Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

28 may 2015

Zapatillas desde 1902.......................................... Joaquín Reyes

100 años puede ser mucho o poco, según se mire. 

Los dinosaurios estuvieron en la Tierra unos 160 millones de años y lo único que hicieron fue: pisar fuerte, mover los brazos y gritar, que básicamente es lo que hace un contertulio de “Sálvame”.

Plató de Salvame.
Me compré unas zapatillas de estar por casa, color camel, preciosas.
 En la derecha, hay bordados unos palos de golf y en la otra, la bolsa donde se guardan de manera que al poner una sobre otra, es como si los metiera (aunque este detalle es irrelevante).
 La marca de las zapatillas es: “Colomer e Hijos”.
 Me llamó la atención que en la caja ponía: “Desde 1902”. O sea, ¿les pareció buena idea que supiéramos que llevan más de un siglo haciendo lo mismo?
Que no es porque sean zapatillas de estar por casa, no van por ahí los tiros, pero ¿de verdad en cuatro generaciones no ha habido ni un solo Colomer que haya dicho: “No sé… por qué no hacemos zapatos de rejilla”?
 A lo mejor sí y fue repudiado.
Aunque 100 años puede ser mucho o poco, según se mire.
 Por ejemplo, se calcula que los dinosaurios estuvieron en la Tierra unos 160 millones de años. ¡160 MILLONES DE AÑOS!
 Si bien en todos esa cantidad de tiempo lo único que hicieron fue: pisar fuerte, mover los brazos y gritar, que básicamente es lo que hace un contertulio de “Sálvame”. 
 No desarrollaron mucho mas
. Quizá lo iban dejando todo para el día siguiente y al final les pilló el toro
. Eran muy de procrastinar los dinosaurios.
 Después una gran colisión cósmica que acabó con prácticamente toda la vida sobre el planeta, solo sobrevivieron algunos peces y algunas aves.
 Y de alguna forma nosotros venimos de ahí, por eso podemos decir: Rodrigo Rato, ¡vaya pájaro!

 

Hablame del mar marinero

Calamaro: Te quiero igual

https://youtu.be/xJBtFfIcBU0

https://youtu.be/xJBtFfIcBU0

Los hijos de Audrey Hepburn se pelean por su herencia....................................Rocío Ayuso

Sean Ferrer y Luca Dotti dejan en manos de la justicia llegar a un acuerdo sobre cómo dividirse la colección de joyas, sombreros, fotografías y vestuario de la actriz.

No hay herencia que se escape de una pelea entre herederos, sea dinero, sean pulseras, sean vestidos o pijamas, sean joyas cuyo valor sentimental no llega para pagar a un abogado que pleitee por ellas, ni vestidos, en este caso igual hasta las bailarinas que sacaba en Vaca ciones en Roma o la boquilla con su desayuno con Diamantes sea motivo de pleitos.

Retrato de Audrey Hepburn durante el rodaje de 'Desayuno con diamantes'. / Corbis
Pocos objetos son tan icónicos como aquellos que tocaba Audrey Hepburn 
. La actriz, modelo y estrella es recordada tanto por su trabajo en películas como My Fair Lady, Desayuno con diamantes o Fedora como por su estilo dentro y fuera de la pantalla.
 Sus gafas de sol redondeadas de concha, los guantes largos blancos, la pamela amplia en su cabeza o sus vestidos de Dior y Givenchy, entre otros, siguen siendo recordados 22 años después de la muerte de una intérprete que falleció demasiado joven, a los 63 años, de cáncer de colon.
Pero mientras el recuerdo los mantiene vivos en nuestra mente, muchos de estos objetos así como el resto de sus enseres más personales siguen perdidos en una batalla legal entre sus hijos, Sean Ferrer y Luca Dotti.
 Hepburn pensó que lo dejaba todo bien atado, repartiendo mitad y mitad entre sus dos únicos descendientes, fruto de sus matrimonios con el actor Mel Ferrer y con el psiquiatra italiano Andrea Dotti, respectivamente.
 Pero los hijos nunca han llegado a un acuerdo sobre cómo dividirse esta vasta colección de joyas, sombreros, fotografías y vestuario. 
La herencia de Hepburn también incluye un gran número de pósters y guiones de sus icónicas películas así como elementos de attrezo utilizadas en ellas, piezas de coleccionista de inmenso valor tanto histórico como personal, además de económico. 
Una herencia que permanece guardada en una compañía profesional de almacenaje dedicada a las bellas artes y otras colecciones privadas en Los Ángeles mientras un juez decide su futuro.
Audrey Hepburn, ganó el Oscar como actriz protagonista de 'Vacaciones en Roma'. / Ralph Morse
Este no es el primer caso en el que la herencia de una de las estrella de Hollywood se ve en disputa no importa el empeño que dedique el finado a dejar claras sus últimas voluntades. 
El caso más reciente es la herencia de Robin Williams, también motivo de disputa legal cuando se acerca el primer aniversario de su muerte. Williams dejó claro en su testamento que sus hijos Zak, Zelda y Cody heredaban sus efectos personales, incluido el Oscar que ganó por El indomable Will Hunting, así como sus joyas, mientras que a su última esposa, Susan Schneider, le dejó la casa en la que vivieron estos tres últimos años de casados.
 Sin embargo, Schneider se ha quejado de que los hijos de Williams se llevaron objetos de su casa mientras que sus descendientes reclamaron en los tribunales que la viuda no tiene ningún derecho sobre algunas de las colecciones personales de su padre que estaban en esta finca del norte de California donde murió el actor y a la que se les ha prohibido la entrada.
 Entre otros objetos en disputa está la extensa colección de relojes que tenía Williams, un ávido coleccionista de este complemento. Los hijos reclaman esta colección de joyería mientras que Schneider quiere incluirla entre los objetos de la casa que le corresponden. 
También existe una versión según la cual esta colección le fue regalada a un amigo por el propio Williams el día antes de su suicidio.
Creo que lo mejor es dejar dicho que todos los enseres personales sea uno como recurdo para cada heredero y el resto para Cáritas u otra ONG. Porque valor tiene hasta unos calcetines, o una vajilla corriente, y si no les gusta, que se habra testamento ante un juez o mediador familiar.
Y Por cierto los libros tb serán motivo de disputas? pues para la libreria de una cárcel o tb para cáritas que no solo de alimentos y ropa vive el hombre.