Frente a una película plana y un poco ñoña, 'Hacia el infinito. Mi vida con Stephen Hawking' es un preciso retrato de una relación compleja.
Dos ratas conversan en una vieja filmoteca mientras comen restos de
celuloide y una de ellas dice a la otra: “pues a mí me gustó más el
libro”.
Bien pudiera esa rata estar comiendo un trozo de La teoría del todo, la película basada en la obra de Jane Hawking en la que cuenta su relación con el físico más famoso del momento.
Frente a una película plana y un poco ñoña, Hacia el infinito. Mi vida con Stephen Hawking es un preciso retrato de una relación compleja que nada más empezar estaba destinada a terminar: “que Stephen siguiera vivo 16 años después del diagnóstico, lo convertía en un fenómeno médico.”
Esta es la historia de una de las mentes más brillantes del último tercio del siglo XX en uno de los cuerpos más devastados.
Tan devastado que en 1963 le dieron dos años de vida y ahí sigue, brillante en su trabajo científico, sin apearse del humor, subido encima de su ego y de su gusto por la publicidad, según el relato de la primera de sus tres esposas quien, durante 25 años fue su enfermera, gerente, pareja y muchas cosas más, pero no su confidente.
Esa imposibilidad para hablar de lo que no fuese “la diosa física”, que, según la autora, Hawking había heredado de su familia, levantó algunos muros en la relación y acabaron por hacerla imposible. Una enfermera chismosa y trepa y un músico amable, uno en cada lado de la pareja, también contribuyeron a la ruptura.
Este libro es el segundo que Jane Hawking escribe sobre la relación con el cosmólogo.
El primero de ellos Music to Move the Stars: A Life with Stephen (no traducido al español; en Amazon, ediciones desde 685 euros) fue escrito en 1999, nueve años después de la separación y a los cuatro del divorcio.
Esta nueva redacción, publicada originalmente en el año 2008, dio origen al edulcorado guión de la película que acaba de estrenarse.
El libro, sin embargo, es más verdad.
El relato de las dificultades de los primeros años, sobre todo las económicas derivadas de los enormes gastos que ocasiona la enfermedad de la motoneurona que padece Hawking, podría parecerse a centenares de relatos, pero este se refiere al físico más influyente del final del siglo pasado
. La publicación del éxito de ventas Una breve historia del tiempo permitió a la familia vivir desahogadamente, aunque eso no impide que Jane Hawking, activista en muchas causas, siga quejándose del abandono de los diversos gobiernos británicos, sobre todo el de Margaret Thatcher, a una sanidad pública desmantelada.
Un poco de divulgación de la ciencia, un poco de desmitificar al héroe, un poco de problemas con la familia política y mucho amor y humor componen este interesante retrato de una pareja como todas, es decir, muy especial.
Bien pudiera esa rata estar comiendo un trozo de La teoría del todo, la película basada en la obra de Jane Hawking en la que cuenta su relación con el físico más famoso del momento.
Frente a una película plana y un poco ñoña, Hacia el infinito. Mi vida con Stephen Hawking es un preciso retrato de una relación compleja que nada más empezar estaba destinada a terminar: “que Stephen siguiera vivo 16 años después del diagnóstico, lo convertía en un fenómeno médico.”
Esta es la historia de una de las mentes más brillantes del último tercio del siglo XX en uno de los cuerpos más devastados.
Tan devastado que en 1963 le dieron dos años de vida y ahí sigue, brillante en su trabajo científico, sin apearse del humor, subido encima de su ego y de su gusto por la publicidad, según el relato de la primera de sus tres esposas quien, durante 25 años fue su enfermera, gerente, pareja y muchas cosas más, pero no su confidente.
Esa imposibilidad para hablar de lo que no fuese “la diosa física”, que, según la autora, Hawking había heredado de su familia, levantó algunos muros en la relación y acabaron por hacerla imposible. Una enfermera chismosa y trepa y un músico amable, uno en cada lado de la pareja, también contribuyeron a la ruptura.
Este libro es el segundo que Jane Hawking escribe sobre la relación con el cosmólogo.
El primero de ellos Music to Move the Stars: A Life with Stephen (no traducido al español; en Amazon, ediciones desde 685 euros) fue escrito en 1999, nueve años después de la separación y a los cuatro del divorcio.
Esta nueva redacción, publicada originalmente en el año 2008, dio origen al edulcorado guión de la película que acaba de estrenarse.
El libro, sin embargo, es más verdad.
El relato de las dificultades de los primeros años, sobre todo las económicas derivadas de los enormes gastos que ocasiona la enfermedad de la motoneurona que padece Hawking, podría parecerse a centenares de relatos, pero este se refiere al físico más influyente del final del siglo pasado
. La publicación del éxito de ventas Una breve historia del tiempo permitió a la familia vivir desahogadamente, aunque eso no impide que Jane Hawking, activista en muchas causas, siga quejándose del abandono de los diversos gobiernos británicos, sobre todo el de Margaret Thatcher, a una sanidad pública desmantelada.
Un poco de divulgación de la ciencia, un poco de desmitificar al héroe, un poco de problemas con la familia política y mucho amor y humor componen este interesante retrato de una pareja como todas, es decir, muy especial.
Hacia el infinito. Mi vida con Stephen Hawking. Jane Hawking. Lumen, Barcelona, 2015, 553 páginas, 22,90 euros. Antonio Calvo Roy