Si algo quedó claro desde que Natalie Portman se dio a conocer por primera vez en la pantalla con El profesional
(1994) cuando era todavía una niña es que la actriz nacida en Israel
habla a las claras. De ahí que incluso en los tiempos de corrección
política que corren no dude en criticar abiertamente la reelección de
Benjamín Netanyahu como primer ministro israelí. “Sus comentarios
racistas son horrendos”, subrayó contrariada y defraudada con su
reelección. Sus declaraciones son parte de una extensa entrevista
concedida a la revista The Hollywood Reporter con motivo del estreno de su primer largometraje como directora, A Tale of Love & Darkness, basado en la novela del mismo título de Amos Oz.
La actriz de 33 años, ganadora del Oscar por su trabajo en Cisne negro, tampoco duda en criticar abiertamente su galardón comparándolo con los “falsos ídolos” que menciona Abraham en el viejo testamento. “Y (el Oscar) es literalmente una estatuilla dorada. Es como adorar ídolos de oro”, describe. Esa es la razón por la que prefiere no exhibir el premio en su nuevo hogar parisino donde acaba de mudar su residencia con su marido, el bailarín y coreógrafo francés Benjamín Millepied, de 37 años, y su hijo Aleph, de 3. Sobre su nueva ciudad de residencia tiene sentimientos encontrados debido al choque cultural que sufre alguien que desde los 3 años se crió en EEUU pero que mantiene vivas sus raíces con su país natal. Aunque como afirma, le gusta sentirse como una extranjera. “Es lo que siempre me he sentido”, añade.
La entrevista coincide con el anuncio de su próximo trabajo cinematográfico, donde la portavoz de Dior se transformará en Jacqueline Kennedy para la película Jackie, dirigida por el director chileno Pablo Larrain y centrada en los cuatro primeros días de la vida de quien fue primera dama tras el asesinato de su esposo John F. Kennedy.
Sin televisión en su nueva casa y con un francés que no le da mucho más que para ojear revistas, el pasatiempo favorito de Natalie Portman en París es la cocina. Y su trabajo, ese que ahora ha llevado más allá de la interpretación al campo de la dirección y de la producción. En cuanto a su familia, la actriz asegura en una conversación que ella misma grabó en su iPhone para no ser tergiversada que si hay algo decepcionante en su relación es ella misma. “Cuando tienes alguien te mira diariamente es como si te enfrentaras a un espejo en el que puedes ver tu mejor comportamiento y el peor. Y es un gran reto ver en ese espejo la mejor persona que puedes ser”, señala la actriz ambiciosa e insegura por partes iguales según su propia descripción.
La actriz de 33 años, ganadora del Oscar por su trabajo en Cisne negro, tampoco duda en criticar abiertamente su galardón comparándolo con los “falsos ídolos” que menciona Abraham en el viejo testamento. “Y (el Oscar) es literalmente una estatuilla dorada. Es como adorar ídolos de oro”, describe. Esa es la razón por la que prefiere no exhibir el premio en su nuevo hogar parisino donde acaba de mudar su residencia con su marido, el bailarín y coreógrafo francés Benjamín Millepied, de 37 años, y su hijo Aleph, de 3. Sobre su nueva ciudad de residencia tiene sentimientos encontrados debido al choque cultural que sufre alguien que desde los 3 años se crió en EEUU pero que mantiene vivas sus raíces con su país natal. Aunque como afirma, le gusta sentirse como una extranjera. “Es lo que siempre me he sentido”, añade.
La entrevista coincide con el anuncio de su próximo trabajo cinematográfico, donde la portavoz de Dior se transformará en Jacqueline Kennedy para la película Jackie, dirigida por el director chileno Pablo Larrain y centrada en los cuatro primeros días de la vida de quien fue primera dama tras el asesinato de su esposo John F. Kennedy.
Sin televisión en su nueva casa y con un francés que no le da mucho más que para ojear revistas, el pasatiempo favorito de Natalie Portman en París es la cocina. Y su trabajo, ese que ahora ha llevado más allá de la interpretación al campo de la dirección y de la producción. En cuanto a su familia, la actriz asegura en una conversación que ella misma grabó en su iPhone para no ser tergiversada que si hay algo decepcionante en su relación es ella misma. “Cuando tienes alguien te mira diariamente es como si te enfrentaras a un espejo en el que puedes ver tu mejor comportamiento y el peor. Y es un gran reto ver en ese espejo la mejor persona que puedes ser”, señala la actriz ambiciosa e insegura por partes iguales según su propia descripción.