermosa mía,
que están respirando amor?
¡Oh! Sí, bellísima Inés,
espejo y luz de mis ojos;
escucharme sin enojos,
como lo haces, amor es:
mira aquí a tus plantas, pues,
todo el altivo rigor
de este cora
zón traidor
que rendirse no creía,
adorando vida mía,
la esclavitud de tu amor.
Dª INÉS:
Callad, por Dios, ¡oh, don Juan!,
que no podré
resistir
mucho tiempo sin morir,
tan nunca sentido afán.
¡Ah! Callad, por compasión,
que oyéndoos, me parece
que mi ce
rebro enloquece,
y se arde mi corazón.
¡Ah! Me habéis dado a beber
un filtro infernal sin duda,
que a rendiros os ayuda
la virtud de la mujer.
Tal vez poseéis, don Juan,
un misterioso amuleto,
que a vos me atrae en secreto
como irresistible imán.
Tal vez S
atán puso en vos
su vista fascinadora,
su palabra seductora,
y el amor que negó a Dios.
¿Y qué he de hacer, ¡ay de mí!,
sino caer en vuestros brazos,
si el corazón en pedazos
me vais robando de aquí?
No, don Juan, en poder mío
resistirte no está ya:
yo voy
a ti, como va
sorbido al mar ese río.
Tu presencia me enajena,
tus palabras me alucinan,
y tus ojos me fascinan,
y tu aliento me envenena.
¡Don Juan!, ¡don Juan!, yo lo imploro
de tu hidalga compasión
o arráncame el corazón,
o ámame, porque te adoro.
 

Rechazada la extradición de Roman Polanski a Estados Unidos..........................................

El juez de Cracovia deniega la solicitud, pero la decisión puede ser apelada en los próximos siete días.

El director de cine, Roman Polanski. / Alik Keplicz (AP)

Una juez en Cracovia ha rechazado esta mañana la solicitud de extradición del cineasta Roman Polanski (Paris, 1933) a Estados Unidos, condenado en 1977 por abusos sexuales a Samantha Geimer, de 13 años.
El juez Dariusz Mazur declaró que su extradición no es procedente. Sin embargo, la decisión puede ser apelada ante un tribunal superior en los próximos siete días.
El director de 83 años no estuvo presente en la corte polaca aunque se encuentra en la ciudad. Según ha explicado su abogado Jan Olszewski a la agencia Reuters, no compareció ante el tribunal por “razones emocionales”. Polanski, ciudadano francés y polaco, ha estado rodando su último proyecto sobre el caso Dreyfus en Polonia.
El cineasta ha declarado en una rueda de prensa posterior a la sentencia que se siente "muy feliz" por el veredicto, según la agencia AFP.
En su defensa, el letrado argumentó que el director de cine ya había cumplido una condena de 42 días en prisión en 2009 a raíz de un acuerdo con un juez de Los Ángeles cuando se declaró culpable de mantener relaciones sexuales con la menor y que la solicitud de extradición tiene defectos legales.
En una batalla legal que lleva ya 38 años, la primera detención de Polanski ocurrió por la acusación de violación de la joven cuando este tenía 44 años en la residencia de Jack Nicholson.
Tras declarase culpable en 1977, temiendo la condena del juez, Polanski huyó en 1978 a Reino Unido y no ha vuelto a EE UU desde entonces.
 Como ciudadano francés, estuvo bajo protección de ese país, ya que no hay acuerdo de extradición entre Francia y EE UU. Un tribunal de Los Ángeles rechazó la petición de su defensa para cerrar definitivamente el caso en diciembre del año pasado y el pasado la fiscalía estadounidense pidió su extradición al gobierno polaco.
 En febrero tuvo lugar la primera visita del proceso,  y en la siguiente sesión en abril se pospuso el proceso con el fin de que el tribunal obtuviese más información de la Justicia estadounidense. Finalmente el 22 de septiembre se anunció que hoy habría decisión definitiva.

 

Un ‘freelance’ especializado en turismo.......................................................................... Sonia Vizoso

En Santiago conoció a la que se convirtió en su esposa, miembro de una familia acomodada.

 

Alfonso Basterra Camporro a su llegada al registro / ÓSCAR CORRAL

Alfonso Basterra Camporro es un periodista de 51 años nacido en Bilbao que se estableció en la capital de Galicia hace más de 20 años
. Empezó trabajando en El Correo Gallego, el diario local de Santiago, y luego se convirtió en periodista freelance y combinó trabajos en gabinetes de prensa como el del Ayuntamiento de Padrón, cercano a la capital gallega, donde residía, y en diversos medios de comunicación, como Expansión o la cadena Cope.

Se había especializado en información sobre turismo.
 En Santiago conoció a la que se convirtió en su esposa, la abogada Rosario Porto, miembro de una familia acomodada de la ciudad e hija de un letrado y una catedrática de Historia ya fallecidos.
 Desde la muerte de la madre de Porto, en 2011, la vida de la familia cambió mucho, según confirman sus allegados.
Solo un año después de perder a su madre, Porto, que sufría una grave enfermedad reumática, tuvo que afrontar el fallecimiento de su padre y al poco tiempo la pareja decidió separarse.
 Sus amigos aseguran que mantenían una buena relación y que la noche en que murió Asunta tenían previsto cenar los tres juntos.