Mitch, el padre de la cantante, demanda a la productora de un documental que le responsabiliza de ser el culpable de que consumiera drogas.
Casi dos años después de morir por ingerir demasiado alcohol, su nombre regresa a las portadas británicas ante lo que promete ser otro largo culebrón.
El inminente estreno en Cannes del documental Amy, dirigido por el británico Asif Kapadia, director del excelente Senna (sobre el fallecido piloto de fórmula 1 Ayrton Senna) ha provocado la ira de la familia Winehouse, en particular de su padre, el hombre que según el documental introdujo a la artista en el mundo de las drogas y el alcohol.
“Tenían una idea muy clara de la película que querían hacer y no tenían ninguna intención de permitir que sus amigos o la verdad se interpusieran en su camino” ha clamado en el diario The Sun Mitch Winehouse, a quien se retrata además como a un padre siempre ausente, algo que marcó dolorosamente a la estrella. Algo que resulta curioso, pues en marzo de este año el propio Mitch decía sentirse satisfecho con la realización del documental.
“Hemos tenido muchas propuestas para hacer un documental sobre la vida y el trabajo de Amy.
Los productores de Senna presentaron una visión que mira la historia de nuestra hija con sensibilidad y honestidad, sin sensacionalismos.
Queremos que sea un tributo a su legado musical”, rezaba el comunicado que emitía la familia Winehouse. Ahora parece que el padre de la cantante ha cambiado de opinión.
El filme, que aún no ha sido visto por los críticos y que llegará a las salas británicas el próximo 3 de julio, utiliza entre otras cosas acusaciones directas de Blake Fielder-Civil, el ex marido de la cantante, con quien mantuvo una tortuosa relación de casi una década. Según él, fue Mitch Winehouse la persona frente a la que Amy se inyectó heroína la primera vez.
“No sé cómo le pueden permitir realizar una acusación tan dolorosa e increíble” se defiende Winehouse, quien según The Sun, ha hablado con sus abogados para interponer una demanda por difamación y paralizar su estreno en el Reino Unido
. “Cuando ví la película por primera vez me puse enfermo.
Amy estaría furiosa. No es lo que ella hubiera querido” clama.
El director y productores de la cinta se defienden afirmando que “nos embarcamos en el proyecto con el apoyo total de la familia y hemos tratado de ser completamente objetivos. Hemos realizado más de cien entrevistas y la película es el resultado de todos esos encuentros”.
Amy Winehouse murió a la edad maldita que muchos rockeros no superan, -los 27 años, como Janis Joplin, Jimmy Hendrix o Jim Morrison- y el documental sobre su vida no será el primero que nace envuelto en la polémica
. Lo más habitual, si la familia del protagonista no está directamente involucrada en la producción del filme y no pone dinero para financiarlo, es que en los documentales dedicados a un personaje concreto se cuenten cosas incómodas sobre su vida
. Lo que ocurre es que “los muertos, incluso los de peor aspecto, adquieren carácter de santidad” decía Diego Manrique en este mismo periódico ante la polémica que montó en España la familia del cantante Antonio Vega tras el estreno de la cinta de Paloma Conejero Tu voz entre otras mil.