Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

28 jun 2015

Después de la bandera confederada, ¿‘Lo que el viento se llevó’?.........................................Marc Bassets

Los símbolos del bando eslavista durante la Guerra Civil perviven en Estados Unidos.

 

Una imagen de la película 'Lo que el viento se llevó'.
No es solo la bandera.
 Los símbolos de la vieja Confederación —los 13 estados sureños que en 1860 y 1861 declararon la secesión para preservar la esclavitud— perviven en Estados Unidos.
 Además de la cruz de San Andrés con estrellas sobre fondo rojo, existe un panteón de héroes de la Guerra Civil que merecen monumentos y dan nombre a carreteras, escuelas o bases militares.
El asesinato de nueve negros en una iglesia afroamericana de Charleston (Carolina del Sur), el 17 de junio, a manos de un racista blanco ha precipitado un debate sobre los símbolos confederados.
 En su página web, el pistolero exhibía la bandera confederada y quemaba la de EE UU.
Algunos defensores de la bandera sostienen que no es más que una seña de identidad regional o un tributo a los ancestros muertos en la Guerra Civil
. Pero la identificación con el esclavismo y el racismo de la Confederación ha llevado a estados como Carolina del Sur y Alabama a pedir su retirada de terrenos públicos y a otros, a reexaminar los símbolos de un pasado incómodo.
No hace falta que salir de Washington para ver una estatua de Robert E. Lee, el gran general confederado, o de Jefferson Davis, el presidente de la Confederación
. Sus estatuas se encuentran en el Capitolio, sede del poder legislativo de nación que traicionaron e intentaron destruir.
 Y solo hay que cruzar el río Potomac, al estado de Virginia, para circular por la Jefferson Davis Highway, la carretera que lleva al aeropuerto Ronald Reagan, o visitar campos de batalla de la guerra donde nostálgicos se disfrazan de soldados de ambos bandos.
Una imagen de la película 'Lo que el viento se llevó'.
La vieja capital de la Confederación, Richmond, a dos horas en coche de Washington, también tiene su Mall, a imagen de la avenida de la capital federal con monumentos a los grandes presidentes y a los caídos en las guerras
. En el Mall de Richmond se elevan monumentos a Davis y a Lee (también desde 1996 a Arthur Ashe, tenista afroamericano nacido en la ciudad).
Por todo el país hay escuelas Robert Lee y escuelas Jefferson Davis. Bases como Fort Hood o Fort Bragg —bases del ejército de la Unión— llevan el nombre de generales que combatieron a este ejército. Nadie diría que el Sur perdió la guerra y que el Norte la ganó.
Pero el Sur ganó la paz. “A finales del siglo XIX y principios de XX, los símbolos confederados, los héroes confederados, en particular Robert E. Lee, se incorporaran en una especie de relato nacional de la reunificación”, explica el historiador de Yale David Blight, que en libros como Race and Reunion (Raza y reunión) ha estudiado la evolución de la memoria de la Guerra Civil
. Las grandes películas de la Guerra Civil, como Lo que el viento se llevó, presentan una visión romantizada del Sur como la causa perdida, derrotada pero honorable.
“El Sur fue derrotado”, dice Blight, “pero los problemas de aquella guerra no terminaron”. En otras palabras: hubo reconciliación —entre blancos del sur y blancos del norte— pero no justicia para los negros.
 Después llegaron décadas de apartheid hasta que en los años cincuenta y sesenta, un siglo después del final de la guerra, el Tribunal Supremo y el Congreso ilegalizaron la segregación.
Medio siglo después, EE UU tiene un presidente negro, pero las desigualdades económicas, la represión policial y la discriminación en el sistema de justicia, y crímenes como el de Charleston recuerdan que la historia no ha terminado
. “Soñábamos con que entrábamos en una era postracial en América con la elección de Obama [en 2008] y mire de qué hablamos hoy, cuando Obama está a punto de entrar en el último año de su presidencia”, dice Blight.
El historiador cree que la retirada de la bandera es insuficiente. “Al parecer en Estados Unidos es necesaria una matanza perpetrada por un joven supremacista blanco para avergonzar a las personas en cargos de poder y llevarlas a retirar este símbolo en particular”.
 Blight se queja de que, después de la matanza de Charleston, el debate se haya centrado en la bandera y no en la regulación de las armas de fuego o en las leyes electorales que limitan el voto de las minoría.
Otro problema es hasta dónde llegar en la retirada de los símbolos. ¿Hay que seguir con la estatuas? ¿Cambiar los nombres de calles y carreteras? ¿Repudiar Lo que el viento se llevó, como proponen algunos?
No existe un relato único sobre el pasado en EE UU.
 La idea de que la esclavitud tuvo un papel secundario en la Guerra Civil, por ejemplo, sigue arraigada en Sur.
 Para un blanco conservador en esta región la bandera no significa lo mismo que para un negro descendiente de esclavos.
 La línea que separa a los estados del Sur de los del Norte coincide, con variaciones, con la de los estados que votan al Partido Republicano en las elecciones presidenciales y los que votan al demócrata
. En el deep south, el Sur profundo, Obama obtuvo en 2012 un 16% del voto blanco; en algunas zonas rurales, menos del 10%, según The New York Times.
Pero el Sur cambia
. Es más diverso y dinámico. La población crece más rápido que en el Norte
. En las últimas décadas se ha producido un éxodo —en realidad, un regreso— de negros del Norte hacia el Sur, la tierra de sus abuelos.
 Sí, la bandera es solo un símbolo, pero los símbolos cuentan, una acción --retirar la bandera de los lugares públicos--que hace un mes era inimaginable, ahora cuenta concita un consenso amplio.
“Debemos retirar la bandera confederada y debemos hacerlo ya”, ha dicho esta semana el republicano Paul Thurmond, legislador de Carolina del Sur. Thurmond es hijo de Strom Thurmond, el segregacionista sureño y líder de los dixiecrats, los demócratas sureños escindidos del Partido Demócrata cuando este, tradicionalmente el partido de la segregación, empezó a defender los derechos civiles.
“Pero si nos paramos aquí, nos estaremos engañando y desaprovecharemos una oportunidad para mantener un debate sobre cómo sanar nuestro estado”.

Indiana Jones, elegido el mejor personaje de la historia del cine

Cerca de 10.000 lectores de la revista 'Empire' escogen al famoso arqueólogo

Le siguen James Bond, Han Solo, Batman o la teniente Ripley.

REUTERS LIVE
Indiana Jones es el personaje del cine más grande de todos los tiempos, según una encuesta de la revista Empire.
 El famoso personaje creado por George Lucas y Steven Spielberg se impuso al agente especial 007 en un ranking de 100 personajes elaborado con las respuestas de unos 10.000 lectores.
En segunda posición ha quedado James Bond, al que, casualmente, le sigue otro personaje creado por George Lucas y también interpretado por Harrison Ford: el mercenario de Star wars Han Solo. Batman ocupa la cuarta posición y la teniente Ripley, protagonista de la saga Alien e interpretada por Sigourney Weaver, se convierte en la única mujer del top 10, en quinto lugar.
El Joker, el malvado de Batman, se alza hasta el escalón número 6, seguido de John McClane (Jungla de cristal) y Tyler Durnen (El club de la lucha).
Uno de los villanos más queridos del cine, Darth Vader, se sitúa en el noveno puesto y cierra el Top Ten el Nota de El gran Lebowski.

 

Juán José Falcón Sanabria, el compositor atlántico.......................................................... Diego Talavera

El músico canario lega un brillante catálogo de más de ochenta obras sinfónicas, corales y de cámara, además de una ópera.

Juan José Falcón Sanabria, compositor, en 2007. / QUESADA (LPRFOTOS)
Juan José Falcón Sanabria, uno de los compositores contemporáneos españoles más importantes de los últimos 50 años, falleció el pasado martes en Las Palmas de Gran Canaria, su ciudad natal, a la edad de 79 años.
Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes y premio Canarias de Bellas Artes e Interpretación, Falcón Sanabria lega un brillante catálogo de más de 80 composiciones, que incluyen música sinfónica, coral y de cámara, así como numerosos arreglos del cancionero tradicional canario. También destacó su importante labor docente en el Instituto Isabel de España y en el Conservatorio de Música de Las Palmas.
Los críticos coinciden en afirmar que el punto de partida de Falcón Sanabria como compositor de proyección nacional se encuentra en el Poema coral del Atlántico (1971), para coro, inspirado en los cuadros del Poema del mar del pintor modernista canario Néstor Martín Fernández de la Torre, contemporáneo y amigo de García Lorca y Rafael Alberti.
 La obra fue estrenada dos años después por la Coral Polifónica de Las Palmas, fundada por el propio Falcón, y ese mismo año fue interpretada en Helsinki por el Coro de Cámara de la RTVE de Finlandia en la que sería la primera difusión internacional de su obra.
Por otra parte, el estreno en el Teatro Real de Madrid de su obra Kyros (1983) para orquesta, en un memorable concierto de la Orquesta Nacional de España bajo la dirección de Werner Torkanowsky, supuso el reconocimiento de su obra en los círculos nacionales y evidenció el afianzamiento de un lenguaje personal que el propio compositor definió como “primera madurez”.
Para el crítico y musicólogo Guillermo García-Alcalde, autor de una amplia y minuciosa biografía de Falcón Sanabria, hay que distinguir tres etapas en su producción musical.
La primera, un periodo de escritura y lenguaje tradicionales que abarcaría los años comprendidos entre 1959 y 1971. Hacia 1972 se produce una “ruptura consciente” que iniciaría una nueva etapa de experimentación en los nuevos lenguajes, periodo en el que aflora la personalidad de su música.
 Y una tercera etapa, de 1982 hasta nuestros días, donde se produce una “consciencia plena y desarrollo progresivo del lenguaje”, etapa que coincide con su encuentro con Francisco Guerrero, que le facilita el camino hacia el estructuralismo y la utilización de la informática.
Otras obras significativas de Falcón Sanabria son Aleph (1985), Agáldar (1987), Itálica (1990), Celebración del sonido (1991), Atlántica (1992), Hesperidum (1994) y la Sinfonía urbana (1990), para orquesta, en la que toma como referencia su propia ciudad
. El compositor Tomás Marco se refirió a esta obra con las siguientes palabras: “Algo hay en ella de la fresca imaginación de un Varèse, del acento festivo de un Copland, del ritmo desbordante de un Bernstein o de la sabia descripción paisajística de un Ives”.
Uno de los momentos más felices de Falcón Sanabria fue el estreno en septiembre de 2007 de su única ópera, La hija del cielo, con libreto de García-Alcalde, escenografía de La Fura dels Baus y Gerd Albrecht dirigiendo a la Orquesta Filarmónica de Helsinki, en la reinauguración del teatro Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria
. Fue un auténtico homenaje a un compositor y un dinamizador de la cultura hecha en Canarias. Porque su ciudad, sus islas, no hubieran sido lo mismo sin su trabajo generoso y abnegado en los difíciles sesenta y setenta.
Falcón Sanabria fue un artista comprometido con su tiempo.
 Desde los años oscuros del franquismo formó parte, junto a otros jóvenes isleños, de círculos de opinión que combatían el sinsentido de la dictadura.
Años después, ya en la Transición, sería uno de los firmantes del Manifiesto del Hierro, junto a otros artistas e intelectuales como Martín Chirino, Manuel Padorno o Tony Gallardo, que recogía las aspiraciones de todos los creadores canarios para construir una cultura en libertad.
Los tiempos estaban cambiando.
IN MEMORIAM

 

El ADN de un legado millonario............................................................................Ángeles Lucas

Una mujer asegura ser hija del marido de la Duquesa Roja y de una sirvienta de su casa.

La duquesa de Medina Sidonia y José Leoncio González de Gregorio.
Cuenta que su madre iba de vez en cuando al paseo de la Castellana en el Madrid de los años sesenta para ver a escondidas al que fue su amor y padre de su primera hija
. Recuerda que le decía que lo veía tras las esquinas andando por la calle junto a su esposa y sus hijos, pero que no se atrevía a acercarse ni a enseñarle a la niña que habían concebido juntos en 1950. Rosario Bermudo, de 64 años, rememora las palabras de su madre y asegura que es la primogénita de José Leoncio González de Gregorio y Martí, un apuesto aristócrata madrileño y campeón de España de hípica que se casó en 1956 con la duquesa de Medina Sidonia, Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura, más conocida como la Duquesa Roja por su lucha antifranquista.
 Con ella tuvo tres hijos.
El silencio que durante décadas guardó su madre, Rosario Muñoz, quien decía que trabajó como sirvienta en la finca que la familia tenía en Badajoz, ha sido roto en los últimos años por la supuesta descendiente del jinete madrileño.
 Y para demostrarlo, ha logrado que un juez acuerde la exhumación de los restos de González de Gregorio, fallecido en 2008, del panteón familiar en Quintana Redonda (Soria) para que se pueda extraer su ADN y sea sometido a una prueba de paternidad.
 Con ella Bermudo sabrá si es su hija, por lo que podría percibir una herencia que según su abogado, Fernando Osuna, rondaría entre los dos y los cuatro millones de euros.
 “Mi madre me contaba que los dos estaban muy enamorados, y que él supo que ella se quedó embaraza cuanto tenía cerca de 18 años
. Pero en cuanto nací me llevaron a su casa y mi abuela Leticia (la madre de José Leoncio) nos echó”, asegura Bermudo, que añade que aún siendo hija de un hombre acaudalado, fue parida en el Hospital de la Inclusa de Madrid porque José Leoncio se desentendió de ella.

Imagen aportada al juicio por Rosario Bermudo.
Tras ser rechazada, Rosario Muñoz, que falleció el pasado marzo, llevó a su hija con apenas días de vida a Écija para que la criasen sus abuelos y luego se volvió a Madrid a seguir trabajando
 Después se casó y le dio a su primera hija el apellido Bermudo de su marido, (que también será exhumado por orden del mismo juez).
“Mi madre no intentó demostrar nada. Pero yo, viendo la situación de mis tres hijos, que no lo están pasando muy bien, he intentado varias veces reclamarlo.
 Ahora parece que llevo razón”, resume Bermudo, que recuerda que en Écija la llamaban la condesita.
El bufete Osuna ha conseguido una prueba de ADN de una botella de agua tirada a una papelera por uno de los hijos del aristócrata y, según apunta la familia, la coincidencia con su madre es del 99,8%. “Me da de verdad muchísima pena levantar el cuerpo de mi padre, pero al juez le ha parecido lo mejor.
 Podría haber sido más fácil si mis hermanos hubiesen dado su ADN”, detalla Rosario.
Cuando dice mis hermanos se refiere a Leoncio, Pilar y Gabriel, los tres hijos que José Leoncio tuvo con la Duquesa Roja, además de Javier, un cuarto descendiente reconocido hijo de otra mujer. “Estamos estudiando la situación para ver qué determinación tomar. Rosario fue al juicio con tres documentos muy vagos.
 Una foto, una carta y una prueba de ADN que se tomó sin consentimiento.
Además, por cuestiones científicas y éticas, nuestro ADN no sería válido”, defiende Gabriel González de Gregorio, hijo menor del matrimonio.
 “Yo estoy abierto a un acuerdo con Rosario y no voy contra ella, pero me gustaría que se respetase la ley para todos igual. Mi crítica es hacia la justicia española, que no termina de pronunciarse sobre nuestros derechos sucesorios y en cambio es ágil para este caso”, añade Gabriel.
José Leoncio González de Gregorio montando a caballo.
Este capítulo de aventuras y desventuras se suma a la ya polémica vida de la Duquesa Roja y de sus herederos, que todavía luchan por un legado que dejó atado para que recayese en su esposa Liliane Dalhmann, con la que se casó en 2008 en articulo mortis 11 horas antes de fallecer. Dalhmann es la presidenta de la Fundación Casa Medina Sidonia, que en su archivo de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) atesora seis millones de documentos históricos.
“Es lo único que queda prácticamente de la herencia”, apunta Gabriel, que avanza que el próximo octubre acudirá junto a sus hermanos a un juicio en la localidad gaditana que durará tres semanas y cuyos costes podrían ascender a 100.000 euros.
 En esta vista se determinará si definitivamente tienen derechos para heredar la fundación.
 Quedan episodios por cerrar para archivar la historia de esta familia.