Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

12 ago 2015

Fran y Lourdes: en la salud y en la enfermedad


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Relajados y enamorados. 
Así se dejaban ver Fran Rivera y Lourdes Montes, luciendo su cuerpo en avanzado estado estado de gestación, hace unos días en las playas de Punta Umbría, en Huelva, durante unas pequeñas vacaciones antes de ser padres. 
Nada hacía presagiar que seis días después, la radiante futura mamá acompañaría a su marido gravemente herido en una cama de hospital.
 La diseñadora, embarazada de su primera hija, sale de cuentas el próximo 20 de agosto y quería relajarse antes de tan importante y estresante momento. 
Acompañada por su marido y su familia, Lourdes Montes apuraba sus últimos días antes de convertirse en madre en Punta Umbría, Huelva 
. La revista Diez Minutos muestra hoy las imágenes de un romántico y relajado paseo de la pareja a la orilla del mar. Cogidos de la mano, el torero y la diseñadora charlan animadamente, se fotografían para el álbum familiar y se intercambian abrazos y gestos de cariño.
 Lourdes, que se protegió del sol con un sombrero y un caftán, miraba embelesada a su marido.



Cayetano Rivera: "Fran sigue triste y dolorido"


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El hermano de Francisco Rivera ha pasado poco antes de las diez de la mañana de este miércoles por la puerta de la clínica Quirón de Zaragoza, donde el diestro continúa ingresado en la UCI y ha declarado que Fran "sigue triste y dolorido, aunque ha pasado mejor la noche y el ánimo lo va recuperando poco a poco".
 Informalia ha podido saber que Cayetano ha anulado la corrida prevista para este viernes en Gijón. El hermano de Fran ha estado cerca de 30 minutos en el centro sanitario, donde se ha interesado por el estado de Francisco, y luego se ha marchado a la estación de tren para abandonar Zaragoza junto a José María García.
De momento, no ha habido parte médico pero se sabe que le van a hacer un nuevo escáner al torero y que lo que se teme es la aparición de infecciones: "No hay fiebre ni signos de infección, pero aún es pronto y podría aparecer..
 Cayetano además ha querido tranquilizar a todo el mundo a través de un tuit en el que dice cómo ha pasado la noche su hermano y que no han aparecido infecciones, aunque avisa con prudencia de que aún es pronto para descartar posibles complicaciones.
 Francisco Rivera Ordóñez está en manos de un equipo al frente del cual se encuentra el doctor Val-Carreres, considerado el mejor cirujano taurino.
Cayetano tiene cara de preocupación más que la de ayer.




Marea gay en Isla Fantasía................................................................................... Camilo S. Baquero

El acto del Circuit Festival en el parque acuático de Vilassar de Dalt reúne a 8.000 personas.

El País Vídeo (Atlas)

Hay imágenes que por muy vistas que estén no dejan de causar cierta sorpresa. Esto le pasa a la fiesta del Circuit Festival en la Isla Fantasía.
 El evento central ha reunido este martes a más de 8.000 personas en el parque acuático de Vilassar de Dalt (Barcelona).
 Desde el martes ya había colgado el cartel de completo.
 El Circuit Festival se extiende hasta el día 16 en la capital catalana y después se muda a Ibiza.
Pero ayer, la protagonista era la peculiar marea formada por hombres, bañadores, gafas de sol, alguna mujer y flotadores con formas de animales.
Todos se movían al ritmo de las olas artificiales de la gran piscina y al del tecno y el dance, siempre mezclado con lo último del pop, que sonaba por los potentes altavoces.

El parque abrió sus puertas a las 10 de la mañana para que muchos pudieran disfrutar de un día de sol y toboganes
. La fila para coger el autobús hasta la Isla Fantasía, en plaza Cataluña, bajaba por Portal del Ángel. En 2008, cuando comenzó el evento organizado por el promotor catalán Matinée Group, este acto fue lo más llamativo.
 En cierta manera rompía con la idea de que la fiesta gay —más allá de en la que termina convirtiéndose la celebración del Orgullo— tenía que circunscribirse solo a la noche y a las grandes discotecas.
 Ocho años después, la fórmula sigue gustando.
Los organizadores calculan que el Circuit festival atrajo el año pasado atrajo a unas 72.000 personas, un número bastante difícil de superar año tras año pero que prácticamente dobla la asistencia del primer año.
 De ahí a que los promotores hayan pensado en 2015 en exportar la fórmula a Ibiza, donde se prologará hasta el 23 de agosto.
El Circuit tiene detractores.
Bastantes. Barcelona es en estos días un hervidero de homosexuales que llenan tiendas y restaurantes. En muchos casos responden a un estereotipo —horas de gimnasio, la pequeña camiseta imperio, gran gafa de espejo— que intimida y hasta molesta a ciertos sectores.
Se trata de una imagen que algunos consideran el triunfo y la tiranía del capitalismo rosa, que ve a los gais como gente rica consumidora.
También tiene sus fanáticos
. Muchos. Uno de ellos es Kuoros, un griego afincado en Londres y que ya tiene siempre a Barcelona agendada en sus vacaciones estivales.
“Me gusta el ambiente que se vive en el Circuit. Vienes con tus amigos, te lo pasas bien y disfrutas de una ciudad maravillosa.
 Un poco de hedonismo no está mal”, asegura este abogado entrado ya en los 40 años.
No está mal un poco de hedonimos en el Circuit Festival"
Kuoros, asistente al evento
“Es verdad que es un poco caro (la entrada para la fiesta de día y de noche costaba 90 euros), pero es lo que te gastarías haciendo cualquier otra cosa.
 ¡Estoy de vacaciones y quiero pensar en otra cosa!”, afirmaba desde Isla Fantasía Matías, un gaditano de 30 años que llegó el sábado a Barcelona para disfrutar del Circuit.
Después de la hora de la comida la fiesta se trasladó a la piscina central.
 Allí la música hizo su papel: hacer que la gente se acerque más, tal vez un poco más allá de lo que muchos podrían considerar dentro de los márgenes de lo decoroso.
 Ya había desaparecido el postureo de mucho cuerpo escultural. Muchos dejaron el macho alfa en el tobogán.
 Otros, sencillamente, se dejaron llevar. Culpa y Circuit Festival no combinan.

 

La historia que esconde el 'No me importa nada' de Luz Casal......................................Ana Boyero

La relación que inspiró la letra del popular tema estaba condenada al fracaso, pero este canto a la indiferencia se convirtió en el mayor éxito de la cantante.

 

Tú juegas a quererme
yo juego a que te creas que te quiero


En el quinto álbum de Luz Casal cada pista era una apuesta. 
El ecléctico Luz V (1989), en el que convivían guitarras eléctricas, sintetizadores e incluso había espacio para las maracas, abría con dos canciones de amor de estilos y enfoques opuestos.
 Mientras que Loca era la provocativa declaración a un exnovio asentado y, probablemente, algo arrepentido, la desgarrada Te dejé marchar tenía sección de cuerda y era un hermoso canto a la frustración de haber amado y haber perdido. 
En medio de este sentido repertorio, una canción cínica y descreída se convertiría en el mayor éxito de Luz Casal. No me importa nada tenía como inspiración a una pareja que no estaba a la altura del romance de los sonetos, su letra era una narración sobre la falta de emoción, carente del drama de los boleros y sin la ilusión del pop, que hablaba de una de esas relaciones en las que uno se embarca sin estar convencido y de las que sale preguntándose: ¿qué estoy haciendo con mi vida?

Y no me importa nada
que rías o que sueñes
que digas o que hagas


A finales de los ochenta, Gloria Varona había compuesto algunos versos, pero nunca se había planteado hacer canciones. Su hermano, el músico Pancho Varona, fue quien animó a esta funcionaria del Ministerio de Empleo y Seguridad Social a que le proporcionara letras: ‘No me importa nada’ fue su tercera composición. Ya se sabe que las obras primerizas tienden a ser especialmente autobiográficas… y por entonces aquella treintañera tenía novio.cover 

“Era el típico tío que sabes que te está mintiendo y engañando”, explica Gloria, “pero que en el fondo tampoco te importa demasiado porque eres consciente de que es una persona transitoria”.
hermanos Varona
Los hermanos Pancho y Gloria Varona en el año en que ‘No me importa nada’ fue nº 1 de Los 40 Principales (Bolonia, 1990).
Serena y confiada
invento las palabras que te hieren
El desencanto con esa relación en piloto automático facilitó que escribiera la letra de corrido. En apenas diez minutos Gloria tenía un manuscrito que se convertiría en número 1 de Los 40 Principales, abriría a Luz Casal las puertas del mercado internacional y, años más tarde, se traduciría al francés. Apenas hubo cambios a posteriori, si bien en un principio la letra decía “escucho tus chorradas acerca del amor y del deseo” (Gloria finalmente cambió el término ‘chorradas’ por ‘bobadas’ porque, reconoce entre risas, “cantado sonaba demasiado duro”). “Mucha gente me decía: “Ay, qué triste”, pero a mí la canción no me parecía triste ni era mi intención cuando la hice”, afirma. “Habla sobre todo del hartazgo, de ese estar jugando a que somos novios. ¿Qué necesidad hay de que me cuentes bolas y de que vengas a hablarme del amor, si los dos sabemos de qué va esto?”.
Esa variedad de lecturas que tiene el tema es especialmente gráfica si comparamos los dos videoclips que acompañaron a la canción.
 El primero, bastante turbio, tenía de protagonista a una castigadora Luz vestida de cuero que recorría una discoteca seduciendo con desgana a quien se pusiera por delante. 


‘No me importa nada’ es la banda sonora de un duelo prematuro, una canción que escuchar para coger fuerzas antes de agarrar las maletas y salir de una relación que hace tiempo que ha dejado de sumar.
 Encontrarla triste o no depende de si quien la escucha cree que la vida merece la pena sin pareja.
 Cuando la interpreta sobre el escenario, sonriendo con plenitud mientras repite una y otra vez que no le importa nada,
 Luz transmite que ella también es de las que valora el amor propio por encima del amor romántico.
 “Es una declaración de independencia, una muestra de seguridad”, explica la cantante, que recuerda que al principio hubo gente que incluso calificó la canción de “feminista”.

El público escuchó el tema dos años después de haber sido escrito. 


En el quinto álbum de Luz Casal cada pista era una apuesta. El ecléctico Luz V (1989), en el que convivían guitarras eléctricas, sintetizadores e incluso había espacio para las maracas, abría con dos canciones de amor de estilos y enfoques opuestos. Mientras que Loca era la provocativa declaración a un exnovio asentado y, probablemente, algo arrepentido, la desgarrada Te dejé marchar tenía sección de cuerda y era un hermoso canto a la frustración de haber amado y haber perdido.
En medio de este sentido repertorio, una canción cínica y descreída se convertiría en el mayor éxito de Luz Casal. No me importa nada tenía como inspiración a una pareja que no estaba a la altura del romance de los sonetos, su letra era una narración sobre la falta de emoción, carente del drama de los boleros y sin la ilusión del pop, que hablaba de una de esas relaciones en las que uno se embarca sin estar convencido y de las que sale preguntándose: ¿qué estoy haciendo con mi vida?

Y no me importa nada
que rías o que sueñes
que digas o que hagas


A finales de los ochenta, Gloria Varona había compuesto algunos versos, pero nunca se había planteado hacer canciones. Su hermano, el músico Pancho Varona, fue quien animó a esta funcionaria del Ministerio de Empleo y Seguridad Social a que le proporcionara letras: ‘No me importa nada’ fue su tercera composición. Ya se sabe que las obras primerizas tienden a ser especialmente autobiográficas… y por entonces aquella treintañera tenía novio.

“Era el típico tío que sabes que te está mintiendo y engañando”, explica Gloria, “pero que en el fondo tampoco te importa demasiado porque eres consciente de que es una persona transitoria”.
hermanos Varona
Los hermanos Pancho y Gloria Varona en el año en que ‘No me importa nada’ fue nº 1 de Los 40 Principales (Bolonia, 1990).
Serena y confiada
invento las palabras que te hieren

El desencanto con esa relación en piloto automático facilitó que escribiera la letra de corrido. En apenas diez minutos Gloria tenía un manuscrito que se convertiría en número 1 de Los 40 Principales, abriría a Luz Casal las puertas del mercado internacional y, años más tarde, se traduciría al francés.
 Apenas hubo cambios a posteriori, si bien en un principio la letra decía “escucho tus chorradas acerca del amor y del deseo” (Gloria finalmente cambió el término ‘chorradas’ por ‘bobadas’ porque, reconoce entre risas, “cantado sonaba demasiado duro”).
“Mucha gente me decía: “Ay, qué triste”, pero a mí la canción no me parecía triste ni era mi intención cuando la hice”, afirma. “Habla sobre todo del hartazgo, de ese estar jugando a que somos novios. ¿Qué necesidad hay de que me cuentes bolas y de que vengas a hablarme del amor, si los dos sabemos de qué va esto?”.
Esa variedad de lecturas que tiene el tema es especialmente gráfica si comparamos los dos videoclips que acompañaron a la canción. El primero, bastante turbio, tenía de protagonista a una castigadora Luz vestida de cuero que recorría una discoteca seduciendo con desgana a quien se pusiera por delante.


El segundo (el preferido de la cantante, grabado para promocionar su primer recopilatorio en Francia) era mucho más optimista, un paseo en solitario despreocupado, liberador y a plena luz del día.



Tú juegas a olvidarme
yo juego a que te creas que me importa

‘No me importa nada’ es la banda sonora de un duelo prematuro, una canción que escuchar para coger fuerzas antes de agarrar las maletas y salir de una relación que hace tiempo que ha dejado de sumar. Encontrarla triste o no depende de si quien la escucha cree que la vida merece la pena sin pareja. Cuando la interpreta sobre el escenario, sonriendo con plenitud mientras repite una y otra vez que no le importa nada, Luz transmite que ella también es de las que valora el amor propio por encima del amor romántico. “Es una declaración de independencia, una muestra de seguridad”, explica la cantante, que recuerda que al principio hubo gente que incluso calificó la canción de “feminista”.

El público escuchó el tema dos años después de haber sido escrito. Para entonces, Gloria y su antimuso ya no estaban juntos. “Siempre tuvo una vaga idea de que estaba dedicada a él y no le hacía mucha gracia. Yo no insistía por no hacer sangre, pero también bromeaba diciendo que era el único novio que me había dado pasta”. La letrista, por supuesto, se refiere a los jugosos cheques que le llegaron en concepto de derechos de autor.
Portada Luz Casal
 
Portada del álbum 'Luz V', donde se incluye el popular tema.
Esquivando el baladón

En cuanto terminó la letra se la pasó a su hermano Pancho, compositor, productor y compañero de gira de Joaquín Sabina, a quien el cantante de voz rota describió en una ocasión como “mi andamio, mi todo”. 
Si a su hermana solo le hicieron falta diez minutos para tener la letra, Pancho necesitó dos años hasta dar con la música apropiada. 

hermanos Varona
Los hermanos Pancho y Gloria Varona en el año en que ‘No me importa nada’ fue nº 1 de Los 40 Principales (Bolonia, 1990).
Serena y confiada
invento las palabras que te hieren

El desencanto con esa relación en piloto automático facilitó que escribiera la letra de corrido. En apenas diez minutos Gloria tenía un manuscrito que se convertiría en número 1 de Los 40 Principales, abriría a Luz Casal las puertas del mercado internacional y, años más tarde, se traduciría al francés. Apenas hubo cambios a posteriori, si bien en un principio la letra decía “escucho tus chorradas acerca del amor y del deseo” (Gloria finalmente cambió el término ‘chorradas’ por ‘bobadas’ porque, reconoce entre risas, “cantado sonaba demasiado duro”).
“Mucha gente me decía: “Ay, qué triste”, pero a mí la canción no me parecía triste ni era mi intención cuando la hice”, afirma. “Habla sobre todo del hartazgo, de ese estar jugando a que somos novios. ¿Qué necesidad hay de que me cuentes bolas y de que vengas a hablarme del amor, si los dos sabemos de qué va esto?”.
Esa variedad de lecturas que tiene el tema es especialmente gráfica si comparamos los dos videoclips que acompañaron a la canción. El primero, bastante turbio, tenía de protagonista a una castigadora Luz vestida de cuero que recorría una discoteca seduciendo con desgana a quien se pusiera por delante.


El segundo (el preferido de la cantante, grabado para promocionar su primer recopilatorio en Francia) era mucho más optimista, un paseo en solitario despreocupado, liberador y a plena luz del día.



Tú juegas a olvidarme
yo juego a que te creas que me importa

‘No me importa nada’ es la banda sonora de un duelo prematuro, una canción que escuchar para coger fuerzas antes de agarrar las maletas y salir de una relación que hace tiempo que ha dejado de sumar. Encontrarla triste o no depende de si quien la escucha cree que la vida merece la pena sin pareja. Cuando la interpreta sobre el escenario, sonriendo con plenitud mientras repite una y otra vez que no le importa nada, Luz transmite que ella también es de las que valora el amor propio por encima del amor romántico. “Es una declaración de independencia, una muestra de seguridad”, explica la cantante, que recuerda que al principio hubo gente que incluso calificó la canción de “feminista”.

El público escuchó el tema dos años después de haber sido escrito. Para entonces, Gloria y su antimuso ya no estaban juntos. “Siempre tuvo una vaga idea de que estaba dedicada a él y no le hacía mucha gracia. Yo no insistía por no hacer sangre, pero también bromeaba diciendo que era el único novio que me había dado pasta”. La letrista, por supuesto, se refiere a los jugosos cheques que le llegaron en concepto de derechos de autor.
Portada Luz Casal
Portada del álbum 'Luz V', donde se incluye el popular tema.
Esquivando el baladón

En cuanto terminó la letra se la pasó a su hermano Pancho, compositor, productor y compañero de gira de Joaquín Sabina, a quien el cantante de voz rota describió en una ocasión como “mi andamio, mi todo”. Si a su hermana solo le hicieron falta diez minutos para tener la letra, Pancho necesitó dos años hasta dar con la música apropiada.

“Estuve mucho tiempo intentando hacer algo decente, pero me salían baladones insoportables, muy tristes, quedaba una canción coñazo”, recuerda Pancho.

No estar emocionalmente implicado y a la vez conocer de primera mano la inspiración del tema le hicieron ser un poquito más benévolo. Después de todo, ya se sabe que bajo los discursos de grandeza y autoafirmación que predicamos después de una mala experiencia amorosa también hay decepción y pena. Él quiso que la música transmitiera aquello que las palabras no reconocían.“Al escuchar la letra la que gana el combate es ella, pero realmente a los dos les pasa algo malo. Me parecía una historia triste para ambos”, afirma.

Cuando en 1989, ayudado por el guitarrista Manolo Rodríguez, Pancho consiguió por fin ese equilibrio musical entre seguridad y tristeza, grabó una maqueta en su casa, un piso del madrileño barrio de La Latina en el que el tumulto de los turistas se colaba por las ventanas. Aquella primigenia versión de No me importa nada tenía, atención, un estilo country americano.
Luz Casal promocion