Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

27 ago 2015

Yo, sustituto de Stieg Larsson................................................................. David Lagercrantz

David Lagercrantz escribe un texto en exclusiva para EL PAÍS en el que cuenta cómo se enfrentó a la continuación de la saga Millennium.

Lisbeth Salander
Lisbeth Salander. / Fernando Vicente

Echo de menos esas horas tempranas, las cuatro de la mañana, en las que en Estocolmo no se oía un ruido y mi familia aún dormía: me tomaba mi exprés y me sentaba delante del ordenador a escribir como si me fuera la vida en ello.
Cierto, no siempre era fácil, pero a veces incluso echo de menos esa intensidad febril que en ocasiones rayaba en el terror: el terror de no ser digno del legado de Stieg Larsson.
Esa preocupación fue mi motor, y puedo decir sin lugar a dudas que quien más me aterrorizaba era Lisbeth Salander
. ¿Cómo podía tratar a un personaje tan icónico sin decepcionar a la gente? Recuerdo que al principio me notaba demasiado torpe.
 Era como si quisiese poner demasiado empeño, así que pasé muchas horas suprimiendo y suavizando cosas. Principalmente prescindí de emociones.
El sentimentalismo y el melodrama no van con Lisbeth.
Sus sentimientos debían entreverse únicamente, y me di cuenta de que cuando mejor está es en acción, cuando pelea y se espera que pierda.
Si era capaz de dar con las escenas adecuadas, ella cobraría vida. Sin embargo seguía existiendo un problema que me llevó mucho tiempo resolver: ¿cómo recuerda Lisbeth Salander?
Porque no es sólo la personalidad de Lisbeth lo que hace de ella un personaje tan asombroso.
 Al igual que Batman o Superman o cualquier otro gran superhéroe, ella posee su propia mitología, que constituye un elemento crucial de su fuerza explosiva. Pronto caí en la cuenta de que eso era lo que quería mostrar y desarrollar.
 Así que tenía que volver a su infancia, cuando su malévolo padre, Alexander Zalachenko, maltrató y violó a su madre y Lisbeth juró vengarse.
 Sin embargo comprendí que acabaría con parte de la mística si hacía que fuese ella misma la que recordara todos esos incidentes. La cadena de acontecimientos parecía más fuerte si éstos se veían desde fuera, insinuando únicamente su rabia y su dolor.
Intuí que necesitaba un filtro
. Asimismo me di cuenta de que el propio Stieg Larsson se había debatido con esta misma cuestión: casi siempre hace que sea el viejo abogado Holger Palmgren, primer tutor de Lisbeth, quien relate la infancia de la heroína.
 Claro está que éste es un ardid clásico
. Los genios mitificados de la literatura a menudo se observan mejor desde cierta distancia
. Hace falta un doctor Watson que cree el mito y mantenga el misterio que rodea su poder.
 Desde el punto de vista de la protagonista, la mayor parte de las cosas son lógicas y evidentes, pero cuando ese mismo proceso es observado por otra persona, entendemos mejor qué es lo extraordinario en él. Contribuye a despertar nuestro asombro.
 Decidí emplear los mismos recursos que Stieg Larsson. Y así y todo me negaba a rendirme por completo.
Continué ahondando en los pensamientos y recuerdos de Lisbeth Salander, poniendo a prueba los límites. No es ninguna exageración decir que ése fue el proceso que me permitió calarla y después, una noche, una espléndida y despejada noche, descubrir su gran secreto.
A partir de ese día fue como si escribiera ella misma. Empecé a comprender por qué tenía que golpear de nuevo: con dureza, sin piedad. Supe cómo tenía que continuar la historia, y ya la echo de menos.
 ¡Confío en que disfruten leyéndola!
Traducción del inglés de Ruth Urbom.

 

29 cosas que no sabías de Cristina Cifuentes




Cristina Cifuentes ya es la presidenta de la Comunidad de Madrid.
 Tras dos décadas en la Asamblea como diputada, cuando llegó a la Delegación del Gobierno en 2012 su fama se disparó y se ha convertido en la persona más poderosa en esta autonomía este 25 de junio. ¿Conocías esto sobre la jefa del Ejecutivo regional?
1- Nació el 1 de julio de 1964 (50 años).
2- Su padre era general de artillería -murió el pasado mes de febrero- y su madre, ama de casa.
3- Es la séptima de ocho hermanos.
4- Licenciada en Derecho por la Universidad Complutense.
5- Máster en Administración Pública y Dirección de Empresas del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset.
6- Pertenece por oposición al Cuerpo de Técnicos Superiores de la Universidad Complutense de Madrid.
7- Comenzó su actividad política en Alianza Popular.
Se afilió a los 16 años a Nuevas Generaciones de AP.
8- Se declara liberal.
9- Es agnóstica.
10- Fue diputada del PP en la Asamblea de Madrid desde 1991 hasta 2012, cuando fue nombrada delegada del Gobierno.
11- Sus citas favoritas son: "Solo unos pocos buscan la libertad, la mayoría no busca más que buenos amos" (Salustio) y
 "Para quienes no tenemos creencias, la Democracia es nuestra religión" (Paul Auster).
12- Es republicana.
13- Tiene cinco tatuajes: un sol, una estrella, una rosa, unas letras chinas y un tribal.
14- Su directora de comunicación y principal asesora es Marisa González.
 Fue la jefa de prensa de Alberto Ruiz-Gallardón en su etapa en el Ayuntamiento. “Sin tacón no hay reunión”, es el lema que repiten las dos.
15- En agosto de 2013 sufrió un accidente cuando viajaba en moto por el centro de Madrid. Estuvo en coma, a punto de fallecer.
 “Me resigné a morir”, ha llegado a confesar sobre aquellos momentos.
16- Su gran pasión es el cine.
 Su película favorita es Blade Runner, de Ridley Scott.
17- Tiene como directores de cabecera a Francis Ford Coppola, Lars Von Trier, los hermanos Coen, Woody Allen y Robert Altman.
18- La gran belleza, de Paolo Sorrentino, ha sido una de las películas que más le ha impactado últimamente.
19- Le encanta la novela negra. Entre sus escritores favoritos están Jorge Luis Borges, Paul Auster, Andrea Camilleri, Mario Vargas Llosa, Lorenzo Silva y Henning Mankell.
20- Es aficionada a los toros y suele acudir a Las Ventas.
21- En su despacho en el PP de Madrid tiene unas muñecas que la representan vestida de policía.
22- Cuando era delegada del Gobierno, en su oficina colgó cuadros de Tintín pintados por su marido.
23- Marca la casilla de la Iglesia en la Declaración de la Renta.
24- Es forofa del Real Madrid.
25- Está casada (con Francisco Javier Aguilar) y tiene dos hijos (Cristina y Javier).
26- Vive de alquiler.
27- Tiene dos gatas: Olimpia y Cleopatra.
28- Es adicta al café de Starbucks.
29- Guarda en una bandeja en su despacho piedras y adoquines de los cafés Gijón y del Espejo que fueron lanzados a la policía durante la Marchas de la Dignidad en Madrid.
CRISTINA CIFUENTES

26 ago 2015

Por qué hombres ‘hetero’ tienen sexo con otros hombres..................................... Miguel Ángel Bargueño

No les llame gais, llámelos heterosexuales flexibles. Están tan seguros de su identidad que no les importa de vez en cuando experimentar cosas diferentes.


Sí, ha leído bien: hombres que tienen sexo con otros hombres y no son homosexuales.
 Resulta más habitual de lo que algunos puedan pensar. La cosa es bien simple: un hombre heterosexual conoce a otro (en un bar, a través de una red social de contactos, da igual cómo) y deciden darse un revolcón.
 Es más, lo encuentran satisfactorio.
 Después, cada uno sigue con su vida perfectamente hetero, sin que el encuentro les haga dudar de su orientación.
 ¿Qué mueve a algunos varones a estas prácticas? Y, ¿por qué es incorrecto catalogarlos como gais?
En nuestros días, la aceptación de la diversidad sexual es mucho mayor que en el pasado.
 “A medida que hay una mayor tolerancia todos salimos un poquito de nuestros armarios”, sostiene Joan Vílchez, psicólogo clínico, psicoterapeuta y sexólogo.
“Hombres que no acaban de sentirse muy satisfechos pueden tener la ocasión de tener relaciones con otras mujeres, con un hombre o probar ciertas prácticas que en otros tiempos estaban más censuradas”.
Para Juan Macías, psicólogo especializado en terapias sexuales y de pareja, “conceptos como heteroflexible o heterocurioso están permitiendo a los hombres explorar su sexualidad sin necesidad de cuestionar su identidad como heterosexuales”
. Por otro lado, Internet facilita el contacto, que puede ser virtual o físico.
La orientación sexual está construida socialmente, son categorías rígidas y excluyentes, con implicaciones que afectan a la identidad individual y social
Juan Macías, psicólogo
A los especialistas les parece lo más natural del mundo, parten de la premisa de que una cosa es la orientación sexual de un individuo y otra las prácticas que este lleve a cabo.
“La orientación sexual”, explica Macías, “está construida socialmente, son categorías rígidas y excluyentes, con implicaciones que afectan a la identidad individual y social”
. Forzosamente, uno debe encajar en alguna de estas tres clasificaciones: heterosexual, homosexual o bisexual.
En cambio, “la práctica sexual es más flexible y más libre, es un concepto descriptivo. Se abre un espacio tremendamente sano en el que la exploración del deseo se libera de la identificación con una orientación sexual”,explica Macías.
Es tan natural que viene de lejos
. Que un hombre emparejado con una mujer tuviera un amante no era inusual en la antigua Roma. Por no hablar de las que se montaban en las bacanales.
 Y jóvenes de todas las épocas han recurrido a pasatiempos de difusa carga sexual.
“En la adolescencia es bastante común que haya juegos de cierta genitalización: a ver quién mea más lejos, a ver quién la tiene más grande, hay tocamientos…”, indica Joan Vílchez. “
No dejan de ser incursiones homosexuales, pero todavía predomina el modelo heterosexual y se realizan desde la transgresión propia de la juventud”, señala el psicólogo.

Un nuevo modelo: SMSM

En 2006, un estudio sobre la discordancia entre comportamiento sexual e identidad sexual realizado por investigadores de la Universidad de Nueva York (EE UU), halló que 131 hombres de los 2.898 analizados admitían tener relaciones con hombres pese a definirse como heterosexuales.
 En opinión de los expertos, representaban a un 3,5% de la población.
Desde hace años, los médicos emplean las siglas HSH para referirse al conjunto de hombres (heteros o gais) que tienen sexo con hombres.
Pero, recientemente, ha aflorado otro acrónimo más preciso para definir a este grupo: SMSM (straight men who have sex with other men, hombres hetero que tienen sexo con otros hombres). Portales web como Straightguise.com están consagrados a abordar el tema.
El pasado julio se publicó en EE UU el libro Not gay: sex between white straight men (No gay: sexo entre hombres blancos heterosexuales), en el que la profesora Jane Ward, de la Universidad de California, se hacía este planteamiento: una chica hetero puede besar a otra chica, puede gustarle hacerlo y aun así se la sigue considerando hetero; incluso su novio puede animarla.
 Pero, ¿pueden los chicos experimentar esa fluidez sexual? ¿O besar a otro chico significa que son gais?
La autora cree que estamos ante un nuevo modelo de heterosexualidad que no se define como lo opuesto o la ausencia de homosexualidad.
“La educación de los hombres ha sido bastante homofóbica.
Se les ha hecho creer que es antinatural tener esos impulsos hacia otros hombres”, explica Joan Vílchez. 

Probando, probando

El perfil más extendido es el del explorador sexual: aquel a quien le gusta probar cosas nuevas
Las motivaciones, como es lógico, son múltiples
. El perfil más extendido es el del explorador sexual: aquel a quien le gusta probar cosas nuevas. “Experimentar una relación homo le resulta novedoso, y aunque le gustase no podríamos decir que es homosexual, sino que le gusta esa práctica”, dice el doctor Pedro Villegas, médico de familia y sexólogo
. El psicólogo Joan Vílchez comparte esa idea. “Está muy de moda la bisexualidad, y en realidad todos somos bisexuales: si cierras los ojos te costaría identificar quién te está acariciando, si es un hombre o una mujer.
No hay un hombre que sea cien por cien homosexual ni cien por cien heterosexual”, sentencia.
Otra de las causas es cierto desencanto con las mujeres, frecuente después de algunas rupturas matrimoniales.
 Joan Vílchez lo explica: “Cuando una pareja heterosexual está en crisis es habitual que algunos hombres sientan que no se entienden con las mujeres, que son incapaces de llevarse bien con ellas y es como que miran para otro lado. Se produce una especie de regresión, se vuelve a un estadio anterior en el que con los hombres se sentían bien juntos, como en la adolescencia
. En muchos casos es una necesidad afectiva que sexual real”.
De hecho, para este especialista, a veces estas relaciones eróticas esconden una necesidad de afecto que el hombre no está acostumbrado a expresar:
“En los hombres hay mucha tendencia a genitalizar. Entre la cabeza y los genitales tenemos el corazón, que representa los sentimientos, y las tripas, que simbolizan los comportamientos más viscerales y las emociones más intensas, y es como si los hombres hubiéramos aprendido a hacer un baipás: pasamos de la cabeza directamente a los genitales sin acabar de vivir las emociones. A las mujeres, por tanta represión de su sexualidad y miedo al embarazo, les ocurre lo contrario: les cuesta mucho genitalizar.
 Para un hombre a veces es más fácil hacer eso que descargar emociones más sutiles o decirle a otro hombre: ‘Es que me siento inseguro, tengo miedo, me siento débil, no sé lo que quiero”.

El impulso narcisista

Entre los hombres heteros que se acuestan con hombres también hay muchos narcisistas.
“Es aquel a quien le gusta que se fijen en él.
 Se da mucho en los gimnasios: le agrada despertar admiración y no le importa que provenga de hombres o mujeres”, apunta Eugenio López, psicólogo y sexólogo.
 Otros simplemente tienen ganas de ligar y acuden a garitos gais de sexo duro porque piensan que allí les resultará más fácil.
Hay hombres heterosexuales que se enrollan con hombres porque les gusta; otros, porque no les queda más remedio: pensemos en aquellos privados del contacto con mujeres durante largas temporadas (¿eran gais los protagonistas de Brokeback Mountain?)
El ser humano se rige por sus pensamientos”, razona Eugenio López.
“Y si cree que está perdiendo su sexualidad por la falta de una mujer, puede reafirmarla con otro hombre. Suelen empezar con un simple roce”.

Si no hay conflicto, no hay problema

Algunos de estos nuevos heterosexuales han podido sentir este tipo de impulsos en el pasado y no se han atrevido a dar el paso.
 “Luego llegan circunstancias de la vida que se lo ponen ahí en bandeja y deciden vivirlo, pero eso les genera un conflicto porque por una parte les proporciona placer pero por otra amenaza un poco su estatus y su imagen: ‘
¿Soy o no soy?’, se preguntan”, comenta Joan Vílchez
. También pueden sentirse confundidos aquellos que llegan al SMSM por la carencia de una figura paterna positiva en su infancia:
“A veces, para reforzar su masculinidad, se integran en actividades ‘de hombres’ (fútbol, gimnasio) o tienen contactos sexuales con otros hombres, aunque lo que buscan es sobre todo comprensión y cariño”, agrega Vílchez.
Los psicólogos están de acuerdo en que su intervención sobra, siempre que estas experiencias no provoquen un conflicto en el sujeto.
“Si a él no le está fastidiando, ahí no hay nada que tratar”, concluye Pedro Villegas.
No le den más vueltas un hetero que se relaciona con otro Hetero, eso no ha quedado claro, si es o no con un gay es que no lo admite pero es Gay. Muchos casados son los que van a garitos gays, quizás porque no les quedó más remedio cuando eran castigados antes de la Democracia. Un Gay será siempre u gay y un gay igual no pudo o no puede declararse gay....No hay más juegos que esto.

 

La más bella....................................................................................................... Elvira Lindo

Ingrid Bergman tenía el aspecto de quien disfruta de su oficio, de la comida y del amor.

 

1
Ingrid Bergman visitó a los militares estadounidenses en Alska durante cinco semanas a comienzos del año 1943, en una gira organizada por su marido Petter.
 A pesar de que supuso dejar sola a su familia durante las vacaciones, Ingrid y Petter lo vieron como un gesto natural de gratitud a un país que les había dado tanto.
 En puestos remotos en el norte congelado, Ingrid Bergman recitó pasajes de obras de teatro, cantó canciones suecas populares, firmó autógrafos, y comió y bailó con los hombres alistados. Finalmente, el frío hizo mella en ella y tuvo que abandonar la visita e ingresar en un hospital de Seattle con neumonía. 

2
Gregory Peck e Ingrid Bergman disfrutan de un helado en el descanso de 'Recuerda' en 1944. Comer helados era uno de los placeres culinarios que se permitía la estrella de cine de vez en cuando, haciendo una pausa de las estrictas dietas a las que se sometía. 

3
Bergman y su familia disfrutan de un día en un barco al lado de Santa Marinella, Roma, en 1957. 


4
Ingrid Bergman junto a su marido, el productor teatral sueco Lars Schmid con el que se casó en 1958. 


5
Ingmar Bergman e Ingrid Bergman, en un cara a cara sobre el concepto de su papel en la 'Sonata de otoño', en 1977.