Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

12 may 2015

Nuevos Reyes, nuevas formas..............................................................Mábel Galaz

Once meses después del relevo en la Corona, don Felipe y doña Letizia introducen su estilo en la vida protocolaria.

El Rey y el presidente italiano, Sergio Mattarela. / J. J. Guillén (EFE)
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Que el Rey de España haya bajado 72 escalones en el Palacio Real de Madrid se ha convertido en noticia.
Sucedió el lunes cuando don Felipe acudió hasta el coche para recibir a Sergio MattareLla, presidente de Italia.
 Un gesto con el que el Monarca quiso mostrar su bienvenida al político, pero también mostrar cuál será su estilo en este tipo de visitas.
 Cuando se están a punto de cumplir 11 meses de su llegada al trono, Felipe VI y doña Letizia van introduciendo poco a poco cambios en el protocolo
. Los Reyes quieren seguir las normas establecidas, pero relajarlas en algunos aspectos.
Don Juan Carlos introdujo también su propio estilo a la hora de recibir a importantes invitados, pero en sus últimos años de reinado le fue imposible hacer gestos como bajar una escalera dado sus graves problemas de movilidad, pero en cambio fue muy aficionado a eso que se conoce como "romper el protocolo".
El lunes, don Felipe bajó las escaleras y luego las volvió a subir con el presidente de Italia.
 Más tarde ambos se reunieron con doña Letizia, que se sumó al almuerzo organizado en uno de los salones del palacio
. Los Reyes han optado en esta nueva etapa por realizar este tipo de actos protocolarios en el Palacio Real. Don Juan Carlos casi siempre se decantaba por recibir en el palacio de La Zarzuela, donde tenía su despacho y su residencia.
 Don Felipe trabaja en el mismo lugar en que lo hacia su padre pero vive en su casa, situada a pocos metros del edificio principal que siguen ocupando sus progenitores.
 Los actuales Reyes se sienten más cómodos usando el Palacio Real para estas solemnes ocasiones.
La reina Letizia saluda al presidente de Italia, Sergio Mattarella (i) en presencia del rey Felipe. / Francisco Gómez (EFE)
Pero los cambios de protocolo se vienen notando en los últimos meses. Don Felipe ha implantado su propio estilo en las audiencias, en los viajes, en los actos oficiales en general.
 Cumple con el protocolo pero intenta ser más cercano y afronta su agenda como todo un profesional: se prepara los temas con antelación y recaba opiniones de expertos.
Doña Letizia ha influido mucho en su esposo a la hora de ejercer como Rey en los actos oficiales. Ella es partidaria de mantener reuniones de trabajo más que acudir a un lugar y limitarse solo a estrechar manos.
 Le gusta profundizar en los temas, no ser solo una mera figura protocolaria
. Son las nuevas formas de trabajar de los reyes del siglo XXI, que saben que debe profesionalizar su estatus para justificar que la monarquía en estos tiempos puede ser todavía necesaria.
El Rey, el presidente italiano, Sergio Mattarela y las autoridades presentes en la visista. / J. J. Guillén (EFE)
El próximo 6 de junio, Felipe VI, acompañado por la reina Letizia, presidirá por primera vez como rey el acto central del Día de las Fuerzas Armadas, que se celebrará en Madrid con un homenaje a los que dieron su vida por España y un desfile en el que participarán unos 600 militares
. Será otra oportunidad de ver el nuevo estilo de los nuevos Reyes.

 

Anne Hathaway será la nueva musa de Nacho Vigalondo............................... Ángel Luis Sucasas

Después de fichar a la ex-porn star Sasha Gray, Vigalondo dirigirá a la última Catwoman que encandiló al Batman de Christian Bale.

 

Anne Hathaway será la musa de Nacho Vigalondo en 'Colossal'. 
Nacho Vigalondo está feliz.
 Lo transmite por el móvil y aunque aún no puede decir gran cosa de su nueva película, Colossal, confirma a Tentaciones que la cosa está en marcha y que, tal y como ha informado en exclusiva hoy The Hollywood reporter, Anne Hathaway será su musa.
 A la Catwoman de Christopher Nolan le tocará lidiar con una película que se vende en el mercado de Cannes (el festival arranca mañana) como un cóctel entre Godzilla o Transformers y Cómo ser John Malkovich. Puro Vigalondo que dará el salto a una gran producción con una estrella abordo sin comprometer su estilo.
El argumento, una locura
. Gloria es una chica cualquiera que, tras perder el trabajo y a su prometido, decide mandar al pairo su vida en Nueva York y volver a su pueblo. 
Pero cuando se entera por las noticias de que un lagarto gigante se está cargando Tokio, descubrirá que su mente está conectada de algún modo con este desastre. 
Produce Voltage Pictures con el cineasta español firmando dirección y guion. 

El himno eterno de Édith Piaf................................................... Álex Vicente


Fotografía de Edith Piaf que se exhibe en la muestra de la Biblioteca Nacional de Francia.

En el centenario de su nacimiento y más de medio siglo después de su desaparición, Édith Piaf reaparece entre los vivos.
 Lo hace en la gran exposición que le dedica la Biblioteca Nacional de Francia hasta el 23 de agosto, en su faraónica sede del este de París.
 La voz firme y temblorosa de la cantante, nacida en la capital francesa en 1915, se propaga estos días por sus salas, donde cientos de fotografías reproducen su rostro de pájaro triste, recorriendo una trayectoria que la llevará de cabarets de mala muerte al mismo Carnegie Hall de Nueva York.
 A medio recorrido, se distingue su silueta menuda y de hombros encogidos, metida en su vestido favorito, confección de seda negra diseñada en los cincuenta por Jacques Heim, con el que paseó su particular luto existencial por medio planeta.
La exposición analiza desde casi todas las perspectivas posibles el recorrido de la cantante, a quien erige en icono de la Francia popular.
 "Piaf fue una mujer fuera de lo común, pero con el aspecto de una cualquiera", sostiene el comisario Joël Huthwohl, director del departamento de Artes del Espectáculo de la Biblioteca Nacional
. Pese a que sobreactuara ocasionalmente su filiación con el proletariado, los orígenes de Piaf fueron extremadamente humildes.
 Era hija de saltimbanquis de un circo ambulante y su juventud transcurrió en los barrios obreros del norte de París, como Belleville, Ménilmontant o Pigalle. "Incluso cuando ganó mucho dinero, nunca se aburguesó", afirma Huthwohl.
"Se compró un palacete privado, pero cuentan que se instaló en la portería".
La muestra no evita adentrarse en su ambigua actuación durante los años de la ocupación nazi, cuando mostró cierta connivencia con el poder de Vichy.
 "Piaf participó en un viaje a los campos de internamiento en Alemania, apoyando así la propaganda del régimen.
 Pero nunca fue una mujer con conciencia política, lo que también se le puede reprochar, pero es inadecuado cualificarla de colaboracionista.
 Durante la guerra, también escondió a amigos judíos", apunta Huthwohl
. Después del conflicto, sería absuelta por el comité de purga política que examinaba los casos de colaboración
. Pocos años más tarde, el director y dramaturgo Sacha Guitry la escogió para encarnar al París sublevado de la Revolución en la película Si Versailles m'était conté... (1954). Piaf aparecía en ella como jefa de filas de los sans-culottes, entonando un canto revolucionario subida a la verja de la residencia real.
El icono popular queda redimido.
De hecho, Piaf no siempre fue la misma. "Antes de la guerra, era una mujer sometida a hombres viriles, soldados, marinos y canallas. Progresivamente, se convirtió en una mujer mucho más liberada, que no tuvo ninguna vergüe
nza en exponer una vida sentimental muy intensa, con múltiples amantes a los que nunca escondió, pese a que en el fondo siguiera buscando a un hombre ideal que no terminó de encontrar", agrega el comisario
. La muestra la sitúa al borde del advenimiento del feminismo.
Cuando falleció en 1963, se había convertido casi en un modelo prefeminista: una mujer de sexualidad activa y propietaria de su destino profesional.
"No fue una mujer del Mayo del 68, pero sí forma parte del eslabón perdido que precedió a ese movimiento", señala Huthwohl.
 La muestra repasa sus romances con Louis Dupont, Yves Montand, Marcel Cerdan o Théo Sarapo, con quien contrajo matrimonio un año antes de morir, además de detenerse en el mayor de sus amores –ese Dios al que rezaba antes de salir a escena– y sus conocidas supersticiones.
Cártel promocional de Edith Piaf.
La muestra también analiza el contenido de sus letras y la universalidad de sus canciones, que ha fascinado a artistas de todo tipo, de Louis Armstrong a Serge Gainsbourg, de Étienne Daho a Patricia Kaas y de Ute Lemper a Anna Calvi.
 Todos ellos han versionado temas de todos sus periodos, de la llamada canción realista de sus inicios, fundamentada en el costumbrismo parisiense, a los himnos universales sobre la experiencia humana de su etapa final.
El insigne semiólogo Roland Barthes pronunció en 1948 una conferencia sobre la chanson popular y el lugar singular que Edith Piaf ocupaba en ella.
 Barthes hizo una lista de sus características: utilizaba una "poesía directa" y un lenguaje coloquial "pero sin excesos", interpretaba a una mujer con "carácter y coraje" que "nunca retrocedía ante el amor" y se erigía en portavoz de "los débiles, los oprimidos y los infelices".
"Es una mujer pequeña, no muy joven ni tampoco muy bella, que expresa la tristeza trágica del pueblo, el alma de un mundo sin corazón y el espíritu de un mundo sin esperanza", afirmó Barthes. La muestra reproduce sus opiniones, junto a las de decenas de expertos y aficionados, desde la musicóloga Catherine Rudent, quien analiza "el mecanismo de su laringe" y la vibración de sus cuerdas vocales, hasta el joven novelista Adrien Bosc, ganador del premio de la Academia Francesa con Constellation, sobre la figura de Marcel Cerdan.
La exposición concluye con el Oscar y César que Marion Cotillard recibió por su interpretación en La vie en rose, una forma de recordar su plena vigencia en el imaginario actual.
¿Cómo se explica que Piaf siga fascinando, un siglo después de su nacimiento, mientras otros han caído en el más profundo de los olvidos? Para el comisario, la cantante encarna "la Francia eterna", esa construcción imaginaria que sigue siendo plenamente vigente. "La identificamos con esa imagen romántica de París, como las postales de Robert Doisneau.
 Es la ciudad del turismo y los grandes monumentos. El París de Piaf está congelado en el tiempo", asegura Huthwohl. "Se trata de un cliché, más que de una realidad".
 En el barrio de Belleville, algunas placas conmemorativas señalan los lugares donde residió
. Pero poco tiene que ver ya con la ciudad en la que vivió Piaf décadas atrás: en la esquina de su primer domicilio ya no hay acordeonistas de barriada, sino supermercados asiáticos. Escuchar a Piaf es, para muchos, una forma de aferrarse a un pasado lejano, si es que existió alguna vez.

Catherine Deneuve: “Ya no quedan estrellas”............................................... Álex Vicente

La actriz francesa cree que los selfis han acabado con el glamour que rodeaba a las grandes artistas.

 

Catherine Deneuve
La actriz francesa Catherine Deneuve. / LOIC VENANCE (AFP)

Para Catherine Deneuve, la irrupción de móviles y cámaras digitales ha terminado con la magia que solía rodear a las estrellas de cine.
“Ya no quedan estrellas en Francia”, afirmó la actriz francesa en una entrevista al periódico Le Journal du Dimanche.
 “Una estrella es alguien que se muestra poco y que se mantiene en la reserva.
 Con la llegada del digital, se ha producido una intrusión de todo, por todas partes, en todo momento. Hoy vemos mucha gente famosa que tiene millones de followers, cuando no han hecho absolutamente nada”, denunció Deneuve.
La idea de observarse a uno mismo hacer cosas, en lugar de vivirlas, es terrible”
La actriz inaugura este miércoles el Festival de Cannes como protagonista de la película La tête haute (La cabeza alta), donde interpreta a una juez de menores, abriendo el camino a las estrellas como Cate Blanchett, Matthew McConaughey, Benicio del Toro, Joaquin Phoenix, Rachel Weisz, Emma Stone, Salma Hayek o Marion Cotillard, que pasarán durante los próximos 12 días por la localidad de la Costa Azul
. Pese a todo, para Deneuve el festival ya no es lo que era. “Antes era muy glamuroso. Hoy lo es mucho menos”, sostuvo en la entrevista.
 La actriz, de 71 años, dijo sentirse aliviada por no competir con la cinta, que inaugura el certamen fuera de competición, tras múltiples visitas al festival desde su debut en el cine en 1956. “
Todo baja como un soufflé. A las siete de la tarde eres la reina del día, pero a medianoche, c’est fini (se terminó, en castellano)”, resumió.
Una de las novedades de esta 68ª edición del festival será la prohibición de los selfis en la llamada montée de marches, la alfombra roja y posterior escalinata que conduce hacia la sala del Palacio de Festivales donde se proyectan las películas de la competición. Catherine Deneuve también dijo oponerse a esta moda fotográfica
. “Es formidable poder hacer fotos [con el móvil] pero detesto los selfis, fotografiarse sin parar, hablar por FaceTime…
 Es algo que lo banaliza todo.
 Esa idea de observarse a uno mismo hacer cosas, en lugar de vivirlas, es terrible”, afirmó la actriz. La relación de Deneuve con la tecnología es “limitada”.
 “El móvil es muy práctico, [pero] lo apago cuando hace falta y no me siento a la mesa con él”, añadió.
Catherine Deneuve, en una alfombra roja. / BERTRAND LANGLOIS (AFP)
En octubre pasado, Deneuve ya afirmó que los selfis le parecían una costumbre “horrible”, pese a acceder prestarse ocasionalmente a ella a petición de sus fans.
 El delegado general del certamen, Thierry Frémaux, justificó en abril su prohibición argumentando que se trata de una práctica “a menudo extremadamente ridícula y grotesca”. “2.200 personas acceden a la sala [del Palacio de Festivales] y hay que hacerles entrar
. Con los selfis, todo se ralentiza considerablemente”, explicó después.