George Clooney cumple un año de casado, rodeado de problemas

Las obras de su gran mansión en Berkshire, que compró al casarse con Amal Alamuddin, le enfrentan con sus vecinos.

Amal y George Clooney, en la gala del Met en Nueva York. / CORDON PRESS

Fue el último fin de semana de 2014 cuando George Clooney perdía el título de soltero de oro a los 53 años y se casaba con Ama Alamuddin, de 37
. Cuatro días de festejos que han dado paso a 12 meses de matrimonio no libre de sospechas y alguna polémica
. La última tiene que ver con la casa que la pareja ha comprado y está reformando en Berkshire, en el sur de Inglaterra, y que tiene enfadados a todos los vecinos, alterados por la magnitud de las obras. La pareja adquirió esta mansión poco después de su gran boda, una propiedad valorada en 13 millones de euros que tiene la consideración de “monumento clasificado”, denominación que se emplea en el Reino Unido para referirse a las construcciones de especial interés arquitectónico
. Cuenta con nueve dormitorios, gimnasio, spa, biblioteca e impresionantes jardines en los que se está construyendo una piscina, con una casita junto a ella y una gran terraza.
 Y es que en la vida de los Clooney desde que se casaron todo es a lo grande.
Sus casas, sus apariciones públicas, los que viajes que realizan y hasta el vestuario de la abogada, convertida en icono de moda y en defensora de causas internacionales aunque con escaso éxito al menos en lo que se refiere a sus últimos casos
Aunque las agendas de ambos son bastante complicadas e incluyen numerosos viajes, el trabajo de Amal Clooney y de George Clooney está condicionado por su pacto matrimonial de no pasar más de una semana sin verse.
 “Ella es abogada, lo que significa que puede hacer su trabajo en distintos sitios, así que tratamos de mover las agendas para que encajen”, ha dicho el actor.

Amal Clooney, de blanco, con el directir del Museo de la Acrópolis. / AP

Al poco de su boda se pudo ver a la letrada asistir al rodaje de un anuncio de su marido en una villa italiana. Luego, la pareja se trasladó a Nueva York, donde el actor grababa una película junto a Julia Roberts –dirigida por Jodie Foster. Allí Alamuddin ejerció como profesora en la reconocida Universidad de Columbia. Juntos también han asistido a los grandes actos sociales, y la pareja ya se dejado ver en las alfombras rojas de los Globos de Oro, los Oscar y la última gala del Met.

George y Amal Clooney, el día de su boda. / GETTY

Ambos forman una de las parejas británicas más ricas de Reino Unido (acumulan unos 150 millones de euros)
. Desde que oficializaron su relación, han sido muchas (hay quien dice que demasiadas) las ocasiones en las que uno de los galanes de Hollywood, de 54 años, ha dado rienda suelta a sus sentimientos declarando su amor y admiración hasta la saciedad.
George Clooney al cumplirse un año de su boda ha hecho balance en el programa The Late Show de la televisión estadounidense. "Dijeron que no íbamos a durar", ha asegurado el actor. Stephen Colbert, el presentador, le preguntó al actor norteamericano cómo era su relación con una mujer tan seria y este respondió entre risas:
 "Ella me suele decir: 'Esta noche vamos a conocer a una gente extremadamente inteligente. No se trata de un show folk.
 Así que, simplemente, muéstrate guapo y brillante'
 Y eso es mayormente lo que hago".
También en una reciente visita a España, el actor habló de sus nuevo estado.
 "Bueno,  cedo el testigo de seductor, yo ya no puedo.
 Estoy casado, en fin...", dijo

 

Cosmética a prueba de ‘selfie’.......................................................................... Begoña Gómez Urzaiz

Las marcas de belleza idean sus productos de maquillaje para salir bien en las redes.

 

Una mujer se toma un 'selfie'. / getty images

En la época del cine mudo, los filmes se rodaban en película ortocromática, insensible al rojo y al amarillo.
 Esos colores se veían oscuros en cámara y, en cambio, los tonos púrpura aparecían blanquecinos, lo que casi le cuesta su carrera a Norma Shearer, Griffith le dijo que tenía los ojos demasiado azules para triunfar en el cine.
 Para contrarrestar esos efectos, los actores se maquillaban con una base azulada y se pintaban los labios de amarillo.
 Sin llegar a ese nivel, la era del selfie requiere su propio maquillaje específico o, por lo menos, así lo anuncian algunas marcas que ya están comercializando productos pensados para autofotos o testando directamente sus productos con cámaras telefónicas.
Cover Girl, una marca de precio medio orientada a consumidores muy jóvenes que tiene a Katy Perry como imagen corporativa (y que no se comercializa en España), lanzó en julio una base de maquillaje testada usando iPhones 5 y 6.
La jefa de investigación de la marca, Sarah Vickery, declaró a The New York Times que su departamento tardó casi dos años y dio vueltas a 43 versiones del producto hasta que hallaron la fórmula definitiva
. Para potenciar la luminosidad, se habían añadido, por ejemplo, partículas de mica que permanecen en la piel durante mucho tiempo, pero las fotos hechas con teléfonos demostraron que daban un efecto demasiado brillante y casi parecido a la purpurina, así que se retocó la mezcla.
 “Tenemos un tipo de clienta que se está constantemente haciendo fotos y lo que de verdad le importa es cómo sale en un selfie”, aseguraba Vickery en el mismo artículo.

Otra marca, Smashbox, comercializa lo que llaman un selfie kit, un estuche con varias piezas “creadas, testadas y fotografiadas” en su cuartel general, en el que han construido una caja de luz que sirve para probar cómo dan sus productos con distintas condiciones de luz, incluida la del selfie, hecho con iPhone y Samsung Galaxy.
Como ya sabían las estrellas del cine mudo, lo que da bien en cámara no siempre funciona en la vida real. Los labiales que fotografían bien pueden parecer demasiado pastosos en directo y algunas firmas de cosmética priorizan ahora lo primero aumentando el porcentaje de pigmento que utilizan en sus pintalabios.

José Miguel Belmonte, director de maquillaje de la Mercedes Benz Madrid Fashion Week y acostumbrado a trabajar con y sin cámaras, se muestra algo escéptico ante estas supuestas innovaciones.
“Si un maquillaje queda bien en un selfie pero no en directo, no sirve para nada”, dice.
 Y apunta que, en cualquier caso, el efecto dependería de la luz y del momento del día en que se haga la foto.
 “Imagino que esto sí que funciona como un reclamo comercial para chicas muy jóvenes, pero no es necesario, sobre todo cuando se pueden hacer retoques después, con las herramientas digitales que todos conocemos”.
 Lo útil es idear productos todo en un uno para un arreglo rápido.
“Una especie de bolígrafo que tenga un labial por un lado y una máscara de pestañas por otro”, aventura. En Mac Cosmetics aseguran que no es una preocupación que hayan detectado en sus puntos de venta. “
Se busca un efecto natural, un estilo que quede bien en la vida diaria y en una foto o vídeo”, asegura la portavoz de la marca, Susana Brito.
Aunque no existe un maquillaje universal para autofotos, sí que se está perfilando una estética propia de Instagram, la red social más propensa al selfie, que se enseña en centenares de tutoriales por Internet y que tiene sus propias normas.
 Se busca, por ejemplo, que los ojos parezcan desmesuradamente abiertos, con ayuda de pestañas falsas o muy marcadas y se abusa de la técnica del contorno, esa técnica popularizada por las hermanas Kardashian que implica marcar líneas por toda la cara con iluminador antes de aplicar la base de maquillaje y requiere una gran maestría.
 O personas con cosas mejores que hacer.

Cindy Crawford: “Mi divorcio de Richard Gere me destruyó”

En su biografía 'Becoming', la modelo no solo narra el drama que vivió al separarse del actor, también su carrera en la pasarela.

 

Richard Gere y Cindy Crawford, en la entrega de los Oscar en 1993. / Cordon Press

Cindy Crawford  deja a un lado su carrera de modelo para centrarse en su nueva faceta como escritora
. A cinco meses de cumplir 50 años, la top lanza Becoming, una autobiografía en la que rememora los principios de su carrera hasta el éxito que alcanzó al convertirse en una de las modelos más influyentes del mundo
 . Pero, también se confiesa y abre el baúl de los recuerdos donde entre otras cosas sale a relucir su matrimonio con el actor Richard Gere.
Crawford y la estrella de Hollywood fueron una de las parejas más glamurosas de los 90. El supuesto cuento de hadas duró cuatro años, de 1991 a 1995.
 La diferencia de edad, ella tenía 25 años y él 42, fue uno de los factores que más influyeron en su divorcio, así lo contó hace algunos años la modelo a Oprah Winfrey. “
Los veinte, para las mujeres, son la época en que comenzamos a conectarnos con nuestro ser, a sentir nuestro propio poder y a conectarnos con nuestra fuerza interior”.
 Ahora la maniquí confiesa además, que la separación fue uno de los momentos más difíciles de su vida.
"El final de mi primer matrimonio fue un hecho que me marcó.
 Yo había vivido todo como un cuento de hadas.
Todos queremos saber que se siente tener un amor como el que se ve en las películas, pero no siempre es así. Mi divorcio me destruyó y me llevó a aprender a ver todo de una forma más realista", explica Crawford en la nueva edición de ELLE Francia.
Incluso ella dice que le fue tan duro que tuvo que pedir ayuda a un psicólogo para que le ayudara a enfrentar la situación.
 Recuerda que una las preguntas que más le afectaron fueron cuándo el especialista le preguntó: “¿Busca un alma gemela o un esposo?
Pues no es exactamente lo mismo. Un marido es una persona que le da estabilidad, alguien con quien se puede formar una familia”, le explicó.

De esta etapa en su vida no quedan más que recuerdos.
 Hoy la modelo, casada con el empresario Rande Gerber, desde hace 16 años, es madre de Kaia, 13, y Presley, de 15 años, confirma que vive una relación alejada de los dramas y mucho más tranquila. “De joven yo vivía guiada solo por la pasión. En un momento de tu vida eso te llega a consumir mucho”, afirma.
Pero la autobiografía, que salió a la venta el pasado 24 de septiembre, además narra otro duro episodio en la vida de la modelo: la muerte de su hermano cuando era niño.
 “Cuando mi hermano murió, yo tenía solo 8 años.
Fue una gran pérdida, pero me dio fuerzas”. Jeff tenía 3 años cuando falleció de leucemia, desde entonces ella asegura que nunca pierde la oportunidad de ayudar a las personas que sufren de cáncer.

Lo recuerdo mas que por el futbol que oía mi padre por.......

Zoco era el marido de Maria Ostiz y mientras ella cantaba aquellas canciones casi religiosas Zoco era un gran jugador.
Un pueblo es un pueblo es....repetido como un mantra esa canción.
En 1976 gana el Festival OTI de la canción con el tema Canta cigarra, constituyendo la primera victoria de España en el festival.
Casada con el futbolista del Real Madrid Ignacio Zoco, se retiraría finalmente del mundo de la canción.