La actriz francesa cree que los selfis han acabado con el glamour que rodeaba a las grandes artistas.
Para Catherine Deneuve,
la irrupción de móviles y cámaras digitales ha terminado con la magia
que solía rodear a las estrellas de cine.
“Ya no quedan estrellas en Francia”, afirmó la actriz francesa en una entrevista al periódico Le Journal du Dimanche.
“Una estrella es alguien que se muestra poco y que se mantiene en la reserva.
Con la llegada del digital, se ha producido una intrusión de todo, por todas partes, en todo momento. Hoy vemos mucha gente famosa que tiene millones de followers, cuando no han hecho absolutamente nada”, denunció Deneuve.
La actriz inaugura este miércoles el Festival de Cannes como protagonista de la película La tête haute (La cabeza alta), donde interpreta a una juez de menores, abriendo el camino a las estrellas como Cate Blanchett, Matthew McConaughey, Benicio del Toro, Joaquin Phoenix, Rachel Weisz, Emma Stone, Salma Hayek o Marion Cotillard, que pasarán durante los próximos 12 días por la localidad de la Costa Azul
. Pese a todo, para Deneuve el festival ya no es lo que era. “Antes era muy glamuroso. Hoy lo es mucho menos”, sostuvo en la entrevista.
La actriz, de 71 años, dijo sentirse aliviada por no competir con la cinta, que inaugura el certamen fuera de competición, tras múltiples visitas al festival desde su debut en el cine en 1956. “
Todo baja como un soufflé. A las siete de la tarde eres la reina del día, pero a medianoche, c’est fini (se terminó, en castellano)”, resumió.
Una de las novedades de esta 68ª edición del festival será la prohibición de los selfis en la llamada montée de marches, la alfombra roja y posterior escalinata que conduce hacia la sala del Palacio de Festivales donde se proyectan las películas de la competición. Catherine Deneuve también dijo oponerse a esta moda fotográfica
. “Es formidable poder hacer fotos [con el móvil] pero detesto los selfis, fotografiarse sin parar, hablar por FaceTime…
Es algo que lo banaliza todo.
Esa idea de observarse a uno mismo hacer cosas, en lugar de vivirlas, es terrible”, afirmó la actriz. La relación de Deneuve con la tecnología es “limitada”.
“El móvil es muy práctico, [pero] lo apago cuando hace falta y no me siento a la mesa con él”, añadió.
En octubre pasado, Deneuve ya afirmó que los selfis le parecían una costumbre “horrible”, pese a acceder prestarse ocasionalmente a ella a petición de sus fans.
El delegado general del certamen, Thierry Frémaux, justificó en abril su prohibición argumentando que se trata de una práctica “a menudo extremadamente ridícula y grotesca”. “2.200 personas acceden a la sala [del Palacio de Festivales] y hay que hacerles entrar
. Con los selfis, todo se ralentiza considerablemente”, explicó después.
“Ya no quedan estrellas en Francia”, afirmó la actriz francesa en una entrevista al periódico Le Journal du Dimanche.
“Una estrella es alguien que se muestra poco y que se mantiene en la reserva.
Con la llegada del digital, se ha producido una intrusión de todo, por todas partes, en todo momento. Hoy vemos mucha gente famosa que tiene millones de followers, cuando no han hecho absolutamente nada”, denunció Deneuve.
La actriz inaugura este miércoles el Festival de Cannes como protagonista de la película La tête haute (La cabeza alta), donde interpreta a una juez de menores, abriendo el camino a las estrellas como Cate Blanchett, Matthew McConaughey, Benicio del Toro, Joaquin Phoenix, Rachel Weisz, Emma Stone, Salma Hayek o Marion Cotillard, que pasarán durante los próximos 12 días por la localidad de la Costa Azul
. Pese a todo, para Deneuve el festival ya no es lo que era. “Antes era muy glamuroso. Hoy lo es mucho menos”, sostuvo en la entrevista.
La actriz, de 71 años, dijo sentirse aliviada por no competir con la cinta, que inaugura el certamen fuera de competición, tras múltiples visitas al festival desde su debut en el cine en 1956. “
Todo baja como un soufflé. A las siete de la tarde eres la reina del día, pero a medianoche, c’est fini (se terminó, en castellano)”, resumió.
Una de las novedades de esta 68ª edición del festival será la prohibición de los selfis en la llamada montée de marches, la alfombra roja y posterior escalinata que conduce hacia la sala del Palacio de Festivales donde se proyectan las películas de la competición. Catherine Deneuve también dijo oponerse a esta moda fotográfica
. “Es formidable poder hacer fotos [con el móvil] pero detesto los selfis, fotografiarse sin parar, hablar por FaceTime…
Es algo que lo banaliza todo.
Esa idea de observarse a uno mismo hacer cosas, en lugar de vivirlas, es terrible”, afirmó la actriz. La relación de Deneuve con la tecnología es “limitada”.
“El móvil es muy práctico, [pero] lo apago cuando hace falta y no me siento a la mesa con él”, añadió.
En octubre pasado, Deneuve ya afirmó que los selfis le parecían una costumbre “horrible”, pese a acceder prestarse ocasionalmente a ella a petición de sus fans.
El delegado general del certamen, Thierry Frémaux, justificó en abril su prohibición argumentando que se trata de una práctica “a menudo extremadamente ridícula y grotesca”. “2.200 personas acceden a la sala [del Palacio de Festivales] y hay que hacerles entrar
. Con los selfis, todo se ralentiza considerablemente”, explicó después.