Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

14 may 2015

El gran Iker...................................................... José Antonio Martínez Lamoca

Apenas entiendo de fútbol, mucho más de sentimientos.
 Sin entender de eso que algunos llaman el “deporte rey”, Iker Casillas ha sido y es un deportista ejemplar. 
Alejado de la fatua espuma de los supermillonarios y extravagantes futbolistas, siempre me ha parecido un tipo normal, uno de los nuestros, capaz de pasear por nuestras calles y beber en nuestras tascas.
 Es y ha sido uno de los mejores deportistas españoles de todos los tiempos; sin duda, nuestro mejor portero de fútbol y, probablemente, uno de los mejores del mundo.
 Y en un deporte que mueve masas humanas y monetarias.
 A esos aficionados madridistas que abuchean domingo sí y domingo también a Iker, el mayor de mis desprecios.— José Antonio Martínez Lamoca.

Cannes también es feminista....................................................... Carlos Boyero

'Con la cabeza alta', de Bercot, que inauguró el certamen, es inmediatamente olvidable.

REUTERS LIVE

El Festival de Cannes nunca ha sentido simpatía por el azar. Todo obedece a razones artísticas, pero sobre todo prácticas.
 Por ejemplo: gran parte del cine asiático y africano que acostumbran a programar está coproducido por Francia.
 Tampoco se cortan un pelo a la hora de exhibir cine francés.
En esta edición va a haber sobredosis del producto patrio.
 Y un mimo especial hacia el cine europeo de autor. ¿Y el cine estadounidense? Muy escaso
. En la sección oficial se podrá ver lo último de Gus Van Sant y de Todd Haynes, dos directores habituales en este festival que tanto les ama.
 Yo, un poco menos.
Y fuera de competición se proyectarán Irrational Man, la nueva película de Woody Allen, y la cuarta entrega de Mad Max.
Digo yo que se habrán realizado en Estados Unidos unas cuantas películas que merezcan la pena, pero en esta edición la oferta de Cannes de cine imperialista es más que rácana.
Tampoco es casual la abundante presencia de mujeres en los diversos jurados ni que se exhiban numerosas películas de directoras.
El año anterior hubo quejas sobre la mínima participación del género femenino en la programación, sospechas de discriminación
. Problema resuelto
. En mi caso me da igual que haya directores o directoras, a condición de que sea atractiva la oferta de unos u otras.
 Tampoco ha olvidado Cannes homenajear a Ingrid Bergman en la fotografía que ilustra el cartel de esa edición
. No tengo nada en contra de mujer tan hermosa y legendaria actriz, pero sería más lógico que en el centenario de aquel creador total llamado Orson Welles nos topáramos con su rostro en todos los lugares de la ciudad. Incluso en la sopa.
Ha inaugurado el festival la película francesa Con la cabeza alta, de Emmanuelle Bercot.
 Cine social centrado en la infancia y adolescencia de un chaval problemático con todas las papeletas y las circunstancias para terminar siendo un residente habitual de las cárceles, o que le ocurra algo aún peor.
 Es una película entre discreta, bienintencionada y tibia, inmediatamente olvidable
. Su desenlace revela que la educación de críos díscolos, de proyectos de delincuencia, funciona modélicamente en Francia
. Entre una jueza humanista y un comprensivo educador lograrán que el chaval no se descarríe a perpetuidad.

La sutileza de Kore-Eda


El muy personal y sensible director japonés Kore-Eda Hirokazu ha bautizado el cine a concurso con la bonita y también alargada Umimachi diary, que describe la adopción que hacen tres hermanas cuyo padre las abandonó, y posteriormente la madre, de la hija que éste tuvo con otra mujer.
 Curiosamente, en esta historia que habla del calor familiar, de la necesidad de construir un refugio afectivo y sólido para evitar el frío del mundo exterior, las hermanas no se abrazan, no se besan, no se tocan ni una sola vez.
 Imagino que la relación familiar en la cultura japonesa evita el contacto físico.
 Pero la sutileza de este director para describir sensaciones y sentimientos, lo que se expresa y lo que se calla, las emociones con matices, sigue siendo primorosa.
 No ocurren grandes cosas y en el montaje podía haber abreviado algunas situaciones repetitivas, pero su atmósfera y su capacidad de sugerencia son envolventes.
El Rimbaud que escribió ese breve poema llamado Sensación se hubiera identificado con la imagen de una adolescente enamorada que junto a su amigo pedalea en una bicicleta para ver los cerezos en flor, en la plenitud que siente observando la belleza, cerrando los ojos mientras el sol y el viento la acarician
. Este director no es un sensiblero ni un cursi. Es otra cosa.
 Es un poeta identificable.

 

13 may 2015

El rito orgiástico de Cannes.................................................................. Gregorio Belinchón

La ciudad es un paraíso del lujo: una coca cola por 25 euros y noches de hotel por 1.500.

 

De izquierda a derecha: Sophie Marceau, Rokia Traore, Ethan y Joel Coen, Sienna Miller y Rossy de Palma, el jurado del Festival de Cannes. / reuters-LIVE! / WireImage

Dicen que hay negros nubarrones para el mercado de películas.
 Que la crisis europea sigue manteniendo timoratos a los distribuidores del continente.
Más aún, que tras años de películas de inauguración repletas de glamur (que no de calidad, aún resuenan las carcajadas del año pasado provocadas por Grace of Monaco), el festival estará repleto de cine social y de dramas.
 Que proseguirá la ola de robos que desde hace dos años sacude los hoteles y las tiendas de lujo… como ya ocurrió la semana pasada en la de Cartier, donde los cacos se llevaron joyas por valor de 17 millones de euros.
Pero Cannes sigue siendo Cannes: la ciudad del lujo, de una coca cola por 25 euros, una noche barata de hotel por 280 y un apartamento con tres habitaciones al módico precio de 5.000 euros la quincena, y hoteles como el Carlton a 1.500 euros la noche.
En Cannes hay decenas de mujeres esculturales de físico casi imposible paseando por sus aceras. También estarán las hordas de turistas de visita el fin de semana, atascando las aceras para desesperación de quienes trabajan alrededor del festival, con la ilusión de ver una estrella… un encuentro fácil si se sabe dónde buscar.
 Volverán las fiestas patrocinadas por rutilantes marcas ávidas de fotos de famosos. Invariablemente, los acreditados estarán haciendo cola desde las ocho de la mañana para ver películas.

Fondearán otra vez un centenar de yates en la bahía que son hoteles de lujo para sus dueños, anfitriones de fiestas homéricas, o sencillamente, casas flotantes: el año en que Steven Spielberg presidió el jurado, dormía en su mansión de mar y bajaba a ver las películas en helicóptero o lancha rápida
. Seguirán los filetes empanados del Café Roma, lugar habitual de avituallamiento de los periodistas con su terraza abierta las 24 horas enfrente del Palais del festival.
 Cuando llueva, surgirán los vendedores chinos con sus paraguas a 10 euros que se deshacen con un único uso.
 Las terrazas de los apartamentos que dan a La Croisette resplandecerán con los carteles de proyectos futuros: gran parte de ellos no llegarán a ningún lado.
Las alfombras rojas rebosarán de estrellas de cuerpos y contratos de clase A, aunque la organización ya ha advertido de que no permitirá en la medida de lo posible selfies, menos aún palos de selfies.
Y por supuesto, también habrá cine. Películas. Creadores. Aplausos. Cannes contra los Oscar. Cannes contra los otros festivales: el año pasado las grandes películas de los premios de Hollywood estuvieron en Berlín (El gran hotel Budapest, Boyhood) o Venecia (Birdman).
 El certamen francés sabe que tiene que recuperar el liderazgo del cine mundial.
 Y durante 15 días, a sus playas se acercarán todos los prebostes del séptimo arte –incluido Chris Dodd, el presidente de la MPAA, la asociación de los estudios de Hollywood- a rendir pleitesía a un puñado de arena, de sueños en imágenes y fotogramas. Thierry Frémaux, director general del certamen, es, desde hoy miércoles, dios en la Tierra. Hasta el 24 de mayo.

Letizia recupera el traje de la coronación....................................................... Mábel Galaz


La reina Letizia, durante el acto de reconocimiento a la labor desarrollada por la Guardia Civil en el País Vasco.
La reina Letizia, durante el acto de reconocimiento a la labor desarrollada por la Guardia Civil en el País Vasco. / David Aguilar/EFE (EFE)

La Reina ha sacado de su armario el traje que su diseñador de cabecera, Felipe Varela, le hizo para lucir el pasado día 19 de junio, fecha en la que se produjo el relevo en la Corona.
 Lo ha elegido esta vez para asistir al acto de homenaje a la Guardia Civil que este miércoles se ha llevado a cabo en el Cuartel de Sansomendi, en Vitoria, donde ha entregado una bandera española como reconocimiento a su labor.
 En el acto se ha recordado que 161 agentes del instituto armado han perdido su vida en Euskadi a manos de ETA en los últimos 40 años.
El peinado de la Reina. / David Aguilar/EFE (EFE)
Doña Letizia no solo ha recuperado el ya histórico conjunto -un abrigo y vestido en crepé de verano blanco roto con bordado degradé en cristales rubí, ámbar y rosa talco, con microperlas en crema-, sino que con esa elección ha optado por no seguir el protocolo de este tipo de actos en el que es habitual vestir traje negro y mantilla.
 La Reina con este gesto vuelve a dejar claro su deseo de introducir algunos cambios en su labor de representación de la Corona.
No es habitual que las reinas vuelva a usar un traje lucido en un momento que pasará a la historia.
Letizia Ortiz pronuncia su primer discurso en un acto oficial desde que es princesa de Asturias en 2005. / EFE
Además, doña Letizia, que se cortó el pelo hace un mes al estilo conocido como melana Bob, ha recurrido otra vez a unas extensiones para recogerse el pelo en un moño
. Todos los estilismos de doña Letizia están siendo seguidos y analizados por expertos en moda de medio mundo, y son muchos que la consideran como una de las más elegantes de la realeza. Hasta hora sus apuestas han recibido un aprobado.
Doña Letizia se ha caracterizado desde que llegó al palacio de La Zarzuela por la sobriedad tanto en el vestir como en el maquillaje y en los peinados.
 Hasta su residencia acuden de manera regular una maquilladora y una peluquera, las mismas que la atendían en su última etapa como presentadora de Televisión Española.