Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

3 oct 2015

Audrey Hepburn, del glamour a los fogones..................................................................Margot Molina

Luca Dotti, el hijo de la actriz, publica un libro en el que mezcla las recetas y la biografía de su carismática madre.

 

Aurey Hepburn con su hijo Luca, en su casa de 'La Paisible' (Suiza), en 1971.

Contemplando algunas de sus famosas fotografías de Vacaciones en Roma, My Fair Lady o Desayuno con diamantes nadie podría imaginar que Audrey Hepburn “era capaz de comerse tres platos de pasta y de atiborrarse de helados”, como desvela su hijo Luca Dotti, quien cuenta que la estrella más glamurosa y delgada de cuantas han brillado en Hollywood no se privaba de nada y disfrutaba cocinando para su familia, “como un ama de casa romana normal”.
 “Mi madre siempre decía que cada uno tiene que escuchar a su cuerpo”, precisa Dotti, quien acaba de publicar Audrey en casa. Recuerdos de la cocina de mi madre, una obra a mitad de camino entre un recetario y una biografía de la actriz británica.
El hijo menor de la actriz está empeñado en mostrarle al mundo que su famosísima madre nunca actuó, ni delante de la cámara ni en su vida privada:
 “Ella era siempre la misma. Se comportaba exactamente igual con sus amigos de Hollywood que con el tendero de la esquina o con las personas que trabajaban en nuestra casa”,
 asegura Dotti (Lausana, Suiza, 1970), fruto del segundo matrimonio de Hepburn y del neuropsiquiatra italiano Andrea Dotti.
Y para conseguirlo ha escrito Audrey en casa, en colaboración con el periodista Luigi Spinola, un libro que mezcla las recetas favoritas de la actriz con fotografías de su álbum familiar y anécdotas de su vida privada.
 La obra, que acaba de salir en castellano editada por Libros Cúpula (Planeta), es como una ventana por la que el lector puede asomarse y sentirse uno más de la familia Dotti-Hepburn, un curioso tándem que se forjó durante un crucero por la costa de Turquía en 1968, en el que se conocieron y enamoraron, y duró 13 años en los cuales la actriz solo aspiró a ser una buena ama de casa y cocinar para los suyos, una vocación que la apartó del cine durante ocho años.
“Engracia, que ahora vive en Talavera de la Reina y nació el mismo año que mi madre [1929], introdujo en nuestro menú el gazpacho y la tortilla de patatas
. Ella fue como una madre suplente para mí”, cuenta Dotti, quien justifica que la receta de gazpacho incluya salsa de Tabasco porque “era una opción de mi papá”. “Él le añadía picante a casi todo”, aclara.

Aunque el recetario incluye platos nórdicos —Audrey nació en Bruselas de madre holandesa y padre inglés—, españoles, estadounidenses o suizos —donde la actriz tuvo toda la vida su refugio, la casa jardín de La Paisible—, la mayoría son italianos
. “No soy ningún chef, pero me encanta cocinar
. Mi madre me enseñó a apreciar los productos.
 Tomaba mucha verdura y, como casi todos los que vivieron la II Guerra Mundial, patatas, siempre patatas con todo”, comenta el autor del libro.
“Uno de mis platos favoritos son los espaguetis a la puttanesca, que mamá preparaba cuando estaba de vacaciones Giovanna, la celosa cocinera que no dejaba entrar a nadie en su territorio.
 Se cocina muy rápido, con el fuego muy vivo.
 La historia dice que es un plato que se hace en solo 15 minutos, porque era el tiempo que las prostitutas tenían entre cliente y cliente.
 También me gusta mucho el hígado a la veneciana, quizás porque es lo que más comió mi madre cuando estaba embarazada de mí siguiendo los consejos del médico”, cuenta Dotti.

Audrey Hepburn en 'Villa Rolli', a las afueras de Roma en 1954.
“Nuestra primera intención era hacer un recetario.
 Yo me dediqué, a lo largo de dos años, a visitar a familiares, amigos y personas que habían trabajado para mi madre y recopilé unos 200 platos.
 Pero lo que en principio iba a ser un libro de cocina, se transformó en una especie de perfil humano, porque nos dimos cuenta de que era una pena no incluir todas esas anécdotas e historias que había acumulado”, explica Luca Dotti en un casi perfecto castellano con acento argentino por teléfono desde su casa de Roma, la misma en la que creció.
“Aprendí español porque la mamá de mi primer hijo es de Buenos Aires.
 Me resultó fácil ya que me crie hablando francés e italiano y algo de inglés, pero muy poco”, asegura Dotti, diseñador gráfico quien desde 2013 relevó a su hermano Sean Hepburn Ferrer [hijo del actor y director estadounidense Mel Ferrer, con quien la intérprete estuvo casada de 1954 al 1968] al frente del Fondo Audrey Hepburn por la Infancia, una organización que gestiona el legado de la intérprete desde 1995 con el objetivo de financiar proyectos concretos y continuar así la labor que ella desarrolló como embajadora de Unicef.
 Los beneficios que se obtengan de este peculiar libro de cocina, que primero se editó en inglés, en octubre saldrá en italiano y el año próximo se publicará en Alemania y en varios países asiáticos, se destinarán a este fondo.
“Mi madre no fue un icono internacional hasta después de su muerte [falleció en 1993 a los 63 años]. Vivió como una persona común, rodeada por sus amigos y manteniendo su privacidad pero no se escondía de nadie y hablaba con todos.
 Lo que ha venido después es sorprendente, la gente se inventa cosas porque les viene bien”, desvela Luca Dotti, quien recuerda que en una de las exposiciones fotográficas que organizaron en Corea se enteró de que habían escrito que sus padres se conocieron en un crucero en el que él (que era psiquiatra) trabajaba como médico y ella era una pasajera que estaba deprimida.
“Les dije que eso era un error que no tenía nada que ver con la realidad, pero me contestaron que era una historia bonita y a ellos les gustaba así”. Con las estrellas de cine cualquiera se cree guionista.

2 oct 2015

Emperador del estilismo............................................................................ Ana Fernández Parrilla..

Luigi Murenu, director creativo de Kérastase, es uno de los peluqueros más influyentes

Este otoño dicta que el cuidado capilar prima sobre el color o el corte.

Luigi Murenu.

Liso, ondulado, con flequillo o sin él.
 Las tendencias capilares se resisten a encasillarse en un catálogo de estilos y esta temporada el único dictado que prevalece es que el pelo esté sano.
 Lo proclama la versión digital de Vogue París –“el cabello saludable se ha convertido en el nuevo negro”– y lo ratifica Luigi Murenu (Cerdeña, 1964), director creativo de Kérastase, además de uno de los peluqueros más poderosos de la industria de la moda y máximo precursor de esta nueva corriente. Estilista de cabecera de Madonna durante años, Murenu no solo convierte en moda cualquier peinado que crea, sino que es capaz de multiplicar su alcance como tendencia a través de su reciente faceta como fotógrafo. Una nueva vocación que le ha llevado a firmar, entre otras, la campaña de Dior de la pasada primavera (con Jennifer Lawrence como protagonista), la de Versace Jeans del otoño de 2014 o la de la línea cosmética de Tom Ford en el invierno de 2013.
Con la tijera, la cámara o empuñando ambas, hay pocos hombres con el poder de prescripción que ostenta este italiano.
 Y este otoño sentencia que la calidad del cabello prima sobre cualquier corte o tratamiento.
 “El peor error que las mujeres cometen con su pelo es no cuidarlo.
 Usar el acondicionador y los productos de styling adecuados puede marcar una enorme diferencia”, explica mientras se dispone a trabajar con Magdalena Frackowiak, la modelo que protagoniza las imágenes de las páginas anteriores.
La sensualidad que adquiere una melena lacia en sus manos contrasta con el poco esfuerzo que, aparentemente, le requiere conseguirla.
 Observándole, un par de pasadas con los dedos por el cabello liso bastan para proporcionar el sutil volumen que buscaba.

Una joya de modelo

En sus 16 años de carrera, la modelo Magdalena Frackowiak (Gdansk, Polonia, 1984), que protagoniza este editorial, ha abierto y cerrado desfiles de Balenciaga, Yves Saint Laurent o Dolce & Gabanna; ha monopolizado editoriales en casi todas las ediciones de ‘Vogue’, y ha sido uno de los cotizados ángeles de Victoria’s Secret.
 Ahora ha lanzado una línea de joyería homónima: “Cada pieza es como una pequeña escultura y está fabricada a mano en Polonia por artesanos locales”.
Perfeccionista es un adjetivo con el que se suele calificar a este aspirante a bailarín de jazz.
 Siempre trabaja con un cargamento de maletas gigantescas repletas de secadores, cepillos, tenacillas y postizos en una infinidad de largos y tonos.
 A la sesión de fotos para El País Semanal acude con tres asistentes.
“Sí, soy un perfeccionista, pero también tengo mucha disciplina.
Necesito saber todos los detalles antes y qué voy a hacer, aunque algunas veces pueda volverme loco”, explica.
Streeters, la agencia que gestiona su carrera, advierte de que el italiano solo acepta “reservas especiales”.
 “Todavía puedo peinar, pero con muy pocos diseñadores: Riccardo Tisci, Rick Owens. Continúo siendo muy buen amigo de Peter Dundas, pero, honestamente, uno tiene que encontrar su lugar en la vida. Necesito tener el control.
Ahora que soy fotógrafo trabajo con los diseñadores en otro nivel diferente.
Tengo más poder”, argumenta.
Para Naomi Campbell, una de las múltiples modelos que han posado para el italiano desde que formase tándem creativo con Iango Henzi, su evolución de peluquero a fotógrafo ha sido algo natural. “Luigi tiene un ojo increíble.
Se lo toma todo con entusiasmo y gran sentido del humor.
 Cuando trabajo con él, me aparto y le dejo crear, porque confío plenamente”, explicaba al portal models.com.
Uno de sus últimos proyectos, la campaña Visions of style de Kérastase, le permite aunar sus dos vocaciones.
 “Ser fotógrafo me da la oportunidad de crear un personaje y traducir los estilos en imágenes.
 Quiero sentarme en el asiento del conductor, no tocar en la cara B de la cinta de música”.
elpaissemanal@elpais.es

 

El misterio de Tutankamón y el amante de Alejandro Magno.............................................. Jacinto Antón

Mientras sigue sin desvelarse si existen cámaras desconocidas en la tumba del primero, arqueólogos griegos creen haber dado con la del segundo.


Momentos excitantes en el mundo de la arqueología –por si no lo fueran ya los del mundo en general-
. A la noticia de la búsqueda de cámaras ocultas en la tumba de Tutankamón, una de las cuales se especula que acaso guarde la momia de Nefertiti, nada menos, se ha sumado la de que podría haberse encontrado el sepulcro de Hefestión, el amante de Alejandro Magno.
 El gran amigo y amor de la vida del rey macedonio, que le acompañó en todas sus campañas como uno de sus generales (acabó dirigiendo su caballería y siendo quiliarca, una especie de visir o segundo al mando), sería finalmente el personaje al que estaría consagrada la gran y misteriosa tumba de Anfípolis, bajo un túmulo gigantesco, la colina de Kasta, al noreste de Tesalónica.
Dicha tumba sensacional, que los arqueólogos llegaron a pensar que era la del mismísimo Alejandro (su cenotafio macedónico: el cuerpo es sabido que se encontraba en un sepulcro en Alejandría, hoy desaparecido), fue localizada en 2012 aunque los trabajos en el túmulo y los hallazgos arqueológicos se remontan a los años cincuenta.
La monumentalidad de la tumba estaría en consonancia con la épica pena que se nos dice que sintió Alejandro al morir Hefestión y las conmemoraciones realmente extravagantes que dedicó al amigo muerto, incluyendo la dedicación al amante de un culto heroico.
De momento toca ser prudentes y aguardar el desarrollo de las investigaciones, en ambos casos.
 No se tomó Troya en un día, y valga la frase especialmente en este contexto.
La hipótesis lanzada este verano por el reconocido especialista británico Nicholas Reeves, uno de los mayores especialistas mundiales en la época de Amarna (la de Akenatón y su familia), de que la famosa tumba de Tutankamón en el Valle de los Reyes (Lúxor), uno de los monumentos más conocidos, estudiados y visitados del planeta, podría albergar cámaras desconocidas hasta ahora, desató una oleada de emoción y escepticismo a partes iguales.
La idea, comparable a decir que hay otra sala desconocida en Altamira o en la Capilla Sixtina o que se ha dilucidado la muerte de JFK, parecía una locura: ¿cómo iban a no haberse dado cuenta de la existencia de esas cámaras el descubridor de la tumba, Howard Carter, que pasó años dentro estudiándola (y vaciándola) con su equipo y los millones de personas que desde el hallazgo en 1922 la han visitado?
Cabeza de la estatua de Alejandro hallada en Perge (Anatolia, Turquía) en la campaña de excavación 1985-1992.
Reeves apoya su hipótesis de que hay concretamente una cámara perteneciente al enterramiento de Tutankamón sin descubrir (y que almacenaría aún parte de su ajuar funerario) y otra que sería realmente un pasaje que conduciría a una tumba anexa desconocida (¡la de Nefertiti! –madrastra de Tutankamón-) en la existencia de ciertas anomalías en los muros oeste y norte de la cámara funeraria del faraón
. Esas anomalías, fisuras ocultas tras las pinturas que sugieren la existencia de puertas, se habrían revelado durante el minucioso escaneado de la cámara mortuoria efectuado por la empresa Factum Arte para la posterior realización de una copia facsímil del sepulcro.
Lo de Nefertiti, cuyo paradero es uno de los mayores enigmas de Egipto junto con el de Cleopatra, Reeves lo sostiene basándose en una docta relectura iconográfica de las pinturas de la cámara funeraria (la única decorada de la tumba) que según él mostrarían no a Tutankamón sino a la reina entronizada como faraón.
Pese a que todo está muy traído por los pelos, sorprendentemente Reeves ha sido autorizado a estudiar la tumba con una celeridad asombrosa, y no solo eso, sino que el ministro de Antigüedades Egipcias, Mamdouh El Damaty, arqueólogo y egiptólogo solvente, ha estado junto a él durante las primeras inspecciones oculares realizadas ya esta semana in situ.
 Todo ello parece indicar que se da total credibilidad a las teorías de Reeves y que quizá haya otros indicios o pruebas que no han sido hechos públicos.
 Sería raro que el Gobierno egipcio –por no hablar del propio Reeves que, recordémoslo, pasó mucho tiempo investigando en el Valle de los Reyes hasta que lo echó el entonces todopoderoso responsable de las antigüedades Zahi Hawass- se embarcara en una aventura semejante si pensara que va a salir con las manos vacías y el prestigio dañado.
 Aunque no hay que descartar el beneficio que para el mermadísimo sector turístico puede significar toda la atención mediática de la operación.
De momento, la primera entrega del serial se ha saldado con un anticlímax.
Tras la inspección y la primera rueda de prensa, el jueves, estamos donde estábamos: las puertas podrían existir, y los misterios ocultos, pues también.

Se ha anunciado que se realizarán estudios con radar y otras técnicas no intrusivas para averiguarlo. Mientras eso ocurra, mientras no veamos qué hay (si hay algo) al otro lado del muro, todo lo demás es pura especulación, un saludo al sol, y valga de nuevo la referencia (en este caso a Akenatón)
. El timing del desvelamiento no está claro: se habla de unos meses y se ha comentado ya que la noticia, cualquiera que esta sea, podría darse a conocer en coincidencia con la fecha del aniversario del descubrimiento de la tumba, el 4 de noviembre.
 Esperemos que la cosa no se demore como aquel show que fue la investigación de los conductos de ventilación de la Gran Pirámide
. En fin, todos los amantes de la egiptología y de la arqueología y el arte y la historia en general (y de los misterios), permaneceremos en ascuas hasta que se aclare el asunto (aunque yo me como el salacot –y lo haría muy a gusto- si resulta que Nefertiti está de verdad en la tumba de Tutankamón).
Reconstrucción digital de la supuesta tumba de Hefestión en Anfípolis.
Lo de la tumba de Hefestión no tiene el mismo morbo, pero no está mal. Hefestión era el hombre al que Alejandro amaba
 (sabemos por las fuentes que era atractivo y más alto que él: la reina persa los confundió), su favorito.
Se decía, con antigua sorna, que Alejandro solo había sido derrotado una vez y lo había sido por los muslos de Hefestión.
 Su relación se moldeaba –Alejandro era un mitómano- en la de Aquiles con Patroclo (¡qué peligro tiene leer la Ilíada al pie de la letra!), aunque en este caso al parecer el querido era de mayor edad que el rey.
 El sexo entre Alejandro y Hefestión se da por seguro entre los estudiosos, aunque, como señala el magistral Robin Lane Fox, “no sabemos exactamente quién hizo qué a quién”, lo que es una fórmula muy británica de decir las cosas.
Hefestión, compañero de infancia, luchó mucho y bien junto a Alejandro, fue herido en Gaugamela, tuvo que tragarse el sapo de los amores del rey con el persa Bagoas y su boda con Roxana (fue padrino), apoyó siempre a su jefe incluso en los momentos más difíciles de la carrera de este y la rebelión del ejército, le secundó en sus planes de unir los imperios macedónico y persa (se casó con la hija pequeña de Darío, convirtiéndose en cuñado de Alejandro)
 y acabó como hiparca, jefe de la caballería y posiblemente el hombre al que el rey habría visto como sucesor.
Yacimiento de la tumba de Hefestión en Anfípolis.
Durante las inacabables campañas asiáticas, en Hamadán, al oeste de Irán, Hefestión cayó enfermo con fiebres, probablemente tifoideas.
El médico le recetó dieta, pero él se comió un pollo regado con vino y se puso peor. Durante siete días permaneció en cama y murió.
 Alejandro, destrozado, se entregó a una pena desmesurada como él mismo
. Ayunó, se cortó el cabello y las crines de todos los caballos, y al final decidió honrar al amigo con despliegue jamás visto.
Los funerales fueron espectaculares, fuera de toda mesura.
Según las fuentes clásicas, el monumento que proyectó dedicarle a Hefestión, encargado al arquitecto Dinócrates, medía sesenta metros, constaba de varios pisos y estaba decorado con estatuas como una especie de gigantesca falla.
 Se habrían empleado veinte toneladas de oro.
 Hay estudiosos que dudan de que llegara jamás a realizarse, pues Alejandro murió solo un año después que Hefestión.
 Tampoco está claro si lo diseñado respondía a una pira -¿fue Hefestión cremado a la manera macedónica (y homérica) o quizá se conservó su cuerpo como el del propio Alejandro?- o a una construcción duradera, pero en todo caso, los restos del amado amigo, al que se le consagró un culto semidivino, deberían reposar en última instancia en una tumba regia.
 Puede que se hicieran las dos cosas: una pira fenomenal –según algunos testimonios se quemó a Hefestión en Babilonia y hubo que desmontar una parte de la muralla para dar cabida al dispositivo- y una tumba en la patria macedónica a escala del afecto y la pena de Alejandro.
Esfigies de la tumba.
La tumba de Anfípolis, la más grande de Grecia, con 30 metros de altura y rodeada de un muro de mármol de casi 500 metros de largo y tres de alto, podría haber sido construida en memoria de Hefestión.
 La directora de las excavaciones, la arqueóloga Katerina Peristeri, así lo cree tras el descubrimiento de unas inscripciones en las que aparece lo que interpreta como el monograma del personaje.
Aduce también en beneficio de su hipótesis la cronología de la tumba (que establece en el siglo IV antes de Cristo) y la presencia de un monumental león de piedra (hallado en 1912 a 2 kilómetros) que según ella habría estado colocado sobre el túmulo y que remite a la misma estatua que sabemos hizo tallar Alejandro en Hamadán en memoria de su amigo y que allí se conserva.
 En todo caso, en la tumba, que posee tres cámaras y está decorada con esfinges, cariátides, frescos y mosaicos, se han encontrado restos de al menos cinco personas
. A lo largo de las excavaciones, la tumba ha sido atribuida a Alejandro mismo, a su madre Olimpia y a alguno de sus generales.
 De momento las evidencias claras de que pudiera ser la tumba de Hefestión son, de nuevo, ay, más bien escasas.

 

Y que fue de ti Rock Hudson??30 años sin el galán Rock Hudson



La meteórica carrera de Roy Harold Scherer comenzó a los 18 años, cuando uno de sus amigos le presentó a un representante de actores.
 Su altura y atractivo le abrieron las puertas de la industria.
 Tras una transformación física, Scherer pasó a ser Rock (por la roca de Gribraltar) Hudson (por el río). La imagen es un retrato del actor tomado también a mediados de los años cincuenta. 



Hace 30 años que moría Rock Hudson víctima del sida. El actor fue la estrella de las comedias románticas y el galán más codiciado del Hollywood de los cincuenta. Pero el mito no sólo se forjó en torno a sus películas.
 Durante su enfermedad, se convirtió en un icono de la lucha contra el VIH y por los derechos de los homosexuales.
 En la imagen, un retrato de Hudson de la década de 1950. 



El intérprete, en enero de 1964. Hudson debutó en el cine en 1948 en un pequeño papel en Escuadrón de combate
. Un tiempo después vinieron 'Winchester 73' y 'Horizontes lejanos'. En 1952, finalmente, llegó su primer papel como protagonista: 'El capitán Panamá'. 


'Confidencias a medianoche' (1959), dirigida por Michael Gordon, fue la primera de las tres películas que protagonizó el trío Rock Hudson, Doris Day y Tony Randall.
 En la imagen, un fotograma de la cinta, con Hudson y Day. 


En el momento en el que fue tomada esta imagen, el actor ya había conquistado Hollywood.
 Era el verano de 1954, durante la Mostra de Venecia. Hudson sostiene en brazos a la pintora italiana Novella Parigni para evitar que se le mojen los zapatos. Unas fuertes lluvias habían dejado inundadas las calles de la ciudad. 
 
El galán es el protagonista de títulos que han pasado a la historia del cine.
 Y que han dejado imágenes como esta de 1956 con Liz Taylor en el set de 'Gigante'.




La década de los cincuenta fue la etapa cinematográfica por excelencia del actor. 'Obsesión', 'Sólo el cielo lo sabe', 'Gigante', 'Escrito sobre el viento' o 'Adiós a las armas'. Este retrato es posterior, de 1960. 



Arthur Kennedy, Lori Nelson, James Stewart, Julia Adams y Rock Hudson dando un paseo durante un descando del rodaje de 'Horizontes lejanos', en 1952.



Otro retrato del actor en los años cincuenta. Sus papeles lo pusieron en el punto de mira de la prensa. Su rostro de galán fue el protagonista de numerosas portadas, pero no siempre por su carrera. Los rumores por su homosexualidad lo persiguieron siempre. 


En la época en la que su fama despegó también lo hicieron los rumores sobre su homosexualidad.
 Su agente lo presionó para que se casara y acallara las habladurías.
 Contrajo matrimonio en secreto con su secretaria, Phyllis Gates, en 1955. 

Rock Hudson contrajo el sida en 1980 y en 1985 lo dijo públicamente. 
Era la primera celebridad de Hollywood que lo reconocía, y consiguió que la todopoderosa industria por fin dejara de mirar para otro lado.
 Semanas antes de morir su amigo Burt Lancaster leyó en un evento para luchar contra el sida unas palabras escritas por él: "No estoy feliz por estar enfermo, no estoy feliz por tener sida. 
 Pero si esto está ayudando a otros, puedo saber al menos que mi propia desgracia ha servido de algo". 
Siempre fue un actor de películas Blancas, muchas con Doris day que parecían hermanos y realmente como eramos niñas no podíamos saber nada que el Cine no quisiera, un aire a Gary Grant, muy cuidado en su atuendo, un físico que impresionaba. Guapo hasta decir Basta. Quizás una no tan Blanca y yo no tan niña fue Gigante con un plantel de oro, ël, Liz Taylor y James Dean que dicen estaba alli por Hudson aunque parecía que entre ellos no había chispa pero Dean lo perseguía. Lyz Taylor que curiosamente además de compañera de rodaje se hizo amiga de muchos actores homosexuales. 
ël se enfrentó a su enfermedad y ya sin tapujos fuel 1º en reconocer que padecía Sida y su aspecto se deterioraba demasíado rápido, lo admitió para que otros no se tuvieran que esconder, realmente fue un luchador y murió como dijo Maruja Torres, murió como un Hombre.