Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

21 abr 2015

El compulsivo fotógrafo Winogrand........................................................... Alberto Martín

Disparó su cámara con singular ahínco por las aceras de Estados Unidos y rechazó las etiquetas. Una gran retrospectiva esquiva el orden temático y reencuadra su búsqueda.

New York, ca. 1960, de Garry Winogrand.

"Winogrand es a todas luces un anarquista de derechas".
Así se expresaba Martha Rosler en los años ochenta, en uno de sus textos dedicados a la crítica de la fotografía documental.
 Contraponía allí la figura de Garry Winogrand a la de Robert Frank, ambos de tendencia "anárquica", según ella.
 Mientras la obra de Frank sugeriría un anarquismo de izquierdas —por su inclinación a hacer visible y dejar ver el significado en sus imágenes—, Winogrand, por su parte, sugeriría con sus fotografías la aparente inaccesibilidad de significado y la imposibilidad de un saber social
. Aunque el primero que se encargó de dejar claro este último aspecto fue el propio autor a través de sus radicales y provocadoras afirmaciones, algunas de las cuales se citan una y otra vez como verdaderos aforismos (epigramas los llamó su mentor John Szarkowski).
 El más conocido y mencionado es su declaración de que hacía fotografías para tratar de averiguar el aspecto que tendrá algo al ser fotografiado.
Su posición explícita consistió en llevar la explicación o la interpretación de su trabajo hacia un territorio puramente formalista.
Negaba cualquier vertiente de crítica social y rechazaba entrar a valorar, o interpretar, el significado de sus obras.
Esto le acarreó duras críticas desde posiciones muy diferentes.
 De hecho, es difícil encontrar un fotógrafo tan influyente y, a la vez, tan cuestionado como Winogrand.
 Desde el frente de crítica política del documental, subrayaron su voyeurismo y la espectacularización de la temática social; desde posiciones más tradicionales, se discutió la calidad de sus fotografías, calificadas a menudo como meras instantáneas o malos reportajes, y se reprochó al autor su propuesta deshumanizadora.
La extensa exposición recorre sus 30 años de trayectoria, desde la década de los cincuenta hasta
su prematura muerte en 1984
Entre una y otra posición, lo cierto es que persiste a lo largo del tiempo la fuerza y el atractivo inevitable de la obra de Garry Winogrand, quizá por su capacidad para interpelar al público, a pesar de que su principal interés como fotógrafo residiera en los problemas de construcción de la imagen fotográfica
. O quizá fuera precisamente por esto, por llevar al límite su obsesión por explorar cómo se transforma en fotografía la realidad, por lo que su obra, brusca, directa, compulsiva e intensamente descriptiva, llega a pulsar en el espectador un instintivo reconocimiento.
 Algo que se percibe con claridad entre los visitantes de la extensa exposición que recorre sus 30 años de trayectoria, desde la década de los cincuenta hasta su prematura muerte en 1984 a la edad de 56 años.
La muestra reúne algo más de doscientas imágenes y tiene una estructura extremadamente sencilla, organizada en tres únicas secciones.
 Las dos primeras cubren un mismo periodo, desde sus inicios en 1950 hasta el año 1971.
 Una está destinada a presentar el trabajo que Winogrand realizó en las calles de Nueva York, titulada Bajando por el Bronx; y otra, más centrada en las fotografías que tomó fuera de esta ciudad, en diferentes lugares de Estados Unidos, denominada Un estudioso de Norteamérica.
 La tercera y última parte lleva el significativo título Auge y crisis, y está dedicada a la obra realizada por el fotógrafo en sus últimos 13 años de vida.
New York, años 1950. / Garry Winogrand Archive
La decisión de no organizar por ejes temáticos esta retrospectiva es un acierto que permite centrar el discurso sobre el método fotográfico más que sobre los contenidos específicos de las imágenes.
 La exposición rompe con la clásica articu­lación que ofrecen los libros de Winogrand (especialmente The Animals, Women Are Beautiful o Public Relations) y con los capítulos (‘The Street’, ‘Women’, ‘Zoo’, ‘On the Road’, ‘Airport’…) en que se dividía la canónica exposición Figments from the Real World organizada por John Szarkowski después de su muerte
. Esos bloques temáticos están presentes en la nueva muestra —así como sus imágenes más conocidas—, pero se presentan repartidos y diluidos a lo largo de las tres secciones.
Encontramos la fotografía de calle dentro de la gran ciudad, la dialéctica entre humanidad y animalidad, su exploración del país a través del viaje y la carretera, la teatralidad de los actos públicos y de la vida social o su focalización sobre las mujeres.
 Pero lo que destaca y sirve de hilo conductor es la continua búsqueda de Winogrand en torno a la forma fotográfica y la captación de lo real, sus estrategias, sus recursos, sus soluciones, sus continuidades: los encuadres anárquicos, la ampliación del campo de visión —gracias a la utilización del gran angular—, la multiplicación de la información dentro de la toma, la subversión de la estética y las convenciones fotográficas, el bascu­lamiento de la imagen, el aprovechamiento creativo del accidente y la eventualidad, o la articulación de las miradas.
Una mirada dominada por un duro y seco humor negro, por el patetismo y lo grotesco, por la farsa y la teatralidad, la alienación y el miedo
Todo ello para construir una mirada dominada por un duro y seco humor negro, por el patetismo y lo grotesco, por la farsa y la teatralidad, la alienación y el miedo, el ruido y el caos, pero también la espera, el encuentro, el refugio e incluso el amor.
 Sin lugar a dudas, sigue sobresaliendo la fotografía de calle que desarrolló en la ciudad de Nueva York, organizada en torno al flujo, el cruce, la sorpresa, las miradas y las actitudes.
Winogrand fotografiaba incesantemente y acumulaba imágenes, y este carácter compulsivo con el que desarrollaba su trabajo —bien visible a lo largo de la muestra— se fue acentuando y radicalizando con los años, hasta el punto de dejar, al final de su vida, un ingente volumen de material sin revisar, positivar o ni tan siquiera revelar
. El tratamiento y valoración de estos registros —muchos de ellos nunca vistos por el autor— se convierte, en cierto modo, en uno de los argumentos de esta muestra.
 De hecho, una considerable parte de las obras expuestas corresponden a imágenes contenidas en los múltiples carretes que dejó sin revelar o sin positivar, o a imágenes señaladas en hojas de contacto pero nunca ampliadas en vida del autor.
 Es esta una decisión siempre controvertida, pero que sin duda merece tenerse en cuenta, en la medida en que ofrece posibilidades para conocer y evaluar mejor a un autor, aunque sea por la vía de preferir quedarse, en último caso, con el Winogrand canónico y conocido.
Si hay un concepto que quizá pueda sintetizar el retrato global de una época y una sociedad construido a lo largo de los años por este controvertido autor es el de ansiedad.
 Un concepto bastante acorde al sentir de Winogrand cuando afirmaba en los sesenta que "sólo puedo llegar a la conclusión de que nos hemos perdido". La edad de la ansiedad, como tituló su largo poema W. H. Auden, ofreciendo sentido y explicación a todo un periodo y un estado de cosas: la ansiedad de un fotógrafo desarrollando compulsivamente su práctica fotográfica y la ansiedad de una sociedad y una nación.
Garry Winogrand. Fundación Mapfre. Bárbara de Braganza, 13. Madrid. Hasta el 3 de mayo.

 

Un mal Rato....................................................................................... Boris Izaguirre

Por bochornosa que parezca esta renovada crisis política, no tiene la brillantez de las manipulaciones de ‘juego de tronos’. La realidad siempre es más mediocre.

'Meñique', Lord Varys y Gran Maestre Pycelle, personajes de de 'Juegos de tronos' / Cordon Press

Una de las tendencias más acusadas de esta primavera son los flecos
. Los veremos en chaquetas, bolsos, camisetas
. Cualquier soporte sirve para soportar alguno
 Puede ser un ejemplo de cómo la política influye en la moda.
 Todo son flecos, incluso jirones.
Basta asomarse a una tienda de esas grandes cadenas para comprobar que en sus muebles hay rotos, descosidos y huecos en casi todas las prendas.
Algo que también ocurre tanto en el PSOE como en el PP.
La moda de los jirones se refleja en cómo nos sentimos hace rato
. A ratos rotos por dentro y ahora también por fuera.
Seguramente viendo ese aspecto hecho jirones de la nueva ropa, Pablo Iglesias, uno de los líderes políticos más grunge del momento, llegó a pensar que cada día asumimos el aspecto de extras en Juego de tronos, su serie favorita y también la de muchos jóvenes.
 Para los mayores es un lío seguirla e incluso verla porque todo el mundo tiene aspecto sucio
. Es intencional, un vestuario futurista y medieval, también hay mucho roto, mucho jirón, similar al conflicto de poderes y reinos despedazados que se narra en la serie.
Con ese panorama, Iglesias aprovechó la visita de Felipe VI al Parlamento Europeo para regalarle una caja con cuatro temporadas de la serie.
 ¡Por fin algo de acción en el aburrido Parlamento!
 El Rey lo agradeció diciendo que le parecía muy bien, “porque no la he visto”.
 Iglesias supo cerrar el brevísimo diálogo con una casi declaración de principios: “Para que tenga algunas claves sobre la crisis política española”.
No sabemos si los Reyes ya están devorando a ratos los capítulos de Juego de tronos pero se evidencia que quienes la ven pertenecen a una populosa vanguardia y quienes no la vemos, tenemos un problema.
 No estamos tan a la moda. Nos quedamos en Mad Men.
Nuestra política tiene poco de renacimiento.
 Solo un trapicheo que simplemente te avergüenza y entretiene.
 En Juego de tronos hay personajes tan manipuladores como lord Petyr Baelish, apodado Little Finger (Meñique), recurriendo a lo más bajo y a la lujuria para controlar a quienes necesita destruir. Y un primer ministro al que degüellan por una falsa acusación de traición, reyes blandos, reinas peligrosas y un baile de coronas y nombres que te dejan mareado.
En nuestro Parlamento está Montoro, apretando los dientes mientras los socialistas le piden la dimisión por su amnistía fiscal, que permitió a Rodrigo Rato, miembro del partido de gobierno, y otros 704 millonarios regularizar su situación fiscal por dinero oculto, en algunos casos probablemente público
. Pero por bochornosa que parezca esta renovada crisis política, sigue sin tener la brillantez de cualquiera de las manipulaciones de Juegos de tronos.
 La realidad siempre es más mediocre que la gran ficción. Y más incómoda.
Rodrigo Rato fue detenido la noche del jueves.
 Un mal rato para su partido en pleno año electoral
. ¿Qué le ocurrió a este hombre para pasar en poco más de una década de ser la gran esperanza blanca a volverse un hombre blanco más en la cárcel?
 Igual que en la serie, nos da la impresión que nos perdimos un detalle esencial del episodio al ir a la cocina.
¿Fue la fiebre del oro? ¿O es que sí que existe la maldición del FMI?
Te vuelves presidente de ese organismo internacional y puedes terminar como Rato o como Strauss Kahn, ciego de poder y durmiendo en chirona.
Entre tantos trapos sucios y vestidos con ropa rota nueva, es momento de ceder por fin al cambio generacional
. Dejar de ver Mad Men, pasarse a Juego de tronos y centrarnos en la evolución de Gloria Camila y Chabelita Pantoja, las herederas de esas reinas del folk y del sentimiento que fueron Rocío Jurado e Isabel Pantoja
. Ambas son princesas de origen latinoamericano, criadas y educadas en colegios privados en España por esas dos mujeres que durante décadas lucharon por el trono de la copla y el corazón de la audiencia. Gloria Camila se ha sincerado con la prensa en Madrid al mismo momento que Manuel Chaves lo hacía ante la justicia
. Ella es la primera vez que lo hace, pero para él será la última.
Gloria Camila tiene esa simpatía abrumadora de Jurado. Chabelita el misterio y opacidad de Pantoja. Gloria Camila responde, resuelve. Chabelita es madre muy joven y avanza en silencio igual que trabaja para sobrevivir en Supervivientes, seleccionando bikinis que permitan comprobar que sus nuevos senos tienen más solidez que los de otras generaciones.
 Las dos it girls tienen 19 años y progenitores en la cárcel, un elemento argumental muy, muy difícil de superar
. Por ahora Gloria Camila y Chabelita son el emblema de la hija de preso célebre.
 Si la investigación de Hacienda sobre los beneficiarios de la amnistía fiscal sigue adelante, ¡ay! aparecerán más familias con algún progenitor en la cárcel, “sean del color que sean”, como anuncian los investigadores. Mediática y quizás para suavizar la idea que teníamos del régimen carcelario, Gloria Camila declaró que veía a su padre más joven y más fortalecido como persona a raíz de su estancia en prisión, confirmando que lo penitenciario tiene algo de spa.
 Un nuevo juego de tronos se agita en nuestras cárceles. Con la llegada del exministro, el listón se pondría muy alto, al menos por un rato.
Un mal Rato.

 

“España está enferma de autoodio”.......................................................... Winston Manrique Sabogal

El escritor Félix de Azúa, que publica 'Génesis', analiza la situación de un país que “no ha demostrado si pertenece a Europa”.

Félix de Azúa
Felix Azúa, en su domicilio de Madrid. / alejandro ruesga

Desde hace cuatro años, Félix de Azúa sabe que del infierno pueden surgir paraísos.
 El suyo apareció a través de una niña que le descubrió la inocencia y le ha servido para sobrellevar lo que considera un exilio.
 Un día salió de Barcelona, llegó a Madrid y empezó una travesía en la que ha visto “una España enferma de autoodio”, cuyo “pecado original es la envidia”, aunque el “mayor de sus pecados es la mala educación”, lo cual le lleva a pensar que “está por demostrar si pertenecemos a Europa”.
Es el big bang de sus reflexiones a partir de su libro Génesis (Literatura Random House), en su casa madrileña rodeado de silencio.
 Esta tercera parte de su autobiografía ficticia pasa a ser el origen de un proyecto literario en marcha cuya voz busca aunar la historia de los testigos de su tiempo, ser una voz colectiva en la que los ciudadanos se reconozcan.
“Me pareció inmoral quedarme ahí [en Cataluña] con una hija pequeña”
Si antes fue Autobiografía sin vida (en 2010, sobre la crisis y acabamiento del arte) y después Autobiografía de papel (en 2013, sobre el panorama literario y su metamorfosis en la escritura), esta vez Azúa narra dos relatos paralelos que se alternan hasta confluir: recreación del mito grecolatino (unos vascos que emigran a Venezuela tras la Guerra Civil) y del mito cristiano de Adán y Eva.
 Los dos están en el origen del ADN del mundo occidental que “hace que se viva de manera casi esquizofrénica”
. Un mundo donde la condena del Edén no es el trabajo, sino querer saber, querer construir el paraíso y tener la facultad de matar.
Faulkner es el origen de Génesis
. Por él, Félix de Azúa (Barcelona, 1944) se acercó a la Biblia como literatura hacia los setenta debido a que el escritor estadounidense la reescribía en novelas inolvidables.
Se aficionó a ese texto sagrado, estudió sobre él y hoy sus ediciones copan un par de baldas de su biblioteca. Opina que "debería ser tan importante la lectura de los clásicos griegos como la de los clásicos hebreos. Solemos olvidar que la cultura occidental es judeocristiana”.
Después de Faulkner llegaron, en los 80, Juan Benet y Rafael Sánchez Ferlosio, “lectores excepcionales de la Biblia”.
Las palabras de Azúa, doctorado en Filosofía, profesor de Estética, poeta, narrador y articulista, fluyen serenas hasta crear un fresco español. Su travesía oral se remonta a más de dos mil años en una voz que son muchas voces:
“Los griegos tenían una concepción de la responsabilidad basada en la dignidad, el honor, el orgullo propio.
 En el mundo bíblico, el héroe solo responde ante Dios, que no tiene representación; es pura voz
. Esto nos lleva de cabeza a Freud. Hegel decía que el pueblo hebreo era ateo porque su dios era la voz interior
. Esa provoca una esquizofrenia que ha hecho que nuestra civilización sea admirable por un lado y execrable por el otro al haber dado carnicerías espantosas”.
“Siempre en círculos críticos, no había vivido la inocencia... Y es el paraíso”
“En la naturaleza del humano no prima ser bueno o malo
. Libre quiere decir que estamos condenados a elegir. Somos los dos.
En la novela, la línea bíblica recuerda el origen de Adán y Eva y cómo Caín mata a su hermano Abel. De ahí venimos todos.
 Caín es eterno y, de manera alegórica, quiere decir que a veces se encarna en Stalin o Hitler o en algún imbécil.
Tras la muerte de Abel, surge la condena de poder matar al prójimo. Aparece la culpa, a la cual debemos el hecho de sentirnos responsables.
Lo más peligroso es la gente que no siente culpa y se cree inocente, ven la culpa en el otro
. Se produce cuando hay perezas espirituales tremendas; estamos entrando en una de ellas.
 Hemos abdicado de gran cantidad de valores”.
“Se ha dicho que este es un país cainita por excelencia.
Tal vez sí hay dos Españas… Es un país tan conflictivo, tan antipático, tan violento, tan agresivo, y, sobre todo, tan maleducado, ese es su mayor pecado.
 Los orígenes de todo eso estarían en la convivencia con el islam durante ocho siglos que produjo uno de esos desgarros espirituales enormes
. Hubo expulsión de hebreos y moriscos
 Hasta el siglo XVIII se adjudicaban puestos de trabajo según la limpieza de sangre”.
“España es un país fariseo en el sentido bíblico… El pecado original aquí es la envidia
. No se soporta la diferencia, y, sobre todo, no se soporta a la gente que sobresale.
 No hay nada más asombroso que el trato que se ha dado a la investigación científica, al estudio, a la cultura.
 Valle-Inclán refleja esa necesidad de los mediocres para que todo el mundo sea tan mediocre como ellos”.
“Todo eso no convierte a España en un lugar lamentable sino enormemente interesante.
 No hay nadie que odie más a España que los españoles.
 España es, entre comillas, un país enfermo de autoodio. Y hay partidos que se dedican a mercantilizar ese odio.
 Hay vendedores de odio en los partidos nacionalistas vascos y catalanes. Incluso hay un partido como Podemos que vende odio a la casta, olvidan que ellos ahora son millonarios gracias a Chávez y gente así".
“En Génesis se aprecia el contraste entre España y Latinoamérica frente a la sexualidad, el deseo y los sentimientos; la incapacidad o miedo a aceptarlos o vivirlos con naturalidad, sin prejuicios.
En la novela, un vasco le dice al venezolano que los latinoamericanos tienen la suerte de que todavía se mantienen en un estadio casi infantil en el que la sexualidad es todavía un juego social.
 En el País Vasco la sexualidad no está permitida si es un juego, solo como reivindicación.
 La novela hace referencia a esa curiosa timidez de casi todos los españoles que hace que los hombres sean agresivos con las mujeres o alguien que les guste. Les resulta doloroso y difícil tratar con esa persona y acaban por ponerse chulescos, superviriles y agresivos…”.
“El tema de la belleza aquí es… En general, cualquier intento por hacer más agradable la vida se considera una cursilería.
 Y si a eso se suma la aspereza en el trato y lo mal que se suele hablar, a mí me escandaliza la permisividad que hay con el lenguaje zafio, grosero. Alguien que habla de esa manera es que tiene el cerebro de esa manera. Está por demostrar si pertenecemos a Europa”.
“Soy un exiliado. Me fui de Cataluña hace cuatro años. Me pareció inmoral quedarme ahí con una hija pequeña. No estaba de acuerdo con la formación educativa que se da allá a los niños.
 Mi infierno ha sido haberme tenido que ir de mi casa. Y, en cambio, el paraíso es esta niña que nos ha obligado, a mi mujer y a mí, a irnos con un esfuerzo enorme.
 Es mi paraíso por una razón poco sentimental: yo no había conocido la inocencia.
 Me he movido siempre en círculos críticos, combativos, con pretensión de ser muy lúcido, y no había conocido ni vivido la inocencia. Y es el paraíso”.

 

la exmujer de López Aguilar continúa su guerra detallando en público detalles íntimos de la pareja

  • Natalia de la Nuez, en proceso de divorcio de Juan Fernando López Aguilar, ha explicado a la prensa que, aunque no quería otro embarazo, se inseminó para "regalarle" hijos a su marido.
  • Dice que el eurodiputado se volvió más agresivo cuando le descubrió una infidelidad y critica que hable de sus hijos, cuando "no les ha dado un puré en cinco años".
  • El exministro socialista Juan Fernando López Aguilar (archivo). 
     

    Después de que saliera a la luz la acusación de malos tratos por parte de Juan Fernando López Aguilar a ex mujer, Natalia de la Nuez, la batalla entre ambos se ha recrudecido.
    En declaraciones al suplemento LOC de El Mundo, el exministro se declara “destrozado” por lo que considera una “venganza” provocada por el despecho de su exmujer, tras enterarse de que mantenía otra relación.
    "Se me advirtió muchas veces que si yo iba adelante con el divorcio me iba a hundir y destruir.
     Tengo muchos testigos de esas frases", asegura al periódico.  La pareja estuvo casada durante 17 años, aunque desde hace más de uno se encontraba en trámites de divorcio
    . Este mismo jueves se hizo firme la sentencia de separación. "Ella ha sido feliz en el matrimonio y estaba orgullosa de ser mi mujer hasta que surgió otra relación y enloqueció”, afirma.
    Por su parte, su exmujer, asegura, también en declaraciones a El Mundo, haber sido víctima de maltrato físico y psicológico desde el año 2000, aunque dice también que no lo denunció “por miedo”. 
    Desde hace siete meses, el socialista no vivía en la casa que hasta entonces había compartido con su exmujer.
     Fue el pasado 28 de marzo cuando el asunto salió a la luz, después de que se produjese un incendio en esa vivienda. Según los testimonios de varios vecinos, la relación entre ambos era muy mala.
      “Los vecinos lo único que pueden testificar es que me han visto irme de allí para evitar el conflicto, a veces insultado por ella, que no quería que me fuera", asegura López Aguilar al mismo medio.
    El exministro asegura que se enteró del fuego en su vivienda cuando un vecino le preguntó por ello
    . Dice que no se lo podía creer y fue a comisaría a informarse
    . Como se trataba de un día festivo, Viernes Santo, hubo de dirigirse al Servicio de Atención Familiar, donde le dijeron que el asunto estaba en manos de un juzgado de Violencia de Género.
      El lunes, su exmujer y su cuñada declararon ante el juez de Las Palmas sobre un presunto maltrato, del que no aportaron pruebas físicas.
    Natalia de la Nuez asegura que su familia pudo ver las lesiones “al día siguiente” de producirse. “Yo siempre trataba de tapar a mi marido, de decir que las magulladuras habían sido producto de accidentes domésticos", asegura.
     En enero, su hijo Gorka, que tuvo en una relación anterior, presentó una denuncia contra López Aguilar, que después fue retirada.
    La exmujer del ministro reconoce que entonces, el joven “se equivocó”.  “Realmente me tropecé al perseguir a mis niños y por eso le pedí que retirase la denuncia", relata.
    El propio joven llegó a difundir entonces un comunicado en el que absolvía de toda culpa al político, y admitía la falsedad de la denuncia.
     En el texto, lamentaba también “el profundo daño” causado al honor y la integridad de su "padre"
    . En ese momento, atribuyó el haber presentado la denuncia al “miedo” de ver a su “madre lesionada”, aunque esta misma semana, también en declaraciones a El Mundo, aclaró que fue su madre quien le pidió que retirase la denuncia.
    "Mi madre me pidió que quitase la denuncia.
     Yo no quería porque pensé que mi madre quería tapar a su marido como siempre hacía
    . A mí ya me habían contado que mi padrastro la estaba machacando y cuando me la encontré con el ojo morado no tuve dudas", declaró al periódico tras conocerse la nueva acusación contra el exministro.
     "No me arrepiento. Yo hice lo que un hijo tenía que hacer. Independientemente de que mi padrastro fuera o no conocido.
    Hay que ser justos en la vida. Sólo deseo que este hombre se aleje definitivamente de mi madre. Le ha destrozado la vida". 
    El joven aseguró también que su madre no denunció nunca al exministro por sus hermanos. "Mi madre ha sido quién se ha preocupado de ellos desde que nacieron
    . Él ha tenido muchos descuidos", afirmó
    . Según Gorka de la Nuez, el comunicado en el que exculpaba al político fue supervisado y retocado por el exministro y su equipo.

    Envió una foto de otra mujer al entorno del exministro

    Juan Fernando López Aguilar y Natalia de la Nuez empezaron su relación en el 97, cuando el político era catedrático de Derecho Constitutional y ella, que tenía dos hijos de dos relaciones anteriores, visitadora médica de un laboratorio.
     Según relata la mujer, el enlace se desarrolló de forma muy discreta. "No hubo ni convite, fui al supermercado, compré comida y pasamos la tarde en la playa”, narra a El Mundo.
    Cuenta también cómo, durante unas vacaciones en Las Palmas, se enteró de que el exministro mantenía una relación con otra mujer, cuando, tras ver cómo se encerraba en el baño, escuchó decir por teléfono “pero tú me quieres o no me quieres, estoy harto de que no te aclares”.
    “Entré en el baño y él se puso tan nervioso que le dió al botón del altavoz y escuché la voz de otra mujer", revela.
    De la Nuez narra también detalles íntimos, como que se encontró “facturas sospechosas” de hotel y una foto atrevida de la amante en el móvil de su entonces marido, que reenvió a varios allegados del entorno del político.
     "Interceptar comunicaciones ajenas es un delito, incluso en la convivencia.
    Ése no es el perfil de una mujer maltratada, que tiene miedo, sino el de una que enloquece cuando descubre que ha entrado en mi vida otra persona", advierte López Aguilar.
    Según ella, el exministro se sintió atraído porque “tenía diez años menos y un cuerpo estupendo”.
      La pareja, no obstante, decidió seguir con la relación un tiempo, pero, cuenta la mujer, “tras darle muchas oportunidades y ver que no cumplía su promesa de dejarla decidí divorciarme.
     Él me planteaba seguir con el matrimonio si le permitía excursiones con otras mujeres". Asegura que el socialista se volvió “más agresivo” y que la agredía “cada vez que le reprochaba que me había sido infiel”.


    También tiene críticas para esa tercera persona, una mujer, dice, “sin escrúpulos”. “Me hizo hacer cosas estúpidas como mandarle mensajes pidiéndole que se alejase de mi familia. Con todo el esfuerzo que había hecho por construirla, no iba a dejar que en mi corral entrase cualquier gallina y menos ella", justifica.
    Ella niega que las acusaciones sean una “venganza”. "No es una venganza. No soy rencorosa. Lo único que quiero es extirparle de mi vida", dice a El Mundo.