Iker Casillas ya se había despedido del Madrid, el domingo por la
tarde, cuando los dirigentes del club se pusieron en contacto con su
representante para convencerle de que el jugador debía acudir al
Bernabéu en la mañana de hoy, a otro acto, esta vez presidido por
Florentino Pérez.
La ceremonia, anunciada oficialmente a las 10:00 y
celebrada en el palco de honor después del mediodía, resultó inaudita
.
Al menos como homenaje. Casillas se sentó junto a los directivos
mientras el presidente del club leía un discurso de pie en el atril de
un escenario prefabricado, para explicar que Casillas se marchaba porque
quería y que su presencia inesperada se debía a la publicación, la
víspera, de “informaciones confusas”.
Fuentes de la directiva aseguran
que el mandatario se refería a la entrevista concedida por los padres
del portero al diario ‘El Mundo’ en donde acusaban a Florentino Pérez de
haber orquestado una “campaña de desprestigio” contra su hijo desde
2010.
Preguntado por la cuestión, Florentino Pérez no lo desmintió.
“Como todos sabemos Iker Casillas se despidió ayer”, dijo Florentino
Pérez, en el arranque de su alocución, “y quería estar yo hoy aquí para
hablar de esta despedida que tiene una enorme trascendencia para este
club.
Le he pedido además a nuestro gran protagonista, a Iker, a nuestro
gran capitán, que estuviese hoy aquí conmigo porque se han publicado en
algunos sitios informaciones confusas que quizás es necesario aclarar
porque no se corresponden con la realidad”.
El presidente se pronunció durante unos minutos con aire sombrío.
“Iker nos deja porque ese ha sido su deseo”, dijo.
“Un deseo que nos
trasladó y que nosotros solo podemos aceptar porque se ha ganado ese
derecho. Nadie del Real Madrid le ha pedido que dejase el club.
Iker lo
consideró hace unos días cuando recibió una oferta del oporto que nos
trasladó de manera inmediata y nos pidió además que la tomásemos en
consideración y facilitásemos el arreglo
. Y eso es lo que ha hecho el
Real Madrid, y yo como presidente creo que Iker se ha ganado que el club
haga ese esfuerzo también como parte de ese reconocimiento a una
trayectoria ejemplar”.
“Iker quería una despedida extremadamente sencilla y austera”,
admitió el presidente.
“Y en contra de lo que nosotros deseábamos lo
aceptamos porque él era, más que nadie, el dueño de este tiempo del
adiós que lógicamente ha vivido en estos días con mucha intensidad
emocional.
Por eso hemos estado y estoy tratando desde el primer momento
llevar a cabo el gran partido homenaje que él se merece y que sin
ninguna duda lo va a tener.
A Iker lo queremos, le respetamos y le
admiramos.
Él sabe que las puertas del club de su vida van a estar
siempre abiertas.
A mí como presidente me hubiera gustado que se
retirara en el Real Madrid y así se lo he trasladado en cuantas
ocasiones he tenido de hablar con él”.
Acabado el discurso, Casillas subió al estrado sin ocultar su
extrañeza. “Bueno, está claro que…”, hizo un silencio. “¡Esta ya es la
definitiva!, ¿he? Muchas gracias por tus palabras, presidente, muchas
gracias por estar hoy aquí, una vez más.
Agradecer a los medios, a la
junta, a los aficionados que estén aquí en el Bernabéu en donde
curiosamente es la primera vez que llego como jugador del Oporto.
Es
raro. Pero estoy convencido de que en el futuro habrá momentos que
compartiremos con los madridistas”.
Casillas dio las gracias a todo el que le pasó por la cabeza y la
junta directiva se puso en pie para aplaudirle estruendosamente mientras
se abrazaba fugazmente con el presidente, para las cámaras
. En eso
Florentino Pérez se le acercó al oído y le dijo algo perfectamente
audible desde unos metros:
-Ya te puedes sentar.
Florentino Pérez abrió un turno de preguntas y respondió,
principalmente, a cuestiones que versaban sobre su aparente indiferencia
a la hora de defender al jugador cuando desde las tribunas más
amarillistas de la prensa y desde la hinchada algunos practicaban el
insulto sistemático.
“Yo”, replicó, “he salido siempre en defensa de Iker Casillas
. En lo
que respecta al comportamiento de algunos aficionados lo he criticado
siempre.
Lo que Iker se merece es el reconocimiento y el respeto de todo
el mundo.
Pero aquellos cuyo comportamiento reprocho son muy pocos.
Aquí hay gente para todo”.
“Algunos aprovechan cualquier circunstancia para criticarme”, lamentó
Florentino Pérez.
“Pero a eso ya estoy acostumbrado desde que llegué en
el año 2000. Hoy estoy para dar explicaciones a la gente”.
Concluida la comparecencia, Casillas fue conducido al campo, en donde
el club había dispuesto todos los trofeos que había conquistado.
Posó
para los fotógrafos y saludó al millar de aficionados que habían entrado
al enterarse del acto, esa misma mañana.
La gente dedicó tanta energía a
aclamar al ídolo como a rendir cuentas al presidente. “¡Florentino
dimisión!”, gritaban a coro. “¡Florentino dimisión!”.
El presidente no apareció por el césped.