Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

10 oct 2015

Las palabras hieren.................................................................. Elvira Lindo

Mary Beard se ha convertido en una luchadora contra un sistema ante el que nos sentimos desarmadas.

 

La profesora y presentadora de televisión Mary Beard. / CORDON PRESS

El caso de Mary Beard es paradigmático.
Lo seguí hace un año, cuando varios medios, The New Yorker, The Guardian o la BBC se hicieron eco de una conferencia que esta prestigiosa investigadora del mundo clásico, profesora de Cambridge, colaboradora del TLS e infatigable divulgadora de la vida en la Antigua Roma, impartió en el British Museum.
 Tenía por título Oh Do Shut Up Dear (Venga, cállate, querida) y en ella la autora hacía un prolijo recorrido a través de la historia de cómo los hombres han tratado de callar la voz de las mujeres.
 De la Odisea a su propia experiencia, porque Mary Beard, una señora de 60 años que lleva casi toda su vida estudiando detalles sorprendentes sobre las sociedades antiguas, se convirtió de pronto en una celebridad televisiva a través de Meet the Romans, un programa divulgativo que le enseñó con sangre cómo nuestra naturaleza no es menos agresiva que la de aquellos viejos imperios que hoy tenemos por más crueles.
 Su programa provocó un aluvión de críticas insoportable.
 Lo extraordinario es que esas críticas no se referían al contenido en sí sino a su aspecto físico. Nuestra profesora tiene un aire no diferente al de muchas eruditas entregadas desde su tierna juventud a los asuntos intelectuales: luce una alocada melena blanca, sus dientes son llamativos por su irregularidad, se permite detalles excéntricos en el calzado o las gafas, y, lo que ha resultado más indignante para algunos, muestra un impactante aplomo en su lenguaje corporal.
A ella le importa un pimiento no ser bella, pero no así a algunos críticos televisivos que, ignorando las enseñanzas que generosamente pretende difundir, se dedicaron desde el principio a describir la vestimenta poco cool de la sabia dama
. Con más crudeza aún se refirió a ella la jauría tuitera, en donde los comentarios sobre su supuesta fealdad abundaron.
La investigadora del mundo clásico Mary Beard. / CORDON PRESS
“Puta apestosa. Seguro que tu vagina da asco”.
Este fue uno de los interesantes tuits que la señora Beard cosechó.
 Lo curioso es que haciendo caso omiso de esa ley no escrita que aconseja a los personajes públicos no mirar lo que de ellos se dice en las redes, esta mujer, que se había educado en el feminismo activo de los setenta, se puso manos a la obra y decidió plantar cara a sus detractores
. Alguien la ayudó a localizar al autor de tan hiriente mensaje: era un estudiante, tenía 20 añitos. Beard llamó a su madre y habló con ella.
También habló con el autor de una web que colgó una foto de la investigadora con una vagina sobreimpresa en su cara.
Charló con ellos y con otros tantos y publicó en su blog la crónica de estas conversaciones que, finalmente, conformaron la interesantísima pieza que leyó en el Museo Británico sobre el silencio impuesto a las mujeres en cuanto tratan de frecuentar territorios tradicionalmente masculinos.
De pronto, esta mujer hiperactiva, brillante, vehemente, se convirtió en una luchadora contra un sistema ante el que las demás nos sentimos desarmadas.
 El día en que una eminencia de Cambridge llamó al estudiante que la calificó de puta y habló con él y con su madre es para mí tan histórico como esos chistes de romanos, al estilo Monty Python, sobre los que la historiadora ha escrito algún jugoso ensayo. El agresivo tuitero se disculpó de corazón. Su grosería se volvió contra él porque a raíz de que Beard la hiciera pública si se introduce el nombre del estudiante en Google aparece el inolvidable insulto.
 Una mancha en el currículo. Ella, siempre sorprendente, ha reclamado el perdón para quien aun ofendiéndola tan crudamente mostró arrepentimiento: esas palabras, aun siendo intolerables, no pueden arruinar una vida.
Beard se ha convertido en una figura emblemática para muchas mujeres.
 La joven poeta Megan Beech escribió un poema, When I Grow Up I want to be Mary B. (Cuando crezca quiero ser Mary B.), que ustedes pueden encontrar recitado por su autora en YouTube.
 Y es que cuando algunas creían que el feminismo activo estaba muerto encontramos que hay muchos motivos para resucitarlo.
Mary B. se miró al espejo e hizo recuento de todos aquellos insultos que estaba recibiendo, “fea, gorda, vieja, puta, maloliente, desagradable, mal vestida, mal follada, machorra…”. Duelen, ¿verdad? Se podría escribir un ensayo sobre las mil maneras de ofender a una mujer.
 Pero una vez que nuestra heroína afrontó la dureza de los insultos comenzó a relacionarlos con una tradición que viene de antiguo: no se trata de lo que una mujer diga, sino de que hable.
 Y entonces decidió investigar sobre la naturaleza de quien insulta. ¿Qué pensaría usted de su marido, de su hijo, de su hermano o de su mejor amigo si se enterara de que es autor de tan repugnante prosa? Yo me sentiría desazonada.
 Y pasaría a explicarle lo que no aprendió de niño: que las palabras hieren.

9 oct 2015

Krzysztof y Eduard............................................................................... Boris Izaguirre

Puede que el Vaticano se equivoque en no querer entender a esta pareja cristiana como su mejor acto de promoción.

 


Estoy en Los Ángeles para retransmitir la primera gala de los Latin American Music Awards.
 Por su alfombra roja han desfilado las estrellas del reggaeton.
 El discurso de muchos de ellos está plagado de frases por la tolerancia, la aceptación de la diversidad y gracias a Dios.
Me he quedado con las ganas de preguntarles qué opinan sobre la salida del armario del prelado Krzysztof Charamsa, sacerdote de 43 años, funcionario en la Congregación
 Para la Doctrina de la Fe, que hizo pública su homosexualidad y presentó a su compañero sentimental en lo que el periódico ABC calificó de “concurridísima” conferencia de prensa en Roma.
La verdad estoy encantado con esa concurridísima rueda de prensa.
 Charamsa y Eduard han vuelto a hacer de la homofobia una noticia.
 Estábamos ya un pelín acomodados con el matrimonio igualitario y nos habíamos olvidado del vía crucis de muchos hombres y mujeres en sitios como el Vaticano o Hollywood, donde lo importante no es aceptar tu orientación sino desviarla todo lo posible.
Charamsa se manifestó casi rezando el célebre credo de Truman Capote.
El escritor declaró a finales de los años setenta: “Soy homosexual, drogadicto, alcohólico y escritor”. Charamsa ha dicho: “Soy un sacerdote homosexual, feliz y orgulloso de mi identidad”.
 Bravo por él. Es atractivo, con buen perfil y una mandíbula que recuerda el Kirk Douglas de Espartaco
. Me entusiasma cómo se apoya en Eduard que, también según ABC es de origen catalán, y lo que es peor para esa publicación, podría ser soberanista.
Krzysztof y Eduard han puesto más alta la vara de medir el glamour gay.
 Por un momento me recordaron a los directores de Sálvame, con ese punto de coqueteo con la manipulación y el poder.
 Luego los vi similares al embajador de Estados Unidos, James Costos, y su esposo, Michael S. Smith: profesionales, adinerados y bien dotados para las relaciones públicas. Charamsa es polaco mientras que Eduard es catalán pero ambos exhiben un saludable bronceado mediterráneo. Krzysztof lleva sotana bien cortada y ligeramente ajustada en el talle. Eduard viste una otoñal americana de cuadros, en fin, el retrato de una familia contemporánea
. Es probable que el Vaticano se equivoque en no querer entender a esta pareja cristiana como su mejor acto de promoción en décadas.
Así como los embajadores americanos recibieron a Anna Wintour, la editora de Vogue América y suma sacerdotisa de la moda, deberían obsequiar a Charamsa con otra fiesta.
 Él es en sí mismo un lobby por la igualdad de derechos que quizás es a lo que se refiere el Papa cuando dice que “hay que abrirse al hombre contemporáneo”.
 En realidad, me encantaría que Charamsa fuera papa después de Francisco.
Otro hombre contemporáneo ha sabido sacarle punta a unas declaraciones. José María Aznar, recién salido de la peluquería de la FAES, reapareció para reclamar atención y mostrar su extraordinaria salud capilar.
Aznar es el expresidente que más cuida su aspecto
. Todos recordamos que posee unos abdominales comparables a los de Kyril de Bulgaria
. El pelo sigue tan negro y frondoso como en 1996 y se acomoda en la silla como Catwoman. Resulta interesante ver como su discurso corporal y de estilo es tan distinto al verbal.
Antes te importaba más el verbal.
 Es lo que tiene ser un expresidente: pasan los años y pasa el poder y lo que empieza a interesar de ti es el estilo.
 Aznar comentó varias cosas pero los ojos se te iban a la corbata color naranja con la que acompañó un traje marrón oscuro.
 Esa corbata naranja fue muy acertada.
Porque el naranja fue siempre el color de la suerte de Frank Sinatra pero es también el color corporativo de Ciudadanos.
 ¡Qué guiño coqueto del expresidente! Orange is the New Black, no hay que olvidarlo.
 Y Para José María, Albert Rivera podría ser su nuevo Mariano.
 Si yo fuera Albert le copiaría ese atuendo al expresidente para la campaña. Marrón y naranja, siempre tan otoñales, tan castellanos, tan Delibes, harían maravillas al combinarse con los malvas y azules del mediterráneo.
En el Pacífico, y sobre todo en Hollywood Boulevard, nada de esto importa.
 Aquí todo es brillo, silicona y reggaeton, un género musical surgido entre Jamaica y Dominicana, en el Caribe fecundado por ingleses y españoles.
 En los premios Latin Music Awards el ritmo ha inseminado también la alfombra roja generando un estilo que va de sacerdotisas escapadas de Juegos del hambre a caballeros vestidos como narcos en su día de matrimonio.
 Y un matrimonio siempre es motivo de alegría, como por ejemplo el de Cristina Pedroche y David Muñoz
. Ellos también son muy contemporáneos pero su boda no va ser concurridísima ya que será solo con los padres de ambos.
 Ojalá Charamsa pudiera bendecirla con su presencia.

El novio de Rock Hudson explica cómo ocultaron su relación

El que fuera pareja del fallecido actor durante tres años, cuenta que acudían juntos a los estrenos pero con compañía femenina.

Rock Hudson en la película 'La ley del más fuerte'.

"Él era un amor y yo lo adoraba", ha dicho Lee Garlington sobre Rock Hudson, con quien mantuvo una relación sentimental de 1962 a 1965.
 En el treinta aniversario de la muerte del actor, este corredor de Bolsa jubilado recuerda cómo fue su noviazgo y cómo ocultaron su homosexualidad en la década de los sesenta, cuando todavía no estaba aceptado socialmente.
Rock Hudson se refirió a Garlington en su biografía como "mi verdadero amor" y, este año, el hombre que ocupó el corazón de uno de los galanes de Hollywood, ha relatado a los medios parte de su historia de amor.
 "Le esperé fuera de su caravana en los estudios de Universal Pictures, fingiendo leer Variety (aunque probablemente tenía la revista boca abajo) y cuando salió, me miró un momento y se marchó", recuerda el amante del actor.
Un año más tarde, Garlington recibió una llamada para conocer a Hudson.
"Estaba muy nervioso, pero él me ofreció una cerveza y entonces sucedió", dice el antiguo corredor de bolsa, de 77 años.
 "Pasé con él la noche y me fui a las 6 de la mañana en mi coche con el motor apagado para que los vecinos no me escucharan. Pensábamos que estábamos siendo muy inteligentes", explica.
El examante de Hudson ha contado que acudían juntos a los estrenos de películas, pero con compañía femenina para no levantar sospechas.
"Rock nunca me pidió que lo mantuviera en secreto porque yo ya sabía que tenía que ser así"
. Pero al cabo de un tiempo, una fan irrumpió en la casa del actor y les pilló durmiendo juntos. "Empezamos a ser más cautelosos", cuenta Garlington.
Rock Hudson con Lauren Bacall en el estreno de 'La vuelta al mundo en 80 días'. / CORDON PRESS
Uno de los recuerdos favoritos de Garlington fue cuando estaban preparándose para acudir a un evento y Hudson le dijo que le tenía que enseñar a afeitarse correctamente.
 "Me enseñó cómo coger la cuchilla y ponerla en un ángulo que cortaba mucho mejor", afirma el que fuera pareja de la estrella de Hollywood.
Ambos se separaron en 1965.
"Uno de los motivos por los que rompimos nuestra relación era porque yo, de alguna manera, necesitaba una figura paternal y él no era lo suficientemente fuerte como para asumirlo", asegura Garlington.
 Perdieron el contacto a raíz de que el icono de la gran pantalla revelara, en 1985, que sufría sida. "Me sorprendió.
 El sida estaba matando a todo el mundo en aquella época.
 Llamé a las personas que lo estaban cuidando, pero me dijeron que estaba tan enfermo que no me iba a reconocer y que lo mejor es que guardara la imagen de cómo era él antes".
Tras su muerte, se publicó la biografía de Rock Hudson y allí descubrió su expareja que el actor había dicho sobre él que era su verdadero amor.
"Dijo que su madre y yo éramos las únicas personas a las que había amado alguna vez
. No sabía que significara tanto para él", dice Garlington.  

 

La psiquiatra de Rosario Porto: “Su depresión no era un riesgo para otros”............................ Silvia R. Pontevedra

Atendió a la madre de Asunta cuando ingresó en un sanatorio privado en 2009, con "antecedentes de un intento de autoeliminación".

Atlas

El 19 de octubre 2009, Rosario Porto llega con el que todavía era su marido, Alfonso Basterra, al sanatorio privado La Robleda, un psiquiátrico situado a las afueras de Santiago, "en un estado de ansiedad, angustia, tristeza y deseos de morir".
 Se la considera inmediatamente “una paciente de riesgo”, pero pocos días después pide el alta voluntaria en contra del criterio de la segunda especialista que la atiende
. Esta médico ha declarado esta mañana en el juicio por el supuesto asesinato de la hija de la pareja, Asunta, y asegura que su depresión era "preocupante" porque, para Porto, suponía "riesgo contra sí misma", nunca "para terceras personas".

"Había antecedentes", ha rememorado la médico, especializada en psiquiatría infantil y drogodependencias, "episodios de depresión y un intento de autoeliminación años antes, siendo joven".
 El abogado de la acusada de asesinato, José Luis Gutiérrez Aranguren, le ha preguntado a esta testigo, propuesta por él mismo para el juicio, si a Porto "le estorbaba Asunta"
. La psiquiatra se ha negado a contestar, amparándose en su "código deontológico": "Tendría que tener una autorización por escrito de la paciente para contestar a eso.
El vínculo de Rosario Porto conmigo queda conmigo", ha aducido, pero luego ha añadido que la depresión “no suponía riesgo para terceras personas".
Sin embargo, a continuación el fiscal Jorge Fernández de Aránguiz ha sacado a la luz dos fragmentos del informe médico de aquellos días
. El primer folio corresponde a otro facultativo, el doctor Carrero.
El segundo, a la que ha prestado hoy declaración, Gabriela M.K.
 En el primero, el médico especifica que a Rosario "la hija, en estos momentos, le molesta".
En el segundo, no se dice nada de esto, aunque la psiquiatra recoge que la paciente es "ambivalente en sus propios sentimientos".
El fiscal le ha preguntado por ambas frases. Sobre la posible molestia que pudiera suponer Asunta ha contestado "eso es problema de Carrero, pregúntele a mi colega"
. Sobre el segundo apunte, el de la ambivalencia, ha ilustrado que "todos los seres humanos, a veces, sentimos amor y odio como relaciones vinculadas".
En relación con este estado anímico de Porto, tendente a la "autoeliminación", también ha intervenido en el juicio, que se suspende hasta el martes, una exreclusa de la prisión de Teixeiro que fue destinada como presa de apoyo dentro del protocolo de prevención de suicidios.
 En los dos años transcurridos, la acusada por la muerte violenta de Asunta nunca ha dejado de estar sometida a este protocolo.
 La exreclusa ha contado que, durante nueve meses, hasta que cumplió su pena y quedó en libertad, fue la presa de referencia de Porto, por lo que tenía que acompañarla "las 24 horas".
 Esta mujer también ha descrito el "cambio paulatino de opinión" que se produjo entre las otras reclusas con respecto a Rosario Porto.
"Cuando llegó, el recibimiento fue bastante hostil… Ese tipo de delitos son mal recibidos.
 La mayoría de las internas la insultaban, y las que no, le hacían vacío".
"Había temor por su vida", ha explicado, "por el absoluto abatimiento y tristeza que tenía".
 El de Porto era "un dolor increíble".
"Igual fuera de la celda no lo mostraba, pero dentro se derrumbaba cada día.
Hablaba constantemente de su hija", ha alcanzado a decir la testigo antes de que el juez presidente del jurado, Jorge Cid, le haya cortado para que no siguiese dando detalles, poniendo punto y final a su declaración.
El primer abogado que representó a la madre de Asunta en este caso, los días siguientes al hallazgo del cadáver y su detención, ha acudido a la sala ocupada estos días por la sección sexta de la Audiencia de A Coruña para rememorar otro asunto en el que, en cierto modo aunque no oficialmente, participó: los trámites de divorcio de Porto y Basterra
. Este letrado, gran amigo del abuelo materno de Asunta, ha explicado que el proceso de divorcio, completado entre enero y febrero de 2013, "no era en principio amistoso porque discrepaban en cuanto a la custodia de la niña".
"La discusión no era de tipo económico, él no percibió ninguna remuneración", ha añadido, "pero al fin no se alcanzó la vía contenciosa porque al cabo de unos días se llegó a un acuerdo, con un régimen flexible de visitas para el padre.
Todo el patrimonio era de Rosario, y Alfonso comprendió que la niña estaría mejor con ella en lo relativo al estatus económico.
 Él no podía darle esa abundancia de todo tipo en la que Asunta se había criado".
El abogado también ha confirmado lo que ya se sabía: que la heredera universal de la fortuna de los padres de Rosario Porto era su propia hija, no su nieta.
 "El abuelo no le dejó en absoluto bienes a Asunta", ha asegurado.
Por su estrecha amistad con el progenitor de la acusada, el letrado también ha afirmado que Porto y Basterra no adoptaron a Asunta por empeño del abuelo, sino todo lo "contrario"
. "El abuelo comentaba que era precipitado que la fueran a adoptar, porque Rosario era joven y podría tener hijos.
 No fue para nada una imposición de él". A este testigo, como a otros muchos estos días, también se le ha preguntado por la relación entre Porto y Asunta, y ha respondido en la misma línea que los demás:
 "Era una relación excelente que siempre se mantuvo. Quizás, lo que yo le hacía ver a Rosario era el excesivo afán por mandar a la hija a clases particulares de tantas materias".
Además, a primera hora de este viernes han declarado varios guardias civiles y un policía nacional que participaron en las pesquisas de alguna manera, especialmente en la recogida de muestras de tierra de la pista forestal donde apareció el cuerpo y de la alfombrilla del puesto del piloto en el Mercedes 190 E de la madre de Asunta.
 El objetivo de los investigadores era cotejarlas para saber si coincidían y podían convertirse en indicio del delito.
 Pero hoy los agentes no han podido arrojar ninguna luz al caso en este aspecto.
 Habrá que aguardar a la explicación que den los peritos del laboratorio sobre los análisis
. Por ahora, lo que se sabe es que no dieron ningún resultado positivo.
"No se encontró tierra de la pista en la alfombrilla", ha asegurado a este diario el letrado de Porto.
También han hablado ante el jurado popular el director del instituto y el docente que era tutor de Asunta en el curso de 2013-2014, el año escolar que comenzaba cuando fue supuestamente asesinada por asfixia, tras ser drogada con lorazepam.
 El profesor fue quien recibió el 18 de septiembre, cuatro días antes de la muerte de la pequeña de 12 años, una nota de justificación en la que Rosario Porto decía que la menor no podía asistir al centro de Secundaria Rosalía de Castro esa jornada porque había tomado "un fármaco que le provocaba graves vómitos y mareos".
 Aquel día, el tutor no le dio importancia al papel, parecía una justificación como cualquier otra; "muy extensa pero normal", ha dicho
. No obstante, tras conocerse la noticia de la muerte de Asunta, él y el director del centro se reunieron y acordaron entregar la nota de puño y letra de Porto en comisaría.
Asunta, ha descrito el director, era una alumna "reservada, de buen comportamiento", que cursaba 3º de ESO cuando, por edad, le correspondía estudiar 2º
. "Estaba un curso adelantada por decisión de los técnicos y a propuesta de la familia", ha aclarado. Nunca, salvo aquel episodio del día 18, nada más empezar el curso, supieron de mareos o problemas de salud de la menor.
Tanto estos docentes como una madre que coincidió con Rosario Porto en el consejo escolar y AMPA del colegio y el instituto aseguraron que los dos acusados parecían padres "preocupados" por la formación de su hija.
 "Cualquier padre que esté en el AMPA tiene que ser porque tiene una preocupación, si no, no pierde su tiempo en estas cosas".