Marxista errático???¿¿¿¿
. Economista accidental con interés por el jazz, la
poesía, las motos, Europa y tutti quanti.
Estrella emergente de la
política económica (o economía política) europea.
Y con una tendencia
irreprimible a meterse las manos en los bolsillos
. El controvertido y
brillante Yanis Varoufakis (Atenas, 1961), ministro griego de Finanzas
hasta hace apenas unos días, recibe a EL PAÍS en su piso de la capital
griega, ofrece un café negrísimo, se sienta en el sofá de su salón y
dispara --con la misma retórica encendida que le ha granjeado numerosos
enemigos en el Eurogrupo y que, en fin, quizá haya provocado que el
acuerdo entre Grecia y sus acreedores sea mucho más duro de lo
esperado-- contra la política de austeridad, contra el tercer rescate
griego, contra el liderazgo de Alemania y, en fin, contra la jaula de
acero en la que, sostiene, se ha convertido Europa.
Varoufakis carga
sobre todo contra la estrategia del miedo usada con Grecia para evitar
el contagio político, con el ascenso de partidos parecidos a Syriza en
otros países europeos.
En este adelanto de la entrevista que publicará
el domingo este periódico, el exministro no cree que el apoyo de Podemos
haya provocado más dureza contra Syriza y Grecia.
Y apunta que
"castigar el orgullo de un país para atemorizar a otros no es para lo
que está construida Europa, la Europa por la que firmamos, la Europa por
la que lucharon Felipe González, Giscard d'Estaign o Helmut Schmidt".
1 ago 2015
31 jul 2015
Los últimos Led Zeppelin......................................................................... Toni Castarnado
Las reediciones de sus álbumes finales 'Presence', 'In Through the Out Door' y 'Coda' recuerda las turbulencias de la banda británica.
La llama de Led Zeppelin
siempre está viva, ya sea por un motivo u otro el cuarteto británico es
noticia por sus asuntos.
En efecto, aunque no estén operativos, ni estando de gira ni obviamente con la idea grabar, saben rentabilizar como nadie su legado glorioso sin la necesidad de mover un dedo
. Robert Plant y Jimmy Page no se tienen que ver las caras, y aún así, la maquinaría sigue generando. No obstante, el cantante rechaza una oferta millonaria para el grupo, la opción de subirse a un escenario a interpretar ese inigualable repertorio no la contempla (tiró de la manta en 2012 para obrar el directo vigente Celebration Day, o anteriormente dando el visto bueno a la publicación de las BBC Sessions o How The West Won, sus conciertos en California de 1972), mientras éste lanza dardos envenenados para culpar a su compañero de tal decisión.
John Paul Jones no interviene, está de acuerdo con lo que ellos hagan, a día de hoy es el elemento más democrático y flexible.
En algún periodo se entretiene con Them Crooked Cultures, el proyecto del que formó parte junto a primeras espadas en la actualidad como Josh Homme y Dave Grohl.
Y expectante se mantiene Jason Bonham (hijo de John).
Es decir, no apaga nunca su teléfono móvil por si cayera esa breva, su padre sonreiría si lo viera tocar otra vez la batería.
Entre tanto, Jimmy Page se ha buscado una ocupación; remasterizar y producir un material tan valorado.
Con una estrategia calculada y efectiva que ha durado un año, han ido publicando en numerosos formatos, y por tandas, cada uno de sus discos.
La última alhaja para el análisis fue Physical Graffiti, su particular catedral sonora, un ejercicio meticuloso y grandilocuente, una reedición que en vinilo alcanza más brillo, dibujando cada una de las ventanas del edificio en St. Mark´s Place en Nueva York que ilustraba la portada.
Coincidiendo con el acontecimiento, se estrenó junto al sencillo inédito “Brandy & Cooke” un videoclip interactivo que permitía descubrir historias ocurridas allí al hilo de las canciones que suenan.
Ese objeto de 1975 marcó la última línea conexa del grupo, a partir de entonces, más tensiones, dudas, mucho misterio.
Por lo tanto, el último trío de álbumes que editaron Led Zeppelin pecan de cierta irregularidad.
En cualquier caso, en el global de sus canciones y en el concepto, siempre hay señales, un atractivo. En Presence (1976) se salen de nuevo por la tangente, el automóvil lo pilota esta vez Jimmy Page, a su lado Robert Plant obedece
. Una vuelta a los orígenes básicos de la formación, hay más blues y electricidad (Nobody´s Fault But Mine es la gema de esta nueva conquista).
En cambio, en In Through The Out Door hay intercambio de papeles, el rumbo lo coge Robert Plant tras un año de exilio forzado por la desgracia (pierde a su hijo), una suma magnética de sonidos con visos futuristas (In The Evening y Fool For The Rain cuentan como clásicos sólidos, en algunas piezas incorporan un sintetizador sorprendente), previo paso a que cada uno practicara con autonomía propia dejando en el imaginario una dirección incierta.
Coda tiene aroma a despedida (data de 1982, dos años después de la muerte de Bonham), unos lo ven como un epitafio insuficiente, otros como una obra de descartes con su distintivo sello de calidad autorizada.
Sugar Mama es la sorpresa oficial de esta reedición, funcionando antaño como disimulada cara B, ahora ya tiene concedido un rango dentro del magno catálogo de Led Zeppelin.
En efecto, aunque no estén operativos, ni estando de gira ni obviamente con la idea grabar, saben rentabilizar como nadie su legado glorioso sin la necesidad de mover un dedo
. Robert Plant y Jimmy Page no se tienen que ver las caras, y aún así, la maquinaría sigue generando. No obstante, el cantante rechaza una oferta millonaria para el grupo, la opción de subirse a un escenario a interpretar ese inigualable repertorio no la contempla (tiró de la manta en 2012 para obrar el directo vigente Celebration Day, o anteriormente dando el visto bueno a la publicación de las BBC Sessions o How The West Won, sus conciertos en California de 1972), mientras éste lanza dardos envenenados para culpar a su compañero de tal decisión.
John Paul Jones no interviene, está de acuerdo con lo que ellos hagan, a día de hoy es el elemento más democrático y flexible.
En algún periodo se entretiene con Them Crooked Cultures, el proyecto del que formó parte junto a primeras espadas en la actualidad como Josh Homme y Dave Grohl.
Y expectante se mantiene Jason Bonham (hijo de John).
Es decir, no apaga nunca su teléfono móvil por si cayera esa breva, su padre sonreiría si lo viera tocar otra vez la batería.
Entre tanto, Jimmy Page se ha buscado una ocupación; remasterizar y producir un material tan valorado.
Con una estrategia calculada y efectiva que ha durado un año, han ido publicando en numerosos formatos, y por tandas, cada uno de sus discos.
La última alhaja para el análisis fue Physical Graffiti, su particular catedral sonora, un ejercicio meticuloso y grandilocuente, una reedición que en vinilo alcanza más brillo, dibujando cada una de las ventanas del edificio en St. Mark´s Place en Nueva York que ilustraba la portada.
Coincidiendo con el acontecimiento, se estrenó junto al sencillo inédito “Brandy & Cooke” un videoclip interactivo que permitía descubrir historias ocurridas allí al hilo de las canciones que suenan.
Ese objeto de 1975 marcó la última línea conexa del grupo, a partir de entonces, más tensiones, dudas, mucho misterio.
Por lo tanto, el último trío de álbumes que editaron Led Zeppelin pecan de cierta irregularidad.
En cualquier caso, en el global de sus canciones y en el concepto, siempre hay señales, un atractivo. En Presence (1976) se salen de nuevo por la tangente, el automóvil lo pilota esta vez Jimmy Page, a su lado Robert Plant obedece
. Una vuelta a los orígenes básicos de la formación, hay más blues y electricidad (Nobody´s Fault But Mine es la gema de esta nueva conquista).
En cambio, en In Through The Out Door hay intercambio de papeles, el rumbo lo coge Robert Plant tras un año de exilio forzado por la desgracia (pierde a su hijo), una suma magnética de sonidos con visos futuristas (In The Evening y Fool For The Rain cuentan como clásicos sólidos, en algunas piezas incorporan un sintetizador sorprendente), previo paso a que cada uno practicara con autonomía propia dejando en el imaginario una dirección incierta.
Coda tiene aroma a despedida (data de 1982, dos años después de la muerte de Bonham), unos lo ven como un epitafio insuficiente, otros como una obra de descartes con su distintivo sello de calidad autorizada.
Sugar Mama es la sorpresa oficial de esta reedición, funcionando antaño como disimulada cara B, ahora ya tiene concedido un rango dentro del magno catálogo de Led Zeppelin.
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Llanes en 32 playas
Prados verdes y el azul del Cantábrico.
El concejo asturiano con mayor litoral, 48 kilómetros, esconde una treintena de deliciosos y ecológicos arenales.
Arcos, bufones, puentes, dolinas y acantilados acuchillados, producto de la misma erosión cárstica que acusan los Picos de Europa, consiguen un repertorio premium de arenales en general de pequeño formato.
Una fantasía geológica de formas, unido a un clima atemperado, en el que prevalece la bicromía entre la hierba verde saturada de sabia y el azul Cantábrico.
Treinta y dos playas, las más de las veces de arenas efímeras, para las que es preciso sincronizar la estancia con la marea menguante (www.tablademareas.com).
El acceso a pie, muchas veces por escenarios bucólicos, no hace sino aquilatar más aun la fascinación que ejerce el Paisaje Protegido de la Costa Oriental.
Llanes occidental
La de Guadamía —aparcar en Llames de Pría— es una vistosa playa de desembocadura con tipología de fiordo que exige bajamar si queremos recorrerla.Solo van en fase de inundación, y con fuerte marejada, quienes ansían ver activos los bufones (surtidores de agua pulverizada). Camino a Cuevas del Mar (Villanueva de Pría), la carretera atraviesa una cueva, prefigurando las oquedades usadas antaño como viviendas, hoy como vías de escalada.
Como en casi todos los arenales de desembocadura, abundan las piedras (el río Nueva arrastró demasiadas este año)
. En bajamar fotografiaremos la bella columnata, de una plasticidad que tiene paralelos con la playa de Las Catedrales (Lugo).
Preparamos agua y bocadillos, puesto que nos disponemos a caminar 15 minutos hasta la playa de San Antonio, de natural esquiva.
Apenas 65 metros, más bien de bajamar, con algún naturista ocasional y la arena blanca del primer día de la creación.
Cubre al poco de entrar. Desde la ermita disfrutaremos de un bellísimo ocaso, columbrando, si el día amanece despejado, el Naranjo de Bulnes.
Obligado es por la noche ir al chiringuito indie-ibicenco de Cuevas del Mar, con sus velas, dj’s todo el día y conciertos. Mañana, día 1 de agosto, desembarca el sello discográfico gallego Fanzine Records.
En Villahormes se señaliza la playa de la Huelga.
Tras bordear la ermita de Santa Eulalia, subimos por la pista de la derecha al aparcamiento (de seguir recto acabaríamos atrapados en la arena).
Junto a los coches se fotografía el primer ejemplo, fastuoso y rotundo, que veremos de castro (islote), el de las Gaviotas, moldeado en forma de triángulo isósceles por la energía cinética de las olas. Si nos acercamos —con cuidado—, veremos los peldaños de La Canalina, que tiene más de pasillo que de cala, usada para recolectar ocle (algas).
A la entrada del arenal de la Huelga apreciamos familias aguardando a que la pleamar genere el efecto bañera.
Algunos se acercan al molino, sin perder de vista el hórreo; otros acompañan el río San Cecilio por la depresión alargada hasta el rompiente para disfrutar de nuevo con el sentido constructivo del arco natural.
Para quienes buscan experiencias expandidas está San Antolín, la playa más alargada (1.200 metros), la que pone en práctica esa suerte de vínculo juvenil con la naturaleza que es el surf (www.surfskull.es y www.escuelaasturianadesurf.com). Las piedras que arrastra el río Bedón la alfombran con mar llena.
Que Gulpiyuri sea el ejemplo más aquilatado de playa española de interior (menos para bañarse que para girar una visita) hace que soporte afluencias de romería. Hay que recurrir a la fantasía para describir esta abertura arenosa entre los prados desde donde no se atisba pero se escucha en pleamar el Cantábrico con su voz afónica, como la respiración acompasada de un animal fabuloso. Salir a pie de San Antolín sentido Guadamía, y a unos 900 metros girar a la derecha.
Toranda y Torimbia constituyen otras de tantas experiencias epifánicas. Para ambas usaremos el aparcamiento de Toranda (2 euros).
Este arenal respaldado por praderío constituye una referencia familiar de las costas cantábricas
. Que si arena blanca y mullida; que si el trío de castros con líneas caprichosas; que si el rincón naturista de Valles (a 200 metros), que si algún hueso de ballena, recuerdo de cuando se descuartizaban en el siglo XIX; por no hablar del recomendable chiringuito que por la noche adopta modo acústico-musical.
En su escenario sonará el 8 de agosto Blues&Decker, uno de los mejores directos asturianos, mientras que el 14 de agosto el trío Esta boca es nuestra rendirá tributo a Sabina. Llanes ha servido de exteriores a numerosas películas (www.llanesdecine.com).
En El orfanato, Toranda aparecía junto a un faro de guardarropía.
Guía
Información
» Oficina de turismo de Llanes (está en los bajos de la Casa de la Cultura, en la calle Posada Herrera; después del verano se trasladará a la antigua lonja, en la calle Marqués de Canillejas). Se puede adquirir un póster de playas (1,50 euros). Descarga gratuita de la aplicación de móvil Llanes y la mar. En su página web (www.llanes.com) se recogen las 120 casas rurales y las 125 viviendas vacacionales de la zona.» Visit Llanes (www.visitllanes.com). Alojamientos, comercios y restaurantes de la villa asturiana.
» Turismo de Asturias (www.turismoasturias.es)
Para la práctica del surf a remo, la Escuela Asturiana de Surf (www.escuelaasturianadesurf.com) elige la ría de Barru/Niembru, junto al cementerio que rodea la marea, usado en decenas de rodajes
Bueno está para quién no disfruta de la playa en un año, muy bien descrito geolojicamente y geográficamente.
pero no te cuentan que el agua está helada, que si sube la marea lo hace en un segundo. y que si hay montañas a las tres de la tarde casi se hace de noche porque oculta al sol y da un frio que no veas.. De Las Islas Canarias el mar el Oceáno no se ve asi, y nunca ponen nuestras playas estupendas que aqui aprendemos a nadar casi cuando aprendemos a caminar. El Verano es lo nuestro aunque puedes ir todo el año.
Vi ese señor que va descubriendo por el mundo lo que los habitantes de esos lugares sabemos, el acaba de descubrir las torres debajo del mar hechas de basalto, los órganos, Que a la vista están en la zona de la Isla de La Gomera.
Aqui pueden ver Dunas majestuosas que duermen hasta la orilla de Maspalomas o irse a Fuerteventura a Jandia en fin muchas playas y hasta una en la misma ciudad, pero no lo cuentan, solo las del Norte y Ohhhh la dama de las Playas en Donosti, que como te descuides te ahogas en un segundo y no puedes disfrutar del paisaje, donde la gente lleva paraguas en lugar de sombrillas....eso eso hablen de las playas de las islas canarias y estudien su geologia tb..
30 jul 2015
Novelas negras para el verano (II): Thrillers, clásicos y alguna sorpresa
Por: Juan Carlos Galindo
Vamos con la segunda tanda de propuestas después de los
cuatro cracks contemporáneos que rescatamos ayer. Hoy toca el turno a
una variopinta selección que va desde la gran señora de todo este
tinglado (Patricia Highsmith, of course) hasta algunas pequeñas editoriales, pasando por el thriller del año (Soy Pilgrim, de Terry Hayes), un cómic o algunas recopilaciones curiosas.
¿Por qué estos y no otros? Pues al igual que ocurría ayer
con Connolly, Lemaitre, Nebo y Child, porque esto es lo que he leído,
de lo que honestamente puedo hablar, lo que me ha emocionado. Lean y
disfruten.
Patricia Highsmith. La meritoria labor que
está haciendo Anagrama para reeditar a la gran Highsmith la devuelve al
primer plano literario.
La creadora de Ripley, la responsable de Crímenes imaginarios (que
siguen copiando y copiando autores de todas condición y latitud), la
destructora de la tranquilidad moral es siempre una buena lectura.
De
invierno, de verano, de playa, de ciudad.
Ahora acaban de reeditar Carol,
la novela de amor homosexual de Highsmith, donde el germen de la
infelicidad y la intranquilidad también está presente. Viva Patricia!
Más sobre la autora. REPORTAJE: Copiada, venerada y maldita, oda a Highsmith en Gijón
Soy Pilgrim, Terry Hayes (Salamandra,
traducción de Cristina Martín). Una pesadilla terrorista perfecta; un
hombre solitario, turbio y fascinante a la caza de un terrorista que
puede acabar él solo con Occidente; una trama policial en medio; un
conocimiento brutal y una descripción precisa de algunas interioridades
de los servicios secretos; el thriller del año
. Eso, y muchas cosas más,
es esta primera novela de Hayes, guionista de éxito en Hollywood
durante décadas y que desembarca en el mundo de la novela con un libro
brutal, mucho más que un pecado culpable, una lectura perfecta para
verano.
Más sobre el autor. Aquí les dejo la entrevista que le hice recientemente para EL PAÍS.
Ciudad de Bohane, Kevin Barry (Rayo
Verde, traducción de Javier Calvo). Vuelvo a recomendar esta novela por
original, poderosa, distinta.
Una narración sobrecogedora de la lucha
de una panda de desalmados que sólo conocen la violencia y la
destrucción por controlar un agujero infecto, su agujero.
Una historia
de mafias, del amor que puede surgir entre la peor gente, de la
desesperación y la lucha por la supervivencia en una ciudad más allá de
la mitad del siglo XXI.
Pero no esperen una novela lenta. Ciudad de
Bohane emociona, inquieta, entretiene y fascina. Una lectura de verano
muy diferente.
Una distopía negra.
DOS RECOPILACIONES
Diez negritos, VV. AA. (Alrevés).
Una ventaja de los libros de relatos es que se pueden tomar y dejar y
volver a tomar sin problema.
Si además se juntan un buen puñado de
escritores y una buena coordinación (a cargo de Alex Martín y Javier
Sánchez, dos sabios de esto con un amplo catálogo de publicaciones a sus
espaldas) pues sale un tomo como este. Víctor del Árbol, Claudio
Cerdán, Berna González Harbour, Susana Hernández, Toni Hill, Jordi
Ledesma, Jorge Navarro, Alexis Ravelo, Aro Sáinz de la Maza y Carlos
Zanón. Necesitan poca presentación. Disfruten.
El cuerpo del delito. Antología de relatos policíacos clásicos (Siruela,
Edición y traducción de J.A. Molina Foix). Es uno de estos libros que
hacen que comprendas el prestigio de algunas editoriales. En este caso,
no sólo es una publicación cuidada sino que el editor nos regala un
prólogo magnífico y algunos textos no tan comunes en el género. Tenemos a
Mark Twain, a Wilkie Collins o a Maurice Leblanc junto a Edgar Allan
Poe, Arthur Conan Doyle o G.K. Chesterton.
Una joya.
Yo asesino, Antonio Altalarriba y Keko (Norma Editorial).
No soy un lector asiduo de novela gráfica pero esta me dejó
profundamente impactado.
Hay otros muchos, algunos ya clásicos, que
están recogidos en este excelente texto de Eneko Ruiz. Si son fans, disfruten; si no lo son, atrévanse.
Las caras del mal, Mónica G. Álvarez (Luciérnaga).
Normalmente nos acercamos a la muerte y al crimen a través de la
ficción.
Pero la realidad es oscura y está poblada de psicópatas de los
que a su vez beben los autores.
En este libro se hace un repaso de
algunos de ellos desde distintos puntos de vista.
Una lectura amena para
aficionados al lado oscuro.
OTROS
No quiero dejarles de recomendar libros que no son los clásicos de playa, pero que merecen la pena y mucho.
No dejen de leer a Carlos Zanón, reciente premio Hammett en Gijón por Yo fui Johnny Thunders. (Tampoco se pierdan su Tarde, mal y nunca, por ejemplo).
Atrévanse con el calibre de la apuesta literaria de Víctor del Árbol y su Un millón de gotas.
Pasen de los guays que ahora critican a Nick Pizzolato y lean Galveston. Después, díganme si no es una novela a lo James Lee Burke, un libro donde hay verdad, vida, dureza.
Ríanse un rato con Carlos Salem y su Camino de ida o cualquiera de sus otras obras, que ahora reeditan en Navona.
Dense un paseo por el catálogo de Rossell, otra editorial
pequeña y valiente donde podrán encontrar aproximaciones al género tan
notables como En el país de las sombras, de Gibert Gallerne, premio Quai des Orfèvres; o por el de Yulca, que se estrena con la sugerente En Taormina, en invierno, de Antonello Carbone.
Y sobre todo, lean y disfruten. Vive le noir!
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