Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

21 sept 2015

Cary Grant, un seductor en imágenes



Cary Grant retratado en 1943. 


El actor británico, Cary Grant, fotografiado en una calle de California en 1957. 



Grant fotografiado en 1933

.


En 1938, a la vuelta de unas vacaciones por Europa, Cary Grant fotografía la costa de Nueva York. 




Grant en una imagen de 1940. 




Cary Grant en una escena de la película 'La fiera de mi niña' en 1938.

Así amaba Nietzsche a las mujeres..................................................................Manuel Vicent

Los rechazos amorosos le despertaban una descarga agresiva contra el género femenino.

 

El filósofo Friedrich Nietzsche. / cordon press
Nietzsche fue un tipo enamoradizo que ejerció a lo largo de su vida una misoginia muy singular.
 “El hombre ama dos cosas: el peligro y el juego.
 Por eso ama a la mujer, el más peligroso de los juegos”
. Este aforismo lo sacó de sus entrañas y lo puso en boca de Zaratustra después de conocer en Roma a Lou Andreas-Salomé y haber recibido de ella la suficiente cosecha de calabazas.
 Zaratustra fue el profeta que lanzó la proclama del superhombre, un ejemplar humano que, según la teoría de Nietzsche, debería ser profundamente culto, bello, fuerte, independiente, poderoso, libre, tolerante, a semejanza de un dios epicúreo, capaz de aceptar el universo y la vida como es.
Pues bien, este modelo de superhombre aplicado por Nietzsche a sí mismo, en la vida real babeaba ante cualquier mujer atractiva que se pusiera a su alcance y si era rubia y rica la pedía en matrimonio de forma compulsiva, casi como un reflejo condicionado.
El consiguiente rechazo le despertaba una descarga agresiva contra todo el género femenino.
“Hasta aquí hemos sido muy corteses con las mujeres.
Pero habrá un dia que para hablar con una mujer habrá que pegarle antes en la boca, que bien no? anuncio de una violencia de género en hombres muy valorados, si lees esto o Zaratrusta ya no te quedarán ganas de seguir leyendo a  Nietzsche
Y una vez vomitada la invectiva literaria, el superhombre quedaba tranquilo.
Su padre fue pastor protestante, de quien recibió una educación muy religiosa y que al morir tempranamente de enfermedad mental dejó a su hijo Friedrich, de cuatro años, tal vez inoculado con el germen de la locura.
 Durante la infancia y adolescencia del filósofo en Röcken (la actual Alemania), su lugar de nacimiento, estuvo rodeado de un férreo círculo femenino compuesto por la madre Franziska, la hermana Elizabeth, la tía Rosalie y la abuela Erdmunde
. Fue un paisaje familiar agobiante, que le dejó unas secuelas de las que no se recuperaría nunca. Además de Lou Andreas-Salomé, una galería de mujeres pasó por su vida, unas como amor platónico, otras a través de una relación epistolar erótica, otras bajo la especie de amor maternal, otras como amor imposible y cada una de ellas formaba una ola sucesiva de un solo tormento
. A todas adoraba en la práctica, a todas zahería literariamente y pese a su misoginia, lejos de aborrecerle, ellas se sentían atraídas por su talento y su bondad enloquecida, pero al final siempre terminaban por pararle los pies.
Tampoco él estaba muy seguro de su virilidad.
Por ejemplo, cuando una de sus amigas, Rosalie Nielsen, lo citó en la habitación de un hotel y comenzó a insinuarse Nietzsche tuvo que huir saltando por una ventana.
Nietzsche estudió Teología en el internado de Schulpforta e imbuido de religión se adentró después en la filología griega en las Universidades de Bonn y de Leipzig
. Su cerebro no encontró la forma de asimilar la mezcla explosiva de cristianismo y belleza socrática. Deslumbrado por los mármoles de una Grecia imaginada, se convirtió al paganismo, que le obligó a gritar a los cielos el aforismo famoso: “¡Dios ha muerto!”.
Convencido de que el Crucificado era el adalid de una religión de esclavos, se abrazó a Apolo, el dios de la línea pura, y a Dionisios, el sátiro de la pasión y la orgía, corrientes contrarias que comenzaron a luchar en el interior de su espíritu.
 A la hora de enfrentarse a una mujer, también se debatía entre el ideal de belleza y la convulsión entusiasta.
 En este caso siempre ganaba Dionisios, el dios del caramillo y las patas de cabra.
El filósofo se enamoró de Lou Andreas-Salomé, que solo le aceptó como amigo
Seriamente enfermo de sífilis, en 1882 Nietzsche abandonó la Universidad de Basilea y repartió su vida errante entre la nieve suiza y el sol de Italia.
 Fue en Roma, en la mansión de Malwyda van Meysenburg, una famosa feminista alemana, que había abierto un salón literario, donde conoció a Lou Andreas-Salomé.
Esta rusa de 18 años era una joven que después de una adolescencia mística se había propuesto ejercer la libertad a toda costa como una forma de salvación personal más allá de la práctica del feminismo militante.
 El choque entre esta mujer libre y el misógino recalcitrante fue el esperado. Nietzsche se rindió ante su talento y le pidió matrimonio a primera vista con una declaración cursi y telúrica: “¿De qué astros del universo hemos caído los dos para encontrarnos aquí uno con el otro?”
Esta descarga poética solo provocó una sonrisa en aquella mujer extraordinaria, que en ese momento estaba enamorada de Paul Rée, discípulo del filósofo.
Como forma de consolación, Nietzsche propuso vivir con ellos un triángulo estético con un amor traspasado de idealismo pagano en la soleada Capri, con viajes a Niza y Venecia.
Tampoco cuajó la idea. Lou Andreas-Salomé fue una coleccionista de amantes famosos, hipotéticos, extraños, entre ellos Rilke y Sigmund Freud.
 Huidiza e imposible, en esta escalada Nietzsche fue para ella el primer peldaño.
Por otra parte, el paganismo estético de Nietzsche le costó la amistad de Richard Wagner, que recorría el camino contrario
. Desde los dioses nórdicos regresaba al cristianismo llevándose con él a su mujer Cósima, otro de los amores imposibles de Nietzsche.
 Enamorarse de la mujer del amigo era ese juego peligroso que al parecer más le excitaba. El desaire le arrancaba de las entrañas un aforismo cruel.
En la puerta del retrete de un bar de carretera, alguien había escrito:
“Dios ha muerto. Firmado: Nietzsche”. Debajo de este aforismo otro usuario había añadido: “Nietzsche ha muerto. Firmado: Dios”. Ante este par de sentencias inexorables Woody Allen comentó
: “Dios ha muerto, Nietzsche ha muerto y yo no me encuentro muy bien de salud”. Es una bonita forma de bajarle los humos al superhombre.
Siempre o casi, se deja ver entre estos excéntricos y muy inteligentes en sus obras que les sobra el odio hacía las mujeres que tb son inteligentes a la par que atractivas pero que no pueden o no saben relacionarse ni amorosamente y menos sexualmente. Pueden hablar largo y tendido como hizo  Nietzsche Con Lou Andrea Salomé, mientras iba a Próstibulos o contrataba los servicios de alguna de ellas que sabían muy bien su punto débil.
Salomé era una mujer inteligente y fria y no se rendia ante sabios reprimidos sexualmente.
 Se codeó con los que rompian barreras condicionales como Freud pero no quería servirles sexualmente a esos calenturientos genios, pasan a la Historia como lo que fueron unos hombres genios, esa idea de ser el Superhombre utilizado mas tarde por los Nazis y aplicarlo a la idea que fisicamente eran todo lo contrario a como los definió  Nietzsche.. Porque ese superhombre y ninguno de elos fue Guapo ni atractivo y Lou Andrea Salomé si que lo fue y además transgesora e Inteligente.

Dos años del asesinato de Asunta con los padres a un paso del juicio

La fiscalía pide 18 años de cárcel para Porto y Basterra, que se declaran inocentes.

 

Hace justo dos años, el 21 de septiembre de 2013, un respetado matrimonio residente en el centro de Santiago, formado por la abogada Rosario Porto y el periodista Alfonso Basterra, acudió a la comisaría de la capital gallega para denunciar la desaparición de su hija, una niña de 12 años a la que su madre decía entonces haber dejado sola en casa unas horas antes.

El cadáver de Asunta fue hallado poco después en una pista forestal cercana a la ciudad en la que vivía y la compasión que despertaron en sus vecinos los compungidos padres se convirtió en una ola de repudio cuando ambos fueron detenidos, apenas unos días después, acusados de ser los asesinos de la pequeña
. El próximo 29 de septiembre Porto y Basterra se sentarán en el banquillo con una petición de pena de la fiscalía de 18 años de cárcel, tras dos años en prisión provisional y manteniendo ambos durante todo este tiempo que son inocentes.
El juicio con jurado que arrancará la próxima semana deberá demostrar el plan preconcebido que según concluyó el instructor del caso, José Antonio Vázquez Taín, urdieron Porto y Basterra durante meses para acabar con la vida de su hija.
 El tribunal deberá determinar si la abogada y el periodista, que estaban separados cuando ocurrieron los hechos, comieron el día de la muerte de la pequeña en casa de Basterra y, con la intención de matar a Asunta, le suministraron un medicamento que les permitiese asfixiarla posteriormente sin que opusiera resistencia
. Según la acusación, la mujer llevó después de las seis de la tarde a su hija desde Santiago a su chalé de Montouto, en el limítrofe municipio de Teo, y allí junto a su exmarido, entre las seis y las ocho, ambos “asfixiaron a su hija por medio de la compresión que le aplicaron sobre la boca y la nariz”
. El cuerpo de la menor, mantiene la fiscalía, atado de pies y manos por unas cuerdas naranjas, fue trasladado por sus padres y abandonado en la cuneta del camino forestal donde fue hallado a las dos de la madrugada del 22 de septiembre de 2013.
Las versiones "confusas" y contradictorias que dieron los padres sobre lo que ocurrió el día en que murió Asunta fueron las que desencadenaron su arresto pero también su imputación por asesinato. Unas cámaras ubicadas en una rotonda de salida de Santiago hacia Teo grabaron a la madre con Asunta en el coche dirigiéndose al chalé donde presuntamente murió la cría, pese a que la abogada había declarado en comisaría que había dejado sola a la menor en su piso compostelano, un relato corroborado en un principio por su exmarido.
Las pesquisas policiales descubrieron además que Asunta había sido drogada durante tres meses con el ansiolítico Lorazepam, el mismo que presuntamente le fue suministrado en su última comida en casa de su padre, lo que ha llevado a los investigadores a concluir que Porto y Basterra planearon el asesinato de su hija durante tiempo.
Por la sede en Santiago de la Audiencia Provincial de A Coruña desfilarán desde el 29 de septiembre un total de 84 testigos —desde compañeras y amigas de Asunta, hasta profesores y vecinos— y unos 60 peritos. La declaración de Porto y Basterra está prevista para el 30 de septiembre y el 1 y 2 de octubre y el juicio se prolongará hasta finales de este último mes.
El juicio del asesinato de Asunta, al que los medios han dedicado una enorme cobertura, estaba previsto que comenzase en un primer momento el pasado 23 de junio, pero las dificultades para encontrar a los 11 miembros apropiados para integrar el jurado que decidirá la culpabilidad o inocencia de Porto y Basterra obligaron a retrasarlo.

España me roba.......................................................................... Julio Llamazares

Sumado el dinero que yo aporto obligado por Hacienda a las cuentas del Estado y restado el que recibo de éste en servicios, tengo un balance fiscal negativo.

 


He echado cuentas (a ojo de buen cubero, es verdad) y, con mi declaración de la renta en la mano, he llegado a la conclusión de que España me roba
. Quiero decir: que, sumado el dinero que yo aporto obligado por Hacienda a las cuentas del Estado y restado el que recibo de éste en servicios, tengo un balance fiscal negativo, al revés que otros españoles, que aportan menos de lo que reciben.
Traducido al lenguaje independentista: España me roba.
Como quiera que, por otro lado, yo no me siento español (me siento alegre o triste, pletórico o cansado, melancólico o feliz según los días, pero nunca español; tampoco francés ni belga, que conste) ni me identifico con ninguna nacionalidad histórica (Madrid, que es donde resido, no llega a la categoría de región y de donde procedo, que sí lo era, ni siquiera consiguió una autonomía propia), he decidido independizarme y quedarme con el dinero de mis impuestos para administrarlo como yo desee, como quieren hacer los catalanes
. Si ellos pueden hacerlo, ¿por qué yo no?
Cierto que yo no hablo un idioma distinto como ellos (el mío es muy vulgar: lo hablan 500 millones de personas en el mundo) ni tengo una cultura diferente (veo la misma televisión que todos los españoles y leo la misma prensa), pero eso no creo que me incapacite para la independencia, que, como la libertad, es un derecho y un sueño de todas las personas.
 ¿Quién no quiere ser libre e independiente, ya sea en su matrimonio, en su vida laboral, en sus relaciones con las demás personas?
 La independencia es el estado ideal de todo hombre, ya sea gallego o luxemburgués, y dudo de que haya alguno que no se quiera independizar de alguien.
El problema que yo le veo a la independencia (sin que esto suponga ningún alegato contra ella, ojo) es que, una vez conseguida, ya no tienes a quien culpar de tus problemas ni exigir que nadie te los solucione
. Es aquello que decía una amiga mía, soltera y sin compromiso por propia voluntad, de que lo único que le pesaba de vivir sola era no tener a nadie para decirle cuando algo salía mal: “¿Lo ves?… ¡Te lo dije!”.
 Algo tan socorrido entre las parejas como las acusaciones de lo mal que lo ha hecho el Gobierno anterior (la famosa herencia recibida) entre los políticos o como ese
“España nos roba” que esgrimen como argumento muchos catalanes para apoyar la causa de su independencia y que yo compartiría si no pensara que Cataluña también me roba, puesto que allí hay también mucha gente que recibe del Estado más de lo que cotiza, al revés que yo.