Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

15 oct 2015

Primarkista anónima.................................................................................. Luz Sánchez-Mellado

Las muy enganchadas a las compras ya teníamos fichado, comprado y testado Primark desde hace mucho.

La tienda de Primark en la Gran Vía de Madrid, tras la apertura de hoy. / ANDREA COMAS (REUTERS)

Me cuentan que se ha armado el taco en el centro de Madrid porque han abierto un Primark en la Gran Vía y las enteradas se han tirado a la calle en masa en busca del último chollo del desierto. Hablo en femenino porque me juego el tipo a que el 80% de los clientes de la nueva megastore eran clientas
. Pues bien, ya os vale, colegas.
 Cuando vosotras vais, algunas ya hemos venido cientos de veces con las bolsas de papel marca de la casa llenas hasta las asas de gangas.
 Porque la que abre hoy será la primera tienda a pie de calle de la marca, de acuerdo, pero Primark ya tenía varias tiendas en varios centros comerciales de polígonos y vías de servicio, y las muy enganchadas a las compras ya teníamos fichado, comprado y testado hasta el último tangafaja del catálogo.
Así que a otra con esa primicia de pacotilla. Primark para quien se lo trabaja.
Para una adicta a las gangas, Primark es el paraíso artificial hecho tienda.
 Vaqueros de todos los largos, anchos y grados de lavado a la piedra pómez por 11,99 euros.
 Medias de todos los colores, grosores y gramajes por 1,99. Sujetadores Maximize de los que te las magnifican tanto como su propio nombre indica, por siete pavos redondos
. Por no hablar del mayor muestrario de refajos, perdón prendas moldeadoras, del mercado, capaces de reducirte dos tallas de tobillo a pescuezo aplicando la Ley de Redistribución de las Lorzas.
 ¿Quién da más por menos, señoras? Que luego los pantalones destiñan los sillones, los pantis se hagan más carreras que Alonso, o que las esponjas de los sostenes se deformen a los equis lavados y te las dejen corniveletas es otra cosa.
 Pero es lo que tenemos las toxicómanas
. Que no tenemos ni tasa ni medida ni hartura ni conocimiento ninguno.
 Y si se te antoja una mini de lycra, un pijama de leopardo o un tanga de lúrex para una noche loca, sabes que en Primark lo encuentras.
 Y luego, ya si eso, lo tiras.

Por supuesto, hay quien compra en este baratillo con ínfulas por necesidad pura, no hay más que ver las multitudes de familias que colapsan las cajas los domingos para vestir a sus niños de pies a cabeza.
 Pero, como clienta fija que es una, certifico que también hay pijas de Serrano y aledaños rebuscando entre el género -y no miro a nadie, Elena de Borbón y Grecia-, en busca de, un poner, el último grito en bolsos peludos.
Para los más jóvenes del lugar añado un apunte vintage, que seguro ignoran
. El nuevo templo del bueno, bonito y barato ocupa el local que albergó, en los ochenta, el añorado Sepu, una jungla en la que había que ser muy Indiana Jones para encontrar un gramo de mena entre las toneladas de gangas.
 Aún conservo un abrigo de peluche fucsia de quitar el hipo que me envidian hasta las más fashionistas del curro, valga la redundancia.
Y voy concluyendo, que al final no llego al opening de la cosa.

 

14 oct 2015

Natalia Lafourcade y su autobiografía del desamor..................................................... Patricia Peiró

El último disco de la cantautora mexicana, 'Hasta la raíz', nació de una ruptura sentimental que le llevó a explorar lo más profundo de sí misma.

Natalia Lafourcade
Natalia Lafourcade, en Madrid. / Samuel Sánchez

Lo último de Natalia Lafourcade sale de las entrañas
. Esas que se te remueven cuando una persona desbarata tu mundo.
 Tanto, que tienes que pararte y mirar dentro para volver a recordar quién eres, de dónde vienes, a dónde vas…
Vamos, esos intensos momentos shakespirianos, por aquello del ser o no ser, que se atraviesan tras una ruptura.
 Ella supo traducir en un nuevo trabajo, Hasta la raíz, las emociones que llegan tras (y en el proceso de) decir adiós, aunque duela.
 “Fue un adiós con amor, ¿sabes?, algo así como ‘vale, me enseñaste muchas cosas, pero tú y yo no funcionamos, aceptémoslo”, explica esta menuda mexicana en las oficinas de su compañía,
 Sony, en Madrid.
El trabajo es un recorrido por las etapas de una despedida.
 Precisamente por eso es un trabajo tan universal.
“Traté de conectar con otras personas desde mi propia experiencia”, cuenta, “empezó siendo un disco de amor, pero al final habla de muchas otras cosas: de reconstruirte y reencontrarte”.
Es cierto, no hay que esperar un manual de autoayuda en Hasta la raíz, porque alberga mucho más.
La canción que da título al disco, por ejemplo, habla de todo aquello que hace a una persona ser cómo es y que “por muy lejos que alcance y se aleje” no cambiará nunca. Vámonos, negrito es un tema que escribió entre Colombia y Cuba influenciada por los ritmos caribeños de los que se empapó en un determinado momento.
 Todo el álbum acaba guardando una fuerte relación con México y Latinoamérica.

Píldoras del disco

El álbum es, en parte, un recorrido por las etapas de una separación.
 Todo aquel que haya vivido alguna se sentirá identificado:
Los indicios de que algo no funciona: Mi corazón estalla por tu amor /Y tú qué crees que esto es muy normal /Acostumbrado estas tanto al amor/Que no lo ves, yo nunca he estado así” (Nunca es suficiente).
La resistencia a aceptar lo evidente:  
“Que nunca se acabe nada de lo nuestro” (Palomas blancas).
La necesidad urgente de analizar qué pasó: “Antes de huir analicemos lo que nos pasó / Porque se apagó la inercia” (Antes de huir)
La constatación de la despedida: “El fin Esta historia termino, no existe /Lo que un día construimos se ha esfumado” (Lo que construimos).
La melancolía: “De nuevo en domingo/No sales de casa/Te extraño en la tardes” (Te quiero ver).
Y la superación: “Estoy lista para nacer, Estoy lista para decir adiós/Quiero agradecértelo/Estoy lista para emprender” (Estoy lista).
La cantante y compositora venía de hacer un álbum de versiones a dúo con temas de Agustín Lara. Por eso, esta vez se embarcó en un proyecto diferente y se marchó con su equipo a un estudio en Texas para dar forma a este álbum.
“El trabajo en equipo se ha vuelto muy importante para mí, es fundamental vivir la música en familia”, reconoce
. La cantante cuenta el proceso de grabación en una serie de microdocumentales en los que desgrana las claves del proyecto.
“Al principio de mi carrera no confiaba en nadie.
 Decía: ‘Aléjense yo sé cómo hacerlo todo’, pero me di cuenta de que los demás podían enriquecer mi música.
 Quería vivir esta experiencia rodeada de gente que sabía me iba a apapachar”.
Tan íntimo es este álbum que Lafourcade lo concibió para que se sostuviera tan solo con su voz y una guitarra.
 “Es el más autobiográfico, desnudo y crudo”, reconoce, “con un lenguaje cotidiano pero que también tiene su grado de complejidad”.
¿Y él que dice, lo ha escuchado?
“No, no. Es un capítulo cerrado.
 De hecho he pedido a amigos en común que no se lo pongan”.

 

Sueños de una mujer de vanguardia.......................................................... Ferran Bono

Grete Stern fue pionera en denunciar la opresión femenina en sus mordaces fotomontajes, que ahora se exhiben en Madrid. Su obra saltó de la revista del corazón ‘Idilio’ a los museos

Fragmento del fotomontaje 'Artículos eléctricos para el hogar.. / Grete Stern (EL PAÍS)

Por la misma época en que se popularizaba el Consultorio de Elena Francis en la radio española, la revista argentina del corazón Idilio iniciaba su andadura con dos grandes novedades entre las publicaciones femeninas de entonces, las fotonovelas y una sección titulada El psicoanálisis te ayudará
. Corría el año 1948. El sociólogo de origen italiano, huido del fascismo, Gino Germani dirigía el consultorio psicológico que se encargaba de responder a las pesadumbres, inquietudes y dudas expresadas por las lectoras.
 Y la judía alemana, que había estudiado en la vanguardista escuela de la Bauhaus, y se había instalado en Buenos Aires tras el ascenso de los nazis, Grete Stern, ilustraba con sus fotomontajes los problemas y conflictos planteados a través de la interpretación de los sueños.
En esta serie que adoptaba las técnicas aprendidas de los padres del fotomontaje como Heartfield, Hausmann o Grosz, y bebía de las influencias de surrealismo y del dadaísmo, Stern criticaba el sometimiento y la opresión de la mujer y el papel que a menudo ella misma se asignaba en la sociedad, mucho antes de que estallaran los movimientos de los derechos sociales en la década de los sesenta y de la articulación artística de la reivindicación feminista.
 Y lo hacía con humor, con ironía y mordacidad, en un trabajo en el que confluían sus intereses creativos y su formación, sin dejar de ser un encargo.

Serie extraordinaria

El resultado fue una serie extraordinaria de fotomontajes, Sueños, cuyo valor artístico va más allá de las limitaciones de su propósito original, como se puede comprobar en la exposición abierta hasta el 31 de enero en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Compuesta por 46 fotografías originales positivadas por el que fue el marido de la artista alemana, el gran fotógrafo argentino Horacio Coppola, al que conoció en la Bauhaus, la muestra Grete Stern. Sueños pone de relieve el vigor vanguardista de la creadora, nacida en 1904 en la población alemana de Wuppertal-Elberfeld y fallecida en Buenos Aires en 1999, según destaca el escritor y director del Círculo, Juan Barja.
A pesar de ser publicados semanalmente durante casi tres años, “los fotomontajes fueron completamente ignorados en su época.
 Por un lado, la mala reputación de revistas como Idilio contribuyó a ello.
 Por otro, la crítica fotográfica en los medios masivos no existía, y el fotomontaje carecía de prestigio artístico como para que los críticos de artes plásticas se ocuparan de los Sueños”, señala en un texto recogido en el catálogo de Luis Priamo, estudioso de la fotografía.
En el andén. / Grete Stern
Sin embargo, la obra de Stern se ha ido revalorizando con el paso del tiempo, así como la fotografía de Coppola (Buenos Aires, 1906-2012).
 Prueba de ello es la reciente exposición del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), De la Bauhaus a Buenos Aires, que se clausuró la pasada semana y que, en realidad, se trataba de dos muestras monográficas paralelas de los dos artistas que se conocieron en 1932, en Berlín.
 De allí se marcharon a Londres y luego se establecieron en la capital argentina, donde compartieron estudio y exposición en 1935 en la revista y editorial Sur, fundada por la intelectual y mecenas Victoria Ocampo. El matrimonio se disolvió unos años después.

Modernidad alternativa

“Ha llegado un momento de dar reconocimiento a una modernidad alternativa, una modernidad que tradicionalmente se ha descuidado y que apunta a Latinoamérica”, apuntó la comisaria de la exposición en el MoMA, durante la presentación de la misma, Sarah Meister.
El momento del reconocimiento de Coppola y Stern se remonta, no obstante, a algunas décadas atrás gracias a la persistencia de algunos estudiosos y algunas instituciones.
 En este sentido, en la presentación de la exposición en el Círculo de Bellas Artes, en la que colabora, el galerista Jorge Mara recordó la labor emprendida por el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) ya a mediados de los años noventa, cuando organizó exposiciones sobre Coppola y Stern, bajo la dirección de Juan Manuel Bonet.
Y precisamente, el IVAM revisará la figura y la obra de la fotógrafa en otra exposición con fondos del museo el próximo mes de diciembre. Casos de Estudio. Grete Stern volverá a poner de manifiesto la vigencia y actualidad de una singular creadora vanguardista y protofeminista.
Fotomontaje sin título de 'Sueños de c

 

Coco Chanel vive en Karl Lagerfeld

La Saatchi Gallery en Londres muestra 'Mademoiselle Privé' un recopilatorio de la relación entre el diseñador y la gran maestra de la alta costura.

 

Exposición de "Mademoiselle Privé", en Londres. / NIKLAS HALLE'N (AFP)

Mademoiselle Privé es el nombre que lleva la exhibición de la vida y legado de Coco Chanel en la Saatchi Gallery en Londres, que además presenta un corto hecho por el káiser de la moda Karl Lagerfeld, en el que él se imagina como sería un encuentro entre él y la mujer que fundó la firma de lujo Chanel
. En el filme Geraldine Chaplin da vida a Coco
. En la cinta, la diseñadora se encuentra recostada en el sofá de su apartamento ubicado en la rue Cambon en París y confronta a Lagerfeld acerca de su trabajo. “¿Qué crees que estás haciendo?”, le pregunta. “Manteniéndote viva”, le responde él.
Mademoiselle Privé no es precisamente una exposición que muestra en retrospectiva la vida y creación de la diseñadora.
Más bien se trata de una exhibición de cómo Karl Lagerfeld ha inventado un personaje al rededor de la imagen de  Coco Chanel. “Le dedicó la mayor parte de la cinta a ella.
Ella tiene un ego muy grande, cosa que yo no tengo.
Yo creo que soy más fantasma que ella”, aseguró el diseñador alemán a The Guardian acerca de su papel en el corto.
Algunos de los vestidos de Chanel que se pueden ver en"Mademoiselle Privé". / NIKLAS HALLE'N (AFP)
Por su parte Bruno Pavlovsky, presidente de la firma, confiesa que para él Chanel siempre ha sido Karl. “Nunca conocí a mademoiselle Chanel. Lo que sé de ella ha sido a través de lo que ella inspira en Karl
. No hay duda que Chanel es lo que es hoy gracias a Karl”, sentenció.
Botella miniatura del perfume Chanel No. en la exposición "Mademoiselle Prive". / NIKLAS HALLE'N (AFP)
La exposición también presenta vestidos de alta costura y una reedición de la única colección de joyas que Coco Chanel diseñó en 1932.
Algunas de las exclusivas piezas con diamantes fueron modeladas el pasado julio por celebridades como Julian Moore o Kristen Stewart.
 “Muchas de estas piezas se ven mucho más modernas que muchas de las joyas que algunas compañías presentan”, dijo Lagerfeld.
“Normalmente no me ocupo de las joyas, pero me pidieron que mostrara algo especial”, explicó.
Además, de la cinta y las joyas, crearon un laberinto con telas y candeleros que se abren para revelar el aroma del perfume de Chanel No.5
La exposición estará en el Saatchi Gallery hasta el 1 de noviembre.