Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

28 oct 2015

Tres maneras de preguntar............................................................................. Juan Cruz .

Entre los galardonados en los Premios Ondas están Carlos Alsina y Javier del Pino, entrevistadores, y Ana Blanco, que también pregunta.

Ana Blanco

A Carlos Alsina ahora le recuerdan en todas partes (en la Escuela de Periodismo UAM El País, donde estuvo hace nada, por ejemplo) por ese famoso intercambio que tuvo con el presidente Rajoy a cuenta de los derechos de los europeos (y de los catalanes).
 Lo curioso es que ahí no preguntó Alsina, sino que preguntó su entrevistado, en una insólita muestra de candor, que es la más leve de las ignorancias, pues es la ignorancia que se hace explícita. “¿Y la [nacionalidad] europea?”
  Alsina le respondió al presidente y luego pasaron a otra cosa.
 Según contó Alsina, aquello resultó tan natural que luego, en el café posterior al intercambio ante los micrófonos de Onda Cero, nadie, ni el entrevistado, ni sus ayudantes ni el propio Alsina, repararon que habían entrado en la pequeña historia de las entrevistas radiofónicas
. Pues entró, y de qué manera.
 Y no, como digo, porque Alsina preguntara nada, sino porque a él le preguntó su interlocutor.
A Ana Blanco le persigue otra fama, la de resultar impertérrita hasta cuando se cae el mundo; tiene una enorme seguridad ante las cámaras; durante veinticinco años ha sido la cara noble que, además, ha ennoblecido la pantalla trasladando al televidente la certeza de que ella no lo va a engañar
. Es de esos rostros que, en la vida y en la tele, son capaces de tranquilizar a la gente sobre algo tan viejo como el ser humano: la suspicacia.
 Todo el mundo siente que todo el mundo le engaña, y busca entre la multitud rostros que le den confianza, personas a las que le podrían comprar una nevera usada o un medicamento.
 Ana Blanco es de esas personas que uno siente como propias cuando la ve desde casa y que uno siente como cercana, fiable, cuando asoma su rostro, por ejemplo, en una entrevista de TVE.
Carlos Alsina.
Ana Blanco no hace entrevistas, propiamente, pero ahora debe su notoriedad más reciente a la que le hizo a Rajoy
. Como Alsina, que pregunta para saber, no para incentivar el morbo del que espera esgrima con sangre, Ana Blanco aplicó a esa intervención estrictamente periodística (ella preguntaba sus preguntas, delante no tenía un teleprompter, ni un guion) con lo cual estaba sola ante el peligro de inquirir.
 Este peligro lo arrostró con elegancia, con buena educación y con profesionalidad.
 Hay quienes confunden esos valores humanos con la complacencia: ella preguntó educadamente porque es una persona educada, y un periodista no es un actor, ha de aparecer como es y no como no es.
En eso se parece a Alsina: pregunta como lo que es, no como lo que no es
. En aquella ahora famosa entrevista con Rajoy le respondió al presidente con la suavidad del que no avasalla con su conocimiento; igualmente, no avasalla con sus certezas
. No pregunta para derribar al otro, sino para que el otro se explique.
 No es común en el oficio encontrar gente que acepte que sabe poco, pues el periodismo está hecho hoy (y ayer, de este mal no nos salva nadie) de sabihondos, que arrojan las preguntas o los comentarios como si los hubieran cosechado en una mina de oro sólido.
 Alsina contradice esa tendencia, saludablemente, y Ana Blanco es una aparición cotidiana que también nos muestra lo que pasa (o lo que se dice) con la elegancia con que uno debe entrar en las casas y, por tanto, en las mentes.
Javier del Pino.
Javier del Pino pregunta en la SER con una pericia antigua: como si estuviera delante de un misterio y no quisiera desvelarlo del todo; la suya es la inteligencia del conversador mayéutico (al estilo socrático, pero también al estilo de Fernando Fernán-Gómez o Rafael Azcona) del que somete a su curiosidad cosas que ya sabe, de modo que interpreta al radioyente general, no sólo al que ya está avisado.
Preguntar con sosiego, que es lo que hace, como Alsina, como tantos, tiene en la radio una respuesta que es en sí misma un premio: como nosotros queremos saber lo mismo que él, seguimos oyendo: nunca acaba una conversación si ésta queda en la mente, se desarrolla en nosotros al tiempo que se va haciendo en la radio
. La radio, como el periodismo, o es conversación o no es nada.
 Y la forma más periodística de la conversación, la entrevista, debe procurar de aquella la naturalidad, el sosiego, el respeto por lo que el otro dice, no por lo que uno mismo dice.
 Y en esa vía del tren de la radio discurre Javier del Pino.
Por esas razones de radioyente y de telespectador que ama ciertas maneras de preguntar y no acaba de entender otras me han gustado estos premios Ondas, y los otros también, naturalmente, pero parece bueno convocar ahora estas formas de prolongar la herencia de la radio, justamente, que nació para dar la voz a otros.
 Y en este caso Alsina, Blanco (aunque esté en la tele, pero en la radio se formó) y Del Pino son dignísimos herederos de los ancestros que contribuyeron a que con la palabra dicha se construyera la historia de la comunicación más entrañable de todas, la que lleva consigo la voz humana.
Y un último apunte.
 Hace diez años mi compañero José Manuel Calvo entrevistó a Tom Wolfe, que es el padre putativo del periodismo nuevo, y éste le dijo
: “Mucha gente cree que el nuevo periodismo era dar tus propias opiniones, mezclarlas con la historia que estabas contando, convertir esa historia en algo personal, escribir impresiones.
 Para mí, jamás fue eso
. De hecho, nunca utilicé la primera persona del singular, a menos que tuviera un papel en la historia. ¿Por qué voy a tener que utilizar el yo si lo único que soy es un observador? ¿A quién le interesan las impresiones de un periodista?”.
Esa consideración de Wolfe debería estar hoy entre los referentes de los que creen (o de los podríamos creer) que preguntar o contar es una tarea del yo, y no una forma de relacionarnos con una realidad que, como hacen otros, otros deben explicar, mientras nosotros escuchamos, eso sí, preguntando para saber más, pero no para saber más que el que nos lo explica.

 

“Es el primer Bond que se enrolla con una mujer con arrugas. Las cosas cambian”

La actriz italiana ha charlado con los lectores por el estreno de 'Spectre'.

 


Monica Bellucci, este miércoles en Madrid. / Foto: Bernardo Pérez

La actriz italiana ha contestado a las preguntas de los lectores con motivo del estreno el próximo 6 de noviembre de Spectre, la nueva entrega de la saga de 007.
 Bellucci encarna a Lucia Sciarra, con lo que a sus 51 años se ha convertido en la chica bond más veterana de la saga, desbancando a Honor Blackman, que, con 39 años, interpretó a Pussy Galore en James Bond contra Goldfinger
. Sciarra es una viuda con secretos, que vive en una sociedad donde el poder está en manos de los hombres.

Hallada la cabina del helicóptero en el que desaparecieron tres militares....................................... J. J. Gálvez

Defensa se prepara para el izado del aparato cuando las condiciones del mar lo permitan.

Aunque esperado no deja de ser triste, más que nadie su familia.

Mapa del accidente del Super Puma

Defensa ha hallado este miércoles la cabina del helicóptero del Ejército del Aire que el pasado jueves cayó al Atlántico con tres militares españoles a bordo, según ha confirmado la delegación del Gobierno de las Islas Canarias.
 Los equipos desplegados en la zona han localizado el punto donde permanece hundido el aparato, que desapareció a 74 kilómetros de la costa del Sáhara, y se preparan para su izado cuando las condiciones meteorológicas lo permitan. Así se lo ha trasladado el ministro, Pedro Morenés, a los familiares de los soldados, con los que ha mantenido un encuentro.

Según ha explicado Defensa, el juez ha levantado el secreto de las actuaciones a las 13.41 de esta tarde para comunicar al ministro "que se ha encontrado en el fondo del mar la cabina".
 "El juez me informa de que va a proceder a su izado con todas las precauciones necesarias, pero ha mencionado que en estos momentos hay malas condiciones de mar en la zona", ha remachado el ministro durante la conversación con las familias.
El helicóptero desapareció el pasado jueves sobre las 15.05 (hora peninsular), cuando se dirigía hacia Gando (Las Palmas)
. Apenas una hora antes, había parado a repostar en la localidad mauritana de Nouadibou, tras iniciar su viaje en Dakar (Senegal).
La baliza de la aeronave comenzó a emitir señales de alerta a 280 millas náuticas de las Islas Canarias.
Tras ponerse en marcha la operación de rescate, Marruecos afirmó que había avistado una balsa junto al aparato con varias bengalas encendidas
. Posteriormente, Defensa anunció que una patrullera de la Gendarmería marroquí había rescatado a los tres supervivientes del accidente y se dirigía con ellos hacia Dakhla.
 Esa versión resultó falsa.
 Por ello, se reanudó la búsqueda el viernes, con dos líneas de trabajo principales: la del secuestro, y la de que los cuerpos de los soldados se encuentren en el interior de la cabina.
En el marco de este dispositivo, los equipos de búsqueda han incorporado tiradores de precisión este miércoles ante la presencia de tiburones; y dos barcos cazaminas barrían desde anoche con sus equipos de sónar los fondos marinos de la zona.
 Los helicópteros del Ministerio de Defensa también sobrevuelan el área marcada y, a su vez, una veintena de buzos de la Armada y dos robots submarinos participan en el despliegue.
Morenés ya se había entrevistado en la mañana de este miércoles con las familias del capitán José Morales Rodríguez, el teniente Saúl López Quesada y el sargento Jhonander Ojeda Alemán.
 El padre de este último ha asegurado en varias ocasiones que cree que su hijo y sus dos compañeros están secuestrados
. La localización de la cabina permitirá ahora saber si los tripulantes sobrevivieron al accidente y pudieron abandonar el helicóptero.!Ojala!

 

1992, el año en el que España subió a primera división................................................... M. E. Torres

Los Juegos Olímpicos de Barcelona. La Expo de Sevilla. El AVE. Nos pusimos a la cabeza de Europa. ¿O fue todo un espejismo?.

El 26 de julio se escenificaba el nuevo estatus de España organizando en el recinto de la Expo de Sevilla la cumbre de jefes de estado latinoamericanos. 
En la imagen, Felipe González, rodeado de miembros de su gabinete y responsables de la cita.

¿Qué ocurrió en 1903? No mucho.
A juzgar por lo poco que ha trascendido, aquel fue de esos años que pasan de puntillas por el calendario. En otros, en cambio (1914, 1939, 1945, 1968, 1989…), parece que se aceleró el curso de los acontecimientos, salieron a flote las corrientes subterráneas de la convulsión y el cambio y, parafraseando a Winston Churchill, el planeta Tierra produjo más historia de la que era capaz de digerir.
Para Alessandro Fabbri, uno de los creadores de la serie de televisión italiana 1992, el del título fue uno de esos años especialmente fecundos, para bien y para mal.
“La Italia moderna hunde gran parte de sus raíces en acontecimientos ocurridos entonces”, argumentaba Fabbri en una entrevista reciente para Hollywood Reporter. 1992 fue, tal y como lo retrata la serie, un año de sida, de jóvenes arribistas sexuales abriéndose paso en una televisión cada vez más estridente, de tensiones territoriales entre el sur y el norte de Italia
. Un año, sobre todo, de grandes convulsiones políticas desatadas por la Operación Manos Limpias, con la que el fiscal de Milán Antonio di Pietro destapó una trama de corrupción institucional masiva.
Las caras del mejor momento de la Marca España: un perro catalán para los Juegos Olímpicos y un pájaro de cromatismo orgulloso para la Expo.
Aquel escándalo fracturó el sistema de partidos italiano heredado de la posguerra, empezando por la hegemónica Democracia Cristiana, y dio paso a una Segunda República Italiana cuya figura dominante sería Silvio Berlusconi
. Para Jorge Gutiérrez Chávez, periodista mexicano que fue corresponsal en Roma y autor del libro Corrupción en Italia. La muerte de un régimen, ninguna frase resume mejor ese periodo que la cínica máxima “la corrupción somos todos”, citada en la serie de forma casi literal por uno de los personajes, un veterano político democristiano refinado y, por supuesto, corrupto.
 “El perverso binomio política-corrupción llegó a tal extremo que los intentos de apuntalar el sistema resultaron inútiles”, cuenta Gutiérrez.
 La crisis acabó “con la desaparición de todos los partidos que habían gobernado el país y la salida de escena de toda la clase política posbélica”.
 Un desastre, sin duda, que sumió en la perplejidad a los que lo vivieron de cerca.
 Pero material literario de primera para Fabbri y su equipo de guionistas.
Pero si Italia tenía motivos para hacer una serie sobre un año fundamental para el país, España no se queda muy atrás. Fernando Garea, periodista especializado en crónica parlamentaria, coincide con la tesis de que 1992 pudo ser crucial en muchos aspectos. “Los Juegos Olímpicos, la Expo de Sevilla, la crisis económica de la segunda mitad del año, los escándalos de corrupción del penúltimo gobierno de Felipe González, la crispación política…
 Sí, a medida que lo repaso me voy convenciendo de que fue un año muy intenso a nivel informativo”.
A él le tocó vivirlo como jefe de la sección nacional del diario El Mundo (ahora trabaja en El País). “Tal vez fuese uno de los años clave de la última edad de oro del periodismo de investigación en este país, cuando las portadas de los diarios alimentaban el debate público y hacían temblar al gobierno. La competencia era tan feroz que unos medios se esforzaban en desmontar las exclusivas de otros, pero creo que entre todos conseguimos contar una parte de la historia que los españoles merecían conocer”, recuerda Garea.
“De alguna manera nuestro 1992 también fue un año de fin de ciclo, como el italiano”.
EE UU había ganado la Guerra Fría y se sentía tan optimista que, en cuanto pudo, cambió al republicano que tenían en la Casa Blanca por el demócrata más alegre.
El año que españolizamos peligrosamente — Joaquín Estefanía, que en 1992 era director de El País, entiende que las placas tectónicas que empezaron a moverse ese año lo hicieron, en el subsuelo, al ritmo habitual:
 “Algo cambió en ese año, sin duda, pero no olvidemos que el PSOE de Felipe González volvería a ganar las elecciones en 1993 y aún gobernaría hasta 1996.
 Así que si decimos que en 1992 empieza la agonía del felipismo estamos hablando de una agonía muy a cámara lenta”.
Estefanía considera que el 1992 español vino a ser, en realidad, como dos años en uno.
 “La primera parte, hasta agosto, fue un año de apoteosis de la España moderna que el PSOE llevaba construyendo desde 1982.
 El país organizó con éxito unos Juegos Olímpicos y una Exposición Internacional y llevó el tren de alta velocidad de Madrid a Sevilla.
 La prensa internacional hablaba de nosotros como los alemanes del sur.
 Pero el caso es que nos fuimos de vacaciones orgullosos de nosotros mismos y a la vuelta nos encontramos con un país en recesión y con los escándalos de corrupción en las portadas de los periódicos”.
Garea considera que la crisis de 1992 no tuvo consecuencias tan funestas como las de 2008 porque “la situación internacional era muy distinta y, además, entonces no se desmanteló el estado del bienestar y la red de protección social funcionó razonablemente”.
 Sin embargo, en aquella crisis pueden rastrearse, en su opinión, algunas de las causas profundas de la que vendría después:
 “En los años siguientes apostamos por un modelo productivo que nos permitió crecer a corto plazo, pero que no tenía unas bases sólidas ni sostenibles”.
Esto también forma parte de la herencia envenenada de 1992.
“La cuenta que ha abierto con la Cosa Nostra no se cerrará nunca”, le advertía al juez Giovanni Falcone en 1984 el capo arrepentido Tommaso Buscetta
. Ocho años después, en 1992, el juez que cambió el modo de luchar contra la mafia moría en un atentado en Palermo.
Menos controvertido resulta el recuerdo de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Garea no comparte la idea, hoy muy extendida, de que fueron el gran momento de reconciliación simbólica entre Cataluña y una España que por entonces se proyectaba como moderna y amable.
 “Supongo que la memoria es selectiva”, argumenta, “pero hay anécdotas que al repasarlas nos hacen pensar que tal vez aquello no fuese tan idílico
. Por ejemplo, si se hizo coincidir la entrada al estadio Olímpico del rey Juan Carlos con el himno catalán, no con el español, fue para evitarle una pitada que hubiese precedido en varios años a la de las últimas finales de Copa.
 El independentismo, o la incomodidad de una parte de los catalanes con España y con sus símbolos, ya estaban ahí
. Lo que ocurre es que tal vez por entonces se manejaban estas cosas con algo más de imaginación o de tacto”.
Antes de la España de Gran Hermano, estuvo el Telecinco de las Mama Chicho, seis italianas que irrumpían en sus programas y definían la alegre caspa de la nueva cadena.
Estefanía sí cree que los Juegos supusieron un momento de concordia y cooperación entre Cataluña y España “que fue bastante más allá de celebrar juntos los triunfos de los deportistas españoles”.
Para Antoni Daimiel, periodista deportivo, aquellos Juegos merecen ser recordados, sobre todo, por la presencia de la mejor selección de baloncesto de la historia de Estados Unidos, el célebre dream team:
“En aquel equipo estaban tres de los integantes del mejor quinteto histórico de la NBA, Michael Jordan, Magic Johnson y Larry Bird
. No creo que los tengamos mitificados. Recordamos aquello como algo excepcional porque lo fue”.
El futuro tardará en llegar — También fue el año de la Expo de Sevilla. Estefanía recuerda que “empezó con muy malos augurios, con el hundimiento de la Nao Victoria pocos minutos después de su botadura, algo que algunos vieron como un síntoma de que España no daba una a derechas.
 Sin embargo, fue un éxito organizativo, reconocida como una de las mejores exposiciones internacionales que se habían hecho hasta entonces”
. Garea considera que hoy tenemos de la Expo un recuerdo ambivalente, “tal vez porque es uno de los primeros símbolos de la España del derroche y el cartón piedra y de la corrupción en Andalucía”, pero coincide en que fue un éxito y que proyectó una excelente imagen de la sociedad española.
 Además, pese a la polémica que suscitó ya entonces, tanto Garea como Estefanía consideran que la decisión de llevar el primer AVE a Sevilla fue un acierto.
“No podíamos saber que tardaría tantos años en llegar a Barcelona”, añade Estefanía. “Pero juzgada en su contexto, fue una buena decisión, fruto del compromiso de articular España sin desentenderse del Sur”.
Los daneses estaban de vacaciones. Entonces, la UEFA decidió que Yugoslavia no participara en la Eurocopa como castigo al desbarajuste militar en el que estaban sumidos los restos del país que armó Tito.
 Llegaron a última hora y ganaron. La mayor sorpresa futbolística desde el maracanazo.
El mundo a veces sí es suficiente — Entre los grandes acontecimientos internacionales que se produjeron aquel año, Estefanía destaca el tratado de Maastricht, la guerra de Bosnia, los disturbios raciales en Los Ángeles y la victoria de Bill Clinton en las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre
: “Fue la consagración de la llamada Tercera Vía y de esa nueva política que permitiría a EE UU crecer al ritmo de un 4% anual durante la siguiente década.
Además, fue también una especie de espaldarazo tardío al proyecto de izquierda modernizadora y reformista que estaba desarrollando Felipe González
. Luego ya sabemos que la socialdemocracia continuaría centrándose hasta perder su esencia, pero en su momento la Tercer Vía parecía una buena idea”.
Han pasado 23 años.
 Garea se recuerda “trabajando mucho, absorbido por la actualidad, pero con tiempo para asistir a conciertos, exposiciones y grandes estrenos, porque si la memoria no me traiciona, aquella fue también una época de gran efervescencia cultural en España”
. Estefanía se mira en el retrosivor y se ve “mucho más joven y conforme con el mundo que me rodeaba. Me sentía generacionalmente cercano a los que dirigían el país: habíamos ido a las mismas universidades, tenido las mismas novias y compartido una idea de España que iba más allá de la ideología”.