Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

14 oct 2015

Yoko Ono desvela que John Lennon era bisexual

La viuda del 'beatle' afirma que el músico se lo confesó antes de morir pero cree que nunca llegó a tener una relación con un hombre.

 

Yoko Ono, el pasado 6 de octubre en Nueva York. / PETER FOLEY (EFE)

Yoko Ono, en una entrevista al diario Daily Best, ha hablado de la sexualidad de su marido John Lennon, que habría cumplido ahora 75 años, y ha sorprendido con una declaración sobre su bisexualidad.
 "John y yo tuvimos una gran charla sobre ello, diciendo, básicamente, que todos nosotros debemos ser bisexuales.
 Y estábamos en una especie de situación de pensar que no lo somos debido a la sociedad
. Que ocultábamos la otra parte de nosotros mismos, que es menos aceptable", dice en sus declaraciones.
 Y aporta algún dato más sobre la intimidad del cantante:
 "El año que fue asesinado, me dijo: 'Podría haberlo hecho con algún hombre, pero no pude porque nunca he encontrado a alguien que fuera tan atractivo'.
 Éramos unos apasionados de la belleza".
Con respecto a la posible relación íntima que John Lennon habría mantenido con el mánager de los Beatles, Brian Epstein, Yoko también ha hablado: "La historia que me contaron fue muy explícita y, por lo que yo pienso, ellos no tuvieron sexo"
. "Estoy segura de que Brian Epstein hizo alguna movida, pero John simplemente no quiso hacerlo. Creo que él tenía el deseo de dormir con otro hombre, pero estaba muy inhibido".
En la entrevista Yoko Ono habla del asesinato de su esposo, hace 35 años a manos de Mark David Chapman, y de su miedo a que su hijo Sean o ella misma sean víctimas de algún ataque. "Si ocurrió una vez, puede volver a pasar, ya sea conmigo, con Sean o con cualquiera. 
Tengo mucho cuidado cuando salgo de mi casa, especialmente porque Chapman no piensa que lo que hizo estuvo mal. Está loco", señala.
John Lennon y Yoko Ono. / CORDON PRESS
Yoko Ono sigue viviendo en Nueva York, donde fue asesinado su marido y ciudad que declaró el 29 de julio el Día de John Lennon
. Un día después su viuda, Yoko Ono, y los miembros de la banda U2 inauguraron un gran tapiz que recuerda al cantante y representa la isla de Manhattan como un submarino amarillo pilotado por el músico. 
 Ella mantiene una intensa vida cultural en Nueva York. 
Su último proyecto fue una exposición en el MoMa que reflejaba el particular universo de la artista, que ya ha cumplido 82 años.

Asunta había ingerido al menos 27 pastillas de Orfidal el día de su muerte................................ Silvia R. Pontevedra

Tras diez sesiones, el juicio por la muerte de la niña gallega pasa a los testimonios de los peritos.

Rosario Porto, madre de Asunta Basterra
Rosario Porto, principal acusada junto a Alfonso Basterra, llora durante su declaración en el juicio. / lavandeira jr (EFE)

Asunta Basterra había ingerido al menos 27 pastillas de Orfidal antes de morir, según han declarado este miércoles toxicólogas de la Universidad de Santiago durante el juicio por la muerte de la niña gallega.
La vista continúa en Santiago de Compostela con la revisión de las pruebas periciales.
 Tras 10 jornadas en las que han declarado los testigos siguen sin resolver las principales incógnitas, como quién suministró a la menor el Orfidal.

La forense del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) que participó, junto a otra compañera, en el levantamiento del cadáver de la niña, el 21 de septiembre de 2013 en una pista forestal de Teo (A Coruña), ha señalado que su "impresión" es que la niña fue "colocada" allí "de una forma más o menos rápida", según informa Europa Press.
A lo largo de la mañana se están sucediendo las declaraciones del forense del Instituto de Medicina Legal de Galicia y las de dos miembros del Instituto Nacional de Toxicología.
 Al mediodía, llega el turno de los peritos de las universidades de Murcia y Cádiz.
La acusación particular pide 20 años de cárcel para los padres de Asunta, Rocío Porto y Alfonso Basterra.
 Les acusa de un delito de asesinato, mientras que la Fiscalía rebaja la pena a 18 por un delito de homicidio
. El jurado deberá determinar si los dos acusados comieron junto con su hija el 21 de septiembre de 2013 en la casa de Basterra y "puestos de común acuerdo y con la intención de acabar con la vida de la niña", le suministraron una cantidad de Lorazepam "necesariamente tóxica para, posteriormente, cuando hiciera efecto, asfixiarla".
Al mismo tiempo, se trata de resolver si Porto, ese mismo día, y según "un plan acordado con Alfonso Basterra", llevó a Asunta a su casa después de las seis de la tarde y si "asfixiaron a su hija por medio de la compresión que le aplicaron sobre la boca y la nariz". También se trata de determinar si los acusados "ataron a la menor por los brazos y los tobillos por medio de unas cuerdas plásticas de color naranja" y trasladaron el cuerpo a la cuneta de una pista forestal del lugar de Feros (Galicia), a unos cuatro kilómetros de distancia de la vivienda de Porto y donde fue localizada por dos hombres a las dos de la madrugada del 22 de septiembre.

 

13 oct 2015

No toques ni uno solo de mis 100 centímetros de cadera.................................... Salomé García

La grasa en el cuerpo de la mujer cumple funciones protectoras. 

Cómo pasamos de amar las curvas a defenestrarlas y volver a amarlas.

Marilyn Monroe y su curvilínea figura.

Si ha habido algún tema capaz de hacer sombra al desfile del Día de la Hispanidad celebrado en el puente que ya dejamos atrás, ha sido la denuncia de la actriz Inma Cuesta en su cuenta de Instagram, donde se quejaba del retoque fotográfico excesivo de su retrato en la revista dominical de El Periódico: su cadera y sus brazos quedaban reducidos a la mitad.
 Otra mujer que utilizó hace poco la red social para defender la sinuosidad de su cuerpo fue la modelo estadounidense Gigi Hadid, que harta de comentarios vejatorios acerca de sus curvas se calzó un alegato convertido, en cuestión de horas, en toda una declaración sobre la curvilinealidad (palabro inexistente, que hay que empezar a reivindicar) femenina.
La polémica brotó en medio de la Semana de la Moda de París.
Y precisamente Francia ha sido uno de los últimos países en implementar normas contra la excesiva delgadez de las modelos.
Pero, ¿de dónde parte esta obsesión por desfeminizar la figura femenina? ¿Y qué dice la ciencia al respecto? No, no es una manía de diseñadores que odian a las mujeres, como algunos responden a la ligera.
 La cosa viene de mucho más atrás y son las propias féminas las que empezaron a cambiar los cánones estéticos
. Mucho antes de que Victoria Beckham o Victoria's Secret subieran a la pasarela a maniquíes sin un átomo de adiposidad redundante, las damas de principios del siglo XX ensalzaban los cuerpos andróginos en detrimento de las redondeces que, por aquel entonces, se entendían como epítome de la fecundidad.
En esta transformación hay una fecha clave: la Primera Guerra Mundial.
Las necesidades de la contienda obligaron a muchas mujeres a trabajar en fábricas de armamento. De pronto, las abnegadas madres se transformaron en rudas trabajadoras, marcando un antes y un después en su relación con el mundo.
 Ellas miran de tú a tú a los hombres, trabajan, fuman y hasta adoptan su vestimenta
. La masculinización de su aspecto es su modo de reivindicar la igualdad (salarial, de voto…). Marlene Dietrich o Katharine Hepburn no dudan en vestirse con trajes masculinos.
 Coco Chanel populariza los pantalones para mujer.
Paralelamente, crece una pasión por el deporte como signo de salud y de clase (a fin de cuentas, solo entrenan las que disponen de tiempo libre y dinero).
 En el libro Strong, Beautiful and Modern, Charlotte Macdonald analiza cómo en el período de entreguerras se ponen de moda las mujeres con cuerpos delgados y fibrosos a base de hacer deporte. En 1939, la Women’s League for Health and Beauty (asociación de mujeres surgida en los países anglosajones para fomentar el deporte y la vida saludable) tenía más de 170.000 socias dispuestas a sudar para moldear sus siluetas.
 Las damas con posibilidades económicas renuncian a las curvas, tradicionalmente asociadas a las madres no trabajadoras, y se esfuerzan por lucir esbeltas.
 La delgadez ya no equivale a pobreza, ahora es signo de posición distinguida
. Por el contrario, las mujeres orondas ya no son símbolo de bienestar, sino de mala alimentación o de no hacer deporte.
 La polémica Wallis Simpson, duquesa de Windsor, lo define en una frase:
“Nunca eres ni lo suficientemente rica ni lo suficientemente delgada”.
Tras un lapso en los años 50, en los que triunfan las pin ups rotundas, en la década de los 60 Twiggy y sus 41 kilogramos inauguran una nueva era de iconos ultradelgados.
 “A partir de entonces las actrices y modelos americanas pesan un 15% menos de su peso normal. Y así se llega a los 90, con Kate Moss y Victoria Adams como cabezas visibles de una generación de chicas ultradelgadas que solo pueden mantenerse en ese peso matándose de hambre.
Las feministas entienden esta moda como una conspiración patriarcal para debilitar a la mujer forzándola a controlar su peso, socavando su autoconfianza y reduciendo el cuerpo femenino a proporciones infantiles”, sentencia la profesora de historia Ina Zweigiger-Bargielowska en su libro Women in Twentieth-Century Britain: Social, Cultural and Political Change.
 “Otros, en cambio, ven este nuevo ideal como el control absoluto de la mujer sobre su cuerpo. Renunciar a la grasa corporal que da forma a los atributos femeninos (pecho, caderas, muslos) demuestra autocontrol.
Por el contrario, las mujeres con sobrepeso son discriminadas no ya por cuestiones estéticas sino por su autoindulgencia”, explica la autora.
Un reciente estudio publicado en 'The Washington Post' revelaba que a las afroamericanas no les obsesiona tanto como a las blancas lograr una silueta hiperdelgada
Y en esta contradicción nos hallábamos cuando, de pronto, el siglo XXI recupera la reivindicación de las curvas.
 Que no se percibe igual en todas las razas.
 Un reciente estudio publicado en el Washington Post revelaba que a las afroamericanas no les obsesiona tanto como a las blancas lograr una silueta hiperdelgada.
 En una entrevista con el Daily Mail, la cantante Mica Paris afirma: "Las afroamericanas no aspiramos a quedarnos en los huesos al adelgazar.
 Deseamos emular a Queen Latifah, Jennifer Hudson o Michelle Obama.
 Las tres son musculosas y curvilíneas".
Las latinas, por su parte, admiran la voluptuosidad de Jennifer López y Sofía Vergara
. Pero cuando alguien como Scarlett Johansson se quita la ropa en Under The Skin muchos la tildan de gorda.
Así, mientras que sociológicamente parece que empieza una reconciliación (torpe y a trompicones) con las curvas femeninas, la ciencia viene a inclinar la balanza hacia esa reconciliación con la talla 40 en adelante.
Lo explica el biólogo y zoólogo David Bainbridge, autor de Curvología: el origen y el poder de las formas del cuerpo femenino:
 "Evolutivamente, almacenar grasa en el estómago, el trasero o las caderas es algo positivo, porque si la mujer da a luz y amamanta al bebé, necesitará 750 kilocalorías extra que puede coger de ahí".
 ¿Y si usted tiene claro que no quiere tener hijos? Siempre que no sea un caso de sobrepeso, como recuerda el científico, esa grasa visceral almacenada y acumulada en las zonas típicamente femeninas ejerce una función protectora del corazón y previene la diabetes.
 "La grasa subcutánea que se acumula en las caderas y en los muslos disminuye los niveles de insulina y mejora la sensibilidad de esta hormona", zanja la Universidad de Harvard, que alienta a muslos y caderas curvilíneos, aunque no dice lo mismo de la grasa en la barriga.
Lo dicho: una especie en curvilínea evolución.

 

¿Inventó un gerundense el telescopio?.................................. Enrique Joven Álvarez

Aunque apareció en Holanda en 1608, el telescopio haberse inventado antes de esa fecha en Italia o, quizá, en España. Algunos historiadores apuntan a un tal Joan Roget, “viejo artesano débil y cansado” de Girona.

Estas cosas son muy de catalanes, Colón tb dicen que fue catalán, y yo vi en Irlanda un telescopio hecho por un Noble que le gustaba mirar a las estrellas.

Joan Roget, por Eulogia Merle. / MUNCYT

El 25 de septiembre de 1608, un humilde artesano de Middleburg se atrevió a molestar al príncipe holandés Mauricio de Nassau con un tubo de latón en apariencia inofensivo.
 Era Hans Lipperhey. Por aquel entonces, el territorio holandés estaba sumido en una cruenta guerra civil.
Los bandos enfrentados eran, por una parte, las fuerzas españolas ocupantes –católicas–, y por otra, las provincias rebeldes del Norte –protestantes–.
 En una de las débiles treguas, el príncipe mostró el ingenio a los dirigentes de las otras provincias, así como al propio comandante en jefe de las tropas españolas, el muy sorprendido marqués Ambrosio Spínola, que según afirman exclamó
: "A partir de ahora no podré estar más tiempo seguro, ya que me verás llegar a lo lejos".
La mayoría de libros de texto y divulgación que podemos consultar hoy en día siguen otorgando la paternidad del telescopio a Hans Lipperhey
No habría de pasar ni un año para que los entonces denominados como “vidrios para espiar” se extendieran como la pólvora por toda Europa.
 En julio será otro hábil artesano, el italiano Galileo Galilei, el que tenga preparado su propio telescopio para impresionar con él al Senado veneciano oteando el horizonte desde el campanario de la catedral de San Marcos.
 Aunque sólo magnificara tres veces, será más que suficiente como para que Galileo sea contratado de por vida.
Lo que ocurrió después es de sobra conocido:
 A Galileo le tiró más la ciencia que la milicia y, con instrumentos de hasta treinta aumentos, reveló secretos del cielo tales como las fases de Venus, las altas montañas lunares o los cuatro satélites principales de Júpiter, así como la extraña forma de Saturno o las enigmáticas manchas solares.
Pero volvamos a Hans Lipperhey.
 Pocos días después de su entrevista con el príncipe Mauricio patenta –o, al menos, lo intenta– su invento y se le adjudica un jugoso contrato.
 Aunque poco dura la alegría en casa del pobre porque al telescopio le salen padres por toda Holanda: Jacob Metius, Zacharias Janssen y hasta un tercer artesano de apellido desconocido muestran cosas parecidas o idénticas
. A falta de pruebas de ADN, las autoridades holandesas declinan conceder la patente.
Y es que casi cualquiera podía construir un catalejo si tenía las lentes apropiadas: una cóncava –el ocular– y una convexa –el objetivo–.
El uso de lentes cóncavas y convexas como anteojos se remonta a mucho tiempo atrás. Alrededor de 1286 ya aparecen en Italia, y las primeras eran recomendadas “para jóvenes”, pues corregían la miopía, y las segundas “para distintas edades adultas”, pues corregían la presbicia. La cuestión estribaba, entonces, en saber a quién se le había ocurrido primero la feliz idea de poner una delante de la otra.
Dicen que dijo Lipperhey que fueron sus hijos quienes, jugando traviesamente con algunas de sus lentes, habrían descubierto su poder magnificador de forma accidental mirando la veleta de una torre. Pero mucho más sugerente y misteriosa es la afirmación del milanés Girolamo Sirtori, que habría escrito que un desconocido comprador de lentes las habría colocado juntas en el taller delante de Lipperhey para comprobar su calidad. Lipperhey, intrigado, habría hecho lo mismo una vez cerrada la venta, encontrándose con la inesperada sorpresa.
Sirtori no era el único italiano interesado en el próspero negocio de los vidrios para espiar.
 Primero su compatriota Giovanni Battista Della Porta –un prestigioso inventor napolitano–, y posteriormente el florentino Rafael Gualterotti reclamarán su paternidad.
 También lo hará el mismo Galileo –tan genial como soberbio–, en discusión epistolar con los anteriores
. Pero es Sirtori el que en 1612, en uno de sus libros acerca de la invención del telescopio, aporta una pista tan sugerente como enigmática
. Allí nos transporta a 1609, año en el que conoce en Girona a un “viejo artesano débil y cansado” al que denomina Roget, fabricante de anteojos, afirmando que éste le mostró, además de la armadura de su telescopio –muy enmohecido por el paso del tiempo–, las fórmulas para su construcción así como “la anotación de las proporciones con tres puntos.” Gracias a ello Sirtori afirmará haber perfeccionado sus experimentos y redactado las tablas reproducidas en su libro para fabricarlos.
¿Qué hay de cierto y qué hay de falso en este antiguo texto? ¿Existió Roget? Sorprendido con la lectura del libro de Sirtori, un médico oftalmólogo barcelonés –además de coleccionista de instrumentos ópticos e historiador, Josep María Simón de Guilleuma– se sumergió literalmente a mediados del siglo XX en los archivos catalanes de parroquias y ayuntamientos en busca de información para identificar a los personajes citados por el antiguo viajero italiano.
 Y el éxito le acompaña en sus indagaciones, publicando sus hallazgos en el IX Congreso de Historia de la Ciencia celebrado en 1959 en Barcelona. Según Simón de Guilleuma, un tal Joan Roget sería el auténtico inventor del telescopio.
Galileo reveló secretos del cielo tales como las fases de Venus, las altas montañas lunares o los cuatro satélites principales de Júpiter
Sobre cómo habría llegado la idea de Roget desde Girona primero hasta Italia y, posteriormente, hasta Holanda hay multitud de hipótesis a cuál más inverosímil, pero que fueron entrelazadas con cierto criterio por el británico Nick Pelling en el año 2008, y publicadas por la revista History Today. Aunque la mayoría de libros de texto y divulgación que podemos consultar hoy en día siguen otorgando la paternidad del telescopio a Hans Lipperhey, no sabemos a ciencia cierta si el telescopio comenzó como un juego de niños enredando con lentes por un tubo, o bien fue fruto del inmarcesible ingenio español que culminaría poniendo otro tubo en el extremo de un mocho y llamándolo “fregona”
. Pero quién sabe si, durante los últimos cuatrocientos años, los astrónomos de todo el mundo han estado mirando los cielos a través de ojos españoles.
 Es emocionante pensarlo así.
Enrique Joven Álvarez es doctor en Ciencias Físicas y trabaja como ingeniero en el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). Compagina sus tareas científico- técnicas con la divulgación y la escritura de ficción. Ha publicado dos novelas con la astronomía como eje principal: 'El Castillo de las Estrellas' (RocaEditorial, 2007) y, recientemente, 'El Templo del Cielo' (RocaEditorial, 2013).
El Telecospio que vi en Irlanda en unos jardines maravillosos era enorme y hecho de barriles de vino, luego las lentes no eran grandes y se miraba al revés pero los holandeses son tan chulos que dicen eso de "Dios creó el mundo y a Holanda los Holandeses.