Estrella Morente, Serrat, Macaco, Drexler o Miguel Poveda revelan qué hacen cuando están de gira.
¿Que van hacer pues "cantar" no? o hay algún misterio de cantar siempre lo mismo?
Agosto señala para muchos músicos el punto de cocción en el Everest
de las giras veraniegas.
Este año, después de una primera parte que le
ha llevado al otro lado del Atlántico para continuar después por España,
Joan Manuel Serrat
descansa unas semanas en Menorca antes de retomar en septiembre la gira
de su 50º aniversario en los escenarios.
“Tengo pendiente los
conciertos de Madrid que tuvimos que suspender”, afirma.
Entre los
recitales que han quedado atrás, su debut en la sala Olympia de París
—“por allí andaban los fantasmas de Edith Piaf, Jacques Brel y otros
espíritus venerables”— o una velada con su amigo Gino Paoli en la ciudad
italiana de Ravello,
“un escenario mágico colgado sobre el mar”,
precisa.
“En una gira lo verdaderamente hermoso es disfrutar del camino;
hay que llegar al destino, pero disfrutando del trayecto, lo que te
encuentras y también con lo que te reencuentras”.
Si hay un momento canónico en las giras serratianas es el ensayo,
como bien sabe su director, Ricard Miralles.
“En otros tiempos, cuando
parábamos en los ensayos era para fumar; ahora cuando lo hacemos es para
ir a orinar”, comenta con humor el músico, que desde 1968 acompaña al
cantante.
Practicante obsesivo de los ensayos es también el cantautor Jorge
Drexler, que estos días está de gira por Estados Unidos.
“Sus pruebas de
sonido no bajan de las tres horas de duración, más tiempo que los
propios conciertos.
Todo para que en el
show el sonido sea impecable” señala Daniel Mejías, su director de comunicación.
Matar el tiempo es una de las actividades obligadas en los periodos de gira.
El grupo
Supersubmarina
recorre ahora algunos de los festivales del país.
“Cuando salimos
temprano, lo mejor para matar el tiempo es intentar no perder el sueño
antes de subir a la furgoneta y aprovechar para dormir.
Después vamos
viendo películas
. Eso sí, siempre llevamos un balón de fútbol para las
paradas en gasolineras y bares de carretera, para estirar las piernas y
desahogarnos dando unos toques de balón”, comenta su cantante José
Marín,
Chino.
“Me encanta viajar con los músicos y los compañeros en la
furgo”
reconoce Estrella Morente.
“Ahí cada uno pone su música y no hay cosa
mejor que te sorprendan”, añade la cantaora.
“En los tiempos muertos,
aprovechamos para irnos a una habitación u otra a ensayar o componer.
No
falla, siempre nos buscamos a la puerta Montoyita [
José Carbonell el guitarrista del grupo], no hay tiempo para desconectar de la música; por eso nuestro repertorio cambia casi a diario”.
“Bromas y risas es lo que más ayuda a llevar las largas esperas”, comenta
Daniel Carbonell,
para la música Macaco.
“Hay días que cogemos ritmo y una persona del
equipo arranca una broma y la mantenemos durante horas.
Además, tenemos a
dos personas que les estamos mandando a desintoxicarse a Candy Crush
Anónimos.
Llevan 800 pantallas y siguen picados a ver quién gana”,
ironiza.
“Verano, ardiente como besos que no he dado...” canta Ana Belén como
banda sonora de una de las estaciones más calurosas de los últimos años.
El tema forma parte de
Canciones regaladas, su nuevo tour
musical.
“Cuando ya tenemos masticado nuestro repertorio, escuchamos
alguna selección en Spotify”, revela. “Nos llevamos a nuestros clásicos:
Jobim, Buarque, Stevie Wonder, Beatles, Debussy, Bach, Erik Satie...”
Tampoco se queda corto el gaditano David de María en su
playlist
particular para viajar:
“Escucho mucho a Jamie Cullum, Jorge Drexler,
Alejandro Sanz, por supuesto algo de flamenco… Y recordando siempre a
los clásicos Tears for Fears, Level 42, Queen, Depeche Mode”.
David Carabén,
el cantante del grupo Mishima se decanta por la lista sorpresa:
“En la
furgoneta escuchamos la música que nos suelen proponer Dani Vega, el
guitarra, y Marc Lloret, el teclista.
Las
playlists
improvisadas que van haciendo acostumbran a tener como propósito que nos
riamos de la mierda que nos ponen.
La última fue una insoportable
sesión de baladas
heavies”.
Preparar y poner a punto a la voz es una práctica que no conoce
géneros ni estilos. Miguel Poveda, Luz Casal, Ana Belén, Miguel Bosé,
Serrat, Rozalén, Jorge Drexler y Abraham Mateo acostumbran a tomar
pociones mágicas de tomillo, romero, jengibre con miel, té con limón y
otras combinaciones tonificantes.
Como bebidas más consistentes Joan
Miquel Oliver,del grupo Antònia Font, se decanta por las hierbas dulces
mallorquinas en el invierno:
“Son excelentes para la voz”. Como muchos
cantantes, asume que es “un poco paranoico en cuestiones relacionadas
con la voz.
Procuro estar en silencio durante el día del bolo, sobre
todo las tres horas antes”.