Recibieron en Nueva York los premios de la Sociedad Hispánica de América. El Nobel estuvo acompañado por Isabel Preysler.Se ha convertido La Preysler en una Condecoración a la Cirujía.
El Nobel de literatura Mario Vargas Llosa,
el banquero español Francisco González y el duque de Alba recibieron,
el jueves por la noche en Nueva Yok, un homenaje en la Sociedad
Hispánica de América por su contribución a las artes y las culturas
hispanas.
En la gala, celebrada en el Metropolitan Club de Nueva York, las tres personalidades fueron condecoradas con la Medalla Sorolla que desde 1924 viene entregando esta institución neoyorquina.
A Mario Vargas Llosa le acompañaba Isabel Preysler.
El Nobel lleva dos semanas dando clases en la Universidad de Princeton.
Preysler está pasando unos días en la ciudad aprovechando la celebración de la gala pero aseguró que espera viajar más veces mientras el escritor esté Princeton.
"No les digas cuando, por favor", le dijo el novelista entre risas a su pareja mientras atendían a los periodistas.
Ambos dicen que se sienten más a gusto en Nueva York que en Madrid, "hay menos periodistas aquí", bromeó Vargas Llosa.
"Estoy más tranquila aquí desde luego. Tenemos más libertad", añadió Preysler a la vez que él señaló que "esta ciudad es demasiado grande, hay muchas cosas, así que uno está más protegido y el neoyorquino no se deja sorprender ni le llama la atención".
"Estamos pensando venirnos a vivir a Nueva York", dijo el autor de nuevo entre risas, aunque después aclaró que tras completar el curso en Princeton regresará a Madrid.
Sobre las clases que está impartiendo el Nobel dijo: "Los estudiantes son tan buenos que hay que hacer un enorme esfuerzo para no quedarse atrás". Vargas Llosa ya enseñó en varias universidades en EE UU durante los últimos años. "Son estudiantes de altísimo nivel. Hay una competencia enorme y un esfuerzo gigantesco para destacar. Da gusto trabajar con estudiantes tan motivados".
Sobre el último premio Nobel de Literatura, Svetlana Alexiévich, señaló que "desgraciadamente" no ha leído su obra pero considera que sus posiciones son "muy respetables desde el punto de vista cívico, político".
Y añadió que le parece "muy bien que se haya premiado una obra de no ficción". "La poesía, los ensayos tienen la misma categoría literaria en manos de un gran creador que la novela o el teatro.
Y la gran tradición rusa ha sido siempre la poesía.
Y hacía tiempo que no se le concedía a un ruso".
Francisco González, presidente del grupo BBVA, explicó que el galardón es en reconocimiento por toda la actividad del banco desde el punto de vista artístico, que hace tanto en España y en América Latina.
"Una de las formas más eficientes de ampliar los horizontes de las personas y las sociedades es promocionar la cultura, las artes, la ciencia y la responsabilidad social.
Esto contribuye a que las sociedades sean más plurales, tolerantes e innovadoras, y mejora su bienestar, salud y prosperidad”, comentó en el homenaje.
El banquero tenía previsto viajar tras la gala en el Metropolitan Club hacia Lima (Perú) para participar en la cumbre del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.
El tercer premiado, Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, duque de Alba, aprovechó la ocasión para recordar la labor que tuvo su familia para proteger obras de arte durante la Guerra Civil española (1936-1939).
Sobre su objetivo al frente de la Casa de Alba, comentó que pretende "equilibrar la economía" para mantener todo el patrimonio lo mejor posible.
Para ello, entre otras cosas, va a abrir al público los palacios de Dueñas y Monterrey "para que puedan ser visitados por todo el mundo".
En la gala, celebrada en el Metropolitan Club de Nueva York, las tres personalidades fueron condecoradas con la Medalla Sorolla que desde 1924 viene entregando esta institución neoyorquina.
A Mario Vargas Llosa le acompañaba Isabel Preysler.
El Nobel lleva dos semanas dando clases en la Universidad de Princeton.
Preysler está pasando unos días en la ciudad aprovechando la celebración de la gala pero aseguró que espera viajar más veces mientras el escritor esté Princeton.
"No les digas cuando, por favor", le dijo el novelista entre risas a su pareja mientras atendían a los periodistas.
Ambos dicen que se sienten más a gusto en Nueva York que en Madrid, "hay menos periodistas aquí", bromeó Vargas Llosa.
"Estoy más tranquila aquí desde luego. Tenemos más libertad", añadió Preysler a la vez que él señaló que "esta ciudad es demasiado grande, hay muchas cosas, así que uno está más protegido y el neoyorquino no se deja sorprender ni le llama la atención".
"Estamos pensando venirnos a vivir a Nueva York", dijo el autor de nuevo entre risas, aunque después aclaró que tras completar el curso en Princeton regresará a Madrid.
Sobre las clases que está impartiendo el Nobel dijo: "Los estudiantes son tan buenos que hay que hacer un enorme esfuerzo para no quedarse atrás". Vargas Llosa ya enseñó en varias universidades en EE UU durante los últimos años. "Son estudiantes de altísimo nivel. Hay una competencia enorme y un esfuerzo gigantesco para destacar. Da gusto trabajar con estudiantes tan motivados".
Sobre el último premio Nobel de Literatura, Svetlana Alexiévich, señaló que "desgraciadamente" no ha leído su obra pero considera que sus posiciones son "muy respetables desde el punto de vista cívico, político".
Y añadió que le parece "muy bien que se haya premiado una obra de no ficción". "La poesía, los ensayos tienen la misma categoría literaria en manos de un gran creador que la novela o el teatro.
Y la gran tradición rusa ha sido siempre la poesía.
Y hacía tiempo que no se le concedía a un ruso".
Francisco González, presidente del grupo BBVA, explicó que el galardón es en reconocimiento por toda la actividad del banco desde el punto de vista artístico, que hace tanto en España y en América Latina.
"Una de las formas más eficientes de ampliar los horizontes de las personas y las sociedades es promocionar la cultura, las artes, la ciencia y la responsabilidad social.
Esto contribuye a que las sociedades sean más plurales, tolerantes e innovadoras, y mejora su bienestar, salud y prosperidad”, comentó en el homenaje.
El banquero tenía previsto viajar tras la gala en el Metropolitan Club hacia Lima (Perú) para participar en la cumbre del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.
El tercer premiado, Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, duque de Alba, aprovechó la ocasión para recordar la labor que tuvo su familia para proteger obras de arte durante la Guerra Civil española (1936-1939).
Sobre su objetivo al frente de la Casa de Alba, comentó que pretende "equilibrar la economía" para mantener todo el patrimonio lo mejor posible.
Para ello, entre otras cosas, va a abrir al público los palacios de Dueñas y Monterrey "para que puedan ser visitados por todo el mundo".